sábado, 4 de agosto de 2018

VENCER EN LOS DÍAS DIFÍCILES

Hay días en los que amanecemos sintiéndonos solos, vulnerables, necesitados de compañía y de protección. 
Sensación que nos hace experimentar nuestra finitud y agranda las dificultades que tenemos. 
Pero, más allá de nuestros límites, de nuestras carencias, de nuestra singular manera de vivir está la presencia de Dios y su fuerza poderosa. 
Por eso, hoy te digo: Dios está ahí para que te sientas amado, acompañado, fortalecido y puedas sentir que te inspira a dar lo mejor de ti, te capacita para dar la batalla.
Sí. Hoy tienes que experimentar que Él no te deja nunca; que en la medida en que más débil te reconozcas más fuerte es Él en ti. 
Por eso, hoy no tiembles; abandónate en las manos de Dios y dile que sea tu compañía y tu fuerza en los momentos en los que los otros se han olvidado de ti y de todo lo que puedes hacer. 
Ten la certeza de que nada podrá acabar con el sentido de tu vida, en ti siempre está la fuerza de su Espíritu que ya venció a la muerte y te ha dado plenitud.

Esa confianza es parte de nuestra fuerza. 
Esa credibilidad que solo Dios merece en tal grado es motivo para recordar todos los días nuestro valor y las razones que tenemos para dar la batalla por una vida más feliz y más plena.

Esto es lo que quiero compartir con ustedes en este oracional, lo haré a través de los salmos y otras reflexiones existenciales, para que sigamos creyendo y creciendo en Dios. 

Tarea del día:
No te des por vencida, sigue luchando, Dios está contigo aunque el viento este en contra

POR PADRE ALBERTO LINERO

viernes, 3 de agosto de 2018

A.A. PARA LA MUJER (Parte 3)

“Creía que la bebida era Dios.”

Soy hija adoptiva, y al llegar a la edad de siete años me pusieron en un orfanato. Las monjas del orfanato siempre estaban orando a Dios, pero yo no podía encontrar al Dios con quien siempre estaban hablando.

A la edad de nueve años, probé un poco de vino.
Me dije, “así que éste es el Dios del que hablan.”
Creía que la bebida era Dios.

Me expulsaron de la escuela por haberme lanzado a una discusión sobre los grupos étnicos. Una de las muchachas me insultó, diciendo: “Ustedes …puertorriqueños,” y me eché encima de ella. Al recobrar el conocimiento, me encontré dentro de una camisa de fuerza. “¿Sabes lo que hiciste anoche?” la enfermera me preguntó. “No”, le dije. Me dijo que había luchado con la muchacha; que ella había perdido el conocimiento, pero yo seguí gritando que quería arrancarle el corazón. Y había roto una botella para hacerlo.

Quería fugarme del orfanato, así que me casé.
Cuando estaba embarazada de cinco meses, mi marido me dejó para alistarse en las fuerzas armadas.
Recurrí a mi suegra por ayuda. Me dio una pequeña botella de whisky y me dijo, “Toma un traguito de esto cada noche y podrás dormir. No tendrás ningún problema.” Vacié la botella.

Fui a la Cruz Roja para averiguar lo que podía hacer con mi vida. Me dijeron que la única salida era trabajar, así que me dediqué a dos trabajos. Siempre acompañada de mi amigo, el whisky.
Trabajé y ahorré dinero y, pasados cuatro años, mi marido regresó. Me dijo que podíamos “recoger los pedazos” y volver a comenzar. Con el dinero que había ahorrado, compramos una bombonería, en donde vendíamos también licores y nos metimos en muchos tratos dudosos.

Algo no andaba bien dentro de mí. Seguía echando a mi marido de la tienda, para así poder beber todo el día. Estaba segura de que mi marido no me quería, de que mis hijos no me querían, de que nadie me entendía. Necesitaba algo que me infundiera el deseo de vivir.

Conseguí un empleo como camarera de un bar, en donde tenía todos los hombres y toda la bebida que podía desear. Me parecía, por fin, estar feliz. Quería deshacerme de mi marido, así que cuando la policía vino a buscarlo, les dije dónde lo podían encontrar. La policía lo detuvo y un tribunal lo declaró culpable de asesinato.
Mientras él estaba en prisión, perdí mi empleo de camarera. No podía hacer más que beber. Necesitaba con qué subsistir, y a los únicos a quienes podía acudir era a los asiduos del bar. Así que hacía muchas cosas que no debía, pero las consideraba propias ya que de esa manera mis hijos tenían algo que comer.

Ya no me sentía digna de la vida; pecadora, había quebrantado la ley de Dios. Me sentía sucia. Tres veces atenté contra mi vida; traté de llevarme a mis hijos conmigo, para que no sufrieran lo que había sufrido yo. Abrí la válvula de gas de la cocina y me senté con mi botella de ginebra, esperando la muerte. Pero los vecinos forzaron la puerta y me llevaron al hospital.

Me dijeron que tenía un problema con la bebida, pero no quise escuchar. Quería morir borracha.
Cuando mi marido fue puesto en libertad, decidió quedarse con su amante. Tuve que vender mi casa y mudarme a un apartamento. Tres veces intentaron violarme en la calle. La última vez, fui muy lastimada y tuve que pasar tres meses en el hospital. Quería vengarme de todos los hombres.
Empecé a andar por las calles, esperando que alguien intentara atacarme para así poder matarlo y acabar en prisión. Tomando licores y píldoras, terminé de nuevo en el hospital. El siquiatra me dijo que tenía un problema con la bebida, y que debía ir a A.A.

Le dije que no podía vivir sin el alcohol. No obstante, fui a A.A., y al entrar por primera vez
en la sala de reunión, vi a todos los hombres allí presentes. Odiaba a los hombres — me habría gustado que todos se hubieran caído muertos. Pero seguí sentada, recordando lo que me había dicho el doctor: “Ve, siéntate, y escucha.” (No pude asistir sobria — había tomado algunos tragos.) Recuerdo que se decía que el alcoholismo era una enfermedad progresiva y que yo tenía ahora una buena oportunidad de crearme una vida sana.

Después de tres meses en A.A., aún bebía, y me preguntaba: “¿Por qué no puedo dejar la bebida? Tal vez me estén diciendo mentiras. Ellos también deben de seguir bebiendo.” Una noche — durante el día había tomado tres tragos — estaba sentada en una reunión, y por primera vez desde hacía años, sentí latir mi corazón. Dije: “Si esto es Dios, si esto es Tu presencia, déjame que agarre un hilo de Tu cuerda y sácame de esta botella para que pueda volver a andar con la gente de este mundo.” Sabía que algo tremendo me estaba pasando, y me fui de la reunión con una sensación maravillosa. Era el 3 de julio. Celebro mi aniversario de A.A. en el Día de la Independencia — el día en que dejé de depender de la botella.

Al principio no me era fácil, pero mi madrina me ayudó. Entonces, comencé a hacer los trabajos de servicio para mi grupo. Dos meses después, empecé a atender los teléfonos en el despacho hispano de la oficina intergrupal. Hoy le doy gracias a Dios, porque, haciendo estos trabajos, pude mantenerme alejada de aquellos con quienes solía beber. Ahora sirvo como coordinadora de instituciones para el Comité Hispano.

Voy a reanudar mis estudios. Yo sé que hay muchas mujeres como yo, especialmente en la comunidad hispana. Llevo una buena vida, y cada noche rezo por poder llevar el mensaje de A.A. a otro alcohólico.

jueves, 2 de agosto de 2018

Letanías De La Tierra Muerta

Llegará un día en que la raza humana 
Se habrá secado como planta vana, 

Y el viejo sol en el espacio sea 
Carbón inútil de apagada tea. 

Llegará un día en que el enfriado mundo 
Será un silencio lúgubre y profundo: 

Una gran sombra rodeará la esfera 
Donde no volverá la primavera; 

La tierra muerta, como un ojo ciego, 
Seguirá andando siempre sin sosiego, 

Pero en la sombra, a tientas, solitaria, 
Sin un canto, ni un ¡ay!, ni una plegaria. 

Sola, con sus criaturas preferidas 
En el seno cansadas y dormidas. 

(Madre que marcha aún con el veneno 
de los hijos ya muertos en el seno.) 

Ni una ciudad de pie... Ruinas y escombros 
Soportará sobre los muertos hombros. 

Desde allí arriba, negra la montaña 
La mirará con expresión huraña. 

Acaso el mar no será más que un duro 
Bloque de hielo, como todo oscuro. 

Y así, angustiado en su dureza, a solas 
Soñará con sus buques y sus olas, 

Y pasará los años en acecho 
De un solo barco que le surque el pecho. 

Y allá, donde la tierra se le aduna, 
Ensoñará la playa con la luna, 

Y ya nada tendrá más que el deseo, 
Pues la luna será otro mausoleo. 

En vano querrá el bloque mover bocas 
Para tragar los hombres, y las rocas 

Oír sobre ellas el horrendo grito 
Del náufrago clamando al infinito: 

Ya nada quedará; de polo a polo 
Lo habrá barrido todo un viento solo: 

Voluptuosas moradas de latinos 
Y míseros refugios de beduinos; 

Oscuras cuevas de los esquimales 
Y finas y lujosas catedrales; 

Y negros, y amarillos y cobrizos, 
Y blancos y malayos y mestizos 

Se mirarán entonces bajo tierra 
Pidiéndose perdón por tanta guerra. 

De las manos tomados, la redonda 
Tierra, circundarán en una ronda. 

Y gemirán en coro de lamentos: 
¡Oh cuántos vanos, torpes sufrimientos! 

?La tierra era un jardín lleno de rosas 
Y lleno de ciudades primorosas; 

?Se recostaban sobre ríos unas, 
Otras sobre los bosques y lagunas. 

?Entre ellas se tendían finos rieles, 
Que eran a modo de esperanzas fieles, 

?Y florecía el campo, y todo era 
Risueño y fresco como una pradera; 

?Y en vez de comprender, puñal en mano 
Estábamos, hermano contra hermano; 

?Calumniábanse entre ellas las mujeres 
Y poblaban el mundo mercaderes; 

?Íbamos todos contra el que era bueno 
A cargarlo de lodo y de veneno... 

?Y ahora, blancos huesos, la redonda 
Tierra rodeamos en hermana ronda. 

?Y de la humana, nuestra llamarada, 
¡Sobre la tierra en pie no queda nada! 

* * * 

Pero quién sabe si una estatua muda 
De pie no quede aún sola y desnuda. 

Y así, surcando por las sombras, sea 
El último refugio de la idea. 

El último refugio de la forma 
Que quiso definir de Dios la norma 

Y que, aplastada por su sutileza, 
Sin entenderla, dio con la belleza. 

Y alguna dulce, cariñosa estrella, 
Preguntará tal vez: ¿Quién es aquélla? 

¿Quién es esa mujer que así se atreve, 
Sola, en el mundo muerto que se mueve? 

Y la amará por celestial instinto 
Hasta que caiga al fin desde su plinto. 

Y acaso un día, por piedad sin nombre 
Hacia esta pobre tierra y hacia el hombre, 

La luz de un sol que viaje pasajero 
Vuelva a incendiarla en su fulgor primero, 

Y le insinúe: Oh fatigada esfera: 
¡Sueña un momento con la primavera! 

?Absórbeme un instante: soy el alma 
Universal que muda y no se calma... 

¡Cómo se moverán bajo la tierra 
Aquellos muertos que su seno encierra! 

¡Cómo pujando hacia la luz divina 
Querrán volar al que los ilumina! 

Mas será en vano que los muertos ojos 
Pretendan alcanzar los rayos rojos. 

¡En vano! ¡En vano!... ¡Demasiado espesas 
Serán las capas, ay, sobre sus huesas!... 

Amontonados todos y vencidos, 
Ya no podrán dejar los viejos nidos, 

Y al llamado del astro pasajero, 
Ningún hombre podrá gritar: ¡Yo quiero!...


Alfonsina Storni

miércoles, 1 de agosto de 2018

Si Amas A Alguien... ¡Díselo!

Si amas a alguien díselo, con palabras, con actitudes claras, con actos de servicio y ayudándolo a ser feliz; es mejor ser acusado de ridículo, de cursi, por decir todo lo que se siente por la otra persona, que dejar que la relación se cuartee por el frío de la indiferencia. 

Amar es siempre una militancia. Se nota que amas. 
Cuando sólo se trata de palabras no respaldadas con acciones, pronto caerá la relación como caen los castillos de naipes. 

Ahora, si no quieres a alguien asegúrate, con asertividad, de que lo sepa.

No vale la pena construir relaciones marcadas por la mentira, las apariencias y el camuflar todo lo que se siente. 

Esta aceptación de nuestros sentimientos y saber compartirlos con los demás nos llevará a un mejor control de las emociones y a aprovecharlas en función de la realización de nuestro proyecto de vida. 

Esto nos prepara para ser más empáticos y saber captar y aceptar lo que el otro siente. 

Cuando se da esa comunicación emocional desde la libertad y la responsabilidad las relaciones interpersonales fluyen sin problemas y son verdaderos espacios de realización. 

La experiencia espiritual no puede desconocer la dimensión emocional de las personas. 

Quien crece espiritualmente es más consciente de sus emociones, las expresa con mayor libertad y responsabilidad, establece relaciones sanas de solidaridad y autonomía. 

El contacto con Dios no nos hace negar lo que sentimos, sino que nos permite alinearlo con el proyecto de vida que hemos decidido desde nuestra relación con Él.

TAREA DEL DÍA
Llama o escribe un mensaje a alguien que amas y hazle saber lo que sientes por él.

P. Alberto Linero

martes, 31 de julio de 2018

ASÍ QUE AMAS A AUN ALCOHÓLICO (Parte 2)

Cuando El Alcohólico Pide Ayuda

A menudo la primera señal del deseo del alcohólico de dejar de beber llega al final de un periodo crítico. Puede llegar durante el remordimiento del malestar que sigue a una borrachera o puede precipitarlo una crisis que le haga comprender.

Es entonces cuando tu conocimiento del alcoholismo y tu actitud más prudente hacia el alcohólico empezarán a dar frutos. A la desesperada pregunta: << ¿qué puedo hacer?>>, contesta que él ya sabe que puede

hacerse algo. Si te pide sugerencias puedes ser más específico, mencionándole a Alcohólicos Anónimos o cualquier otra fuente de ayuda que hayas visto disponible para el alcohólico.
Recuerda, sin embargo, que no puede producirse tal efecto por la fuerza.

El alcohólico tiene que estar dispuesto a recibir ayuda antes de que pueda ser ayudado. Ni siquiera insistas en que el bebedor use la palabra <<alcohólico>>. Aún frases como <<quizá tenga un problema de bebida>> pueden significar el reconocimiento de la necesidad de ayuda.

Cuando esté claro que el alcohólico quiere ayuda, puede decidirse el tipo de ayuda. Una charla con un miembro de AA puede ser el siguiente paso, charla no solicitada por ti, sino por el alcohólico.

Cualquier cosa que sea lo que se decida, la decisión debe tomarla el alcohólico. Debe comprender claramente que él da ese paso libremente. En ese momento tú mismo puedes ayudar manteniéndote en contacto estrecho con tu grupo Al-Anon.

El Camino De Regreso


Durante el periodo de recuperación, recuerda constantemente hacerlo con calma. No esperes una inmediata y completa recuperación del bebedor ni de la familiar. La enfermedad del alcoholismo tardó mucho tiempo en desarrollarse, la convalecencia también es un proceso lento. Puede haber lo que se llama <<borracheras secas>>, tensiones emocionales que sufre el alcohólico que no tienen nada que ver con la bebida. Trata de ser paciente.

En esos momentos, quizás pienses que las cosas están peores que en los días en que bebía. Pero no es así, la paciencia y tolerancia de tu parte ayudarán a que estos momentos de prueba pasen.

La fatiga extrema durante un año o más después de haber dejado de beber, puede ser uno de los síntomas de haber abandonado el bebedor el alcohol. No trates de forzar las cosas, puedes planificar tus propias actividades y continuar asistiendo a las reuniones de Al-Anon.

No le protejas demasiado. Los alcohólicos que se están recuperando tienen que aprender a vivir en un mundo en el que se sirve alcohol y han de aprender igualmente a responder de sí mismos.

Evita los sentimientos de celos o los resentimientos debidos al método de recuperación escogido.
Muchos alcohólicos necesitan diariamente las reuniones de AA; recuerda simplemente que es un tratamiento para una enfermedad. Trata de estar agradecida de que el alcohólico acepte un tratamiento, aunque ello signifique que vaya a estar fuera de casa para estar con los que pueden ayudarle.

Una vez sobrio, el alcohólico tendrá tiempo para otras actividades, incluyendo las de AA. Trata de animarle. A medida que él se deshace de antiguos amigos bebedores, hábitos y recuerdos fantasma ricos tendrá tiempo para entusiasmarse por otras cosas. Déjate llevar tú también por esta oleada de cambios buscando actividades interesantes para ti en Al-Anon y ayudando a los demás. Ustedes dos se hallarán en el camino hacia una nueva vida juntos, pero cada uno según su propio programa.
Ambos podrán tener recaídas y retrocesos. No lo tomen muy en serio.

Confíen en que se ha establecido una base firme para la recuperación. Si creen que uno de ustedes ha cometido una equivocación, aprendan de ella y olvídenla. Dejen atrás las desilusiones y fracasos y sigan adelante.

El camino por recorrer no siempre es fácil, pero puede estar lleno de ricas recompensas en una vida satisfactoria para ti y para los que amas.

Los Grupos de Familia Al-Anon son una hermandad de parientes y amigos de alcohólicos que comparten sus experiencias, fortaleza y esperanza con el fin de encontrarle solución a su problema común. Creemos que el alcoholismo es una enfermedad de la familia, y que un cambio de actitud puede ayudar a la recuperación.

Al-Anon no está aliado con ninguna secta ni religión, entidad política, organización ni institución; no toma parte en controversias; no apoya ni combate ninguna causa. No existe cuota alguna para hacerse miembro. Al-Anon se mantiene a sí mismo por medio de las contribuciones voluntarias de sus miembros.

En Al-Anon perseguimos único propósito: ayudar a los familiares y amigos de los alcohólicos. Hacernos esto practicando los Doce Pasos, dando la bienvenida y ofreciendo consuelo a los familiares de los alcohólicos y comprendiendo y animando al alcohólico.

Preámbulo Sugerido para los Doce Pasos Aprobado por la Servicio Mundial de Los Grupos de Familia Al-Anon

lunes, 30 de julio de 2018

Desencuentros

Todos los seres humanos tenemos desencuentros, todos vivimos situaciones en las que no estamos de acuerdo con los otros; también hay cosas de los demás que pueden molestarnos, irritarnos o incomodarnos. 

Sé que esa es una situación humana; pero también sé que no siempre la resolvemos de una manera correcta. Pecamos por exceso o por defecto, bien sea porque no enfrentamos los conflictos o porque nos gustan demasiado y vivimos de pelea en pelea sin lograr nada realmente.

Ayer estuve leyendo a Jhon Maxwell, un autor que consulto mucho, y tiene nueve reglas para la confrontación que me gustaría proponerles; hoy presento tres, y durante los próximos días veremos el resto. 
Hay que saber reclamar y mostrar que no estamos de acuerdo: ¿Cómo?

1. Hágalo en privado, no públicamente, no todos tienen que darse cuenta de que no estás de acuerdo con esa persona. Hay situaciones que sólo les pertenecen a ustedes dos y no tienen por qué enterarse los demás. A nadie le gusta que los exhiban en público por un error.

2. Hágalo tan pronto como sea posible, no es natural esperar mucho. Los reclamos tienen que hacerse de la manera adecuada y en el tiempo correcto. Hay que evitar dejar que el sentimiento de ira o de rencor crezca en nuestro corazón. Es importante hablar pronto y con asertividad.

3. Hable de un solo asunto por ocasión, no sobrecargue a la persona con una lista de asuntos. A veces son tantos los reclamos que no se tiene claro de qué se está hablando. Hay que ser bien precisos.


TAREA DEL DÍA
Evita reclamar con ira. Ésta siempre es mala consejera.

P. Alberto Linero

domingo, 29 de julio de 2018

FRASES #61

La vida no es perfecta, pero tener la satisfacción de estar con las personas que amas, va más allá de la perfección

El ayuno es humildad de la mente, castigo de la carne, molde de la sobriedad

La luz al final del túnel no es la salida, es un tren que viene hacia nosotros

No siempre podemos elegir la música que la vida nos da... Pero podemos elegir como la bailamos.

Soltemos los celulares y miremos a los ojos

La mejor manera de enseñar valores a tus hijos es dando el ejemplo

El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por lo hombres peores

No debes jugar con los sentimientos de los demás solo porque estas inseguro de los tuyos

Nunca digas adiós, porque adiós significa irse lejos, e irse lejos significa olvidar

La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque el hambre es espiritual

Terrible es conservar la esperanza de cambio de quien frecuentemente te ofende, maltrata o te humilla

No es la edad lo que importa en una pareja, si no la madurez con que se traten

Después de un tiempo que uno mira las cosas como realmente son, vez que muchas palabras fueron huecas y que jamás existieron sentimientos

El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino

Si los chismosos fueran flores, mi barrio seria un jardín

La pena del ayer y el miedo al mañana son los dos ladrones que nos roban el hoy

Hay gente que siente amor solamente para su propio orgullo

Si alguien te promete cielo tienes que aceptar las nubes grises también

Procura que tu vida se parezca más a un viernes en la tarde, que a un lunes en la mañana

Puedo tener muchos enemigos, pero muy pocos rivales

La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa

Me gusta la gente a quien los golpes duros de la vida le enseño a creer en los suaves toques en el alma

Aun cuando creemos que perdimos todo, siempre llegan personas que te ofrecen todo lo que creíste perder

Quisiera que existiera una escalera al cielo y así irte a visitar todos los días

Jamás da el alma humana mejor prueba de fortaleza y nobleza que cuando renuncia a la venganza y se atreve a perdonar una ofensa