sábado, 10 de junio de 2017

Baja Auto Estima

La mayoría de los codependientes sufre de esa vaga pero penetrante aflicción que es la baja autoestima. 

No nos sentimos bien con nosotros mismos, no nos gustamos, y ni siquiera pensamos en amarnos a nosotros mismos. Para algunos de nosotros tener una baja autoestima es quedarnos cortos. 

No sólo no nos gustamos, sino que nos odiamos a nosotros mismos. No nos gusta nuestra apariencia. 

No soportamos nuestro cuerpo. Pensamos que somos tontos, incompetentes, faltos de talento, y, en muchos casos, indignos de ser amados. Pensamos que nuestros pensamientos son malos e inadecuados. Pensamos que nuestros sentimientos son equivocados e impropios.

Creemos que no somos importantes, y aunque nuestros sentimientos no sean equivocados, pensamos que no importan. Estamos convencidos de que nuestras necesidades no son importantes. Y nos abochornamos por los deseos o los planes de otro. Pensamos que somos inferiores y diferentes al resto del mundo, no únicos, sino bizarra e inadecuadamente distintos. Nunca nos hemos puesto de acuerdo con nosotros mismos, y nos miramos no a través de esos cristales de color de rosa, sino a través de una película sucia, marrón-gris.

Podemos haber aprendido a disfrazar nuestros verdaderos sentimientos acerca de nosotros mismos vistiéndonos bien, peinándonos bien, viviendo en la casa correcta, y trabajando en el empleo correcto. Podemos presumir de nuestros logros, pero bajo las galas se encuentra un calabozo dentro del cual secreta e incesantemente nos castigamos y nos torturamos. En ocasiones, podemos castigarnos abiertamente ante el mundo entero, diciendo cosas degradantes acerca de nosotros mismos. A veces, llegamos incluso a pedir a otros que nos ayuden a odiarnos a nosotros mismos, como cuando permitimos que ciertas personas o costumbres religiosas nos ayuden a sentirnos culpables, o cuando le permitimos a la gente que nos lastime. Pero nuestros peores latigazos nos los damos en privado, dentro de nuestras mentes.

Nos molestamos de manera interminable, haciendo pilas de “deberías de” en nuestra conciencia y fabricando montones de sentimientos de culpa que para nada sirven. No confundan esto con los sentimientos de culpa auténticos y verdaderos que nos motivan a cambiar, que nos enseñan lecciones valiosas, y que nos llevan a establecer una relación más cercana con nosotros mismos, con los demás y con nuestro poder superior. Constantemente nos colocamos en situaciones imposibles en las cuales no tenernos otra alternativa que sentirnos mal con nosotros mismos.

Tenemos un pensamiento, y luego nos decimos que no deberíamos pensar así. Tenemos un sentimiento, y después nos decimos que no deberíamos de sentir así. Tomamos una decisión, actuamos de acuerdo con ella, y luego nos decimos que no deberíamos de haber actuado así. No hay nada qué corregir en estas situaciones, ninguna enmienda qué hacer; no hemos hecho nada malo. Nos hemos empeñado en una forma de castigo diseñada para hacernos sentir ansiosos, irritados y sofocados. Nos ponemos una trampa solos.

Melody Beattie de su Libro Ya No sea Codependiente

viernes, 9 de junio de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo VI (Parte 5)

LOS CUATRO FRENTES QUE HAY QUE CURAR

Nosotros tenemos cuatro elementos que nos pueden hacer felices o infelices.

1. Lo físico. Tiene una gran importancia, y de su buena conservación depende mucho el grado de alegría que tengamos. Pero no es lo más importante. Sobre lo físico ejercen un control decisivo nuestras emociones.

2. Lo emocional. Es nuestra reacción ante el amor y el odio. Esta reacción no se produce principalmente en el corazón, sino principalmente entre las dos sienes: en el cerebro. Allí está la computadora electrónica más perfecta, qué influye en todo nuestro físico y en lo intelectual. Cada emoción que llega o sale del cerebro, influye en toda nuestra personalidad.

Si la persona está emocionalmente en paz, todo su cuerpo puede funcionar normalmente. Si la persona está perturbada, todo su físico sentirá tan dañosa influencia.

La enfermedad más frecuente hoy día es: la producida por emociones desagradables. Los médicos dicen que el 85% de las enfermedades de la gente se debe a perturbaciones emocionales, emociones desagradables. Por ejemplo: cardiopatía, hipertensión, úlcera, asma y ciertas clases de artritis, jaquecas, acidez, etcétera disminuirán de una manera increíble Si la gente dejará de estar perturbado emocionalmente.

Todo deprimido empieza a sentirse achacoso con su salud física si su depresión se prolonga por largo tiempo. 

Las emociones no llegan sin más ni más. Ellas nacen en nuestro cerebro. Por ejemplo: usted está perfectamente bien y le dicen de un momento a otro que se salga el escenario dirigir unas palabras a la multitud. Sentirá que le aumentan las palpitaciones del corazón, qué le salen gallos al hablar porque las glándulas salivales, a causa del susto, deja de segregar y siente seca la garganta, etc. Eso se llama una emoción.

Una emoción muy peligrosa es la preocupación. Por ejemplo: ¿tenemos una deuda que pagar y no se ve, de Dónde sacar el dinero? ¿Hay que presentar un examen muy difícil? ¿Hay una enfermedad en un ser querido que amenaza con tener graves consecuencias? Comenzamos a preocuparnos, Y esa emoción, si dura un tiempo prolongado, nos produce efectos dañosos en nuestro físico y puede traer enfermedades.

Afortunadamente las emociones pueden ser controladas por un poder Superior: la mente. Vamos a estudiarla.

3. La mente. Nuestro cerebro es la más perfecta máquina calculadora que existe en esta tierra. Ninguna otra la puede superar y ni siquiera igualar.

La capacidad de memoria de la mente humana es casi increíble. La mente subconsciente guarda en su archivo los pensamientos que hemos elaborado, las escenas que hemos visto, los sonidos que hemos escuchado. Es asombroso comprobar Cuántos detalles íntimos retiene la memoria.

Pero hay un dato muy especial: Qué son poquísimas las personas que utilizan más del 10% del potencial que tienen en la mente.

Somos lo que pensamos: o sea, qué de nuestros pensamientos dependen nuestros sentimientos. Todo lo que elaboramos en la mente provoca una respuesta en nuestras emociones.

La ventana para llegar a la mente son los 5 sentidos. Lo que llega a la mente por medio de los ojos, de los oídos, etcétera. Provoca una respuesta en el corazón, o sea, en las emociones. Por ejemplouna lectura, si es pornográfica, pasa de la mente a las emociones y enciende las pasiones de las cuales empujan el cuerpo hacia el pecado. Por el contrario: si la lectura es formativa, provoca emociones nobles Que empujan a toda la persona hacia las buenas obras y hacia la conducta Noble. Muchísimos individuos que hoy son Víctimas de las más tiranas antes pasiones sexuales declaran que fueron estimulados hacia el vicio por medio de lecturas pornográficas y cines excitantes o programas sensuales de televisión. Y lo mismo han dicho muchísimos que se han dedicado a la violencia y el crimen: su estímulo hacia el salvajismo les vino de películas y lecturas excitantes. En cambio, hay en la historia antigua y aún más en la presente una cadena interminable y altamente consoladora de ejemplos de grandes personajes y también de gente muy sencilla que reconocen como primer escalón para su vida de santidad, de heroísmo y de consagración total al bien de los demás, una lectura formativa. Así, por ejemplo: lo que desprendió a San Agustín de su vida de sexo y de orgullo para empujarlo hacia los más altos grados de pureza y humildad fue la lectura de las cartas de San Pablo. Lo que hizo de un militar vanidoso un formidable Santo, San Ignacio, fue la lectura de unas vidas de Santos. 
Napoleón de joven sentía más deseos de ser héroe leyendo las vidas paralelas de Plutarco Napoleón de joven sentía más deseos de ser héroe leyendo las "Vidas paralelas de Plutarco", que ante los ejemplos y consejos de sus superiores. San Juan Bosco y San Antonio Claret declaran en sus autobiografías que la lectura del bellísimo librito "Imitación de Cristo" les produjo en su juventud una transformación formidable. Y Bolívar atribuía a sus lecturas formativas que empezó a sus 16 años, el haber dejado su vida de burgués comodón para dedicar por entero su existencia a la causa de la libertad de América. "Dime lo que lees (y lo que ves) y te diré quién eres", decían sabiamente los antepasados.


La depresión es una emoción y una emoción que produce apatía, desgano, decaimiento. Desde el momento en que a la mente lleguen causas que produzcan depresión, está empieza a producirse. Por eso mucho más importante que averiguar, ¿Cómo curar los síntomas de la depresión? (Apatía, insomnio, decaimiento, etc.) Es lograr controlar la mente para que no permita que la depresión llegué al individuo. ¿Pero cómo conseguir esto? Vamos a ensayarlo.

miércoles, 7 de junio de 2017

Oracion Junio

Señor mío y Dios mío, quiero agradecerte por permitirme experimentar tus bendiciones provenientes de tu amor.

Quiero decirte, mi Señor, que desde que te conocí he aprendido a valorar más a las personas, he aprendido a valorar más el amor;  jamás me sentí tan querido y tan importante como desde el momento en que pusiste tu mirada en mí.

Hoy estoy seguro de que no hay nada más sublime, mi Dios, que levantarse sintiéndose amado por Ti, sintiendo esperanza, confianza; por eso todos los días despierto con una sonrisa y entusiasmo, porque siento tu presencia en mi vida y eso es algo que no estoy dispuesto a cambiar por nada.

Hoy es uno de esos días en los que recuerdo todo lo que has hecho por mí, por eso te doy las gracias y me comprometo contigo a contarles a los demás lo que hoy me llena de felicidad, para que ellos también quieran sentir lo mismo que hoy experimento gracias a tu amor, que es grande, que nunca se acaba. 

Por eso te alabo y vuelvo a darte gracias.

Amén

Padre Alberto Linero

martes, 6 de junio de 2017

Darnos Lo Que Merecemos

Yo tenía un buen trabajo, ganaba un sueldo decente. Había estado en recuperación durante años. Cada mañana, me subía a mi coche y le daba gracias a Dios por el coche. La batería no funcionaba, y la probabilidad de que el coche no arrancara era casi tan grande como de que sí lo hiciera. Yo sólo sufría, y le daba gracias a Dios. Un día, se me ocurrió que no había absolutamente ninguna buena razón para que no pudiera comprarme un coche nuevo –en ese momento- si así lo quería. Me la había pasado sintiendo gratitud por una privación innecesaria y por el martirio. Me compré un coche nuevo, ese mismo día. (Anónimo). 

A menudo, nuestra reacción instintiva hacia algo que queremos o necesitamos es: “¡No, no me puedo dar el lujo de comprarlo!”.

La pregunta que podemos aprender a hacernos es: “¿Pero, podría?”.

Muchos de nosotros hemos aprendido a privarnos habitualmente de todo lo que quisiéramos y, a menudo, de cosas que necesitamos.

A veces podemos usar equivocadamente el concepto de gratitud para mantenernos privados sin necesidad.

Sentir gratitud por lo que tenemos es un importante concepto de recuperación. También lo es creer que merecemos lo mejor y hacer un esfuerzo por dejar de privarnos y empezar a tratarnos bien.
No tiene nada de malo que nos compremos lo que queremos si tenemos dinero para ello. Aprende a confiar en ti mismo y a escucharte acerca de lo que deseas. No tiene nada de malo que te des un gusto, comprándote algo nuevo.

Hay veces en que es bueno esperar. Otras, en que auténticamente no podemos permitirnos un lujo. Pero muchas más que sí podemos.

“Hoy cambiaré los principios de gratitud por lo que tengo con la creencia de que me merezco lo mejor. Si no hay una buena razón para privarme de algo, no lo haré”.

lunes, 5 de junio de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo VI (Parte 4)

4°. MÉTODO: LA TERAPIA ESPIRITUAL

Este es el método que más descuida No hay muchos médicos y psiquiatras y por eso la depresión les gana sus batallas.

Como nuestro medio está tremendamente secularizado (secularización es La Rebeldía contra todo lo que es sobrenatural y divino) y el humanismo ateo es el que preside y dirige nuestros colegios y universidades, ahora se le da muy poca importancia a todo lo que sea espiritual. Estamos formando cerditos bien cebados, ternerita es muy bonitas, veloces potros para correr tras el premio del dinero, pero en lo espiritual estamos formando ateos, fieras feroces que no sabrán si no rabiar y bramar de furia.

Infortunadamente o quizás afortunadamente a cada persona le llegan problemas que no logran solucionar ni con dinero, ni con amistades influyentes, ni con brillantes cualidades personales, Y ante estos tremendos problemas sólo tiene una tabla de salvación para no ahogarse en el mar de la depresión y de la desesperanza: la terapia espiritual. Unas creencias que reemplacen todo lo que la naturaleza no logra remediar. Los demás remedios resultan todos ineficaces en ciertos casos muy frecuentes.

Un universitario exclamaba: "yo ya no necesito de Dios ni de la religión". Y su padre, un profesional muy equilibrado y curtido de las luchas de la vida le respondió: "no digas ya no necesito de Dios y de la religión". Es mejor decir: "todavía me parece que no los necesito". Porque en la vida te llegarán problemas tales que si Dios no te echa la mano perecerás apabullado por ellos y ningún poder humano será capaz de liberarse de sofocante peso".

¿Quién de nosotros no conoce hogares destruidos donde la incomprensión no se logra solucionar ni con dinero, ni con cualidades, ni amistades de alta influencia? ¿Quién no ha sentido ideal es que se les fuman sin saber por qué y cuya perdida parece no poderse compensar con nada en el mundo?

Dicen que cuando Napoleón invadió a Rusia mandó hacer una medalla con esta inscripción: "Oh Dios: el cielo es tuyo, pero la tierra es mía". - Y un gobernador ruso mandó hacer otra medalla con esta leyenda: "las espadas son tuyas, pero el látigo es mío. Firmado: Dios" -. Y la realidad fue espantable: el que creyendo poder dominar el mundo entero con sus solas fuerzas, penetró victorioso en la que el país con medio millón de soldados armados hasta los dientes, volvió después con unos pocos miles de harapientos soldados muriéndose de frío y de vergüenza. Y esta historia se repite cada día con los "secularizados" que quieren dejarle a dios solamente su cielo y exigirle que los deje solos con sus problemas. La tierra seguirá siendo de Dios, pero los azotes de la depresión seguirán zumbando sobre las espaldas de los engreídos que creen que ya no necesitaban del creador para solucionar sus situaciones difíciles.

Un hombre lleno de salud, de amigos y de dinero le decía a un sacerdote: "yo no cuento con Dios para nada, y que me ha pasado de malo?" y el sacerdote le respondió: "No pregunte: "qué ha sucedido de malo?, Sino más bien: ¿qué me va a suceder?, Porque la Biblia dice con su palabra infalible: "no habrá Paz duradera para los que desprecian a Dios". Y esto se cumplirá siempre y en todas partes. El señor ha dicho también: "yo soy el que doy la paz y soy el que la quitó también". Que el señor no vaya a alejar jamás de ninguno de nosotros su santa Paz. Desde ese momento nos tragaría la depresión.

Una coincidencia. Todas las terapias que existen para vencer la depresión concuerdan en este principio: el deprimido debe recibir una ayuda externa. Unos dicen que es ayuda debe de ser de un medicamento. Otros que un electrochoque y algunos más que la ayuda de un psiquiatra. Nosotros reconocemos que todas estas ayudas pueden ser muy útiles y necesarias, pero estamos seguros de que se necesita una ayuda mucho más poderosa todavía: una intervención especial de Dios y de su religión en su propia vida. Sin esta intervención se nos va a quedar a mitad de camino todos los esfuerzos por llegar a la altura de la serenidad.

Las cuatro condiciones para la alegría y la paz:
Vamos a presentar los 4 componentes de una persona. Si alguien desea tener una personalidad serena y alegre debe cuidar sus cuatro aspectos esenciales sin los cuales no puede haber equilibrio ni Paz. Son la Salud Mental, la salud espiritual, la salud física y la salud emocional.

Una de las más graves tragedias de nuestro tiempo es que los humanistas ateos instalados en los colegios, universidades, periódicos, televisión, cine y demás medios de comunicación, han hecho un lavado cerebral tan desastroso a nuestras gentes, que muchas personas han llegado a imaginarse que son simplemente animales, sin dimensión espiritual ni sobrenatural, destinados a vivir gorditos y bien atendidos en esta vida, como los pollos de un gallinero o los cerdos de una pocilga muy bien tenida, o a las vacas de un establo a todo full, y nada más. Sin proyección hacia la eternidad mis deberes para con un dios Creador y Juez.

Y esto trae una penosa consecuencia: que la mayoría de la gente cuenta ahora con muy pocas reservas espirituales de las cuales poder disponer en un tiempo de congoja mental, emocional o física. Y ese gigantesco vacío de Dios que hay en la gente actual complica seriamente sus problemas y dificultades mensa mente su curación. En lo espiritual siempre el vacío invita al desastre. Por eso cuando se está vacío de Dios y de principios espirituales se va camino al fracaso.


El día en que murió el famoso y popular y sumo pontífice Juan XXIII, murió también a la misma hora y del mismo mal (cáncer dolorosísimo en el estómago) un actor de cine, archimillonario, que había actuado en más de 50 películas. Y mientras el papa Santo, agarrándose a su colchón para poder soportar Los Terribles dolores de su cáncer, exclamaba pacíficamente: "Cristo, todo por ti y por la salvación de los pecadores", y moría rezando fervorosamente el Padrenuestro. En cambio, el otro allá en la clínica, sufriendo los mismos atroces Dolores, mientras la enfermera se retiró un momento para traerle un remedio, abrió el cajón de su mesa de noche, sacó una pistola y se pegó un tiro en la sien. No tuvo reservas espirituales que le ayudarán a superar esta terrorífica ocasión.

domingo, 4 de junio de 2017

Siéntete Bien

Hazte sentir bien. 
Nuestra primera labor es hacernos sentir mejor, y luego, hacernos sentir muy bien. 
La recuperación no es solamente detener los sentimientos dolorosos, sino crearnos una vida nueva.

No tenemos por qué negarnos las actividades que nos ayuden a sentirnos bien. Asistir a las reuniones, asolearnos, hacer ejercicio, dar un paseo o pasar un rato con un amigo o amiga son actividades que nos ayudan a sentirnos bien. Cada uno de nosotros tiene su lista. Si no la tenemos, ahora somos libres de explorar, de experimentar y de desarrollar esa lista.

Cuando encontremos una conducta o actividad que nos produzca un sentimiento agradable, pongámosla en la lista. Luego, desempeñémosla frecuentemente.

Dejemos de negarnos a nosotros mismos los sentimientos agradables y empecemos a hacer las cosas que nos hacen sentir bien.

“Hoy desarrollaré una actividad o conducta que sé que me provocará un sentimiento agradable. Si no estoy seguro de qué me gusta, experimentaré hoy con una conducta”.