Lo que
influye la autoimagen en la depresión
La
inmensa mayoría de las personas que llegan a consultar al psicólogo acerca de
sus problemas de depresión, tienen problemas con su autoimagen y con Auto
aprobación. En alguna época de nuestra vida, todos sin excepción, tenemos que
luchar contra el auto rechazo. La mayoría de los individuos logran superar esas
crisis, pero nadie se ve libre de ellas.
Cada
persona piensa en sí misma antes del desayuno, después del desayuno, y así
sucesivamente hasta las diez y más de la noche al acostarse. Le interesa más
una jaqueca que está sufriendo que mil terremotos que sucedan en la Conchinchina.
A los demás les interesa más su autoimagen que la muerte de usted o la mía. Y
si hay alguien que se goza en la satisfacción feroz de andar pensando que nada
vale Y que para nada sirve, esa equivocada autoimagen le puede destrozar a base
de depresión.
La
psicología de la autoimagen dice que cada uno es gobernado y dirigido hacia el
fracaso o hacia el éxito según la autoimagen que se haya formado, Según sea la
figura mental que uno tiene de sí mismo.
La
sabiduría popular producto esta frase sapientísima desde hace siglos:
"Somos Lo Que creemos ser", y esta otra la cual más sabía: "lo
que los demás piensen de mí no es nunca tan importante como lo que yo opino de
mí mismo". El famoso Kempis escribió un libro que tiene ya más de 3000
ediciones y se llama: "imitación de Cristo" y allí dejó escrita esta
frase memorable: "no eres más porque te alaben ni eres menos porque te
critiquen. Eres lo que eres ante tu Dios Y ante tu conciencia. Lo demás será
siempre mera apariencia".
El Dr.
Gordon célebre psiquiatra escribió: "el no aceptar ser lo que uno mismo
es, se ha convertido en la causa de infinidad de neurosis. No conozco personas
tan infelices como las que no aceptan tener que ser lo que son. Hay cosas y
situaciones y modos de ser que se pueden cambiar y mejorar, y hacemos muy bien
en luchar por superarlas y mejorarlas. Pero hay otras que ya no podemos cambiar
ni quitar de nuestra vida, Y quién se encapricha no aceptar las calle
remediablemente en la depresión".
Todo el
mundo tiene una imagen de sí mismo, bueno o malo. Pero sea cual fuere la imagen
que tenemos de nosotros mismos, es el margen afectará para bien o para mal
nuestro comportamiento, nuestras actitudes, nuestra productividad y En
definitiva ella será sumamente responsable de nuestros éxitos y de nuestra
felicidad o infelicidad.
Si necesariamente
voy a tener siempre delante de mí una autoimagen que quiera mi vida hacia el
éxito o hacia el fracaso, hacia la alegría o hacia la tristeza, pues lo mejor
será formarme una autoimagen placentera, y no una "máscara de horror"
que me atormenta y me desanime.
Usted y
yo tenemos cualidades únicas. Somos irrepetibles. Cuando Dios nos creó,
"rompió el molde". Había 300,00 millones posibles de ser, y uno de
esos modos fuimos cada uno de nosotros. Nadie más repetir a nuestro modo exacto
de ser. ¿Porque entonces no vivir alegre por este nuestro amor único de ser, en
vez de andar lamentando nación haber sido hechos de otro modo distinto?
Cuidado: no caigamos en una orgía de lamentaciones. Jesucristo lo criticaban
sin cesar y le llegaron a llamar hasta "endemoniado". Pero él se
alegraba pensando que su valor dependía de lo que era ante Dios Y ante su
conciencia, himno de las apariencias que los demás juzgaron tan injustamente. Y
jamás se dejó vencer por el pesimismo o la depresión. Su autoimagen era justa y
no pesimista.
Los
pensamientos producen sentimientos, los sentimientos que van a ejecutar
acciones. Si el pensamiento que tenemos acerca de nuestra autoimagen es
positivo, los sentimientos que nos llegarán serán también positivos, y ellos
nos llevarán a ejecutar acciones verdaderamente valiosas. Pero si los
pensamientos acerca de nuestra autoimagen son negativos y pesimistas, también
nuestros sentimientos eran negativos y nuestras obras van a resultar muy
enclenques y defectuosas.
El que
tiene una imagen de confianza en sí mismo, rendir al máximo de su capacidad,
pero el que tiene una imagen insegura y Falta de confianza en sí mismo, Rendirá
muchísimo menos. De ahí se explica él Porque muchos con menos cualidades y
capacidades obtienen mayores triunfos que otros llenos de cualidades y de
grandes capacidades para triunfar, Pero pesimistas y sin imagen confiada de sí
mismos. Es que los primeros tenían una autoimagen positiva y los otros no. Y
para triunfar sirve mucho el creer que si podemos triunfar.
La autoimagen
no se forma de una sola experiencia o a causa de unos pocos acontecimientos.
Ella es fruto de muchos datos amontonados en la mente al cabo de años y años.
Si la persona es inclinada recordar solamente sus fracasos y sus Horas Negras,
y sus defectos y humillaciones, se irá formando una autoimagen desastrosa, un
verdadero retrato macabro que le llevará infaliblemente la depresión.
A
Roosevelt, el semi paralítico que llegó a ser presidente de la nación más rica
de la Tierra, el eslogan que lo llevó a no deprimirse y a llegar a grandes
triunfos fue el siguiente: "me formaría una imagen triunfante de mí mismo.
Una imagen alegre y no triste. Una imagen simpática y no antipática. Me creeré
triunfador y así llegaré a ser en verdad triunfador". Y en verdad que lo
llegó a ser. Pero lo animaba su autoimagen totalmente positiva y animadora.