Y HAY
EJEMPLOS CONTRARIOS
Muchas
personas por tener un cuerpo muy hermoso han descuidado en cultivar su
espíritu, y por cuidar sus 4 arrobas de carne, se han olvidado de hacer
producir a su cerebro y se han quedado en el último plano en la producción de
obras verdaderamente valiosas. ¡su hermosura les hizo más mal que bien!
Animalitos y... ¿Nada más?
Cuántos Y
cuántas hay que, por tener una salud de rebosante y un físico maravillosamente
lleno de salud, se han dedicado a vivir como potros sueltos en un Potrero o
como cerdos gordos en una pocilga o como terneras brillantes en una feria de
exposición, sin interesarles un tris el cultivar su alma y el hacer producir
ideas nuevas a su cerebro. Su salud exuberante no les fue más provechosa para
conseguir éxitos, que la enfermedad de la falta de salud a otros que si
triunfaron.
Lo que
decía una triunfadora
Por eso
muchas mujeres podrán repetir las simpáticas palabras que decía Golden Meir, la
mujer que fue presidenta de la nación de Israel: "de joven me miro en un
espejo y me dije: no soy bonita. Si es por mí hermosura no voy a conseguir
muchos triunfos. Pero los podré conseguir con inteligencia Y con mi actividad y
esforzándome por conseguir simpatía en el trato". Y ahora Consideró que me
falta tu hermosura me hizo más provecho que daño.
Feo,
pero... simpático
Algo muy
parecido le sucedió a Franklin, el cual narra en su autobiografía que anotar en
el espejo que tenía mucha mayor fealdad Qué hermosura en su rostro, se propuso
reponer esa falla adquiriendo una gran simpatía en el trato, y llegó a ser uno
de los tres hombres más importantes de su gran nación.
Un caso
para admirar. Hace
poco vino a visitarme desde Venezuela el gran apóstol de la Juventud. P.
Eduardo Martínez y me decía: "me cortaron una pierna. Me sacaron un riñón.
Perdió un ojo y por el otro sólo veo de muy cerca. El médico me prohibió comer
carnes y grasas. Los alimentos tengo que comer los sin sal y sin dulce... Sin
embargo, me siento plenamente realizado. Tengo excelentes conjuntos musicales
que hacen pasar horas serenas y muy sanas a la juventud. La gente me quiere, y
ahora ejerzo el doble de influencia benéfica sobre los demás que la que ejercía
cuando estaba totalmente sano. Y me contento pensando: "lo que me queda es
todavía más que lo que me han quitado. Y Dios me ha concedido la gracia de
aceptar plenamente mi cuerpo, así como ha quedado". Y sonreí a gozoso al
decir todo esto. Admirable, ¿No es cierto?
¿Y
todavía nosotros nos vamos a deprimir por alguna falla en nuestro cuerpo?
Dediquémonos desde ahora a la autoevaluación de nuestro cuerpo y de nuestro
aspecto, aceptando todo, así como el bondadoso creador ha permitido que se
encuentra en este momento. Y cumplamos lo que le aconseja El Gran San Pablo:
"no os canséis de dar gracias a Dios por todo"... Pues, todo lo
permite el señor para nuestro bien.
2° PUNTO:
NO TENGO CUALIDADES PARA BRILLAR
La mayoría de la gente siente depresión al pensar en sus deficientes cualidades,
sobre todo porque se dedican a compararse con los que brillan y triunfan de
manera especial. En la vida Todo es competencia, y siempre encontraremos en
toda actividad alguien que es mejor que nosotros, y esto nos puede traer
autocompasión y depresión. Y nos dedicamos a hacer comparaciones injustas entre
nosotros y los demás. Comparamos nuestros aspectos flacos y débiles con los
aspectos fuertes de los otros. Cuando debiera ser más bien lo contrario.
Doble
campeonato, pero falso. Narramos el principio al caso aquel que decía:
"logré vencer al campeón mundial de boxeo y el campeón mundial de
billar". La gente le preguntaba: "Cómo logró vencerlos?" -y él
respondía: -"al campeón de billar lo vencí boxeando y el campeón de boxeo
lo vencí jugando al billar"... Así si es fácil vencer. Y eso es lo que
hacemos contra nosotros mismos: compramos un aspecto exitoso del otro con un
aspecto defectuoso no estoy empezamos a creer injustamente que somos gente sin
cualidades.
Nos
comparamos con el modo maravilloso con el que aquel hombre famoso juega al
fútbol, y junto a él nos sentimos como un cero a la izquierda. Pero, porque no
compararnos más bien con él en el aspecto religioso, en el trato con la
familia, ¿en el cumplimiento del deber diario? ¡Ya veremos que en esto ya no
nos sentimos tan pequeños ante el!
Nos
comparamos con aquel que tiene una capacidad asombrosa para adquirir y acumular
dinero, y sentimos que somos nada ante él. ¿Pero porque no comparar nuestra
vida de paz en la familia con la vida agitada y angustiada que él vive? ¿Porque
no compararla suave amistad y paz que tenemos con Dios, con el abandono de lo
espiritual que quizá está sufriendo el otro? Cada uno es fuerte en algún
aspecto de su vida y débil en otros. A ellos y a nosotros, a todos nos sucede
lo mismo. Entonces, ¿porque desanimarnos por nuestras fallas en vez de pensar
en nuestras cualidades? No nacimos además para brillar sino para cumplir bien
nuestros deberes diarios y ganarnos con ellos un alto puesto en el cielo. Y
allá: "muchos primeros serán los últimos, y muchos últimos serán
primeros", decía Cristo. Aquí podemos estar de últimos por unas docenas de
años. Pero si cumplimos seriamente y con alegría a nuestros deberes diarios no
nos queda otro destino que el de ser del grupo de los "primeros" en
el reino de los cielos para siempre, para siempre.
3° PUNTO:
MI FAMILIA ES DEMASIADO POBRE O TIENE MUCHOS DEFECTOS
El
avergonzarse de los propios padres sobre la familia es una causa muy común para
sufrir serios problemas de auto aprobación.
¿Qué son
pobres? ¿Que han vivido en barrios de última clase social? ¿Qué son campesinos
sin instrucción? ¿Y eso qué tiene que ver con su futuro si usted está resuelto
a triunfar, con la ayuda de Dios y de sus propios esfuerzos y cualidades? ¿O es
que los grandes líderes mundiales no han salido muchas veces de familias de
clases pobres? Veamos algunos casos:
El más
grande líder mundial tuvo por padre adoptivo a un sencillo obrero y por madre a
una mujer Santa pero que apenas salga quizás lavar, cocinar y coser. Y vivió en
un pueblecito tan infeliz que ni siquiera lo colocaba en los mapas. Y ese líder
ahora alabado por gente de todas las naciones. Es Jesucristo, nuestro salvador.
Don
Bosco, el genial educador, era hijo de una mujer analfabeta totalmente pobre.
Foto. Luis de Granada, el gran orador de su siglo, y Fr. Juan de la Cruz el más
famoso escritor Místico español, fueron ambos de familia sumamente pobres y
Humildes, qué ganaban suban lavando ropa en los conventos. Y eso no les impidió
a ellos llegar a alturas insospechadas.
Marco
Fidel Suárez, el famoso sabio colombiano del siglo XX, era hijo natural de una
pobre mujercita que se ganaba la vida lavando ropa en una quebrada.
Y le
dejamos a la imaginación de usted Añadir unos cuantos datos de personas que
nacieron en lugares muy pobres y muy humildes Y llegaron a ser gente
verdaderamente importante. Y esto para que no se vaya a quitar la auto
aprobación por provenir de una familia sencilla y pobre.
Pero es
que mis padres me trataron demasiado mal. Cuidado con los recuerdos amargos de
su vida pasada porque éstos le pueden llevar a envejecer se antes de tiempo e
inútilmente. Aléjelos como moscas inoportunas.
Un
consejo práctico: los psicólogos aconsejan que cuando nos llegue un recuerdo
triste de la vida pasada (por ejemplo: un mal tratamiento que nos hicieron
nuestros padres, etc.), Nos imaginamos que vamos a un campo apartado y
solitario y allá hacemos un hoyo y enterremos ese recuerdo amargo, para nunca
volver a pensar más en él. O que nos imaginemos que colocamos el tal recuerdo
desagradable en el último vagón de un tren que parte de los y que lo vemos
desaparecer en lontananza para nunca más volver hacia nosotros.
Algo que
ayuda muchísimo. Hay que pensar que nuestros padres y cometieron alguna
injusticia con nosotros lo hicieron más por ignorancia y debilidad que por
maldad. Convenzámonos: la gente obra mal, más por debilidad e ignorancia que
por maldad. Rarísimas veces encontraremos quién haya obrado en contra nuestra
por pura maldad y por querer hacernos el mal. Casi siempre, los que nos han
hecho sufrir, lo han hecho por ignorancia o porque no se les ocurrió proceder
de otra manera, o por nerviosismo y neurastenia, o por descuido, Pero no por
maldad o por queremos hacer el mal. Y entonces, ¿Porque vivir disgustados con
esas personas? ¿Y más si son nuestros padres?
¿Y si
comparamos los miles y miles de favores de actos de bondad que nos hicieron
nuestros queridos padres, Qué son en su comparación los pocos disgustos o malos
tratos que nos dieron? ¿Porque andar echándoles más culpa de la que en realidad
tuvieron?
Mamá,
¿porque tiene la cara tan manchada? Cuántas veces habremos oído Este ejemplo.
El muchachito va por primera vez a la escuela. Y los demás niños le preguntan:
"Porque
tu mamá tiene la cara tan manchada?". El niño, que por tanto amor que le
tenía, no le había dado importancia a este defecto físico de su madre, al
volver a casa le pregunta: "mamá, Porque tienes tu cara tan
manchada?" La madre se secan las manos con el delantal y sentándose sobre
las rodillas le dice: "-Mira, te voy a contar por qué. - un día al volver
de comprar el mercado vi con horror que nuestro ranchito se estaba quemando. Y
tú estabas allí adentro y eras muy pequeño todavía. Las vecinas me decían:
'señora no entré a su casa, porque se quema'. -pero yo les contestaba: - 'Tengo
que entrar porque Allá está mi hijito'. Y entre, y te envolví en un impermeable
y te saqué y no sufriste ningún daño. Pero las vigas Ardiendo que caían sobre
mí y quedé toda quemada de en el lado derecho y tengo manchada no sólo a la
cara sino todo el cuerpo. Y todo ello por salvarte a ti, porque te quiero
mucho". El niño entusiasmado se colgó a su cuello y estampando un sonoro
beso en su mejilla manchada le dijo: "mamacita, ahora te quiero dos veces.
¡Uno porque eres mi madre, y otra porque estás manchada, por salvar mi
vida!". Algo parecido tendríamos que decir de nuestros padres:
"porque tantas canas en la cabeza? ¿Porque tantas arrugas en su cara?
¿Acaso no habrían estado mejor económicamente si no nos hubieran tenido a
nosotros? Recordemos lo mucho que han sufrido por nuestro bien y no lo poco que
nos han hecho sufrir con sus debilidades e ignorancias. Cumplamos lo que
recomienda Salomón en los proverbios: "No olvides nunca lo mucho que por
ti ha sufrido quién te crió".