sábado, 2 de septiembre de 2017

Oración Septiembre

Señor mío y Dios mío, en este nuevo día te alabo, te bendigo y te agradezco por el don de la vida; Tú me has llamado a tener vida en abundancia, por eso, quiero que me des la capacidad de afrontar y resolver mis problemas. 

No quiero seguir siendo un irresponsable con mi vida y con mi historia, no quiero evadir mis problemas, quiero llenarme de sabiduría y de fortaleza, por eso en esta mañana imploro tu ayuda, imploro tu favor para que vengas y entres en mi vida y te hagas dueño de ella, para que seas Tú viviendo en mí y transforme todo mi ser, y me hagas una persona fuerte, sana, con ganas de enfrentar lo que venga. 

Señor, quiero que en este día estés al lado mío, para que seas mi protector, la piedra en la cual me tengo que sostener, el artífice de mi vida. 

Señor, lléname de tu Espíritu, y no permitas que me sienta solo, que siempre tenga la palabra y el gesto oportuno ante el hermano que se siente sólo y desamparado. 

 Amén. 

 Pbro. Alberto Linero

viernes, 1 de septiembre de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. IX - Cómo Superar La Autoconmiseración (Parte 3)

CURIOSIDAD: ¿PORQUE SERÁ QUE MUCHAS VECES UNA PERSONA REZA Y REZA Y LA AUTOCOMPASIÓN Y LA DEPRESIÓN NO SE ALEJAN?

Muchas personas deprimidas se van alejando poco a poco del Trato con los demás iban perdiendo amigos por vivir con la verborragia de la autocompasión, y como las palabras de lástima hacia sí mismos ya no brotan de su boca normalmente si no como decía San Bernardo: "A manera de vómito", y se van volviendo tan insoportables por sus quejas y lamentaciones que el único que es capaz de aguantar su quejadera es el mismo Dios. Pero resulta que por más que se quejan y quejan con Él, no tienen que se le vaya a su depresión. ¿Porque será esto? ¿Porque no atiende Dios sus súplicas? ¿Porque no les da gusto en lo que piden?

San Agustín responde: "tus oraciones no son respondidas por el cielo porque, rezas mal, Torres haciendo malo, o rezas pidiendo cosas malas que no te convienen". Y esto último puede ser la razón de que las oraciones de tantos quejumbrosos no sean atendidas como ellos quieren: es que rezan pidiendo "cosas malas", o sea, lo que a ellos no les conviene.

Una petición mala de Moisés: cuando a Moisés le faltaba todavía muchísimos años para volverse Santo, un día hizo a Dios una mala, y en medio de una gran depresión le dijo así: "si esta situación tan deprimente del pueblo que dirijo va a seguir así, yo te pido que me quites la vida".

Una oración muy parecida a ésta hizo el profeta Elías en uno de los momentos de mayor depresión de su vida cuando se sentía perseguido por todos y ayudado por ninguno. Tampoco Elías era Santo todavía. Lo Sería más tarde. Pero a ninguno de estos dos Orantes le Atendió Dios petición porque lo que pedían era algo malo. Y además Dios no necesita de nuestros consejos ni le hace falta que le íbamos diciendo Cuánto debe mandarnos a la muerte. Él ya tiene hechos perfectamente todos sus planes acerca de nuestra vida y es inútil que tratemos de corregirle la plana al Creador.

¿Qué hizo el todopoderoso ante esa situación es de depresión y de desaliento? Lleno de valor y de paciencia a estos dos hombres, les hizo ver que sus sufrimientos no serían inútiles, y los animó a seguir luchando contra las dificultades. Pero no los libró de sufrimientos.

Así era con nosotros muchas veces. Le pedimos que se vaya esta pena, que acabe este dolor, que no suceda más esto que tanto nos aflige. Pero si él sabe que nos conviene más el seguir sufriendo todo esto, en vez de quitarnos el sufrimiento, nos dará valor para soportarlo, pero no lo quitará del todo.

Un cambio propuesto y aceptado. En el siglo XIX, por allá en 1820 estaba de párroco El Ars, Francia, San Juan M. Vianney. La gente de ese pueblecito era tan desagradecida y tan frías para la religión que su antecesor les dejó dicho: "los cristianos de aquí, en lo único que se diferencian de los burros es..., En que están bautizados". Y el pobre Vianey se desanimaba porque trabajar ahí era como arar en el mar y sembrar en el viento. Por las noches Le colgaban cerdos vivos en su ventana para que le dieran serenata chillando. Cada vez que nacía un hijo ilegítimo en el pueblo se lo achacaban a él Que era puro como un ángel. Los hombres no iban a misa, pero si llenaban las cantinas... Y el Pobrecito párroco le pedía y le pedía a Dios que lo librara de esos sufrimientos y que lo enviara a otra parroquia. Pero es lo visto no lo movía de ahí y la gente no cambiaba. Al fin se le ocurrió una idea luminosa: se dedicó a decirle a Dios en la oración: "señor, ya que no quieres cambiar mi situación, cámbiame a mí! Ya que no me quieres quitar estos sufrimientos, concédeme valor y alegría para soportarlos por amor tuyo y por la salvación de las almas". -y esta oración si le agradó a Dios, y le concedió tal cantidad de paciencia, de valor y de fuerza para soportar sus sufrimientos que ya nunca más volvió a pensar en pedir al cielo que le quitará o lé disminuyera las penas. Sólo pedía valor. Y éste nunca le era negado. Y así aguantó 37 años más en aquella parroquia y al morir ya era un santo y había hecho Santos a sus parroquianos.

¿Qué será lo que yo pido que no le gusta a Dios? ¿Acaso estaré pidiendo que se me solucione los problemas que me hacen sufrir, en vez de dedicarme a pedir a nuestro señor que me conceda paciencia y fortaleza para ser capaz de soportar Mi vida sin andar quejándome y auto compadeciéndome? Ciclo que pido es no sufrir, eso que pido no me conviene y no me será concedido. Pero si pido valor, obtendré valor.

Recordaré lo que decía San Juan Bosco: "lo que nos hace Santos no es lo que sufrimos, sino la paciencia con la que lo sufrimos".

Propósito: me conseguiré en alguna librería San Pablo el hermoso casete titulado "por el abandono a la paz" de Ignacio Larrañaga, y lo escucharé varias veces. Lo puedo escuchar en estos tiempos muertos. Lo puedo escuchar en estos tiempos muertos, por ejemplo: mientras tiendo la cama por la mañana o hago el aseo, etc. Después de oír varias veces ese bello casete notare una paz en mi alma que antes nunca había experimentado quizá. Haré la prueba para convencerme de que esto sí va a ser así. Esta misma semana trataré de conseguirlo.


jueves, 31 de agosto de 2017

Oración Para el Mes

Señor mío y Dios mío, qué bueno es darte gracias por todas tus acciones, por tu gran misericordia y por todas tus obras que me llenan de profunda alegría y paz; gracias, Señor, por esta mañana que es un regalo extraordinario; gloria a tu nombre porque puedo ver a los míos, porque tengo este momento para decirte cuánto me amas; empezar la mañana adorando tu nombre me llena de gozo.

Gracias, porque no me desamparas en ningún momento; cuando me siento débil y sin fuerzas eres Tú quien llega a mi defensa y con palabras tiernas habladas al oído me fortaleces; por eso digo como el salmista: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién puedo temer? Amparo de mi vida es el Señor ¿por quién he de temblar? Cuando los malos contra mí se lanzan, ellos, mis enemigos y contrarios, resbalan y sucumben”. Sal 27,12.

Permíteme, Señor, recordar tus palabras, tus promesas y tus bendiciones. Por eso, que cada latido de mi corazón sea una alabanza para Ti. Amén.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Competencia Entre Mártires

“Si, ya sé que tu esposo es un alcohólico, pero mi hijo es alcohólico y eso es distinto ¡Es peor!”. 
¡Mi dolor es más grande que el tuyo!

Que fácil trampa puede ser ésa para nosotros. Salimos para mostrarles a los demás cuanto nos han victimado, cuanto sufrimos, cuan injusta es la vida y que tremendos mártires somos. ¡Y no estaremos contentos hasta que lo seamos!

No tenemos por que probarle a nadie nuestro dolor y sufrimiento. Nosotros sabemos que hemos tenido dolor. Sabemos que hemos sufrido. Muchos de nosotros hemos sido autenticamente victimados. Muchos de nosotros hemos tenido lecciones difíciles, dolorosas que aprender.

La meta en la recuperación no es mostrarle a los demás cuanto sufrimos o hemos sufrido. La meta es detener nuestro dolor y compartir esa solución con otros.

Si alguien empieza a tratar de probarnos cuanto sufre, le podemos decir simplemente. “Parece que te han hecho sufrir”. Quizá lo único que esa persona esta buscando es la validación de su dolor.

Si nos sorprendemos tratando de probarle a alguien cuánto hemos sufrido, si tratamos de detener el dolor de otra persona, quizá queramos detenernos a pensar y averiguar qué está pasando. 

¿Necesitamos reconocer cuánto hemos sufrido o estamos sufriendo?

No hay un premio ni una recompensa en particular para el sufrimiento, como nosotros nos engañamos en creer en el colmo de nuestra codependencia. La recompensa es aprender a parar el dolor y a movernos a la alegría, a la paz y a la plenitud.

Ese es el regalo de la recuperación y está igualmente disponible para todos nosotros, aunque nuestro dolor haya sido más grande, o menor, que el de alguien más.

“Dios mío, ayúdame a mostrarme agradecido por todas mis lecciones, incluso por aquellas que me causaron más dolor y sufrimiento. Ayúdame a aprender lo que necesito aprender. Para que pueda detener el dolor en mi vida. Ayúdame a concentrarme en la meta de la recuperación, en vez de en el dolor que me motivó hacia ella”.

martes, 29 de agosto de 2017

Nuevos Niveles De Honestidad

«Hemos sido expertos en autoengaños y excusas…»
         Texto Básico, p. 32

Cuando llegamos a nuestra primera reunión y oímos que debemos ser honestos, quizás pensemos: «Bueno, no debe ser muy difícil. Lo único que hay que hacer es parar de mentir». A algunos nos resulta fácil.

Ya no tenemos que mentir a nuestro jefe por haber faltado al trabajo, ni a nuestra familia sobre dónde estuvimos anoche. Nos damos  cuenta de que como no consumimos drogas, tenemos menos cosas sobre las que mentir. Es posible que algunos tengamos dificultades con este tipo de honestidad; pero aprender  al menos a no mentir es sencillo: no se miente y listo, pase lo que pase. 

La mayoría - si tenemos valor, estamos decididos a practicarlo y contamos con el apoyo de nuestros compañeros de NA y la ayuda de nuestro Poder Superior - con el tiempo logramos este tipo de honestidad.

Honestidad, sin embargo, significa mucho más que no mentir. El tipo de honestidad  realmente indispensable en recuperación es la que se  tiene con uno mismo, que no es fácil ni sencilla de lograr. 

Durante nuestra adicción, creamos una tormenta de autoengaño y excusas, un torbellino de mentiras en el que la pequeña voz de la honestidad con uno mismo ni se oía. Para lograr este tipo de honestidad, primero debemos dejar de mentirnos. Al practicar la meditación del Undécimo Paso, debemos quedarnos callados. Después, en la quietud resultante, debemos escuchar para oír la verdad. 

Cuando nos quedemos en silencio, la honestidad con uno mismo estará a nuestro alcance.

Sólo por hoy: Me quedaré quieto y en silencio, escuchando la voz de la verdad dentro de mí. Respetaré la verdad que encuentre.

lunes, 28 de agosto de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. IX - Cómo Superar La Autoconmiseración (Parte 2)

4 REMEDIOS PARA ATACAR LA AUTOCOMPASIÓN: 


2. Remedio: pidámosle perdón a Dios por nuestra autocompasión. Ella es un no aceptar aquella enseñanza divina que dice: "todo sucede para bien de los que aman a Dios "hasta ahora nos hemos rechazado y revelado por potros salvajes que no quieren dejarse llevar por la brida de que nos quiere guiar hacia el puerto de la paz y de la eterna tranquilidad. Pues vamos a decirle a nuestro Señor las palabras que le dijo el santo Job, cuando después de haber dedicado un tiempo al auto compadecerse, recibió una fuerte reprimenda del justo Dios, y convencido de que el dedicarse a auto compadecerse había sido grave error y perder su tiempo, y un disgustar el Creador, exclamó: "señor Dios, yo trataba de corregir tu sabiduría infinita con razones y alegatos sin sentido, y Me dediqué a hablar de lo que no entendía. Retracto las palabras quejumbrosas que pronuncié Y te pido perdón por ellas, y me dedicaré a ofrecerte penitencias por estas ofensas que te hice hablando sin razón".

No olvidemos: Mientras más veces le pidamos Perdón al Señor por haber cometido El pecado de andar sintiéndonos compasión y creyendo en los pobres eres, Víctimas de injusticias; Mientras más le pidamos Perdón al buen Dios por esta Rebeldía nuestra que nos impide aceptar lo que su sabiduría infinita permite que no suceda, más seremos perdonados por él, y una gran paz y una Incontenible alegría inundará nuestro corazón. Y repetiremos con el salmista: "mientras no confesaba mi pecado, mi alma desfallecía de amargura. Confesé al Señor mi pecado y goce de mucha paz.

3. Pidamos a Dios la victoria contra la autocompasión. Hay una frase del apóstol San Juan que verdaderamente llena de emoción al oírla y leerla. Hay una frase del apóstol San Juan que verdaderamente llena de emoción al oírla y leerla. Dice así:  "Esta es la confianza que tenemos en Dios: que si le pedimos algo que haga agrande su voluntad, Él nos escucha, y si no se escucha es señal de que va a responder nuestras peticiones". ¿Y Acaso no será algo que agrada mucho a la santa voluntad de Dios el pedirle que nos libre de andar cometiendo el pecado de la auto conmiseración que a él le disgusta y que a nosotros nos hace tanto mal?

Seamos realistas: por nosotros mismos no somos capaces de resistir y rechazar los pensamientos de autocompasión. Son demasiado fuertes y demasiado frecuentes e insistentes para que logremos alejarlos. Pero con la ayuda de Dios sí lograremos echarlos lejos. Oremos con fe y podremos decir con San Pablo: "Todo lo puedo en aquél que me fortalece". ¡Si, todo lo puedo, orando, todo, hasta ser alegre y, no Auto compadecerme!

4. Démosle gracias a Dios por las penas y contrariedades que nos quieren llevar a la auto conmiseración. Esta es una práctica que trae efectos increíbles. Miles de personas en el mundo entero han hecho esta experiencia y anotado un cambio inesperado en su vida y en su comportamiento. Antes mal decían y renegaban y sentían lástima y compasión. Pero en el momento en el que empezaron a darle gracias a nuestro señor por esas penas y amarguras que les llegan, se han encontrado como sumergidas en un mar de paz y tranquilidad y como en un oasis de alegría y de Gran paciencia y valor.

Cuando hacemos esto estamos cumpliendo a que el mandato divino que dice Cuando hacemos esto estamos cumpliendo a que el mandato divino que dice: "Dar gracias al Señor en toda ocasión, porque ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús".

Ahora le damos gracias al bondadoso Dios sin entender el porqué permite que no sucedan estas cosas. Pero un día en la eternidad veremos claramente que todo esto por amargo y duro Que nos haya parecido, entraba en un plan maravilloso que la sabiduría divina hizo para nuestro bien, y siempre para nuestro mayor bien. Y veremos cuando sabiamente procedimos cuando le dijimos con el padre Foucauld: "me pongo en tus manos padre. Haz de mi lo que quieras. Sea lo que sea lo que tú permites que me suceda, bendeciré siempre tu santísima voluntad porque estoy seguro de que me amas inmensamente y que nada de lo que permitas que me suceda será para mí mal. Lo único que me puede suceder para daño mío es mi pecado. Lo demás que el amadísimo Dios permita que me suceda será siempre para mí verdadero bien. Por eso le diré muchas veces en mi vida: 'Aleluya' que significa: Bendito sea mi Dios, alabado sea mi Dios, Gracias sean dadas a mi Dios. Aleluya para siempre. Amén. ¡Aleluya!"


Haga un ensayo: la próxima vez que sienta dolores y enfermedades, bendiga a Dios por esos dolores y males y dígale un "muchas gracias "por permitirme participar así de esa manera de la pasión de Jesucristo. Y cuando alguien le insulté olé trata injustamente O diga de usted lo que no es verdad o le demuestre desprecio, bendiga a Dios y dale gracias porque le permite asemejarse tanto a Cristo que fue humillado y calumniado. Y cuando sienta que su situación económica es deplorable, en vez de maldecir, por renegar, bendiga a Dios que le permite imitar a Jesús que nació pobre en su pesebre y no tuvo en su vida apostólica donde reclinar la cabeza y murió despojado en una cruz. Haga el ensayo, y en vez de dedicarse a auto compadecerse, dedícale a darle gracias a Dios por estas contrariedades y sentirá que una oleada de paz y de alegría inunda su alma. Haga el ensayo y verá que sí.

domingo, 27 de agosto de 2017

Pequeña Oración Por Mi

Señor mío y Dios mío, bendito eres porque al abrir mis ojos me doy cuenta de que me regalas la vida, porque me siento seguro en tus manos. 

Hoy conoces las cosas que estoy viviendo, las cosas que hay en mi corazón, tanto las buenas como las malas, las preocupaciones que tengo, sabes cuál es mi dolor, mi tristeza, lo que me quita la paz, lo que no me permite confiar, por eso, nuevamente y apenas me levanto te pido me acompañes, que seas Tú la luz de mi existencia. 

Guía mi caminar y permíteme refugiarme en Ti porque eres mi única solución, ayúdame, Señor, Tú que eres grande y misericordioso.

Sabes lo que en este día me propongo, es por esto que lo presento a tus pies y te suplico me ayudes a cumplirlo conforme a tu voluntad; te pido que me ayudes a ser un constructor de tu Reino y un artesano de tu paz, que sea un instrumento propicio para que se cumpla siempre tu voluntad que todo lo llena, Dios de poder y de amor, Tú que eres mi Señor. 

Amén

Padre Alberto Linero