viernes, 24 de mayo de 2019

Origen Náhuatl De Algunas Palabras


Apapacho: (del náhuatl papatzoa: ablandar la fruta con las manos)

Achicalar (del náhuatl chicahua: conservar, envejecer).

Chueco: (del náhuatl xocuo: cojo de un pie)

Tepache (del náhuatl tepiatl: bebida de maíz. Bebida que se hace con el jugo y la cáscara de diversas frutas y con azúcar morena y piloncillo. Originalmente se preparaba con maíz)

Mitote (del náhuatl itotia: bailar, y el prefijo m, pronombre reflexivo de tercera persona del singular: él baila o bailo).

Tapa con (del náhuatl tlapantli: cielo o techo de madera que cierra por arriba el cubo de un cuarto) = desván

jueves, 23 de mayo de 2019

Pero Sólo Porque No Te Quiero


Para su hijita, que se había quejado en el colegio de que su mamá no la quería, esta señora decidió multiplicar sus atenciones a la pequeña, pero, al terminar, le decía: "pero sólo porque no te quiero".

La intención de la mamá era que la niña cayera en la cuenta de las incontables y constantes maneras en que le mostraba su amor.

Creo que esto también puede aplicarse a Dios. Como hijos suyos, necesitamos que nos confirme su amor. En alguna forma También nosotros olvidamos las muchas maneras en que Dios nos manifiesta que nos ama.

Pensemos tan sólo en la lluvia de cada verano, en las caras amigables que vemos, en las montañas majestuosas, en los corazones compasivos, en que cada latido de nuestro corazón es un don de nuestro Padre Dios. habría que contar la cantidad de regalos de Dios a lo largo de un día o de una hora.

¿Cómo podríamos vivir sin la alegría de los niños, sin la sabiduría de los ancianos, sin gente que nos amará...?

En cada cosa buena que no sucede o en cada cosa que nos agrada, visualicemos a nuestro padre Dios sonriendo y musitando suavemente a darnos cada uno de sus dones: "pero sólo porque no te quiero".

miércoles, 22 de mayo de 2019

¿Hay Un Alcohólico En Su Vida? (Parte 2)

Comprendiendo su problema

Actualmente más de dos millones de hombres y mujeres han dejado de beber en Alcohólicos Anónimos. En esta cifra esta incluida una amplia variedad de gente, desde adolescentes hasta octogenarios. De esta variedad, se ve claramente que A.A. ha podido ayudar a mujeres, hombres, personas de edad avanzada, jóvenes, ricos, pobres, tanto a los que tienen mucha educación como a los que no tienen ninguna.

Este, como todos los libros y folletos de A.A., no está basado en la teoría sino en la experiencia — la experiencia de las personas cercanas a los alcohólicos, que saben lo que es vivir con ellos. Si estas personas pudieran hablar con usted, tal vez le dirían: “Conocemos las dificultades con que se tropieza. Sabemos lo desconcertante que es vivir con un bebedor problema, ver las relaciones íntimas desgarradas por la ira y los conflictos irracionales, ver trastornarse la vida familiar, ver cómo el dinero se gasta, no en necesidades, sino en licores o en hospitalizaciones relacionadas con el alcoholismo, ver crecer a los hijos en circunstancias anormales, imprevisibles. Pero todos nosotros sabemos que, si la persona a quien usted quiere reconoce su problema y verdaderamente desea dejar de beber, hay una solución que ha surtido efecto para nuestros seres queridos, y también puede surtir efecto para los suyos.”

A pesar de los problemas que el alcohol ha causado, puede que usted no quiera admitir que un ser amado es un alcohólico. Tal vez un bebedor problema, esto sí; pero no un alcohólico. Puede que la palabra tenga para usted demasiadas connotaciones desconcertantes. Aunque el alcohólico admita serlo, usted puede, no obstante, tratar de negarlo. Muchas personas han tenido estos mismos sentimientos hacia un ser amado, hasta que reconocieron que el alcoholismo es una enfermedad — hecho confirmado ahora por la medicina. Anteriormente, las personas cercanas al alcohólico podían pensar que, de alguna manera, ellos mismos tenían la culpa. No sabemos cómo ni por qué comienza el alcoholismo; pero las relaciones adultas de años posteriores aparentemente influyen poco en su gravedad o en su progresión. El alcoholismo, como la mayoría de las enfermedades no contagiosas, es propiedad única del desafortunado que la padece. Nadie — ni lego ni científico — tiene un conocimiento exacto de su causa.

martes, 21 de mayo de 2019

¿Se Cree Usted Diferente? (Parte 9)

Me llamo María y soy alcohólica (lesbiana)

Soy alcohólica. Tengo 27 años de edad. Soy homosexual. Hace 17 meses que me mantengo sobria en la hermosa Comunidad de A.A., y por primera vez desde hace mucho tiempo, me encuentro sonriendo, riendo y teniendo un verdadero cariño hacia otras personas.

Después de diez años de alcohólica, aquella vida de horror, soledad y desesperación me llevó al umbral de mi primera reunión de A.A. Durante los primeros meses de sobriedad, me esforcé por seguir las sugerencias, asistí a muchas reuniones, me uní a un grupo, y encontré a una madrina cuya sobriedad yo respetaba. No obstante, durante este período viví con temor — temor a que descubrieran mi homosexualidad, a que me rechazaran mis compañeros de A.A., a que me abandonaran para enfrentarme sola con mi enfermedad, el alcoholismo. Este temor me llevó tan cerca del primer trago que creí que nunca podría mantener la sobriedad que quería y necesitaba tan desesperadamente. Me volví recelosa con mis compañeros de A.A. Mis temores parecían ser un problema más grande que mi alcoholismo.

Finalmente, oí decir a un orador, “¿Está dispuesta a hacer cualquier esfuerzo para mantener su sobriedad?” ¿Lo estaba yo? ¿Quien entendería mi situación? ¿En quién podría yo confiar?

Desesperada, acudí a mi madrina. Lloré, sudé, temblé, pero las palabras que odiaba decir, salieron de mí, lenta y dolorosamente. Al terminar caí pesadamente en la silla, esperando una respuesta o una mirada de desaprobación.

Mi madrina no hizo más que sonreír y me dijo que ella era una alcohólica como yo, y por eso me podía ayudar.

Todas las noches doy gracias a mi Poder Superior por este programa que me salvó la vida, un programa que antepone “los principios a las personalidades”. El único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar de beber, dice nuestra Tercera Tradición y hay un lugar para cada persona que busca ayuda. Hay un lugar para mí. Me creía única, diferente y sin tener dónde acudir. Pero gracias a A.A., he encontrado la vía hacia una vida plena y feliz.

lunes, 20 de mayo de 2019

Hablando En Reuniones De No AA - Parte 4

Veinte preguntas que se suelen hacer en las reuniones no A.A.

Estas preguntas fueron determinadas por la encuesta descrita previamente. (Se pueden encontrar respuestas más amplias a muchas de ellas en el folleto “44 Preguntas” y en otra literatura de A.A.)
Los miembros de A.A. siempre ponen bien en claro que no hablan en nombre de A.A. como un todo, pero se espera que respondan a estas, o a cualquier otra pregunta, basándose en sus experiencias e interpretaciones y en sus propias palabras.

1. ¿Qué es Alcohólicos Anónimos? El Preámbulo (en el interior de la cubierta de este folleto) es la definición que se usa más a menudo. A.A. tiene ahora más de dos millones de miembros, en más de 180 países.

2. ¿Cómo empezó A.A.? Un agente de bolsa de Nueva York que logró su sobriedad a finales de 1934 se dio cuenta de que sus esfuerzos para ayudar a otros borrachos le ayudaban a él a mantenerse sobrio. En un viaje de negocios a Akron en 1935, fue puesto en contacto con un médico alcohólico. Cuando el médico también se recuperó, los dos buscaron a otros alcohólicos. El movimiento se difundió y adquirió su nombre con la publicación del libro Alcohólicos Anónimos en 1939.

3. ¿Cómo funciona A.A.? Principalmente por medio de reuniones locales, en las que los alcohólicos se ayudan unos a otros a utilizar el programa de recuperación de A.A.

4. ¿Qué son los Doce Pasos? Son principios basados en las experiencias reales de recuperación de los miembros pioneros. No son simplemente una manera de mantenerse sobrio, sino un programa de vida sugerido.

5. ¿Qué es una reunión abierta? Es una reunión de grupo a la cual puede asistir cualquier alcohólico o no alcohólico. Normalmente, un líder abre y cierra la reunión y presenta a los oradores (casi siempre son miembros de A.A., como el líder). Relatan sus vidas antes y después de unirse a A.A., y pueden ofrecer su opinión personal sobre el programa.

6. ¿Cómo está organizada A.A.? De una manera informal. Los grupos eligen a los oficiales para servir, no para gobernar, por un período de tiempo limitado. Cada grupo puede elegir a un representante que toma parte en las reuniones de área y ayuda a elegir a un delegado de área a la Conferencia de Servicios Generales (EE.UU./Canadá) — el enlace de los grupos con la Junta de Servicios Generales de custodios. Los miembros de la Conferencia y los custodios también sirven a la Comunidad pero no la gobiernan.

7. ¿Qué son las Tradiciones de A.A.? Son principios sugeridos para asegurar la supervivencia de, los grupos y de A.A. como un todo.

8. ¿Cómo puede una persona hacerse miembro de A.A.? Asistiendo a las reuniones de un grupo local. Los nuevos pueden llamar a la oficina local de A.A., escribir a la Oficina de Servicios Generales, o ser dirigidos a A.A. por un amigo, un familiar, o un profesional. Pero la decisión de hacerse miembro corresponde únicamente al alcohólico. El único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de beber.

9. ¿Cuánto cuesta el ser miembro de A.A.? Nada.

10. ¿Cómo se mantiene A.A.? Las contribuciones voluntarias, aceptadas solamente de parte de los miembros, mantienen a los grupos y ayudan a mantener los servicios nacionales e internacionales de A.A.

11. ¿Hay muchas mujeres miembros de A.A.? Aproximadamente la tercera parte de los miembros son mujeres.

12. ¿Qué éxito ha tenido A.A.? La última encuesta (EE.UU./Canadá) indica que el 50% de los miembros han estado sobrios más de cinco años, y el 24% han estado sobrios entre uno y cinco años.

13. ¿Por qué A.A. parece no dar resultados para algunas personas? Da resultados a aquellos que de verdad quieren dejar de beber y pueden mantener en primer lugar esa resolución en sus mentes.

14. ¿Está afiliada A.A. con alguna otra organización? No. Pero coopera con otros intentos de ayudar a los alcohólicos.

15. ¿Es A.A. una sociedad religiosa? No. En ella tienen cabida gentes de muchas religiones, agnósticos y ateos.

16. ¿Es A.A. un movimiento de temperancia? No. Como sociedad, A.A. no tiene opinión sobre tales asuntos ajenos como el que otra gente deba o no deba beber. Sus miembros saben únicamente que ellos mismos no pueden controlar el alcohol.

17. ¿Qué es el alcoholismo? Los A.A. lo consideran como una enfermedad, no como un defecto moral; como una enfermedad progresiva, que empeora si se continúa bebiendo; como una enfermedad incurable, de tres facetas — física, mental y espiritual — que puede ser detenida por medio de la práctica del programa de A.A.

18. ¿Quién es alcohólico? Absolutamente cualquier persona puede tener esta enfermedad, como lo indica la variedad ilimitada de miembros de A.A. Si la bebida tiene un efecto desfavorable en cualquier aspecto de la vida de una persona, y aun así esa persona no puede dejar de beber, entonces él o ella, según la opinión de la mayoría de los A.A., es alcohólico/a.

19. ¿Cuáles son los síntomas que sirven para determinar si una persona tiene un problema con la bebida?
Basado en la experiencia de A.A., estos son algu-nos de los síntomas comúnmente asociados con tener un problema con la bebida:
• Bebe para relajarse cuando tiene problemas.
• Bebe cuando se siente irritado, frustrado,
infeliz o airado.
• Bebe a solas.
• Tiene problemas en el trabajo o en la
escuela por causa de la bebida.
• No puede controlar el número de tragos
una vez que empieza a beber.
• Bebe por la mañana.
• Bebe muy deprisa.
• Olvida lo que le ha pasado cuando estaba
bebiendo.
• Se mete en problemas cuando bebe.
• Se emborracha incluso cuando no quiere
hacerlo.
• Cree que es bueno poder beber mucho.

20. ¿Qué puede hacer un no alcohólico para ayudar? La respuesta a esta pregunta estará basada en el conocimiento que usted tiene de los intereses particulares del grupo con quien habla. Por ejemplo, si son profesionales-médicos, enfermeras, abogados, trabajadores sociales, o miembros del clero, usted sabe que los alcohólicos y sus familias acuden a ellos para buscar ayuda.
Si son un grupo no profesional de personas, también pueden tener algún amigo, conocido, familiar o vecino enfermo de alcoholismo. O quizá pueden sospechar que ellos mismos tienen el problema.
Por lo tanto, es conveniente hacerles ver la importancia de desempeñar el papel de tercera persona: la que se acerca al alcohólico enfermo con el conocimiento de que el alcoholismo es una enfermedad y que la esperanza de la recuperación se puede encontrar en A.A.
También puede remitir a sus oyentes a un Grupo Familiar de Al-Anon local, o a la Oficina de Servicio Mundial de Al-Anon, 1600 Corporate Landing Parkway, Virginia Beach, VA 23454-5617, sitio web: www.al-anon-org. Los Grupos Familiares de Al-Anon no están afiliados con A.A., pero contribuyen grandemente a aumentar la comprensión de los efectos del alcoholismo en la familia.

Las siguientes sugerencias (usted puede tener algunas más) indican a los no alcohólicos cómo pueden contribuir:

a. Ofrecerse a ayudar al alcohólico enfermo a ponerse en contacto con A.A. por medio de la guía de teléfonos u otras formas disponibles, explicándole que esto no le compromete a hacerse miembro. Proporcióneles los números de teléfono locales de A.A. y Al-Anon.

b. Ofrecerse a asistir a reuniones abiertas con el alcohólico para obtener información. Todos son bienvenidos.

c. Explicar al individuo que sólo él mismo puede decidir si es realmente alcohólico y sugerirle que hable con algún miembro de A.A. para ayudar a aclarar el problema.

d. Hablar con el alcohólico enfermo haciéndole siempre sugerencias, evitando amenazas o coerciones, ya que la decisión debe y puede ser hecha únicamente por los propios alcohólicos.

e. Adquirir una mejor comprensión de A.A. a nivel personal por medio de la asistencia a reuniones abiertas de A.A. y la lectura de la literatura de A.A., incluyendo el libro Alcohólicos Anónimos. Se puede explicar que el Libro Grande está generalmente reconocido como el texto básico de A.A., publicado por primera vez en 1939, una segunda edición en 1955, una tercera en 1976 y una cuarta en 2001 y está disponible para su compra en la mayoría de los grupos locales o puede pedirse directamente a la Oficina de Servicios Generales, Box 459, Grand Central Station, New York, NY 10163, sitio web: www.aa.org.

f. Pasar el libro y otra literatura de A.A. al alcohólico enfermo, como material de lectura interesante y digno de consideración.

g. Usar su influencia en la comunidad para ayudar a otros no alcohólicos a obtener una mejor comprensión de los problemas y necesidades del alcohólico y de la ayuda que está disponible en A.A.

h. Llamar a A.A. cuando puedan servir de ayuda.