sábado, 16 de marzo de 2019

Aprender A Escuchar


Cuando un hombre cuyo matrimonio funcionaba bastante mal acudió a él, en busca de consejo, el Maestro le dijo: "tienes que aprender a escuchar a tu mujer".

El hombre se tomó a pecho este consejo y regresó al cabo de un mes para decirle al maestro que había aprendido a escuchar cada una de las palabras que decía su mujer.

Y el Maestro, sonriendo, le dijo: "ahora vuelve a casa y escucha cada una de las palabras que ella no dice".

Anthony de Mello

viernes, 15 de marzo de 2019

Sé Tú Mismo

Estoy convencido de que la sociedad influye tanto en nosotros que pesa mucho en nuestra vida. 
Quienes nos van conociendo y con quienes nos vamos relacionando van diciendo cosas sobre nosotros que de algún modo corresponden a lo que realmente somos, así se va construyendo nuestra identidad. 
Sin embargo, al ser así, se corre el riesgo, también, de que la sociedad diga cosas sobre nosotros que, aunque no respondan a lo que realmente somos, nos terminen determinando y rotulando. 
Por eso, el mensaje de hoy es que somos más que eso que la sociedad dice sobre nosotros. 
Nuestro valor no lo pueden determinar ajenos, ni influencers ni youtubers, ni nada de modas; tenemos que sabernos valiosos por ser hijos de Dios. 
Valemos mucho, no porque los otros lo digan, sino porque Dios nos ha dado ese valor. 
No esperes a que alguien venga a decirte cuánto vales o, peor aún, que los demás te digan cómo debes o no vivir, qué debes o no debes hacer. 
Vive siendo libre, siendo tú mismo, trabajando en aquello que necesitas mejorar, consciente de que eres humano y tienes debilidades.
Centra tu oído en las personas que te aman y que con sinceridad te dicen qué debes mejorar, y trabaja en eso. 
Aleja la mirada de aquellos que solo buscan dañarte, de los que te critican y juzgan para destruirte. 
Sé feliz, vive consciente de tu valor de hijo de Dios y disfruta la vida con aquellos a los que amas. 
Lo demás no hay por qué mirarlo. Que por estos días de Cuaresma ores al Dios de la esperanza y clames por tener una sana autoestima, que sepas escuchar, y escuches a quienes te aman de verdad; que sepas ser sordo a los comentarios malintencionados de los demás. 

TAREA DEL DÍA: 
Sé tu mismo sin importar lo que digan los demás.

jueves, 14 de marzo de 2019

El Pequeño Libro Rojo De AA (Parte 11)

DÉCIMO SEGUNDO PASO

Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos Pasos, tratamos de llevar este mensaje a otros alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros actos.
(Véase el Capitulo “Como Opera” del Libro A.A.)

La finalidad de esta interpretación es exponer la mecánica operante del Décimo-Primer Paso. Todas las referencias que hacemos son de una fuente digna de confianza: El Libro “Alcohólicos Anónimos”.
Se llega a la comprensión y a la práctica de este Paso sencillamente mediante el estudio de las tres partes en que puede dividirse.

PRIMERA PARTE:- “Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos Pasos”.

Como esta es una interpretación de conceptos establecidos de A.A. seria inconsecuente medir las palabras cuando se trata de valores espirituales, o retener el hecho que el despertar espiritual es una parte esencial de nuestra recuperación.
Providencialmente para nosotros, seis de los Doce Pasos, cuando menos, son de naturaleza espiritual. Conociendo las falacias de la manera alcohólica de pensar, es inconcebible que pudiéramos recuperarnos del alcoholismo sin una inspiración que dependa de un Poder Superior al nuestro. Recibimos esta inspiración y llegamos a conocer a Dios, viviendo los Doce Pasos.
Sin los principios espirituales de los Doce Pasos no podría haber A.A. En vez de lo que es, sería un grupo de alcohólicos malhumorados, temporalmente sin beber y viviendo en un estado perpetuo de borrachera mental.

Al faltar el beneficio de la influencia espiritual, dominaría la ley de la selva de la manera resentida de pensar del alcohólico y llevaría de vuelta a cada miembro a la insania del alcoholismo. Nuestra sobriedad requiere un cambio de personalidad. Logramos esto en forma de un despertar espiritual como resultado de vivir el Programa de A.A.

Realmente ¿tenemos un despertar espiritual o es casualidad, miedo, obstinación o racionalización alcohólica lo que nos mantiene sobrio? Si es por esta última, entonces  ¿Qué es lo que nos llena de entusiasmo y deseo de llevar este mensaje a otros alcohólicos?

¿Quién nos otorga el poder para dejar de beber y para ayudar a otros alcohólicos a dejar de hacerlo para no decir nada de nuestro deseo de ayudarlos? ¿Qué es lo que les da el poder para adquirir y transmitir el milagro de la sobriedad? ¿Es posible que un alcohólico pueda frenar la “alergia” física y la obsesión mental del alcoholismo por su propio poder? Creemos que no. La medicina conviene en que no. Los alcohólicos que tratan de refutar esta teoría acaban emborrachándose.

Obviamente, no hay más que dos respuestas a estas teorías. Primera: Aquellos que aceptan y tratan de vivir todos los Doce Pasos, rara vez fracasan en A.A. Segunda: Aquellos que pasan por alto los principios espirituales de los Pasos rara vez tienen buen éxito.
Evidentemente, requerimos ayuda espiritual para adquirir la estabilidad mental conducente a la sobriedad que queremos disfrutar. Una encuesta para la fueron entrevistados varios cintos de miembros de A.A., revelo muchas opiniones interesantes concernientes a la relación de su despertar espiritual con su sobriedad. Solamente se abordo a miembros con un año o más de sobriedad.

Las siguientes preguntas se les hicieron a los miembros en forma casual:

1. ¿Ha tendido usted un despertar espiritual?

2. ¿Fue vital para su recuperación?

3. ¿Cuándo tuvo lugar?

4. ¿Puede usted definirlo?

(Estas preguntas pueden hacerse en una sesión de Grupo. Fomentar un tipo excelente de discusión).

De los fueron entrevistados, la mayoría estuvieron de acuerdo en que habían tenido un profundo cambio de personalidad hacia mejores condiciones. Solamente dos personas sostuvieron que habían experimentado transformaciones espirituales revolucionarias.
Los de ambos grupos admitieron la importancia de un cambio de personalidad para su sobriedad y vieron la evidencia de un despertar espiritual en su buena disposición para aceptar la ayuda de Dios al enfrentarse a los problemas de una vida de sobriedad. Pocos de los miembros podían acordarse de cuando había tenido lugar su despertar espiritual. Muchas veces habían sido quienes estaban más cerca de ellos los que lo habían notado primero. Algunos no podían definir su contacto consciente con Dios, pero cada uno de ellos sostenía tener el suficiente para mantenerse sobrio.

Sus experiencias comenzaron con la entrega de sus defectos

miércoles, 13 de marzo de 2019

¿Se Cree Usted Diferente? (Parte 1)

Muchos de nosotros nos consideramos diferentes

“En mi caso, A.A. no surtirá efecto. He llegado a tal punto que no tengo remedio.” “Es bueno para aquella gente, pero yo soy presidente de la Asociación de Padres y Maestros.” Soy demasiado viejo. Demasiado joven. No soy lo suficientemente religioso. Soy homosexual. Soy un profesional. Soy judío. Soy clérigo. Soy demasiado inteligente. No estoy suficientemente educado. En este mismo momento, gente de todas partes del mundo se está diciendo que en su propio caso A.A. probablemente no funcionará, debido a alguna o varias de estas razones.

Tal vez usted sea uno de ellos. Nosotros los A.A. creemos que el alcoholismo es una enfermedad que no respeta la edad, ni el sexo, credo, raza, condición económica, profesión o educación.

Escoge sus víctimas al azar. Nuestra experiencia parece indicar que cualquier persona puede ser un alcohólico. Y sin duda, cualquier persona que desea dejar de beber es bienvenida en A.A.

Nuestro co-fundador Bill W., contando la historia de los primeros días de A.A., escribió: “Al principio pasaron cuatro años antes de que A.A. llevara la sobriedad permanente tan solo a una mujer alcohólica. Como aquellos del ‘alto fondo’, las mujeres decían que eran diferentes; A.A. no podía ayudarles.
No obstante, al irse perfeccionando la comunicación, debido principalmente a las mujeres, la situación fue cambiando. “Este proceso de identificación y transmisión ha seguido”, dijo Bill. El borracho de fondo bajo decía que él era diferente.

Dicen lo mismo los jóvenes, los artistas, los banqueros, los agnósticos, los soldados veteranos y los presos. “Sin embargo, hoy en día, toda esta gente, y otros muchos más, hablan de lo mucho que nos parecemos todos los alcohólicos, en cuanto reconocemos la urgencia de la situación.”

En las historias que aparecen a continuación, puede que usted encuentre a hombres o mujeres que, respecto a su raza, edad, preferencia sexual o cualquier otra condición, se le parecen.
Llegaron a A.A. y descubrieron que A.A. funcionaba para ellos tan eficazmente como había funcionado para centenares de miles de personas que nos consideramos “diferentes”.

Encontramos ayuda, y amistades con quienes pudimos identificarnos y compartir nuestras experiencias. Ya no estamos solos.


Comencemos con algunas de las historias que algunos miembros te pueden compartir. Si te identificas en alguna de ellas, puedes acercarte a cualquier grupo en los que pueden darte mayor informacion.

martes, 12 de marzo de 2019

Oración Del Buen Fariseo

Señor yo no soy como los demás hombres, al menos como la mayoría de ellos. No puedo sino darte las gracias.

No quiero ser falsamente humilde, pero tengo que confesar que no merezco todo lo que tengo.

Los demás son pobres, sin un techo que lo resguarde de la lluvia, sin una posición o influencia social que los haga sentir importantes.

Yo puedo comer tres veces al día. Duermo dos veces.

La lluvia nunca se acaba de ir durante la noche ni tengo que pedir limosna y nunca me han llevado a la cárcel por vagancia o sospecha de robo.

No hay la menor duda de que no soy como los demás. Pero esto no es mi culpa. No lo conseguí, ni siquiera lo deseé nunca. Tú me diste todo esto.

Estoy aquí, por lo tanto, para darte las gracias. Ciertamente es lo menos que puedo hacer.

Con frecuencia he pensado que me gustaría levantarme una mañana y encontrar que soy uno de ellos. ¿Qué querría O podría hacer yo?

Si sólo pudiera querer ser uno de ellos, estoy seguro de que tú estarías muy complacido. Pero por ahora, me es muy difícil entenderlo y aún pensar en ello.

Cobarde como soy, todo lo que puedo hacer es agradecerte sinceramente el que yo no soy como los demás hombres.

Porque, Señor, Aunque es una vergüenza, sigo queriendo ser lo que soy.

William M. Barniem, S. J.

lunes, 11 de marzo de 2019

Llegamos a Creer (Cap 10 - Parte 5)

"NINGUN HOMBRE ES UNA ISLA"

Estaba espiritualmente en bancarrota mucho antes de que A.A. entrara en mi vida y mucho antes de que el alcoholismo, como un parásito bajo mi piel, tomara posesión de mí. Yo no tenía nada, ninguna fe a que aferrarme. No tenía fe en el hombre, porque al ir progresando mi deber había perdido la fe en mí misma. No confiaba en nadie, porque los demás no eran más que el mero reflejo de mí misma, y yo no podía confiar en mí.

Logré la sobriedad dentro de A.A., y, como un milagro, el cálido torrente de la verdad que tanto había temido durante tanto tiempo me inundó, y ya no volví a tener miedo. Comencé a preguntarme por que. Junto con la sobriedad, algo nuevo había entrado en mi vida.

Comencé a tener interés por otros. Esta expresión "interés por otros", junto con su hermana consideración, eran para mí una cosa extraña. Había creído que era capaz de enamorarme; me había considerado una madre amorosa; pero estas emociones, ahora lo comprendo, habían sido reflejos de mi propio egoísmo. Nada penetró dentro de mi ser. Comencé, temprano con mi sobriedad, a sentir compasión por otros borrachos, luego por mis hijos, luego por mi ex-esposo. Esta compasión, un
sentimiento acompañado posteriormente de amor, abrió la puerta de una inmensa ciudadela dentro de mí que siempre había estado herméticamente cerrada.

Pero lo extraño ahora, en la sobriedad, era que no estaba yo regresando a mi estado anterior. No estaba reasumiendo aquel "estar bien" que yo había dejado cuando comencé a beber anormalmente. Iba estando, como oí decirlo una vez, "mejor que bien". Escudriñando (veía el Paso Cuatro) dentro de mi propia personalidad, encontré un nuevo ser dentro de mí. Nunca había estado ahí antes, ni siquiera en mi niñez. Debió haber crecido en dónde estaba una piedra o un agujero vacío.

Algo estaba ahora echando raíces. Comencé a sentir por otros, a ser capaz, por muy breves momentos, de "ponerme en sus zapatos". Nuevos mundos se abrieron ante mí. Comencé a comprender mi posición en el mundo. Yo no era el centro del universo. (¡qué calamidad me pareció descubrir eso!) Yo era una parte de un misterio gigantesco, maravillosamente misterioso. No podía probarlo, porque no sabía nada acerca de él. Sólo podía dar vueltas a su alrededor con una curiosidad infantil, Y aún estoy dándole vueltas. Nunca descubriré, ni lo hará ninguno de nosotros, los secretos del universo. Pero podemos aceptar sus misterios, la parte que tenemos en ellos, y nuestras vidas y muertes; como algo espiritual más allá de nuestra comprensión.

Comencé a observar a mis hijos. Eran gente pequeña, importante. Me di cuenta de que mientras estaba bebiendo, no los había tratado más que como a pequeñas máquinas que yo había creado, como si yo hubiera sido parte de un juego de Mecano y hubiera estado orgullosa de ello. Al ir cambiando mi manera de tratarlos, los vi empezar a madurar, a enfrentarse a al realidad de la vida tal como ésta es. Extendí una mano para ayudar a alguien, aunque sólo escuchando algunas veces, y sentí una extraña satisfacción al ser capaz de ayudar: ¡un descubrimiento increíble para mí!.

Aprendí mi propia versión de lo que es la espiritualidad. No significa que tengo que ser como los santos que dicen tener consejos directos y visiones de Dios. Significa que tengo que interesarme por mis semejantes; únicamente a través de esto puedo recibir la gracia de Dios, Mi Poder Superior, porque como dijo John Donne, mucho antes de A.A., "ningún hombre es una isla".

Comencé a sentir seguridad en mis nuevos sentimientos espirituales, hasta que fue sacudida una noche por un amigo de A.A. quien me dijo "muy bien, así es que puedes aplicar a tu vida personal el Paso Tres y una fe espiritual en Dios, pero ¿cómo puede aceptar las terribles calamidades que suceden alrededor de nosotros todos los días?".

Me enfrentaba otra vez, peligrosamente, con los interrogantes de mi religiosa, pero no espiritual, infancia - ¿cómo puedo aceptar una fe en u Dios quien permite esos monstruosos crímenes contra el hombre, a pensar, llena de miedo, sobre la muerte y el sufrimiento, no el mío, sino el de toda la humanidad. Comencé a dudar demasiado de mi nueva fe - comenzó a invadirme el pánico. Comencé a buscar las respuestas fuera de la literatura de A.A.

Afortunadamente para mí, antes de que hubiera leído demasiado acerca de las creencias espirituales (un área que sólo estaba llevándome a la confusión), me di cuenta de que estaba pidiendo demasiadas cosas y demasiado pronto.

Prudentemente, dejé los libros de filosofía para mentes más capaces que la mía. No podía arriesgarme a llegar a una mayor confusión mental. Regresé a las enseñanzas de A.A., las cuales ya me habían salvado de una vida de tormentos.

No necesitaba buscar más allá de los Doce Pasos y de las fortalecedoras palabras de la Oración de la Serenidad. "De aceptar las cosas que no puedo cambiar". Mi respuesta personal está ahí en la palabra "aceptar". Aceptar el lugar del hombre en la escena universal. Aceptar mi vida como una diminuta partícula del todo. Ninguno de nosotros puede nunca profundizar las glorias y las regiones desconocidas del universo. Pero podemos vivir sobre la tierra y amarnos los unos a los otros. Podemos dejar que nazca en nosotros el interés por otros, la compasión y la consideración, y observamos como crecemos. Con las herramientas y las instrucciones de señales de Alcohólicos Anónimos, podemos aprender un poco de este precioso regalo: nuestra puerta de entrada a la espiritualidad humana.
Nueva York.

domingo, 10 de marzo de 2019

Proyecto

Estoy convencido de que el proyecto de Jesús de Nazaret consiste, básicamente, en la libertad y la felicidad de los hombres. 
Basta mirar los evangelios para ver que se la pasaba devolviendo la libertad a aquellos que a causa de la religiosidad de la época se sentían oprimidos y esclavizados. 
Les devolvía la dignidad a los que la habían perdido y les recordaba que su Dios era un Dios que quería que los hombres fueran realmente felices y que no vivieran amarrados a preceptos que no les permitía ser libres. 
Cuando veo a ese Jesús, cuando encuentro en sus acciones una opción fundamental por la felicidad de los hombres, entiendo, entonces, que lo que quiere para mí es precisamente que viva libre y feliz. De cada uno de nosotros depende abrir el corazón y tomar la decisión de que Jesús realice su proyecto en nosotros. 
Muchos se cierran a esa acción poderosa de Jesús y se quedan encerrados en la religiosidad vacía, sin dejarse tocar realmente por el Espíritu del Resucitado. 
Por eso, te invito a que seas capaz de reconocer cuánto te estás abriendo a esa propuesta de Jesús de transformarte la vida y de hacerte plenamente feliz. 
Ojalá puedas encontrar siempre en Él la fuente de tu libertad y la felicidad plena, esa que no pasa con las dificultades, sino que permanece porque viene de Dios. 
Puedes orar y sentir cómo Jesús de Nazaret te da la vista como a aquel ciego de nacimiento, te perdona como a Pedro que lo negó, te da vida nueva como a Lázaro, te abre los oídos como a aquel sordo, Dios te da vida nueva, solo debes darte a la tarea de abrir el corazón para que Jesús pueda realizar en ti su proyecto, para que Él pueda siempre hacer cosas nuevas en tu vida.
Tarea del día: 
Abre tu corazón al proyecto de Jesús. Decídete a seguirlo, sin excusas.

Alberto Linero