sábado, 5 de agosto de 2017

La Tecnología Y Dios

Me preocupa el excesivo apego a la tecnología.
Entiendo perfectamente que estamos en una época donde la tecnología muestra gran avance, a unos los absorbe y a otros parece que los atropella.

 Me molesta que suene un celular en medio de una eucaristía; no entiendo cómo la gente quiere un encuentro con Dios, pero no se dispone para ella. 

Cuando de Dios se trata, aún seguimos dispersos. Para hablar con Dios nuestra mayor comunicación con Él la tenemos por medio de la oración; y es allí donde necesitamos intimidad y respetar que cuando estoy frente al Dios que todo me da no puedo dispersarme o estar pendiente de otras cosas. 

El encuentro con Dios a través de la oración nos permite una experiencia única y cada vez que la vivamos nos disponemos a que Dios nos sorprenda con sus bendiciones para nosotros.

Es la oración el camino para que nuestra existencia se ponga frente a frente con nuestro Señor, y podamos llorar, reír, reclamar, alabar, bendecir, contemplar, y en últimas hacer silencio para discernir la voluntad de Dios en la vida.

¿Tienes el hábito de la oración diaria? 
¿Puedes enumerar las bendiciones que Dios te ha regalado en oración?
¿Qué sabes de la oración?

Todo esto es importante y debemos dedicarle tiempo porque no podemos dejar pasar la vida sin orar y descubrir el maravilloso mundo que Dios nos tiene, pero sólo en la oración podremos descubrirlo si logramos sintonía con Dios, es decir, si logramos escucharlo y si nos escuchamos a nosotros mismos las palabras que decimos.

¡Ánimo! No dejes que los ruidos del mundo dispersen tu atención en Dios.

Padre Alberto Linero

TAREA DEL DÍA
Desconéctate cuando estés en oración en la Eucaristía. Ánimo.

viernes, 4 de agosto de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. VIII - La Autocompasión Y La Depresión (Parte 3)

El intelectual fracasado

Un hombre con las mejores notas de su universidad vino a consultarme. La depresión había convertido su vida en un trapo inútil. ¿Y cómo había llegado hasta ahí? Pues empezó a sentir que su esposa no lo comprendía. Y en vez de aprovechar esta amargura para hacer trabajar más su cerebro, se dedico fue a darse los pésames a sí mismo: "Pobre de mí. ¡Esa mujer no me comprende! ¡Pobre de mí, ella no reconoce mis cualidades! ¡Pobre de mí, Mi mujer me desprecia!". Y este sentirse lástima lo fue apabullando y dejó de escribir cómo le estaba haciendo antes. Y dejó de seguir especializándose. Y ya casi llegaba el total fracaso.

Cuando vino a consultarme leer narre lo que decía El maravilloso músico Schubert: "las mejores piezas musicales que he compuesto, las que más agradan al público, son aquellas que escribían los días de mis más terribles angustias y penas, cuando me parecía que mi vida era un martirio y una agonía". Y le recordé como el escritor de fama mundial Tolstoi tuvo que sufrir con una esposa horrorosamente neurótica e incomprensible, Pero él en vez de dedicarse a auto compadecerse, aprovechó estos tiempos de incomprensión y de pena y dolor para sacarle a su cerebro el mayor rendimiento posible y logro escribir obras inmortales. La incisión que para nosotros lo único verdaderamente importante en la vida es tener contento a Dios. Que a la gente difícilmente le vamos a tener contenta. El evangelio dice: "vino Juan Bautista que no comía Y no bebía y, la gente decía que era un endemoniado. Vino Jesús que sí comía y bebía y dijeron también que era un endemoniado"... Pero al buen Dios si lo logramos tener contentos y nos esforzamos un poco. ¡Y al final de cuentas él, y sólo Él es quien nos va a dar el “premio definitivo”!

Aquel hombre se quedó mirándome a los ojos y me dijo: "Entonces yo he perdido todo el tiempo que he dedicado a tenerme lástima por no ser comprendido por mi esposa? - y le respondí -: no sólo ha perdido ese tiempo, sino que con su auto conmiseración a esterilizado sus meses y sus años pasados y corre peligro de hacer de su vida una inutilidad si sigue Auto compadeciéndose.

Aquel día charlamos largo y sabroso. Le recordé lo que afirmaba San Pablo: "si lo que busco es tener contenta a la gente de este mundo, ya no seré verdadero seguidor de Cristo"; y lo que decía Jesucristo: "algunos no pueden llegar a la verdadera fe porque lo que buscan es obtener las alabanzas de los demás". Y lo anime con todas mis fuerzas a independizarse "del que dirán o qué Pensarán los demás" y a no darle tanta importancia a la incomprensión de su mujer.

La historia siguió su curso. La esposa no dejó de ser incomprensiva, Pero él sí dejó de auto compadecerse. Pero él sí dejó de auto compadecerse ella siguió criticándolo por todo, Pero él ya no volvió a sentir lástima por sí mismo. Pero él ya no volvió a sentir lástima por sí mismo se hizo en una habitación cerrada en su casa y cuando la mujer estallaba de impetuosa de ira y se dedicaba a gritarlo a insultarlo, Elsa encerrada en su búnker y se decía: "aprovechemos la adrenalina que me produce este disgusto para hacer que mi cerebro trabaje con más celeridad! Aprovechemos la adrenalina que me produce este disgusto para hacer que mi cerebro trabaje con más celeridad y poco a poco fue convenciéndose de la gran verdad que es aquella afirmación de la sagrada Biblia: "todo sucede para el bien de los que aman a Dios".

¿Y para qué seguir contando? Sus escritos volvieron a aparecer en los periódicos y cuando la esposa airada le gritaba que eso era una tontería que no merecía la publicación, él se decía para sí mismo él se decía para sí mismo: "Lo importante es que esto agrada a Dios. De él, y sólo de él espero me paga y mi recompensa". Ya son varios sus libros y varias las ediciones de cada uno y ahora son leídos hasta por su propia mujer. Su nombre no lo decimos aquí porque ha pedido por ahora lo callemos. Cuando dentro de bastantes años este amigo nuestro haya pasado a la eternidad, Quizá en este mismo libro de la depresión con una nota que diga: "el citado escritor se llamaba N.N.…" Y ojalá que en su tumba pudieran escribir: "aquí yace uno que iba rodando hacia el fracaso por dejarse dominar de la autocompasión, pero un día dejó de sentir se lastima a sí mismo y desde entonces empezó a volar muy alto hasta llegar a ser uno de los hombres más exitosos de este siglo".

Historia puede ser la de muchos que estén pasando por circunstancias parecidas de incomprensión y malos tratos. Con el poeta Campoamor podremos repetir: "no hay grito de dolor que no tenga al fin por eco una esperanza..."si en vez de auto compadecernos, luchamos con valor.

La joven del vestido blanco y el alma negra

Una joven esposa vino a consultarme. Una joven esposa vino a consultarme la dominaba una inaguantable depresión. Sólo llevaba 8 meses de casada, pero ya no sentía cariño por su marido, una tristeza Incontenible hacía de su propia vida algo más triste que una tumba. 

Repasando sus recuerdos encontramos la causa de su depresión. Desde niña había visto casos escandalosos de unas hermanastras suyas que fueron muy desvergonzadas en sus noviazgos y que dejaron muy mala impresión en el vecindario por su ligerezas y atrevimientos. Y entonces ella Desde los 13 años se propuso firmemente: "llegaré virgen al día de mi matrimonio. Cuando suba al altar llevaré un vestido blanco y un alma pura y blanca. Me haré respetar cueste lo que cueste".

Y cumplió seriamente sus propósitos. Se enamoró de un marino y su noviazgo transcurrió tranquila y santamente. Pero el hombre sabía convencer mucho las mujeres y la noche en que celebraron la ceremonia de las argollas y promesas de matrimonio, ella cometió el error de tomarse unos tragos y de quedarse sola con su novio. Y cómo le alcohol debilita totalmente el cerebro y la voluntad, aquella noche cometió un pecado contra la castidad.

Toda la vida había deseado llegar virgen y muy pura al día de su matrimonio y ahora por una debilidad se derrumba van todos sus ideales y propósitos. Qué miserable y manchada se sentía. Se sentía una pobre derrotada por Satanás.

Por esta razón la noche de su matrimonio sufría la profunda tristeza de que su vestido tan blanco no correspondía un alma tan inocente. Y este pensamiento no la abandonaba. En su interior le echaba la culpa al novio. Él la había hecho tomar trago. Él decía palabras demasiado melosas. ¡Él era el verdadero culpable! Y se creía una víctima de aquel aprovechado. Y estola Fue enfriando totalmente hacia su marido, y con estos sentimientos Vilma consultar su caso.

La causa de esta depresión era muy clara: la pobre mujer se estaba auto compadeciendo más de la cuenta. Quería echarle toda la culpa y la responsabilidad a aquel hombre. Y mientras viviera rumiando y recordando con rabia su momento de miseria y de debilidad y dándose Asimismo palizas mentales y guardando resentimiento por ese individuo, era inútil recetarle medicamentos para sus nervios, pues la depresión no se le iba a retirar ni a disminuir, si no se quitaba la causa que la producía.

El primer consejo para la deprimida mujer fue aquel de San Agustín: "mientras Me dediqué a recordar con amargura mis pecados, cada día me atormentaba más y más y sin provecho alguno. Pero cuando Me dediqué a pensar en las bondades de Dios y en los maravillosos hechos que de Dios narra la Biblia, recobré la paz de mi espíritu y empecé a dar pasos hacia la paz y la tranquilidad".

Lo primero que ella necesitaba era perdonar al otro. "Si no perdonáis a los demás los males que os han hecho, tampoco vuestro padre celestial os perdonará a Vosotros los males que habéis hecho", dijo Jesús. ¿Como pretender que Dios perdone nuestras maldades y debilidades si seguimos recordando con odio y resentimiento los males que otros nos han hecho?

El segundo paso tenía que ser: perdonarse a sí misma. El evangelio manda que debemos amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Por tanto, nos tenemos que amar mucho a nosotros mismos, Porque si a los otros hay que amarlos como uno se ama a sí mismo. Pero, ¿Cómo puede afirmar que se ama a sí mismo quién vive regañando a toda hora y echándose en cara sus antiguas faltas en cada momento? ¿Si a los otros hay que perdonar, si a los otros hay que perdonar porque no perdonarse uno así mismo? ¿O es que pretendemos ser tan perfectos que seamos impecables? ¿Y es que se nos ha olvidado que muchísimas de las faltas que cometemos las hacemos más por debilidad que por maldad? ¿Si Dios olvida nuestras faltas para no volverlas a recordar jamás, sí arrepentidos le pedimos perdón, porque no olvidarlas también nosotros y no seguirnos amargando la vida con unos feroces recuerdos que no ayudan a progresar sino a sentir más desdicha y mayor pesimismo y desaliento?

Y el tercer paso que no puede ser evitado jamás: pedirle perdón a Dios. Él ha repetido muchas veces en la sagrada Biblia que no desea la perdición del pecador, sino que se convierta y mejore su conducta y tenga una vida de felicidad y de paz. El salmo 102 nos recuerda: "como un padre siente compasión por sus débiles hijitos, así el señor Dios siente ternura y compasión por nosotros. Él sabe de qué estamos hechos y se acuerda de que somos barro. Él sabe de qué estamos hechos y se acuerda de que somos barro. Dios es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y bondad. No está siempre acusando ni echando en cara las faltas cometidas. No guarda rencor Perpetuo, no nos trata como merecen nuestras culpas ni nos castiga como lo pide nuestros pecados. Así como está inmensamente lejos el extremo occidente del extremo Oriente, así Dios aleja de nosotros las faltas que hemos cometido".

¿Quién no se animará a pedirle perdón a Dios tan extraordinariamente amable e inclinado a perdonar y a olvidar, Y qué ha prometido no rechazar jamás un corazón arrepentido y humillado Y qué ha prometido no rechazar jamás un corazón arrepentido y humillado?

Estas fueron las consideraciones que le hicimos a la esposa entristecida y desamorada que había venido a consultarnos. Y como en los cuentos de hadas con un final feliz, aquella mujer se Perdona a sí misma, perdonó a su marido, se confesó y pidió perdón a Dios, y ahora cuando acompañada de su esposo y de sus simpáticos hijitos la vemos salir a pasear alegre, amorosa y sonriente por el parque cercano a su casa y nos vemos en su comportamiento sino amor y gozo, nos dan ganas de gritar a los transeúntes nos dan ganas de gritar a los transeúntes: "vengan a ver un milagro conseguido con base en alejar de la propia vida la autocompasión y de dedicarse a perdonarse uno a sí mismo y a perdonar a los demás, a pedir perdón a Dios, el lugar de andar auto compadeciéndose o echando a otros la culpa de lo que no sucede". Mientras más lejos echamos la autocompasión, más nos llenaremos de alegría y paz y menos cabida tendrá en nuestra vida la horrible depresión.

¿Será necesario que cambien la situación y las circunstancias?

Hay un librito muy famoso, publicado 20 años del descubrimiento de América y que después de la sagrada Biblia ha sido el libro religioso más editado del mundo. En 1991 la editorial Salvat publicó el dato de que de él se han hecho más de 3000 ediciones el bello libro se titula: "la imitación de Cristo "y su lectura a obrado admirables cambios en millones de personas. Y su lectura a obrado admirables cambios en millones de personas. Pues bien, el autor de la "imitación de Cristo "dejó escrita esta frase que contiene una gran verdad: "vayas donde vayas, y fueres donde fueres, Si tú no cambias y no mejoras de modo de pensar y de ser, en todas partes seguirás con tus mismos sufrimientos porque las principales causas de ellos no están en las otras personas o en las circunstancias que te rodean, sino en ti mismo, en tu modo de ser y de pensar".

Es lo que la gente dice en su adagio popular: "la fiebre no está en las cobijas".

jueves, 3 de agosto de 2017

¿Porque Debemos Guardar El Rosario Bajo La Almohada?

Guarda un Rosario, aunque sea de los pequeños, debajo de la almohada.

Desde que tomé esa costumbre, se me solucionan los problemas más fácilmente, y es un buen método para los que tienen insomnio, verán que amanecen con el Rosario en las manos y han tenido un buen descanso!
Las acciones con sentido cobran más fuerza cuando se sabe su origen.

Una hermosa historia ....
¿A que tampoco conoces la historia del Santo Rosario?
Yo siempre me preguntaba ¿A quién se le habrá ocurrido repetir las Aves Marías tantas veces? ¿Que sentido tiene?, etc.

Ahora se comprende y cada vez que lo recen, cada Ave María es una preciosa rosa para la Virgen. Estoy seguro de que todos conocemos esta bella oración que es el Santo Rosario.
Una leyenda cuenta que un Hermano Lego (que no era sacerdote) de la Orden de los Dominicos, no sabía leer ni escribir, por lo que no podía leer los Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época.

Entonces, cuando terminaba sus labores por la noche (él era el portero, el barrendero, el hortelano, etc...) se iba a la capilla del convento y se hincaba frente a la imagen de la Virgen María, y recitaba 150 avemarías (el número de los salmos), luego se retiraba a su celda a dormir.
Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus hermanos y se dirigía a la capilla para repetir su costumbre de saludar a la Virgen.

El Hermano Superior notaba que todos los días, cuando él llegaba a la capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes, había un exquisito olor a rosas recién cortadas y le dio curiosidad,por lo que preguntó a todos quién se encargaba de adornar el altar de la Virgen tan bellamente, a lo que la respuesta fue que ninguno lo hacía, y los rosales del jardín no se notaban faltos de sus flores.

El Hermano lego enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas, y dedujeron que era el Hermano quien ponía las rosas. ¿Pero cómo?
Nadie le había visto jamás salir del convento, ni tampoco sabían que comprara las bellas rosas.

Una mañana les extrañó que el se había levantado, pero no lo hallaban por ninguna parte.

Al fin, se reunieron en la capilla, y cada monje que entraba se asombraba, pues el hermano lego estaba arrodillado frente a la imagen de la Virgen, recitando extasiado sus avemarías, y a cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros.

Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.

Con el correr de los años, Santo Domingo de Guzmán, (se dice que por revelación de la Santísima Virgen); dividió las 150 avemarías en tres grupos de 50, y los asoció a la meditación de la Biblia: Los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, a los cuales el Beato Papa Juan Pablo II le añadió los Misterios Luminosos.

CARGUEN SU ROSARIO TODOS LOS DIAS
- Cuando portas tu Rosario, es un dolor de cabeza para Satanás
- Cuando usas tu Rosario, Satanás colapsa
- Cuando él te ve rezando el Rosario, se desvanece.
- Vamos a Rezar el Rosario cada vez, de manera de mantenerlo desvanecido.

miércoles, 2 de agosto de 2017

FRASES #48

Las cosas no valen por el tiempo que duran... Si no por la huella que dejan

No hay nostalgia peor, que añorar lo que jamás sucedió

A una mujer no la hace perfecta su cuerpo, la hace perfecta sus sentimientos

El idiota promete, el caballero sorprende

Muchas veces debemos hacer callar la mente y dejar hablar al alma

Hay personas que te hieren con sus palabras, otras con sus actos y otras más por no hacer nada

El hecho de que una persona sonríe todo el tiempo, no significa que su vida es perfecta

Estas como para hacerte café por la mañanas, caricias por la tarde y el amor por las noches

Si quieres ser feliz; no escuches todo lo que te dicen, no creas todo lo que ves, y no digas todo lo que sabes

Nunca hagas llorar a una mujer, al menos que estés de rodillas y con un anillo en la mano

Las verdaderas promesas son aquellas que se hacen con el corazón y se cumplen en silencio.

Nuestra única y verdadera elección es sumergirnos en el misterio de la fuerza incontrolable del Amor

Usa el miedo como motor, y no como freno

La vida te da muchas oportunidades, pero yo no me llamo vida

Tu “lengua” te condena. Lo que digas, lo decretas y caerá sobre ti. 

Por eso decreta éxito y evita hablar mal de alguien

No es sano usar el propio malestar de un pasado para poder tener un bienestar en el presente

Ya lo que desea cada hombre es lo que cree

Cuando el poder del amor supere el amor al poder, el mundo conocerá la paz

Todo lo que sucede una vez puede que no suceda nunca más .pero todo lo sucede dos veces, sucederá ciertamente una tercera

Nunca conseguirás lo que deseas si estás ocupado quejándote de lo que ya tienes


La fuerza no proviene de la capacidad física sino de una voluntad indomable.

Con el tiempo todo se descubre; las mentiras mas ocultas, las razones más ciertas y los amigos más falsos

Nacimos para ser felices, no para ser perfectos.

Cuando voy manejando por el DF, a veces me pregunto si estoy manejando en la luna o en el DF, porque no hay huecos sino cráteres

Relaciones de novios que no quieres terminar, pero que tampoco no sabes cómo seguirlas...

Cuando Desapegarnos

Siento que el desapego puede volverse una respuesta habitual, de la misma manera que obsesionarse, preocuparse y ser controladores se han vuelto respuestas habituales en la práctica. 

Podremos no hacerlo perfectamente. Sin embargo, y al ritmo que sea, podemos practicar el desapego en nuestras vidas, y creo que eso es bueno para nosotros. 

Espero que puedan ser capaces de desapegarse con amor de la persona o de las personas de quienes se están desapegando. 

Creo que es mejor hacerlo todo con una actitud de amor. Sin embargo, por una multitud de razones, no siempre podemos hacerlo así. Si no puedes desapegarte con amor, en mi opinión es preferible desapegarse con enojo que permanecer apegados. Si nos desapegamos, estamos en una mejor posición para trabajar sobre (o a través) de nuestras resentidas emociones. 

Si estamos apegados, probablemente no hagamos nada más que estar siempre irritados.

¿Cuándo debemos desapegarnos? 

Cuando no podamos dejar de pensar, de hablar acerca de o de preocuparnos por alguien o por algo; cuando nuestras emociones estén en constante ebullición; cuando sintamos que tenemos que hacer algo acerca de alguien porque ya no podemos soportar la situación ni un minuto más; cuando estamos colgando de un hilo y sentimos que tal hebra está a punto de romperse; y cuando creemos que ya no podemos seguir viviendo con el problema con el que hemos estado tratando de vivir.

¡Es tiempo de desapegarnos! 

Aprenderán a reconocer cuándo es aconsejable desapegarse. 

Una buena regla a seguir es esta: cuando más necesitas desapegarte es cuando esto parece ser lo más lejano o lo menos posible de hacer.


Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente

martes, 1 de agosto de 2017

Los Sentimientos

Los sentimientos no son el fin ni el principio del vivir. Lo sentimientos no deben dictar o controlar nuestro comportamiento, pero tampoco podemos ignorar nuestros sentimientos. No pueden ser ignorados. 
Nuestros sentimientos son muy importantes. Cuentan. Importan. Nuestra parte emocional es especial.

Si hacemos que los sentimientos se vayan, si los alejamos, nos perdemos de una parte importante de nosotros mismos y de nuestras vidas. Los sentimientos son nuestra fuente de alegría, y también de tristeza, de miedo y de ira. 

La parte emocional de nosotros es la parte que ríe y la que llora. La parte emocional de nosotros es el centro para dar y recibir la cálida llama del amor. Esa parte de nosotros nos permite sentirnos más cerca de la gente. Esa parte de nosotros nos permite disfrutar del tacto y de otros sentimientos sensuales.

Nuestros sentimientos también son indicadores. Cuando nos sentimos felices, cómodos, cálidos y contentos, por lo general sabemos que todo está bien en nuestro mundo, en el momento presente. Cuando nos sentimos disgustados, con enojo, miedo o tristeza, nuestros sentimientos nos dicen que hay un problema. Puede estar en nuestro interior —algo que estamos haciendo o pensando— o puede ser externo. Pero algo está mal.

Los sentimientos también pueden ser motivadores positivos. La ira puede ayudarnos a resolver un molesto problema. El miedo nos empuja a correr fuera del peligro. Las heridas que se repiten y el dolor emocional nos dicen que nos mantengamos alejados. Nuestros sentimientos también nos pueden dar claves para conocernos a nosotros mismos: nuestros deseos, necesidades y ambiciones.

Nos ayudan a descubrirnos ya conocer lo que realmente estamos pensando. Nuestras emociones también golpean esa parte de nosotros que busca y sabe la verdad y desea la auto preservación, el auto mejoramiento, la seguridad y la bondad. Nuestras emociones están conectadas a nuestro proceso de pensamiento consciente, cognoscitivo ya ese don misterioso llamado instinto o intuición.


Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente

lunes, 31 de julio de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. VIII - La Autocompasión Y La Depresión (Parte 2)

EL CASO DE UNA MUJER SÚPER FLACA

Una mañana llegó una mujer a consultar al psicólogo. Jamás habíamos visto una mujer tan flaca y decaída. Más que un cuerpo humano parecía una radiografía. La gente decía que parecía un frasco de leche con cejas. Tan pálida estaba. En 6 meses había perdido 17 kilos. Sólo pesaba 40 kilos cuando debía pesar 60. Su Historia era muy triste, al oírla narrar sentía como verdaderas ganas de echarse a llorar. Esposo era un aviador de Estados Unidos hizo Dios no había derribado hacia 6 meses los comunistas de Vietnam del Norte, sanguinarios y feroces. Ninguna otra noticia se había vuelto a saber de él. ¿Estaba vivo? ¿Estaba muerto? Ella no le agrada apartar ningún día ni a ninguna hora esas dos preguntas de su mente: ¿está vivo? ¿Lo mataron? Sus hijos se colgaban de sus faldas y mirándola a los ojos le preguntaban día a día: "mamá, patitas para vivo?"

El psicólogo sintió un enorme deseo de darle su sentido pésame a esa Pobre mujer y decirle que la acompañaba en su inmenso dolor, Pero él sabía muy bien que las personas deprimidas ya se han tenido demasiadas lástimas Así mismo y que por eso mismo es que se les ha pegado la depresión, y en vez de ayudarla auto compadecerse más y más, lo que hay que hacer es ayudar a comprender que esa auto conmiseración que están sintiendo les está haciendo muchísimo mayor mal que bien.
Por eso el veterano psicólogo le preguntó: -"¿Ama usted, verdaderamente a su esposo? -"Ah, respondió ella-, mis hijos son, después de Dios, los más grandes amores de mi vida". -Bueno-, -siguió diciendo él-: "¿Y para su esposo y para sus hijos que es más conveniente, usted esté en paz y tranquila, o llena de angustias y muriéndose de nervios?". -Ah, doctor, -exclamó ella paseándose nerviosamente-es que me angustia me ha hecho perder todo control sobre mis pensamientos". "Bueno, bueno, siguió preguntando el psicólogo: ¿Usted que cree más seguro, que su esposo está vivo o está muerto? ¿Qué está haciendo bien tratado o que está siendo torturado?". "Pues..., Yo me inclino más a creer que él está vivo y que está haciendo bien tratado".

Y el consejo que recibió fue este: "en vez de dedicarse a auto compadecerse dediqué sea darle gracias a Dios porque lo más probable es que su esposo está vivo y está siendo bien tratado. El lugar de seguirse enflaqueciendo base de angustias, recupere su buen físico de base de pensamientos tranquilizadores, para que cuando él vuelva no encuentra a su esposa convertida en un carraman y un esqueleto, si no conservada, rebosante de lozanía y juventud. En caso de que su esposo estuviera muerto nada ganaría el conquistar Se pasará la vida lamentándose. ¿Y para qué llorar como muerto al que probablemente está vivo?"

Las circunstancias externas de aquella mujer no cambiaron. En meses no le llegaron noticias de su marido, pero se dedicó a orar por él y a dar gracias al Señor por todo lo que lo estaba cuidando Quiero recuperar su salud perdida, y a su hogar volvió la alegría y cuando los norvietnamitas le devolvieron a su marido la encontró Sana y contenta. Porque había desterrado lejos la autocompasión.

LA FÓRMULA DE LA DEPRESIÓN

Después de estudiar por más de 40 años a centenares iniciales de personas deprimidas hemos logrado sintetizar así la fórmula de la depresión = insulto, injuria o rechazo o desprecio, + ira + auto conmiseración = depresión.

Otros han hecho esta fórmula:

Suceso no deseado + resentimiento + auto conmiseración = depresión.

Esta segunda fórmula se cumple, por ejemplo, cuando una mujer siente que se está esperando un hijo y no deseaba tenerlo, o cuando a alguien se le muere un ser muy querido. Al suceso no deseado le sigue el resentimiento y la autocompasión y entre los tres fabrican la depresión. Al suceso no deseado le sigue el resentimiento y la autocompasión y entre los tres fabrican la depresión

La azafata melancólica
Un día Viajando en un avión al ver que la azafata, Aunque era muy hermosa, demostraba cierta tristeza en el rostro, me atreví a preguntarle: "tiene usted algún problema que le hace sufrir? Es que la veo como algo entristecida". -y ella me respondió: -"es que esta línea aérea es muy despreocupada y muy desconsiderada. Le ponen a uno un montón de oficio y no le ofrecen las debidas comodidades ni saben agradecerle lo que uno hace". Entonces, aunque con un poco de temor de aparecer sermoneador, me atreví a decirle: "si vives sintiendo se lastima hacia usted misma, se va a volver vieja antes de tiempo. Le puedo asegurar que nuestro país hay miles de jóvenes de ciudad que desearían con toda su alma poder hacer las labores que usted tiene que hacer. Yo le aconsejo que cada día piense en los aspectos positivos que tiene su oficio y no tanto en lo negativo y cansón. Y cuando tenga algo que sufrir No sé auto compadezcas sino más bien aprovecha para decirle al buen Dios que usted acepta lo que él permite que le suceda y que lo bendice una y mil veces por su trabajo, por sus sufrimientos y también por los éxitos que le tiene reservados para el futuro".

Cuando después de unos 3 meses volví a emplear aquella compañía aérea para viajar, a mitad de viaje Se me acercó la azafata, ahora con ojos brillantes de optimismo, y mientras me ofrecía la bandeja con sándwich y gaseosa, me dijo al oído: "siga diciendo a otros lo que me recomendó a mí el otro día. Mirar Lo bueno que hay en la vida y no lo malo y triste. Porque de sentirse uno lastima a sí mismo no se consigue sino aumentarse las penas y acabar con la salud". 

¿A qué clase de personas ataca la autocompasión?


La auto conmiseración no deja ninguna clase de persona sin atacarlas. He conocido intelectuales con brillantes doctorados y una inteligencia fuera de lo común, sonidos en la depresión por haber excedido a la desastrosa tentación de auto compadecerse. Y también gente sencilla y de poca instrucción ha llegado hasta los abismos más profundos y obscuros de la depresión porque cuando llegó el deseo de auto compadecerse, en vez de alejar tan espantosa costumbre se dejaron vencer por ella.

domingo, 30 de julio de 2017

Confiemos en Dios

Una pareja de casados, amigos míos, decidieron hacer algunos cambios en su modo de vida. Siempre habían vivido en la ciudad y ahora decidieron que querían vivir en el campo, en un lago. 
 
Encontraron una casa pequeña al borde del lago. No era la casa de sus sueños, pero cuando vendieran su casa en la ciudad, podrían reformarla. Habían ahorrado algo de dinero, de modo que se mudaron a la casa del lago antes de vender su casa en la ciudad. 
 
Pasó un año y la casa en la ciudad no se vendió. Mis amigos atravesaron por muchos cambios durante ese tiempo. Tuvieron momentos de paciencia y de impaciencia. Algunos días confiaban en Dios; otros, no podían descubrir por qué Dios los estaba haciendo esperar tanto, por qué Dios nos los dejaba adelantar con su plan. Las puertas sencillamente no se abrían de par en par. 
 
Un día, un vecino vino a visitar a mis amigos. Su casa en el lago era la casa de los sueños de mis amigos, todo lo que ellos querían, y más. La primera vez que mis amigos vieron esa casa, la admiraron, deseando tener una igualita, pero luego se olvidaron de esa idea. 
 
Nunca la creyeron posible. 
 
La razón por la cual el vecino vino a visitar a mis amigos era porque él y su esposa habían decidido mudarse. Les ofreció a mis amigos la primera opción para la compra de su casa. 

Mis amigos aceptaron su oferta y firmaron un contrato de compraventa. En los dos meses siguientes vendieron su casa en la ciudad y su pequeña casa del lago. Poco después, compraron la casa de sus sueños. 
 
A veces experimentamos épocas de frustración en nuestra vida. 
 
Creemos que estamos sobre la pista, confiando en Dios y en nosotros mismos, y sin embargo, las cosas no funcionan. Tenemos arranques y paradas en falso. La puerta rehúsa abrirse de par en par. 
 
Podremos pensar que Dios nos ha abandonado o no le importamos. Quizá no comprendamos a dónde vamos, o cuál es nuestro rumbo. 
 
Y luego, un día vemos: la razón por la que no obteníamos lo que queríamos es porque Dios había planeado algo mucho mejor para nosotros. 

Hoy practicaré la paciencia. Le pediré a mi Poder Superior que me mande lo mejor y confiaré en que así será.