sábado, 9 de septiembre de 2017

La Aceptación De La Codependencia

Los codependientes no podemos cambiar hasta que aceptamos nuestras características
codependientes, nuestra impotencia ante la gente, ante el alcoholismo y ante otras circunstancias que tan desesperadamente hemos tratado de controlar. 

La aceptación es la más grande paradoja: no podemos cambiar hasta que aceptemos la manera de ser que tenemos.

He aquí un extracto de Honoring the SeIf acerca de la autoaceptación:
Si puedo aceptar que soy quien soy, que siento lo que siento, que he hecho lo que he hecho —si puedo aceptarlo, me guste o no— entonces puedo aceptarme a mí mismo. 
Puedo aceptar mis defectos, mis dudas sobre mí mismo, mi pobre autoestima. Y cuando pueda aceptar todo eso, me habré puesto del lado de la realidad en lugar de intentar luchar contra ella. 
Ya no estoy haciendo nudos mi conciencia para mantener los engaños acerca de mi condición actual. Y así despejo el camino para dar los primeros pasos hacia el fortalecimiento de mi autoestima…

En tanto no podamos aceptar la realidad de lo que somos en un momento dado de nuestra existencia, en tanto no podamos permitimos totalmente a nosotros mismos estar conscientes de la naturaleza de nuestras elecciones y de nuestras acciones, no podamos admitir la verdad dentro de nuestra conciencia, no podemos cambiar.

Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente

viernes, 8 de septiembre de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. IX - Cómo Superar La Autoconmiseración (Parte 5)

ORAR PIDIENDO EL ESPÍRITU SANTO
JESÚS PROMETIÓ SOLEMNEMENTE: "mi padre dará el espíritu santo a los que se lo pidan". Algunas personas preguntan: "Y cuántas veces tengo que pedirle al Padre Celestial que me envía el Espíritu Santo?" -La respuesta es ésta: -todas las veces que lo necesite. ¿Y cuándo es que no lo necesitamos?

Los educadores dicen que nada puede reemplazar la repetición. Y en la oración hay que repetir y repetir muchísimas veces una misma petición. Y además los psicólogos afirman que la repetición de lo bueno acaba con lo malo. Sí repetimos muchísimas veces la petición de que no se ha enviado el divino espíritu, terminaremos Alejandro los malos espíritus de depresión y desánimo que nos quieren paralizar.

Le recomendamos que se lea un bellísimo librito de esta misma colección que se titula: "maravillas del Espíritu Santo".  Le va a encantar. Las 12 ediciones que ha tenido en pocos años demuestran la enorme aceptación que el tal libro tan pequeñito y tan barato, pero tan instructivo, ha conseguido entre la gente creyente. Allí va a encontrar los efectos verdaderamente maravillosos que consigue Quién se dedica a pedir que a su alma venga el Espíritu Santo. Él es una persona supremamente activa y cuando llega a un individuo le transforma su cerebro en luz. Su corazón en fuego de amor y su voluntad en roca fuerte que resiste cualquier ataque del enemigo. Si la gente supiera lo que va a cambiar su vida Si recibe al Espíritu Santo, no dejaría ni un solo día de pedirle al Padre Celestial por medio de su hijo Jesucristo que le envié tan poderoso y santo espíritu. Empiece usted a pedirlo desde ahora mismo. Y lo recibirá.

Pero no esperemos que el espíritu santo obre milagros, si no le colaboramos. Hay individuos que desean que el divino espíritu sobre el milagro de quitarles su autocompasión y su depresión, pero sin poner ellos nada de su parte. "Ayúdate que yo te ayudare", no sigue diciendo Dios. El señor no hace por nosotros lo que nosotros podemos hacer, pero nos capacita y nos envía su santo espíritu para que nos dirija en la batalla contra la depresión. Y lo primero que nos pide para no estar deprimido escuchamos lejos esos esquemas de autocompasión y de tristeza que nos oprimen. Si dejamos de sentir lástima por nosotros mismos, Entonces si el espíritu santo encuentra ya el campo listo para llenarnos de abundantes frutos de alegría y de optimismo. Dejémoslo actuar.

Un ejemplo de depresión por autocompasión

Por meses y meses había ahorrado entre 4 amigos todo lo que nos sobraba de nuestros gastos personales para poder comprar un campero que nos sirviera para salir a visitar y ayudar a las personas pobres que necesitaban de nuestro trabajo espiritual. Y al fin lo logramos conseguir. El equivalente de $20000 nos costó, al contado. Un Toyota ordinario que podía subir por cualquier pendiente de los barrios pobres y que tenía capacidad para llevar varios enfermos o para cargar bastantes provisiones para los pobres. Estábamos felices (esta clase de carros es sumamente costosa en nuestro país).

Pero a uno de nuestros compañeros se le enfermó su papá y empezó a tener que ir a visitarlo cada noche. Y no se había dado cuenta de que a Los Camperos los ladrones les van siguiendo cuidadosamente sus itinerarios y los sitios por dónde viajan. A la cuarta noche de visitar a su padre enfermo, Al subir al segundo piso de su casa sintió un ruido, miró por la ventana y con terror vio que se llevaba el campero que había dejado estacionado en la calle. Pusimos la queja ante las autoridades, pero el Toyota no apareció. No lo teníamos asegurado. Era una verdadera tragedia para nosotros.

Mi depresión fue grande. Los ahorros de meses y años, todos perdidos en una sola hora. Y tanta ilusión que teníamos de poder visitar a esas gentes pobres y llevarles ayudas, y de poder traer enfermos a los hospitales.

Varios amigos me visitaban para darme el pésame por tan grave pérdida; y el compañero que tenía al papá enfermo estaba avergonzado de su descuido. Yo hasta llegué a hacerle reclamos al mismo Dios. "Señor, si era para bien de la gente. Si era para extender tu religión. Si lo habíamos comprado con el sudor de la frente". Y rezaba y rezaba, pero el bendito Toyota no aparecía. Y mi depresión aumentaba cada día.

Hasta que una tarde paseándome por un bosque me puse a pensar: "¿Como, yo que le insisto a tanta gente en que no se dejen vencer por la auto conmiseración me estoy a gusto compadeciendo? Y yo que tantas veces se ha repetido a mis consultantes la bellísima frase de San Pablo: "¿Todo lo permite Dios para el bien de los que lo aman’, ahora me estoy dedicando a no aceptar lo que Dios ha permitido que me suceda?". Y me quedé unos momentos ahí de pie bajo un gran árbol y le di gracias al Señor por haber permitido que nos robaran el campero aquel. En aquel momento sentí una oleada de alegría y de paz que inundó todo mi ser, y la depresión se evaporo como agua echada sobre una parrilla ardiente. Después, varias veces trato de volverme la depresión, pero cada vez le volví a dar gracias a Dios por este suceso, y la depresión tuvo que irse. Hasta que hace unos meses vino a visitar nuestra obra un benefactor norteamericano y al saber que para visitar los barrios pobres en terrenos empinados lo teníamos que hacer a pie y con dificultad, nos obsequió un hermoso Toyota extra largo, último modelo. Y 3 amigos más nos brindaron cada uno su camioneta de doble transmisión para muchísimos de nuestros viajes en favor de los necesitados. El Señor nos quitó un bien con una mano, y nos ha llenado de bienes con sus dos manos grandes y generosas. Pero antes quiso que alejar amos la autocompasión y le diéramos Gracias a él por lo que nos había sucedido. Y dar Gracias produce muy buen resultado.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Sentimiento De Culpa Del Sobreviviente

Empezamos la recuperación. Empezamos a cuidar de nosotros mismos.

Nuestro programa de recuperación empieza a funcionar en nuestra vida y empezamos a sentirnos bien con nosotros mismos.

¡Y luego nos golpea la culpa!

Cada vez que empezamos a experimentar la plenitud y la alegría de vivir, podemos sentirnos culpables por aquellos que hemos dejado atrás, aquellos que no están en recuperación, aquellos que aún sufren. Este sentimiento de culpa del sobreviviente es un síntoma de codependencia.

Podemos pensar en el esposo de quien nos hemos divorciado y que sigue bebiendo. Podemos pensar en un hijo ya mayor o adulto, que sigue sufriendo. Podemos recibir una llamada telefónica de uno de nuestros padres que no esta en recuperación y que nos relata sus desgracias. Y sentimos que nos envuelve su dolor.

¿Como podemos estar tan bien, tan felices, cuando aquellos que amamos siguen aun en desgracia? 

¿Podemos realmente romper con ellos y llevar una vida satisfactoria, a pesar de las circunstancias? 

¡Si, podemos!.
Y si, duele dejar atrás a los que amamos. Pero sigue hacia adelante de todas maneras. Se paciente. La recuperación de otras personas no es nuestra labor. Nosotros no podemos hacer que se recuperen. No podemos hacerlas felices.

Debemos preguntarnos por que fuimos escogidos nosotros para tener una vida más plena. Tal vez nunca sepamos la respuesta. Algunos podrán entrar a su debido tiempo, pero su recuperación no es asunto nuestro. La única recuperación que podemos reclamar realmente es la nuestra.

Podemos dejar ir a los demás con amor, y amarnos a nosotros mismos sin sentimientos de culpa.

“Hoy estoy dispuesto a superar mi tristeza y mis sentimientos de culpa. Me permitiré estar sano y feliz, aunque alguien a quien ame no haya elegido el mismo camino”.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Ejercicio De Biodescodificacion

A mis padres los libero de sentir que conmigo no pudieron dármelo todo o que crean que han fallado. 
Los amo y les agradezco que hayan sido instrumento de Dios para que Hoy este aquí.

Libero a mis hijos de la necesidad de engrandecer mi ego, de querer satisfacer los deseos o metas que yo no cumplí para mí o de que se sientan obligados a enorgullecerme. 
Les pido que escriban su propia historia según sus deseos de experimentar y lo que alegre sus corazones.

Libero a mi pareja de la obligación de complementarme. 
Yo estoy completo/a. Nada me falta, todo está dentro de mí y mi felicidad depende de mí. Yo aprendo y evoluciono con cada una de mis relaciones y si hemos fallado yo también he sido responsable de atraer esa situación.

Libero a mis hermanos de toda culpa que sientan por mí, o por hacerles creer que me lastimaron, o si en algún momento los ofendí, los ignoré o los negué.
En ningún momento mi intención ha sido la de vivir sus vidas, ni entorpecer sus experiencias, ni pensar que no podían hacerlo bien, ni creerme mejor que ustedes. Los amo. Estoy consciente ahora de que lo están haciendo lo mejor que pueden hacerlo y confío plenamente en sus habilidades y fortalezas para labrarse (conseguir) la vida maravillosa que siempre han soñado para ustedes.

A mis abuelos y ancestros que se fueron encontrando para que yo, hoy, aquí, respire vida en nombre de ellos, los libero de las culpas del pasado y de los deseos que no cumplieron.

Consciente de que todo lo que hicieron fue lo mejor que pudieron hacer para resolver cada una de las situaciones que enfrentaron, con los recursos que tuvieron y desde el nivel de conciencia que tenían en ese momento. 
Les honro con mi vida, haciendo de ella lo mejor que pueda para hacerla feliz, digna y próspera. Los amo y reconozco a todos y cada uno de ellos.

Me contemplo ante sus miradas, y les expreso mi gratitud y todo mi amor para que sepan que no oculto ni debo nada más que ser fiel a mi mismo/a y a mi propia existencia, de esa manera los honro.

Lo que aprendí de todos ustedes me hace ser quien soy y me permite transitar el camino de mi vida con sabiduría, consciente de que cumplo mi propio proyecto de vida, libre de lealtades familiares invisibles y visibles, libre de ataduras y creencias que puedan perturbar mi Salud, Alegría, mi Paz y Felicidad.

Renuncio al Rol de Salvador/a y Redentor/a, de ser quien une o cumple expectativas ajenas.
Aprendiendo a través y sólo a través del Amor /aceptación, permitiendo Ser a cada quien tal como quiere Ser y permitiéndome Ser quien verdaderamente Soy.

Bendigo la esencia más expandida de mi Ser la cual es Maravillosa, Espléndida y Notable (Yo Soy), que a través de mi forma única de expresarme, y aunque alguien no pueda comprenderme, Yo solo me expreso como Soy, porque sólo yo he vivido y experimentado mi propia historia, porque me conozco, sé quien Soy, lo que siento, lo que hago y porqué lo hago.

Me acepto, me respeto, me apruebo y me responsabilizo solo por mí, con amor/aceptación y comprensión.

Honro la Divinidad en mí y en ti... Ahora quedamos libres para amarnos

Les Amo /les acepto en mi vida y experiencia de vida.

Gracias

martes, 5 de septiembre de 2017

Poema A Mi Amigo...


Suerte la mía por tus palabras

porque aún al llorar siento que estás

que me escuchas y me hablas

suerte la mía por tu amistad

y que por muchos años pueda durar



No te preocupes, aquí estoy

que yo también he sufrido

así que sé lo que has perdido

y te acompaño en estas penas

lo mismo que nos hemos reído

pues para eso es un amigo

no temas;

no me voy.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. IX - Cómo Superar La Autoconmiseración (Parte 4)

LOS TRES MÉTODOS QUE SE ENSAYARON PARA CURAR DEPRIMIDOS

En la universidad Católica hicimos un ensayo de decoracion de deprimidos, dividiéndolos en tres grupos. Al primer grupo se le enseñaron varios métodos de curación de la depresión y se les dejo que lo practicaran por su cuenta. Al segundo se les enseñaron estos métodos y se les motivo muy fuertemente para que se dedicaran a orar al Señor para lograr superar la depresión y la autocompasión. Y al tercer grupo además de enseñarle los otros métodos de curación y de insistir las en la necesidad de orar se les trata de convencer de que Hay que orar dando gracias y que hay que agradecer al Señor cada pena, cada contrariedad y cada sufrimiento que nos sucede.

Al cabo de varias semanas Los del primer grupo habían adelantado muy poco en la curación de su depresión y autocompasión. Los del segundo grupo que habían orado y se habían dedicado emplear los métodos para curarse de su tristeza, el 50% había mejorado notablemente. Y los del Tercer grupo, los que se habían dedicado a dar gracias a Dios por sus penalidades, el 85% había progresado maravillosamente en su lucha contra la compasión. Es que "dar gracias" produce buen resultado.

Un accidente y una acción de gracias


Habíamos logrado comprar un automóvil nuevo después de muchos meses de estar ahorrando. Y al poquito tiempo de haberlo estrenado llegó un imprudente y le dio un fuerte golpe que lo dejo todo sumido y arrugado. Me puse pálido de la ira. El estómago se me encogió y empecé a planear como vengarme de aquel irresponsable. Pero enseguida elevé mi pensamiento al cielo y exclamé: "Bendito sea Dios. Gracias a Dios. Él nos lo dio, él nos lo quitó. Bendito sea Dios". Recordé el consejo del apóstol: "no andéis afanados. Qué vuestra oración se le ve a Dios Dándole gracias". Y como resultado de mi oración no guarda ninguna amargura por aquel accidente. No me habría podido conservar así de tranquilo si no hubiera dicho una plegaria de acción de gracias al Señor por lo que permitió que sucediera. Yo no entendía porque tenía que haber sucedido aquel accidente tan irracional. Pero no hace falta entender para dar las gracias a Dios. El, sí sabe muy bien porque permite que sucedan las cosas. Y ante estos hechos inesperados nos quedan dos caminos a seguir: o quejarnos, maldecir, renegar y llenarnos de autocompasión y de depresión, o en cambio dar gracias a Dios por lo que sucede y conservar la paz en el alma y verse libre de la auto conmiseración que es la que lleva a la depresión. Y es más provechoso escoger El Camino Que Lleva a no auto compadecerse.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Orando Para Evitar La Envidia

Señor mío y Dios mío, al iniciar este nuevo día me pongo en tu presencia seguro de tu amor y de tu deseo de darme muchas bendiciones. 

Hoy quiero pedirte que me cuides de la envidia y de los malos sentimientos que nacen en el corazón de las personas con las que comparto. 

Sí, mi Dios, quiero suplicarte que seas Tú quien me blinde para que las malas palabras, los malos deseos, las malas acciones de las personas que no me quieren no me hagan daño ni a mí ni a todos los que amo y están a mi lado. 

Tú sabes que son muchas las personas que están al acecho de nosotros y tratan de dañarnos. 

Te suplico que los bendigas, los llenes de paz en el corazón y les hagas saber que son importantes, que no tienen que andar husmeando la vida de los otros para tratar de ser felices ellos. 

Y te pido que en este momento les concedas a ellos mucho amor y mucha paz para que dejen de pensar en dañarme y dañarnos. 

Sé Tú quien hoy me bendiga en todas mis acciones y líbranos del mal. 

Amén.