sábado, 13 de enero de 2018

La Voz Del Grupo

" Si algún día quieres dejarme, no te atraso ni me opongo..... vete, pero nunca olvides  que:

Aquí purificaste tu espíritu, encontrando Paz en tu angustia

Aquí diáfanizaste tu alma, encontrando un PODER SUPERIOR.

Aquí esclareciste tu mente, perturbada por pasiones.

Aquí fue donde encontraste la luz que alumbró tu tenebrosa oscuridad de tu pérdida vida.

Y aquí, en fin, fue donde hallaste el principio del camino que te conducirá a la eterna felicidad.

Si quieres partir, vete...  Vete, pero antes de hacerlo, analiza las razones por que te vas:

Te vas por Resentimiento?

Te vas por Soberbia?

Te vas por Falta de Tolerancia?

Te vas por Falta de Honradez contigo mismo?

Te vas por Falta de Fe en un Poder Superior.?

Te vas por no haber sabido encontrarte a ti mismo. ?

Te vas por que no quieres servirnos.?

Te vas por Miedo?  o es que te vas por falta de amor a este rinconcito donde diste los primeros
pasos de tu sublime y bendita sobriedad.?

Si es por alguno de estos motivos que te vas, ya sabes hacia donde te diriges, hacia la primera
copa, que destruirá con más fuerzas tu vida y la de los tuyos.

Si algún día decides regresar, convencido de que en A.A. encontraras ayuda, el grupo te espera
con los brazos abiertos, sin recriminarte para compartir contigo LA ALEGRIA DE VIVIR "

                         *DATE LA OPORTUNIDAD A TI Y A LOS TUYOS*


Articulo tomado de la Revista El Mensaje N° 86 Septiembre 1997, escrito por Javier
Grupo Querer es poder. Trujillo-Perú.

viernes, 12 de enero de 2018

Como Alejar la Depresión: APÉNDICE I

APÉNDICE I
DISTINCIONES ENTRE UN BUEN CARÁCTER Y UN MAL CARÁCTER

1. El buen carácter calla cuando debe callar, (Y eso no es ser débil). Calla y espera, cuando una imprudencia podrá echarlo Todo a perder. El contemporizador llega a ser dueño del mundo. No gastes tus energías luchando contra La tempestad sin necesidad, sino que aguarda un poco a que haya calma.

El mal carácter dice abiertamente todo lo que le disgusta: expone con aspereza sus opiniones y hace enojos a la vida a los demás. Se olvida de que la prudencia debe regir la vida de los demás y qué "el que dice todo lo que quiere, oír a también lo que no quiere".

2. El mal carácter es desabrido. Molesto para oírle contestar. Corta las sanas distracciones. Inexorable en la crítica. Destaca las menores faltas con Reproches amargos. Se irrita a la menor contrariedad. Tiene una ironía mordaz. "Cada palabra suya es como una puñalada" (disfraces de la sagrada Biblia, en el libro de los proverbios). Desconoce el placer de dar la razón al contrario y ser complaciente. Es brusco, rencoroso, susceptible. Su mal viene de adentro y produce una doble desdicha; para él y para los demás. Y se va quedando solo y abandonado. Una general oposición es la sanción A un mal carácter.

El buen carácter es alegre: suelta una serie de observaciones placenteras, Aunque la situación actual no sea la más agradable. Gusta del humor, del chiste oportuno. Sabe que lo que no se puede cambiar es mejor aceptarlo y seguir viviendo de la manera más feliz. No se dedica a pensar y pensar en un problema o disgusto que han llegado. Trata de solucionarlos, pero sin amargarse la vida por ello. Mantiene su pensamiento y su actitud lo más tranquilos y joviales posibles.

De la persona de buen carácter nunca se podrá decir lo que de su conyugue dicen algunas personas: "nunca jamás pronuncia una frase alegre".

Cuando una persona conoce que no es necesaria, ni importante, ni deseable, pierde la alegría de vivir. Por eso Quién posee su carácter llena su conversación de expresiones que demuestren a los que viven con él, que si se les aprecia y se les considera importantes.

3. El mal carácter es pesimista. Reduce de tal manera su personalidad que la conduce a la mayor esterilidad. El apostolado y la influencia de muchas personas se quedaron en la mediocridad a causa de la imagen tremendamente pequeña que se hicieron acerca de su propio yo.

Por su pesimismo, el mal carácter carece de ideales y no tiene poderosos sentimientos o deseos de triunfo. El pesimismo los priva de los estímulos que los podrían impulsar al efectuar grandes acciones y los vuelve perezosos, tímidos, agotan la vida en soñar y no se atreven a realizar lo que desean, por temor a los demás.

El buen carácter es optimista. Sabe que no está luchando solo. Sabes que todo el poder y la inmensa bondad de Dios le acompañan todos los días de su vida. Dice como San Pablo: "no luchó al azar como dando puñetazos al viento. Tengo una meta donde me espera el gran premio que Dios tiene destinado a todos los que se esfuerzan. Aunque las dificultades se me presenten tan numerosas y fuertes como un ejército en orden de batalla, nada temo, porque Dios está conmigo y ha prometido no faltar nunca al llamado de los que lo invocan con fe".

Mejor carácter: mejor vida. Para conquistar las personas hay que conquistar ante todo su corazón. Las cosas se solucionan o se complican según el bueno mal carácter de quién las dirige.

Por eso para una vida más feliz Es necesario tener un buen carácter. Para más éxitos: mejorar el carácter.

El físico nadie lo va a cambiar. Sí Nacimos eucaliptos nadie nos va a convertir en Sauces. Pero el espíritu si se logra cambiar. En el carácter se puede obrar el milagro que se efectúen los Llanos del Tolima y en los desiertos de Israel: con un regalito bien llevado Se volvieron fuentes de riqueza lo que antes eran valles de tristeza. El carácter con un poco de esfuerzo, nos puede producir inmensas ganancias de simpatía y triunfos en nuestra vida social.


Hagamos el ensayo. Ni siquiera imaginamos lo que ganaremos mejorando el carácter que tenemos.

jueves, 11 de enero de 2018

El Tapetito Rojo

La mujer de muy pocos recursos económicos, vivía en una humilde casa con su nieta, que estaba muy enferma.

La niña empeoraba cada día, después de haber agotado todos los remedios de la abuela; con mucho dolor en el corazón decidió dejar sola a su nieta para ir a pie hasta la ciudad, en busca de ayuda.
En el único hospital público de la región, le dijeron que los médicos no podían trasladarse hasta su casa, que ella tenía que traer a la niña para ser examinada.

Desesperada por saber que su nieta no conseguiría siquiera levantarse de la cama se retiró y, al pasar por una iglesia decidió entrar.
Algunas señoras estaban arrodilladas haciendo sus oraciones. Ella también se arrodilló.
Escuchó las oraciones de aquellas mujeres y cuando tuvo oportunidad, también alzó su voz y dijo:
- Hola Dios, soy yo María. Fíjese Señor, que mi nieta está muy enferma. Yo quisiera que usted fuese para allá a curarla. Por favor, Dios, anote la dirección.
Las señoras se sorprendieron con esa oración y continuaron escuchando.
- Es muy fácil, solamente es seguir el camino de las piedras y cuando pase el río con un puente usted entra en la segunda calle de terrecería. Pasa la tiendita. Mi casa es el último jacal de esa callecita.
Las otras señoras, que estaban pendientes de la oración se esforzaban para no reír. Ella continuó:
- Mire Dios, la puerta está cerrada, pero la llave está abajo del tapetito rojo de la entrada. Por favor Señor, cure a mi nietecita. Gracias.
Y cuando todas pensaron que ya había acabado ella agregó:
- Ah! Señor, por favor, no se olvide de colocar la llave de nuevo abajo del tapetito rojo, si no, yo no voy a poder entrar a la casa. Muchas, muchas gracias!
Después que Doña María se fue, las demás señoras soltaron la carcajada y se quedaron murmurando, lo deplorable que es ver que las personas no saben ni orar.
Cuando Doña María llegó a su casa no se pudo contener de tanta alegría al ver a la niña sentada en el piso jugando con sus muñecas.
- ¿Ya estas de pie?
Y la niña, mirándola cariñosamente le contestó:
- Un médico estuvo aquí abuelita. Me dio un beso en la frente y dijo que iba a mejorar. ¡Él, era tan hermoso abue! Su ropa era tan blanca que parecía hasta que brillaba.
¡Ah! Y Él te mandó decir, que si fue fácil encontrar nuestra casa y que iba a dejar la llave debajo del tapetito rojo como tu se lo pediste.

Dios no quiere palabras bonitas. Él quiere palabras sinceras.

Puedes compartir esta reflexión si quieres, gracias 

miércoles, 10 de enero de 2018

La Madurez Emocional

La persona madura ha desarrollado ciertas actividades en relación con ella misma y con su medio ambiente. Que le permite elevarse sobre las "niñerías" de pensamiento y conducta.

He aquí algunas características de la persona que ha alcanzado la madurez emocional

1.- acepta las críticas con agradecimiento, Pues sinceramente se alegra de que le den esas oportunidades de mejorarse.

2.- no se complace a sí mismo. Ha comenzado a sentir como las leyes de compensación trabajan en todos los aspectos de la vida.

3.- No espera recibir consideraciones especiales de ninguna persona

4.- controla su mal genio

5.- se enfrenta a las emergencias con serenidad

6.- no siente lastimada su vanidad fácilmente

7.- acepta la responsabilidad de sus propios actos sin presentar excusas

8.- ha dejado atrás la etapa de "todo o nada". Reconoce que ninguna persona o situación es ni "completamente Buena" ni "completamente mala"

9.- no se impacienta con los retrasos razonables. Aprendido que él no es el árbitro del universo y que con frecuencia debe acomodarse a la conciencia de otras personas y sus particularidades.

10.- saber perder. Puede aceptar la derrota y La decepción sin lamentaciones ni quejas.

11.- no se preocupa exageradamente por aquellas cosas que no pueden remediarse.

12.- No se acostumbra aparentar lo que no es, ni es jactancioso

13.- se alegro sinceramente del éxito y buena fortuna que gozan otras personas. Ha superado la etapa de la envidia y los celos

14.- tiene una actitud mental receptiva y amplia que le permite escuchar con respeto e interés las opiniones de otras personas

15.- no está continuamente buscando errores y defectos en los demás

16.- planeo las cosas importantes por adelantado en vez de confiar las a la "inspiración del momento"

(Hojas Sueltas -AA-)

martes, 9 de enero de 2018

Testamento De Un Alcohólico

Dejo:
A la sociedad un carácter detestable, 

un ejemplo funesto y una memoria odiosa...

Dejo:
A los autores de mis días un dolor 

que no sé cómo podrán soportar en su vejez...

Dejo:
A mis hermanos toda la vergüenza y el 

sentimiento que les causa con mi manera de vivir...

Dejo:
a mi esposa un corazón quebrantado 

y una vida te dolorosa miseria...

Dejo: 
A cada uno de mis hijos pobreza, 

ignorancia, embrutecimiento y El Triste 
recuerdo de que su padre, murió víctima 
de la embriaguez...


(Autor Anónimo)

lunes, 8 de enero de 2018

Como Alejar la Depresión: Cap. XVII - Como Ayudar A Un Amigo Que Sufre Depresión

CÓMO AYUDAR A UN AMIGO QUE SUFRE DEPRESIÓN

El que sufre depresión necesita ayuda. A veces se encierra en un triste silencio, se ensimisma, se aísla y parece que necesita estar solo. No lo creamos así. En este tiempo es cuando más necesita la compañía de gentes amigas y bien comprensivas. Aunque parezca que rechaza nuestra presencia, sin embargo, la están necesitando.

Desdichadamente los familiares muchas veces reaccionan negativamente ante el deprimido, Y ante su comportamiento desagradable en vez de tratar de comprenderlo y animarlo, lo que hacen es tratarlo con palabras duras y de desaprobación y hasta lo dejan solo. Y Al deprimido le puede hacer mucho daño la soledad.

No debemos esperar que Quién sufre de presión Busca la compañía de otras personas. Este mal lleva a aislarse. Pero es Entonces cuando nuestra caridad nos debe llevar a hacerle compañía. San Pablo en la Biblia dice: "la Caridad es servicial, todo lo excusa, todo lo soporta". Si en verdad amamos a una persona trataremos de estar a su lado para ayudarle, no sólo en los momentos en que está alegre y todos le resulta bien, sino sobre todo en las ocasiones en las que por haberle resultado algo de la manera contraria a lo que esperaba, se entristece y se deprime. El espíritu santo nos iluminará varios medios de ayudar a la persona deprimida, pero aquí aconsejamos algunos que han demostrado ser bastantes útiles: 

1. Hacernos presentes
Es lo mejor que podemos hacer por un deprimido: estar a su lado ahora que es cuando más nos necesita. No importa que demuestre que no le agrada nuestra presencia. Ella le es necesaria ahora que sus emociones negativas lo dominan. No hace falta que le estemos hablando, porque le preguntemos o que le estemos dando consejos. Nuestra presencia es una señal de amor y aprobación que sentimos hacia él y esto contrarresta los sentimientos de desaprobación y de rechazo que lo han llevado a la depresión.

2. No lo compadezcamos
Precisamente por andar Auto compadeciéndose fue por lo que él llegó a la depresión. La autocompasión ha sido causa de haberse hundido en el Pantano de la depresión y de la tristeza. No justificamos su actitud de autorechazo, pero tampoco lo condenemos. El deprimido necesita al máximo comprensión y no condenación.

3. Proyectemos esperanzas en la pantalla de su imaginación
El deprimido proyecta desesperanza y desaliento y tristeza en su imaginación y al hundirse los proyectos que tenía y al destruirse las metas que deseaba conseguir, empieza a mirar la vida desde una perspectiva negativista y le parece que ya no habrá solución alguna para su gran mal. Como sus pensamientos están concentrados en lo malo que le ha sucedido, las circunstancias le parecen más negras de lo que son. Por eso necesita que alguien le pinte la vida y el futuro de una manera diferente, más optimista y esperanzadora de lo que la ha estado pintando su imaginación entristecida.

El caso de Elías: cuando el profeta Elías llegó a tal grado de depresión que pidió a Dios que le enviara la muerte, porque le parecía que se había quedado como único creyente en Israel, y que Su futuro como profeta ya no tenía ninguna esperanza, Entonces el bondadoso Dios le hace saber que además de él hay otros 7000 creyentes en su país y que para el futuro le tiene reservadas todavía varias actividades importantes. Este presentarle a una visión optimista del presente y del futuro lo libro de su depresión y lo hizo volver a su antigua actividad apostólica.

"La vida espera mucho todavía de ti", podemos decir al deprimido. ¿Que una persona le traicionó? Pero quedan todavía miles de millones que le pueden ayudar con la fidelidad. ¿Que alguien le negó su amor? ¿Y es que no hay millones más que si pueden ser fieles en el amor? ¿Que este negocio fracaso? ¿Y cuántos hay en el principio perdieron todos los ahorros de una vida en un mal negocio, volvieron luego a empezar y ahora ya están otra vez económicamente bien? ¿Que hablen mal? Pero es que hay que recordar lo que dice la imitación de Cristo: "no somos más porque nos alaban ni menos, porque nos critican. Somos lo que somos ante Dios, y nada más ni nada menos, aunque los demás digan en contra nuestra todo lo que se les antoje".

4. Animar, pero no discutir
La persona deprimida no está para discutir. Tiene su sistema nervioso demasiado alterado para poder discutir en paz. Por eso no le discutimos. Tratamos de animarlo lo más que podamos, pero no discutiremos, porque eso agravaría su desánimo.

5. Tratar de hacerle pensar en otra cosa
El peligro para la depresión es la cavilación. Cavilar es concentrar el pensamiento en un tema depresivo. Es necesario distraer el pensamiento. Cuando asesinaron al presidente Kennedy, su hermano Bob, que era ministro de justicia, empezar a deprimirse horriblemente y no era capaz de quitar de su imaginación la muerte de tan estimado hermano. Entonces lo enviaron a China a dar un paseo, y allá ante semejantes maravillas tan antiguas e impresionantes, logró sacarse de la mente el pensamiento triste que lo dominaba.

Una señora contaba que ella estaba muy deprimida pero que en un viaje un vecino empezó a contarle las historias trágicas de su propia existencia y que ella ante la narración tan emocionante del otro logro distraer su atención hacia aquello otro y descanso enormemente dejando de pensar en sus propios males y angustias.

Cuántas viudas, después de la muerte del marido que tanto amaban, sienten un verdadero alivio al irse a vivir a otro sitio donde nada le recuerda el difunto cuya muerte les ha hecho sufrir tanto, y así logran distraer su atención hacia otros temas distintos al de su amarga pena.

6. Tratar de comprometer lo en una actividad
La actividad física Es un remedio formidable para alejar la tristeza y la depresión. El hacer ejercicio físico Lleva más sangre al cerebro y éste al sentirse mejor irrigado trabaja mucho mejor. Muchas veces produce más descanso y más tranquilidad en el alma una hora de trote que una hora de sueño. El cansancio emocional tiene los nervios de toxinas, pero una fuerte actividad física echa fuera esas toxinas. Hay que conseguirle hacer algún deporte o dedicarse a alguna actividad o labor física. Porque es necesario cansarse físicamente, que esto le descansa espiritualmente.

7. No demostrarse demasiado joviales
Le ha sucedido a uno un fracaso en un negocio y llega el otro y porque es muy optimista lo saludas sonriendo y le dice: "los felicito, todo resultara maravilloso!" Eso puede producir disgusto. Es un no ponerse en el sitio del otro.

Cuando murió mi madre, un santo sacerdote se me acercó y me dijo: "no se me vaya a escandalizar. Pero le voy a decir la frase que un anciano sacerdote me dijo a mí cuando murió mi madre: "los felicito, porque desde ahora tiene en la eternidad una intercesora que le va a conseguir maravillosas ayudas de Dios. Pues la mamá, aunque en esta vida ayuda mucho, desde la eternidad ayuda muchísimo más". Esta frase no me disgusto, sino que me animó, porque me la supo decir muy seria y amablemente (y en verdad que desde aquel día pude constatar que lo que el sacerdote me había dicho acerca de la madre que parte para la eternidad, era una verdad total y muy agradable).

8. Brindemos le ayudas con la palabra de Dios
La sagrada Biblia tiene frases inmensamente consoladoras. Cuando recordamos la frase de San Pablo: "todo sucede para bien de los que aman a Dios", recibimos un gran descanso al pensar que esto que nos sucede no es para nuestro mal.

Quién no se alegrará y no se anima cuando se le Recuerda la promesa que Dios repite 3 veces en la sagrada Biblia: "no te angustias que yo nunca te abandonaré".
Qué le quedan bien le haremos a un deprimido si le aconsejamos leer libros tan agradables como el que se titula: "Cómo vencer las preocupaciones" de Carnegie. O "secretos para triunfar en la vida" o "100 fórmulas para llegar al éxito" de Salesman.

9. Enseñamos le a ser agradecido
Pocas cosas alejan tanto de la depresión como el recordar los favores que Dios nos ha concedido. A veces ocurre que nos suceden 10 cosas buenas y una mala, y nos deprimimos por ese hecho desagradable y nos olvidamos de los otros 10 hechos agradables. Y qué gran bien puede hacerse al deprimido quién le recuerda los muchos bienes que el señor le ha concedido, los triunfos que Dios le ha permitido conseguir. Las personas que le han querido bien y las horas felices de su vida que sin duda han sido muchísimas más numerosas que sus horas tristes. Dar gracias al Señor ayuda a alejar las tristezas.


Y no olvidemos jamás: el deprimido necesita compañerismo y comprensión. Lo peor que le puede suceder en estos momentos es quedarse solo. Así como en un luto todos los amigos corremos hacernos presentes y esta presencia nuestra aminora muchísimo la enorme pena de los dolientes, así en los momentos de depresión, nuestra presencia amable y comprensiva puede disminuir mucho la tristeza y ser una ayuda incomparable. Pero para esto se necesita amor, mucho amor y verdadero amor.

SI SUPIÉRAMOS TODO LO QUE DIOS SABE, ACEPTARÍAMOS TODO LO QUE ÉL Y PERMITE. PORQUE ES PARA NUESTRO BIEN.

domingo, 7 de enero de 2018

Encuentrate A Ti Mismo

Encontrarse a sí mismo es la charla íntima entre el consciente y el subconsciente; alguien le llama el otro yo. Es también la impermeabilización de Lego en la inmersión profunda en el Pantano de su propia realidad, es el desenmascaramiento de las pasiones ante la razón, el conocimiento de nuestra luz y de verdad, de nuestra latente incertidumbre hacer lo ignoto, sin tapujos, sin el incienso de música sagradas.

Es el diálogo del Silencio en el silencio, el diálogo imperturbable en la calma con la Calma... Es el yo activo con el yo observador, es el discernimiento puro del conocimiento del bien y del mal en nuestros propios juicios, en nuestros mismos actos, es el abundamiento en el desmenuzar esencia del Sí y el despliegue Bárbaro del látigo cuando dijimos ¡NO!. Así es, como las profundidades del valor real de nuestros propios valores y la altitud también verdadera, de nuestras propias debilidades.

Estas charlas son amigas del silencio, son amigas de la paz, son amigas de la luz. No de la luz que ciega, no de la paz que tumba, no del Silencio de muerte, sino de aquello que acerca el hermano abandonado, ese otro yo que gustosamente charlar a conmigo sí llamó a su puerta, Cuántas veces quiera, y yo... Siempre charlar con él...

Pero se olvidó, volverá la duda, volverá el vacío, andaré sin ruta, vagare sin rumbo, por tratar de alejarme de charlar con mi hermano...

(Hojas sueltas -AA-)