Mucho de lo que yo llamo mi codependencia es miedo y pánico, porque pasé gran parte de mi vida sintiéndome abusada, atrapada y no sabiendo cómo cuidar de mí misma en mis relaciones. (Anónimo).
No importa por cuánto tiempo nos hayamos estado recuperando, podemos seguir tendiendo a darle nuestro poder a los demás, sean figuras de autoridad, un nuevo amor o una criatura.
Cuando hacemos esto, experimentamos la serie de emociones y de pensamientos que llamamos “la loquera codependiente”. Podemos sentirnos enojados, culpables, temerosos, confundidos y obsesionados. Podemos sentirnos dependientes y necesitados o volvernos demasiado controladores y rígidos. Podemos volver a conductas familiares en época de estrés. Y para nosotros que tenemos asuntos de codependencia y de hijos adultos de alcohólicos por resolver, las relaciones pueden significar estrés.
No tenemos que quedarnos atascados en nuestra codependencia. No tenemos que avergonzarnos o culparnos a nosotros mismos, o a la otra persona, por nuestro estado. Simplemente necesitamos acordarnos de adueñarnos de nuestro poder.
¡Practica. Practica. Practica a usar tu poder para cuidar de ti mismo, no importa contra que estés lidiando, en donde estés o que estés haciendo! Esto es lo que significa la recuperación. Esto no significa que tratemos de controlar a los demás; no significa que nos volvamos cáusticos o abusivos.
Significa que nos adueñamos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. El solo pensar en hacer esto puede generar miedo ¡Eso es normal! Cuida de ti mismo, de todas maneras. Las respuestas, y el poder para hacerlo, están dentro de ti ahora.
Empieza hoy. Empieza desde donde estás. Empieza cuidando lo que tú eres, en el momento presente, al máximo de tu capacidad.
“Hoy me concentraré en adueñarme de mi poder para cuidar de mí mismo. No dejaré que los miedos, ni un falso sentido de la vergüenza y la culpa, me impidan cuidarme a mí mismo”..