PRIMER PASO
Admitimos nuestra impotencia contra el alcohol y que nuestras vidas habían llegado a ser ingobernables
Los hombres y mujeres que son alérgicos al alcohol y que compulsivamente insisten en usarlo como bebida, eventualmente se enferman en un singular mal. Esta enfermedad es conocida en la medicina como alcoholismo, es singular porque nos afecta física, mental y espiritualmente.
El Primer Paso resume brevemente el patético enigma de un bebedor sin control que ha adquirido la enfermedad contra la que es impotente.
Los bebedores de este tipo consideran que el alcohol es una necesidad física y aumenta gradualmente su consumo a costas del de alimentos nutritivos. Esta práctica induce a desordenes físicos y nerviosos que son decididamente nocivos para su bienestar y salud.
Este estudio del Primer Paso estar dedicado principalmente a la parte física de la enfermedad del alcoholismo. (La importancia de la condición física en nuestra recuperación es subrayada en el Libro Grande. Véase la parte titulada “La Opinión del Medico”).
Son pocos los alcohólicos que han hecho un estudio bien fundado de su problema con la bebida. Aceptan a regañadientes que tienen que dejar de beber, pero siguen haciéndolo. Las crudas o gomas muy fuertes los hacen darse cuenta de que la enfermedad física tiene algo que ver con su malestar, pero entonces recurren a aquellos de que “un clavo saca otro calvo” y siguen bebiendo hasta emborracharse otra vez o finalmente dejan de beber poco a poco sufriendo muchas angustias físicas y morales.
El alcohólico vive en una esclavitud compulsiva ya que el alcohol le proporciona el único medio que conoce para hacer llevadera la vida, o mediante el cual puede calmar su excitación nerviosa. La existencia en esas circunstancias pronto hace que sea ingobernable su vida.
La corrección de esta condición es un serio problema que requiere atención inmediata. La recuperación es posible cuando los alcohólicos honradamente quieren dejar de beber. La incapacidad para gobernar nuestra vida y la enfermedad que son causadas por la manera de beber compulsiva, puede arrestarse. Solo limita el mejoramiento nuestro propio deseo de dejar de beber y la necesidad consiente de ayuda.
Los fundadores de Alcohólicos Anónimos identificaron el factor fisco como parte de su “impotencia contra el alcohol”. A este “factor físico se le dio importancia de primera clase en su “Programa de Recuperación”. En Doce Pasos delinearon un “Modo de Vivir” para aplicarlo a la vida diaria que restableció salud física y les proporciono una sobriedad satisfactoria.
La aplicación diario de ese sistema fue la clave de su éxito. A base de ensayos proyectaron una Filosofía para frenar el alcoholismo. Abarca conocimientos sobre muchos hechos fundamentales. La recuperación es posible, pero no se puede efectuar una curación. El hombre o la mujer que han llegado a ser alcohólico son pueden volver a beber con control. Se ha desarrollado en ellos una grave enfermedad contra la cual resulta impotente su mermada resistencia física y mental. El control sobre el alcohol ha desaparecido y el beber continuamente solo produce ahora enfermedad física y una conducta demente. Son personas verdaderamente enfermas.
La experiencia ha demostrado que la recuperación del alcoholismo depende de lo siguiente:
1. Tener un sincero deseo de dejar de beber.
2. Admitir y creer hasta en lo más profundo de nosotros mismos que somos impotentes contra el alcohol
3. Considerar el alcoholismo como una enfermedad fatal e incurable que ataca el cuerpo, la mente y el espíritu.
4. Considerarnos nosotros mismo como pacientes que estamos en A.A. para someternos a un tratamiento.
5. Identificar el alcohol como veneno más bien que como bebida
6. Proponernos comprender como nos afecta el alcohol.
7. Darnos cuenta de que somos alcohólicos.
8. Aprender, aplicar y tener fe en los Doce Pasos del Programa de A.A.
9. Creer que podemos arrestar nuestro alcoholismo pero que nunca podremos volver a beber normalmente.
10. Adquirir conocimientos del alcoholismo, que estén relacionados con la forma en que afecta nuestra salud y nuestro bienestar.
11. Utilizar este conocimiento y esta comprensión de nuestra enfermedad no solo para lograr la sobriedad, sino que también para prevenirnos contra el volver a beber.
12. Llevar esto a cabo a base de tener en la mente la imagen de la vida ingobernable a que nos lleva el alcohol y de nuestra impotencia contra este.
El punto de vista y la comprensión que se tienen del alcoholismo se basan en hechos conocidos y respaldados por la propia experiencia, más el conocimiento ganado del contacto con otros alcohólicos. La siguiente discusión del alcoholismo cubre brevemente los hechos que necesita conocer el recién llegado, el cual naturalmente, tendrá una mayor comprensión a mediad que hace el Programa de A.A. su modo de vivir.
La naturaleza ha dotado a cada hombre y mujer normales de un cuerpo físico concebido para los rigores de una vida diaria activa.
Una persona saludable puede resistir grandes penalidades en las circunstancias más desfavorables siempre que tenga oxígenos, agua, una alimentación equilibrada y una eliminación regular, así como descanso y distracción adecuados. La tenacidad humana para retener esa “chispa de vida” es persistente, siempre que no se supriman estos requisitos.
Cuando se reprime en forma permanente alguno de ellos, creamos situaciones que la naturaleza no puede resistir mucho organismo y se establece la tensión nerviosa y las condiciones neuróticas: estas condiciones trastornan el equilibrio mental y con el tiempo morimos por falta de descanso y de nutrición.
El alcoholismo estimula semejante situación y la complica más aun con la ingestión diaria y sistemática de un toxico: el alcohol.
A medida que sustituimos la nutrición necesaria para la salud normal con el veneno del alcohol, a través de la corriente sanguínea, son afectadas las células del cuerpo primario y luego las del cerebro.
Este veneno irrita el complejo organismo del cerebro y finalmente desbarata las defensas protectoras de la naturaleza. El deterioro físico es bastante rápido a veces, pero entre la mayoría de los alcohólicos la adición se adquiere en el transcurso de los años, de tal manera que solo es en los estados más avanzados de la enfermedad cuando resulta aparente el deterioro físico.
Este trastorno no es aparente para el alcohólico, ya que él es incapaz de percibir los peligrosos aspectos de su condición física o mental. El alcoholismo ha inhibido gradualmente su poder para discernir entre beber socialmente y la manera patológica de beber. Un marcado cambio de personalidad influido principalmente por su manera de pensar negativa impulsa entonces al alcohólico a beber más.
Los amigos y parientes se preocupan mucho por el cambio de personalidad: pero no así el alcohólico. Su personalidad le impide ejercer la auto-critica y apenas le permite una falsa adaptación a un medio ambiente normal con el cual esta tan en contra.
La recuperación del alcoholismo, enfermedad que fue causa de que nuestras vidas fuesen ingobernables, solo puede lograrse cuando dejamos de beber y nos sometemos a un régimen regular y equilibrado que prescinda totalmente del alcohol. “No hay ningún atajo, ni substituto, ni ninguna otra salida para el alcohólico”.
Los bebedores que se controlan no tienen ninguna dificultad para amoldarse a este procedimiento, pero el alcohólico que ha rebajado su resistencia física y agotado su sistema nervioso necesita de la ayuda del médico para empezar a recuperarse.
Muchos miembros que pasan por alto su bienestar físico como elemento de buen éxito para su recuperación, fracasan en el intento de arrestar su alcoholismo. Puede ser que recuperen algunos pero retardan el proceso si no se sienten bien físicamente.
Nosotros creemos que debe hospitalizarse a todos los alcohólicos, que piden ayuda a Alcohólicos Anónimos. Esto no es posible en todos los caso, por lo que a los miembros que no pueden ser atendidos en un hospital se les previene sobre la necesidad de consultar a un medico competente y experimentado en el diagnostico y tratamiento del alcoholismo.
Nunca será demasiada la importancia que se le a esta indicación. El alcohólico es un enfermo y tiene a darle poca importancia a su condición física. Esto no lo deben permitir los miembros más antiguos quienes deben señalar la necesidad de que le hagan al nuevo miembro un examen médico completo.
Resulta menos fácil que se recuperen prontamente los que descuidan la sencilla precaución de recibir un tratamiento médico adecuado.
El alcohólico cuya vida ha llegado a ser ingobernable a consecuencia de una manera de beber descontrolada, ha dado un paso muy serio cuando se identifica con nuestro Programa y trata de hacer de este su nuevo Modo de Vivir. No puede permitir que el deterioro de su bienestar físico disminuya sus probabilidades de recuperación; por lo tanto, tiene que salvaguardar su salud, ya que la mala salud puede hacer que vuelva a beber.
El nuevo miembro hará bien en investigar las distintas fases del alcoholismo que son aplicables a su caso; debe admitir que es un alcohólico y discutir sus problemas con miembros más antiguos, los cuales siempre están dispuestos a brindar consejos y prestar ayuda.
Acostúmbrese a considerar al alcoholismo como un estado de enfermedad del sistema nervioso causado por el uso excesivo del alcohol. Reflexione sobre la impotencia contra esta enfermedad. Conozca varias de las pruebas en el terreno medico y psicológico que identifica a los alcohólicos. Admita que no puede beber. Considere su capacidad para “tomarlo o dejarlo” y tenga presente que, su incapacidad para dejar la bebida ante el desastre inminente que sobrevendría si bebe, indica definitivamente que usted es un alcohólico. La necesidad de tomar una copa por la mañana, el día siguiente a la borrachera, es común a la mayoría de los alcohólicos.
Hay muchas otras cosas que identifican al alcohólico. Propóngase conocer algunas de ellas.
1) Sumario.- La recuperación del alcoholismo implica primero, conocimientos básicos de lo que es nuestra enfermedad y una necesidad consciente de su tratamiento. No hay ningún misterio en ello. La adicción al alcohol ha producido un envenenamiento en nuestro organismo. La manera de beber compulsiva, contra la cual somos impotentes, le sigue naturalmente. “Nuestras vidas se vuelven ingobernables”. El primer paso de la recuperación es reconocer nuestro alcoholismo y admitir que estamos enfermos físicamente.
2) ¿Por qué ayuda esto? Nos vuelve honrados al evaluar nuestra verdadera condición física. Nos vuelve humildes y dispuestos a dejar de racionalizar como alcohólicos. Nos abre los ojos a la necesidad de un internamiento en un hospital antes de entrar a A.A. y de una atención médica adecuada después.
3) ¿Por qué estamos enfermos? Los que realmente son alcohólicos están enfermos de un envenenamiento adquirido como consecuencia de substituir el alimento y el reposo en alcohol.
¿Podemos curarnos? La salud física puede restablecerse pero no hay ninguna curación que nos permita llegar a ser bebedores controlados.
4) Tratamientos.- Admitir nuestro alcoholismo. Estar dispuestos a recibir tratamiento médico. Esfuerzo personal para suplementar la atención medica con una dieta adecuada y reposo. Creer que podemos recuperarnos. Práctica diaria del Programa de A.A
DROGAS:- Ocasionalmente, algunos de nosotros hemos recurrido a drogas para proporcionarnos comodidad física o sueño. Este método le está vedado a todos los alcohólicos, con excepción de los raros casos en los que un medico consciente de la ética y diestro en el tratamiento del alcoholismo receta y supervisa un tratamiento de esta naturaleza.
Vivimos el programa de A.A. para desarrollar una personalidad normal, bien integrada, que excluya el uso del alcohol narcótico. Las drogas impiden este cambio de personalidad. Tuercen nuestra manera de pensar. Con demasiada rapidez se vuelven un sustituto del alcohol y decididamente forman hábito entre la mayoría de nosotros.
Al decir drogas nos referimos a los bromuros al clorhidrato, al paraldehído, a todos los barbitúricos, los narcóticos y benzedrina. Conocemos en la experiencia el indeseable expediente de los miembros de A.A. que voluntariamente continúan usándolos.
Sabemos que estas drogas alteran nuestro proceso mental, impiden la honradez y el realismo. En nuestro plan de vivir 24 horas a la vez, el Programa de A.A. exige FE en Un Poder Superior a nosotros mismos. Lo prudente es buscar la ayuda de Dios en nuestros problemas y dejar totalmente la auto-administración de sedantes.
sábado, 19 de enero de 2019
viernes, 18 de enero de 2019
44 Preguntas Acerca de "Alcohólicos Anónimos" (Parte 3)
¿Si me hago miembro de A.A., no lo sabrá enseguida todo el mundo?
El anonimato es y ha sido siempre la base del programa de A.A. Después de ser miembros por algún tiempo, la mayoría de los A.A. no tienen inconveniente en que se sepa que se han unido a una sociedad que les ayuda a permanecer sobrios.
Tradicionalmente los A.A. nunca revelan su asociación con el movimiento a través de la radio, la prensa o cualquier otro medio de publicidad. Y ninguno de ellos tiene el derecho de revelar la identidad de ningún otro de los miembros.
Eso quiere decir que los recién iniciados pueden tener la seguridad de que sus nuevos amigos no divulgarán lo que sepan en relación con sus problemas como bebedores.
Los miembros antiguos del grupo comprenden lo que sienten los recién llegados y recuerdan sus propias dudas y el temor que sentían de ser identificados públicamente con la aterradora palabra de "alcohólico".
Una vez que se ha hecho miembro de A.A., el recién llegado puede pensar que en realidad era una simpleza asustarse de pensar que el público pudiera informarse de que había dejado de beber. Cuando uno es un bebedor, las noticias de sus aventuras se saben rápidamente, y la mayoría de los alcohólicos ya han adquirido fama de borrachos incurables cuando resuelven unirse a A.A. El hecho de que sean bebedores, con muy raras excepciones, no es un secreto muy guardado y, en esas circunstancias, lo raro sería, que la buena noticia de que un borracho deje de tomar, pasase inadvertida.
Cualesquiera que sean las circunstancias, nadie más que el propio interesado, o sea el recién afiliado a A.A. tiene el derecho de hacer declaraciones al respecto, y sólo de modo que en ninguna forma vaya a perjudicar a la Comunidad.
¿Cómo puedo progresar en mis negocios, en donde tengo que socializar con frecuencia, si me abstengo de beber?
El beber en sociedad se acepta ahora como parte de las actividades en que hay que participar para hacer ciertos negocios. Muchas de las reuniones con los clientes y posibles compradores se hacen coincidir con aquellas ocasiones en que se acostumbra tomar cocteles, o alguna otra clase de licores, bien sea durante el día o por la noche. Muchos de los actuales miembros de A.A. serían los primeros en declarar que a menudo llevaron a cabo importantes negocios en bares, cuartos de hoteles y hasta en funciones sociales que tuvieron lugar en casas particulares y durante las cuales se bebieron licores.
Es sorprendente, sin embargo, que en el mundo se hace mucho trabajo sin necesidad del alcohol. También sorprende a muchos alcohólicos descubrir que hay multitud de dirigentes de negocios e industrias, y muchos distinguidos profesionales y destacados artistas que lograron triunfar sin depender para nada del alcohol.
En realidad, muchos de los A.A., admiten que usaban los "contactos de negocios" como una de las diversas excusas para beber. Ahora que ya no beben, han descubierto que en realidad logran hacer más que cuando bebían. El abstenerse del alcohol no les ha resultado un estorbo para ganar nuevos amigos y convencer a gente que puede contribuir a su éxito en los negocios.
Lo anterior no significa que todos los A.A. deben repentinamente evitar todo contacto con sus amigos sociales o comerciales que tomen bebidas alcohólicas. Si un amigo desea tomarse un cóctel o dos antes del almuerzo, el A.A. generalmente se toma un refresco, un jugo de frutas o una taza de café. Si un A.A. es invitado a una reunión social en que se sirvan licores y a la que deba asistir por razones de sus negocios, generalmente no vacila en ir. Sabe por experiencia que la mayoría de los demás invitados se preocupan más por sus propias bebidas que por las de él y que probablemente no les importe especialmente saber lo que esté tomando.
A medida que comienza a sentirse orgulloso de la calidad y cantidad de su trabajo, el recién iniciado en A.A. probablemente encuentre que el triunfo en la mayoría de las actividades comerciales todavía depende de lo bien que se realicen. Esa sencilla verdad no era tan aparente cuando él bebía alcohol. En esos tiempos, podía haber llegado al convencimiento de que la simpatía personal, la generosidad y el buen humor era la clave del triunfo en los negocios. No hay duda de que esas cualidades le ayudan mucho a la persona que bebe en forma controlada, pero no le son suficientes al alcohólico, pues generalmente les da más importancia de la que realmente tienen.
¿Puede A.A. servirle a la persona que realmente ha "tocado fondo"?
La experiencia ha demostrado que el hacerse miembro de A.A. da buenos resultados a casi todos los que realmente desean dejar el alcohol, sin que importen para nada sus antecedentes económicos o sociales. La asociación incluye hoy en día entre sus miembros a muchos desheredados de la suerte, a muchos que fueron inquilinos de la cárcel y de otras instituciones públicas.
El individuo sin hogar y sin dinero no queda en situación desventajosa al hacerse miembro de A.A. Su problema básico, aquello que le hace imposible llevar una vida normal, es idéntico al problema central de todos los demás miembros de A.A. Lo que vale cualquiera de los miembros no se juzga por la ropa que vista, por su modo de hablar ni por la cantidad de dinero que tenga en el banco. Lo único que cuenta es que el recién llegado desee sinceramente dejar de beber. En ese caso, se le dará la bienvenida. Lo más seguro es que se sorprenda cuando los demás miembros del grupo empiecen a contar sus historias y aventuras y descubra que la mayoría han pasado por experiencias aún peores que las suyas.
¿Se ha dado el caso de que alcohólicos que han dejado de beber se hayan hecho miembros de A.A.?
La mayoría de los hombres y mujeres que se unen a A.A. lo hacen cuando han llegado al límite más bajo de su experiencia como bebedores, pero no siempre es ese el caso.
Muchas personas se han hecho miembros mucho después de haber tomado el último trago. Un individuo, reconociendo que no podía controlar el alcohol, había dejado ya de beber seis o siete años cuando se hizo miembro. Su período de sobriedad, impuesta por él mismo, no había sido nada envidiable. Gradualmente aumentaba su tensión nerviosa y se contrariaba hasta por los problemas más sencillos de su vida cotidiana.
Ya estaba resuelto a volver a experimentar con la bebida, cuando un amigo le aconsejó que se informase sobre A.A. Desde entonces ha sido miembro durante varios años y dice que no hay comparación entre la agradable sobriedad de hoy día y su lastimosa sobriedad del pasado.
Otros informan que han tenido experiencias semejantes. Aunque saben que les es posible permanecer sobrios con aspecto lúgubre durante largos períodos de tiempo, dicen que les es mucho más fácil gozar de su sobriedad y fortaleza cuando se encuentran con otros alcohólicos y trabajan con ellos en A.A. Al igual que la mayoría de los seres humanos, ven que no hay razón para hacer las cosas de la manera más difícil.
Si les da a escoger entre la sobriedad fuera o dentro de la Sociedad, se quedan intencionalmente con A.A.
¿Por qué se interesa A.A. por los bebedores problema?
Los miembros de A.A. tienen un interés egoísta en brindarles ayuda a los demás alcohólicos que aún no han logrado la sobriedad. Primero, porque saben por experiencia propia que esa clase de actividades, que generalmente denominan trabajo de Paso Doce, les ayuda a mantenerse sobrios. Sus vidas han adquirido un interés importante que los domina y probablemente les recuerda, haciéndoles ver su experiencia de otros tiempos, que deben evitar el exceso de confianza que podría conducirlos a una recaída. Cualquiera que sea la explicación, los A.A. que dedican libremente su tiempo y sus esfuerzos a ayudar a los otros alcohólicos, raras veces tienen mucho trabajo para conservar su propia sobriedad.
La segunda razón es que los A.A. desean vivamente ayudar a los bebedores problema porque el hacerlo así les da la oportunidad de pagar la deuda que contrajeron con quienes les ayudaron a ellos. Esa es la única forma práctica en que un individuo puede pagar su deuda con A.A. Todos los miembros saben que la sobriedad no puede comprarse ni alquilarse a largo plazo. Saben, sin embargo, que el nuevo modo de vivir sin alcohol es suyo con sólo desearlo, si honradamente lo quieren y si están dispuestos a compartirlo con quienes quieran seguirlo.
Tradicionalmente, A.A. nunca "recluta" a sus miembros, nunca incita a nadie a que se haga miembro y nunca solicita contribuciones de afuera.
Quien esté convencido de que es alcohólico y de que A.A. puede ayudarle, al ingresar como nuevo miembro, generalmente tiene ciertas preguntas específicas sobre la naturaleza, estructura e historia del movimiento mismo. He aquí algunas de las preguntas más comunes.
El anonimato es y ha sido siempre la base del programa de A.A. Después de ser miembros por algún tiempo, la mayoría de los A.A. no tienen inconveniente en que se sepa que se han unido a una sociedad que les ayuda a permanecer sobrios.
Tradicionalmente los A.A. nunca revelan su asociación con el movimiento a través de la radio, la prensa o cualquier otro medio de publicidad. Y ninguno de ellos tiene el derecho de revelar la identidad de ningún otro de los miembros.
Eso quiere decir que los recién iniciados pueden tener la seguridad de que sus nuevos amigos no divulgarán lo que sepan en relación con sus problemas como bebedores.
Los miembros antiguos del grupo comprenden lo que sienten los recién llegados y recuerdan sus propias dudas y el temor que sentían de ser identificados públicamente con la aterradora palabra de "alcohólico".
Una vez que se ha hecho miembro de A.A., el recién llegado puede pensar que en realidad era una simpleza asustarse de pensar que el público pudiera informarse de que había dejado de beber. Cuando uno es un bebedor, las noticias de sus aventuras se saben rápidamente, y la mayoría de los alcohólicos ya han adquirido fama de borrachos incurables cuando resuelven unirse a A.A. El hecho de que sean bebedores, con muy raras excepciones, no es un secreto muy guardado y, en esas circunstancias, lo raro sería, que la buena noticia de que un borracho deje de tomar, pasase inadvertida.
Cualesquiera que sean las circunstancias, nadie más que el propio interesado, o sea el recién afiliado a A.A. tiene el derecho de hacer declaraciones al respecto, y sólo de modo que en ninguna forma vaya a perjudicar a la Comunidad.
¿Cómo puedo progresar en mis negocios, en donde tengo que socializar con frecuencia, si me abstengo de beber?
El beber en sociedad se acepta ahora como parte de las actividades en que hay que participar para hacer ciertos negocios. Muchas de las reuniones con los clientes y posibles compradores se hacen coincidir con aquellas ocasiones en que se acostumbra tomar cocteles, o alguna otra clase de licores, bien sea durante el día o por la noche. Muchos de los actuales miembros de A.A. serían los primeros en declarar que a menudo llevaron a cabo importantes negocios en bares, cuartos de hoteles y hasta en funciones sociales que tuvieron lugar en casas particulares y durante las cuales se bebieron licores.
Es sorprendente, sin embargo, que en el mundo se hace mucho trabajo sin necesidad del alcohol. También sorprende a muchos alcohólicos descubrir que hay multitud de dirigentes de negocios e industrias, y muchos distinguidos profesionales y destacados artistas que lograron triunfar sin depender para nada del alcohol.
En realidad, muchos de los A.A., admiten que usaban los "contactos de negocios" como una de las diversas excusas para beber. Ahora que ya no beben, han descubierto que en realidad logran hacer más que cuando bebían. El abstenerse del alcohol no les ha resultado un estorbo para ganar nuevos amigos y convencer a gente que puede contribuir a su éxito en los negocios.
Lo anterior no significa que todos los A.A. deben repentinamente evitar todo contacto con sus amigos sociales o comerciales que tomen bebidas alcohólicas. Si un amigo desea tomarse un cóctel o dos antes del almuerzo, el A.A. generalmente se toma un refresco, un jugo de frutas o una taza de café. Si un A.A. es invitado a una reunión social en que se sirvan licores y a la que deba asistir por razones de sus negocios, generalmente no vacila en ir. Sabe por experiencia que la mayoría de los demás invitados se preocupan más por sus propias bebidas que por las de él y que probablemente no les importe especialmente saber lo que esté tomando.
A medida que comienza a sentirse orgulloso de la calidad y cantidad de su trabajo, el recién iniciado en A.A. probablemente encuentre que el triunfo en la mayoría de las actividades comerciales todavía depende de lo bien que se realicen. Esa sencilla verdad no era tan aparente cuando él bebía alcohol. En esos tiempos, podía haber llegado al convencimiento de que la simpatía personal, la generosidad y el buen humor era la clave del triunfo en los negocios. No hay duda de que esas cualidades le ayudan mucho a la persona que bebe en forma controlada, pero no le son suficientes al alcohólico, pues generalmente les da más importancia de la que realmente tienen.
¿Puede A.A. servirle a la persona que realmente ha "tocado fondo"?
La experiencia ha demostrado que el hacerse miembro de A.A. da buenos resultados a casi todos los que realmente desean dejar el alcohol, sin que importen para nada sus antecedentes económicos o sociales. La asociación incluye hoy en día entre sus miembros a muchos desheredados de la suerte, a muchos que fueron inquilinos de la cárcel y de otras instituciones públicas.
El individuo sin hogar y sin dinero no queda en situación desventajosa al hacerse miembro de A.A. Su problema básico, aquello que le hace imposible llevar una vida normal, es idéntico al problema central de todos los demás miembros de A.A. Lo que vale cualquiera de los miembros no se juzga por la ropa que vista, por su modo de hablar ni por la cantidad de dinero que tenga en el banco. Lo único que cuenta es que el recién llegado desee sinceramente dejar de beber. En ese caso, se le dará la bienvenida. Lo más seguro es que se sorprenda cuando los demás miembros del grupo empiecen a contar sus historias y aventuras y descubra que la mayoría han pasado por experiencias aún peores que las suyas.
¿Se ha dado el caso de que alcohólicos que han dejado de beber se hayan hecho miembros de A.A.?
La mayoría de los hombres y mujeres que se unen a A.A. lo hacen cuando han llegado al límite más bajo de su experiencia como bebedores, pero no siempre es ese el caso.
Muchas personas se han hecho miembros mucho después de haber tomado el último trago. Un individuo, reconociendo que no podía controlar el alcohol, había dejado ya de beber seis o siete años cuando se hizo miembro. Su período de sobriedad, impuesta por él mismo, no había sido nada envidiable. Gradualmente aumentaba su tensión nerviosa y se contrariaba hasta por los problemas más sencillos de su vida cotidiana.
Ya estaba resuelto a volver a experimentar con la bebida, cuando un amigo le aconsejó que se informase sobre A.A. Desde entonces ha sido miembro durante varios años y dice que no hay comparación entre la agradable sobriedad de hoy día y su lastimosa sobriedad del pasado.
Otros informan que han tenido experiencias semejantes. Aunque saben que les es posible permanecer sobrios con aspecto lúgubre durante largos períodos de tiempo, dicen que les es mucho más fácil gozar de su sobriedad y fortaleza cuando se encuentran con otros alcohólicos y trabajan con ellos en A.A. Al igual que la mayoría de los seres humanos, ven que no hay razón para hacer las cosas de la manera más difícil.
Si les da a escoger entre la sobriedad fuera o dentro de la Sociedad, se quedan intencionalmente con A.A.
¿Por qué se interesa A.A. por los bebedores problema?
Los miembros de A.A. tienen un interés egoísta en brindarles ayuda a los demás alcohólicos que aún no han logrado la sobriedad. Primero, porque saben por experiencia propia que esa clase de actividades, que generalmente denominan trabajo de Paso Doce, les ayuda a mantenerse sobrios. Sus vidas han adquirido un interés importante que los domina y probablemente les recuerda, haciéndoles ver su experiencia de otros tiempos, que deben evitar el exceso de confianza que podría conducirlos a una recaída. Cualquiera que sea la explicación, los A.A. que dedican libremente su tiempo y sus esfuerzos a ayudar a los otros alcohólicos, raras veces tienen mucho trabajo para conservar su propia sobriedad.
La segunda razón es que los A.A. desean vivamente ayudar a los bebedores problema porque el hacerlo así les da la oportunidad de pagar la deuda que contrajeron con quienes les ayudaron a ellos. Esa es la única forma práctica en que un individuo puede pagar su deuda con A.A. Todos los miembros saben que la sobriedad no puede comprarse ni alquilarse a largo plazo. Saben, sin embargo, que el nuevo modo de vivir sin alcohol es suyo con sólo desearlo, si honradamente lo quieren y si están dispuestos a compartirlo con quienes quieran seguirlo.
Tradicionalmente, A.A. nunca "recluta" a sus miembros, nunca incita a nadie a que se haga miembro y nunca solicita contribuciones de afuera.
La Comunidad de Alcohólicos Anónimos
Quien esté convencido de que es alcohólico y de que A.A. puede ayudarle, al ingresar como nuevo miembro, generalmente tiene ciertas preguntas específicas sobre la naturaleza, estructura e historia del movimiento mismo. He aquí algunas de las preguntas más comunes.
jueves, 17 de enero de 2019
Cambiar De Actitudes
Muchas personas quieren cambiar algunas actitudes pero no pueden.
Hay deseo, ganas de cambiar una actitud dañina ante una contrariedad, pero el solo deseo no basta; por ejemplo, existe el propósito como “no voy a reaccionar con rabia” pero las personas terminan respondiendo con ira ante una situación determinada.
¿Por qué las personas quieren cambiar sus actitudes y no pueden? Detrás de esta situación están nuestras heridas emocionales, la crianza, lo aprendido y tantas cosas presentes en nuestra vida sin que nosotros lo decidamos. Es decir, la causa primera la podemos encontrar en nuestro interior, bien profundo.
Cuidado, no estoy eximiendo de responsabilidad a las personas que actúan mal, pero sí estoy diciendo que no pueden pretender cambiar solo a punta de voluntad, es necesario buscar ayuda profesional, recibir de la ciencia herramientas que ayuden a variar los pensamientos, las actitudes y los comportamientos.
Conozco, por ejemplo, muchas personas que han querido dejar el alcohol y no han podido, no porque no quieran, sino porque su estructura emocional no se los ha permitido, entonces, necesitan ayuda. Pasa igual con los que tienen una inseguridad emocional que los hace vivir buscando un nuevo amor en cada esquina y haciendo de la infidelidad su manera de vivir y de ser, si no reciben ayuda no podrán vencer esa prueba.
Insisto, no bastan las buenas intenciones, y por ello muchas parejas, muchas familias y muchos proyectos individuales se truncan y fracasan, por no buscar ayuda apropiada, idónea, profesional.
Ahora, la fe es muy importante, es la que nos da fuerza para vencer.
Muchos creen que sólo basta con la experiencia espiritual y, la verdad, creo que esta es fundamental y esencial, pero dicha experiencia no niega la presencia de otro tipo de ayuda siempre tan válida y útil.
TAREA DEL DÍA: Trata de hacer la lista de tus errores, de tus actitudes dañinas y toma hoy la decisión de actuar según lo reflexionado en este día.
miércoles, 16 de enero de 2019
Llegamos a Creer (Cap 10 - Parte 1)
10. "EN TODOS NUESTROS ACTOS"
El servicio prestado gustosamente, las obligaciones honradamente enfrentadas, las dificultades bien aceptadas o resueltas con la ayuda de Dios, el conocimiento de que en el hogar o el mundo exterior somos socios en un esfuerzo común, el hecho de que a los ojos de Dios todos los seres humanos son importantes, la prueba de que el amor que se da sin reserva trae seguramente una justa recompensa, la certeza de que ya no estamos aislados y solos en prisiones construidas por nosotros mismos, la seguridad de que podemos encajar y pertenecer al esquema de las cosas de Dios - estas son las satisfacciones de vivir correctamente, para las cuales no podrían ser sustitutos ninguna pompa o circunstancia y ninguna cantidad de bienes materiales.
Bill W.
"Doce Pasos y Doce Tradiciones", pág. 161
CAMINAMOS ASÍ
Después de cerca de diez años de sentarme en las sillas de los bares, justificándome de estar sin trabajo y huyendo de la gente, me dirigí con mi problema de la bebida a Alcohólicos Anónimos. No fue el final más emocionante que pudiera haber pensado para una joven recién casada, pero tuve que admitir que una vida inmanejable no hubiera sido útil para el bebé que estaba esperando.
Tranquila, ya que mi esposo se había unido a A.A. antes de que nos conociéramos, la vida parecía estar realmente completa una vez que yo llegué también a ser parte de la Fraternidad. Había estado sobria tres meses cuando nació nuestro primer bebé. Un año y un mes después llegó el segundo. Nuestro tercer "Bebé de A.A." nació un año y cuatro meses después del segundo. Así mi progreso dentro de A.A. fue marcado por tres niñitas. No podía suponer que nadie se sintiera más satisfecha que yo en el tercer aniversario de mi sobriedad.
Entonces vino un punto de viraje. Intempestivamente, me sentí por completo en desacuerdo con la manera de vivir de A.A. Un doctor confirmó nuestros peores temores cuando anunció que algo grave le sucedía a la más pequeña de nuestras hijas. Sospechaba de que fuera distrofia muscular, pero los estudios en el hospital refutaron el diagnóstico. Nos dejaron con una vaga definición del problema de nuestra niñita; los doctores que se llamaron a consulta catalogaron su impedimento bajo el enunciado de parálisis cerebral. Nadie ofreció esperanzas para su recuperación, y un especialista en ortopedia nos dijo tajantemente que nuestra hija nunca caminaría.
Ante el hecho de una predicción pesimista tras de otra, me acobardé. Con certeza sabía que esta era una época en que mi hija necesitaba toda la fortaleza de que su madre pudiera tener; y yo parecía no tener ninguna. Mi esposo mantuvo su fe; tenía una creencia positiva de que se probaría que los doctores estaban equivocados. Nunca dudó de que nuestra hija llegaría a caminar.
Nuestros amigos dentro de A.A. también tenían esta fe positiva en la recuperación de la niña. Aportaron lo mejor de ellos para revivir mis energías, que rápidamente se extinguían, y estas fuerzas positivas de amorosa fe me llevaron a volver a evaluar mi progreso con el programa de A.A. Estaba sobria, pero ¿había puesto mi vida bajo el cuidado de Dios tal como yo lo comprendía? ¿Qué estaba haciendo acerca del "contacto consciente" con mi Poder Superior? ¿Era el Paso Diez parte de mi vida diaria o era algo que una sola vez intenté?.
La mayoría de las respuestas a estas preguntas fueron en sentido negativo. Esto significaba que, mientras mi hija podía estar físicamente en una situación desesperada, yo estaba funcionando en forma destinada a retardar cualquier progreso que ella pudiera lograr espiritual y mentalmente. No había otra solución que salirme del camino de mi hija y trabajar conmigo.
Durante los años siguientes aumentó mi actividad dentro de A.A. Busque a mi Poder Superior - Dios - como nunca lo había hecho antes. ¡Luego, un día, nuestra hija caminó! Accidentalmente la solté de la mano. Nuestra reacción ante este hecho fue la misma que tuvo la gente, en la Escritura, ante el paralítico caminando: "admiración y asombro".
En este momento ella tiene doce años, y las autoridades médicas han llamado a su progreso "sin precedentes". Aún estoy obsesionada por la declaración de un neurólogo, que su coordinación está controlada por sus procesos mentales. En tanto que su espíritu está controlada por sus procesos mentales. En tanto que su espíritu permanece libre y alerta, su actividad física es entusiasta y sin obstáculos. Cuando su espíritu está desalentado, la actividad es: titubeante. ¿Qué mejor lección podría yo necesitar?.
Esta niña es mi libro de texto sobre "Cómo trabajo". Desde el día en que la solté mentalmente hasta el día en que lo hice físicamente, progresó más allá de los más cariñosos sueños y esperanzas de cualquiera. Ahora trato de seguir sus pasos para trabajar mi programa de A.A. Un profundo pensador dijo una vez, "La confianza en sí mismo es, en última instancia, confianza en Dios". ¿Cómo puede ser negada esta verdad cuando la experiencia personal muestra que así es?.
Filadelfia, Pensilvania.
El servicio prestado gustosamente, las obligaciones honradamente enfrentadas, las dificultades bien aceptadas o resueltas con la ayuda de Dios, el conocimiento de que en el hogar o el mundo exterior somos socios en un esfuerzo común, el hecho de que a los ojos de Dios todos los seres humanos son importantes, la prueba de que el amor que se da sin reserva trae seguramente una justa recompensa, la certeza de que ya no estamos aislados y solos en prisiones construidas por nosotros mismos, la seguridad de que podemos encajar y pertenecer al esquema de las cosas de Dios - estas son las satisfacciones de vivir correctamente, para las cuales no podrían ser sustitutos ninguna pompa o circunstancia y ninguna cantidad de bienes materiales.
Bill W.
"Doce Pasos y Doce Tradiciones", pág. 161
CAMINAMOS ASÍ
Después de cerca de diez años de sentarme en las sillas de los bares, justificándome de estar sin trabajo y huyendo de la gente, me dirigí con mi problema de la bebida a Alcohólicos Anónimos. No fue el final más emocionante que pudiera haber pensado para una joven recién casada, pero tuve que admitir que una vida inmanejable no hubiera sido útil para el bebé que estaba esperando.
Tranquila, ya que mi esposo se había unido a A.A. antes de que nos conociéramos, la vida parecía estar realmente completa una vez que yo llegué también a ser parte de la Fraternidad. Había estado sobria tres meses cuando nació nuestro primer bebé. Un año y un mes después llegó el segundo. Nuestro tercer "Bebé de A.A." nació un año y cuatro meses después del segundo. Así mi progreso dentro de A.A. fue marcado por tres niñitas. No podía suponer que nadie se sintiera más satisfecha que yo en el tercer aniversario de mi sobriedad.
Entonces vino un punto de viraje. Intempestivamente, me sentí por completo en desacuerdo con la manera de vivir de A.A. Un doctor confirmó nuestros peores temores cuando anunció que algo grave le sucedía a la más pequeña de nuestras hijas. Sospechaba de que fuera distrofia muscular, pero los estudios en el hospital refutaron el diagnóstico. Nos dejaron con una vaga definición del problema de nuestra niñita; los doctores que se llamaron a consulta catalogaron su impedimento bajo el enunciado de parálisis cerebral. Nadie ofreció esperanzas para su recuperación, y un especialista en ortopedia nos dijo tajantemente que nuestra hija nunca caminaría.
Ante el hecho de una predicción pesimista tras de otra, me acobardé. Con certeza sabía que esta era una época en que mi hija necesitaba toda la fortaleza de que su madre pudiera tener; y yo parecía no tener ninguna. Mi esposo mantuvo su fe; tenía una creencia positiva de que se probaría que los doctores estaban equivocados. Nunca dudó de que nuestra hija llegaría a caminar.
Nuestros amigos dentro de A.A. también tenían esta fe positiva en la recuperación de la niña. Aportaron lo mejor de ellos para revivir mis energías, que rápidamente se extinguían, y estas fuerzas positivas de amorosa fe me llevaron a volver a evaluar mi progreso con el programa de A.A. Estaba sobria, pero ¿había puesto mi vida bajo el cuidado de Dios tal como yo lo comprendía? ¿Qué estaba haciendo acerca del "contacto consciente" con mi Poder Superior? ¿Era el Paso Diez parte de mi vida diaria o era algo que una sola vez intenté?.
La mayoría de las respuestas a estas preguntas fueron en sentido negativo. Esto significaba que, mientras mi hija podía estar físicamente en una situación desesperada, yo estaba funcionando en forma destinada a retardar cualquier progreso que ella pudiera lograr espiritual y mentalmente. No había otra solución que salirme del camino de mi hija y trabajar conmigo.
Durante los años siguientes aumentó mi actividad dentro de A.A. Busque a mi Poder Superior - Dios - como nunca lo había hecho antes. ¡Luego, un día, nuestra hija caminó! Accidentalmente la solté de la mano. Nuestra reacción ante este hecho fue la misma que tuvo la gente, en la Escritura, ante el paralítico caminando: "admiración y asombro".
En este momento ella tiene doce años, y las autoridades médicas han llamado a su progreso "sin precedentes". Aún estoy obsesionada por la declaración de un neurólogo, que su coordinación está controlada por sus procesos mentales. En tanto que su espíritu está controlada por sus procesos mentales. En tanto que su espíritu permanece libre y alerta, su actividad física es entusiasta y sin obstáculos. Cuando su espíritu está desalentado, la actividad es: titubeante. ¿Qué mejor lección podría yo necesitar?.
Esta niña es mi libro de texto sobre "Cómo trabajo". Desde el día en que la solté mentalmente hasta el día en que lo hice físicamente, progresó más allá de los más cariñosos sueños y esperanzas de cualquiera. Ahora trato de seguir sus pasos para trabajar mi programa de A.A. Un profundo pensador dijo una vez, "La confianza en sí mismo es, en última instancia, confianza en Dios". ¿Cómo puede ser negada esta verdad cuando la experiencia personal muestra que así es?.
Filadelfia, Pensilvania.
martes, 15 de enero de 2019
Comprendiendo El Anonimato (parte 3)
El Anonimato a nivel de los medios de comunicación
P. Si aparezco como miembro de A.A. en TV, o en una película, o permito que mi foto sea usada en un periódico o una revista, sin revelar mi nombre completo, ¿se considera como ruptura de anonimato?
R. Sí, está considerado como ruptura de anonimato, si se permite publicar fotos o exhibir películas en las que fácilmente se identifique la persona (que está descrita como miembro de A.A.), incluso si no se publica el apellido de la persona.
P. He oído decir a algunas personas, dentro y fuera de la Comunidad, que los miembros conocidos por el público deben ser alentados a revelar su pertenencia, a fin de ayudar a fomentar la Comunidad.
¿Por qué sigue manteniendo A.A. la tradición de anonimato para las figuras públicas?
R. Esas Tradiciones vienen de la experiencia de los primeros miembros. Al principio, ellos también creían que los miembros reconocidos podrían ayudar a la Comunidad rompiendo su anonimato. Pero pronto se dieron cuenta de que, si uno rompía el anonimato, muchos otros le seguirían. Si los miembros se afanaran en buscar el renombre público y el poder, la unidad espiritual, tan esencial para el trabajo de ayudar a otros compañeros alcohólicos, se perdería.
P. En los videocassettes de las charlas y reuniones de A.A., se pueden ver claramente las caras de las personas que se identifican a sí mismos como miembros. ¿Se considera esto una ruptura de anonimato?
R. En 1980, la Conferencia de Servicios Generales recomendó que “…los miembros de A.A a quienes se solicita hacer un videocassette de charlas o reuniones de AA., preserven el anonimato a nivel de la prensa, radio, TV, películas y cintas, recordando que el anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones.” Recomendó además que los miembros que den charlas como miembros lo hagan “en persona, en vez de grabarlas, en vista de la tentación presentada por la grabación de anteponer las personalidades a los principios”, que podría contribuir al establecimiento de un “sistema de estrellas” en A.A.
P. Tengo un sitio de Web en el Internet y también participo en una reunión en línea. ¿Hasta qué punto debo proteger mi anonimato en el Internet?
R. Los lugares accesibles para el público en el Internet tales como sitios de Web en los que hay
texto, gráficos, audio y video deben ser considerados como otra forma de “medios de comunicación públicos.” Por lo tanto se deben tratar de la misma manera que la prensa, la radio, la TV y el cine.
Esto significa que no se deben utilizar nombres completos ni fotografías en las que se vean las caras. No obstante el nivel de anonimato en e-mail, reuniones en línea y salas de charla es asunto de decisión personal
P. Si aparezco como miembro de A.A. en TV, o en una película, o permito que mi foto sea usada en un periódico o una revista, sin revelar mi nombre completo, ¿se considera como ruptura de anonimato?
R. Sí, está considerado como ruptura de anonimato, si se permite publicar fotos o exhibir películas en las que fácilmente se identifique la persona (que está descrita como miembro de A.A.), incluso si no se publica el apellido de la persona.
P. He oído decir a algunas personas, dentro y fuera de la Comunidad, que los miembros conocidos por el público deben ser alentados a revelar su pertenencia, a fin de ayudar a fomentar la Comunidad.
¿Por qué sigue manteniendo A.A. la tradición de anonimato para las figuras públicas?
R. Esas Tradiciones vienen de la experiencia de los primeros miembros. Al principio, ellos también creían que los miembros reconocidos podrían ayudar a la Comunidad rompiendo su anonimato. Pero pronto se dieron cuenta de que, si uno rompía el anonimato, muchos otros le seguirían. Si los miembros se afanaran en buscar el renombre público y el poder, la unidad espiritual, tan esencial para el trabajo de ayudar a otros compañeros alcohólicos, se perdería.
P. En los videocassettes de las charlas y reuniones de A.A., se pueden ver claramente las caras de las personas que se identifican a sí mismos como miembros. ¿Se considera esto una ruptura de anonimato?
R. En 1980, la Conferencia de Servicios Generales recomendó que “…los miembros de A.A a quienes se solicita hacer un videocassette de charlas o reuniones de AA., preserven el anonimato a nivel de la prensa, radio, TV, películas y cintas, recordando que el anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones.” Recomendó además que los miembros que den charlas como miembros lo hagan “en persona, en vez de grabarlas, en vista de la tentación presentada por la grabación de anteponer las personalidades a los principios”, que podría contribuir al establecimiento de un “sistema de estrellas” en A.A.
P. Tengo un sitio de Web en el Internet y también participo en una reunión en línea. ¿Hasta qué punto debo proteger mi anonimato en el Internet?
R. Los lugares accesibles para el público en el Internet tales como sitios de Web en los que hay
texto, gráficos, audio y video deben ser considerados como otra forma de “medios de comunicación públicos.” Por lo tanto se deben tratar de la misma manera que la prensa, la radio, la TV y el cine.
Esto significa que no se deben utilizar nombres completos ni fotografías en las que se vean las caras. No obstante el nivel de anonimato en e-mail, reuniones en línea y salas de charla es asunto de decisión personal
lunes, 14 de enero de 2019
Cuida A Quienes Amas
El otro día reflexionamos sobre las cosas que queremos hacer cuando nos han terminado una relación –no sólo me refiero a las relaciones afectivas sino a las contractuales y a las de amistad también- y entonces queremos hacer rápidamente lo que no hicimos con anterioridad y con el tiempo suficiente.
TAREA DEL DÍA:
Cuida a las personas que amas.
Las promesas, los regalos, los cambios repentinos de actitud, las palabras bellas, el esfuerzo laboral son simples motivaciones, no aseguran nada.
Muchas personas las reciben, pero no cambian en su corazón la decisión tomada y no porque no quieran, sino porque -de alguna manera- también el amor es libre. Esto es, ni yo mismo puedo obligarme a sentir por el otro lo que no siento.
En algunos casos la cuestión está terriblemente condimentada por la manera tan “cruel” como las actitudes del otro, sus comportamientos maltratadores, sus indiferencias y sus agresiones verbales nos han matado lo que sentíamos.
Es doloroso pero así es. De este modo, lo único que puedo decir a las personas que tienen una relación –insisto, de cualquier tipo- es: cuídenla, porque corremos el riesgo de matarla y no poder resucitarla nunca. Por ello, cada uno tiene que preguntarse, todos los días, si está teniendo el comportamiento adecuado para que su relación se consolide, crezca, se potencialice y los haga felices.
Hay que revisar las palabras, las actitudes, los comportamientos que se están teniendo en la relación para ver si son los adecuados. Ahora, aunque duela, hay que tener claro que podemos pedir perdón, arrepentirnos de lo hecho y proponernos una nueva relación, pero estamos expuestos a la decisión y el sentir de la otra persona, a la que no podemos obligar a nada. Algunos están tan heridos -y tan golpeados- que no pueden volver a intentarlo aunque quisieran.
Sé que esto no es fácil de aceptar, pero así es. La relación hay que cuidarla y trabajarla mientras pueda hacerlo y depende de mí.
TAREA DEL DÍA:
Cuida a las personas que amas.
domingo, 13 de enero de 2019
Cuando La Vida Te Sacude
Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.
-¿Por qué se te derramó el café?
-Porque alguien me empujó
Respuesta equivocada:
Derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado el té.
Derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado el té.
Lo que tengas en la taza, es lo que se va a derramar.
Por lo tanto, cuando la vida te sacude (qué seguro pasará) lo que sea que tengas dentro de ti, vas a derramar.
Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida te empuje vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior. Eventualmente sale la verdad a la luz.
Así que habrá que preguntarse a uno mismo. ¿Qué hay en mi taza?
Cuando la vida se ponga difícil, ¿qué voy a derramar?
¿Alegría, agradecimiento, paz, humildad?
¿O coraje, amargura, palabras o reacciones duras?
¡Tú eliges!
Ahora, trabaja en llenar tu taza con gratitud, perdón, alegría, palabras positivas y amables, generosidad y amor para los demás.
De lo que esté llena tu taza, tú eres el responsable.
Y mira que la vida sacude, sacude más veces de las que puedes imaginar.
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