sábado, 25 de noviembre de 2017

Reacciones

Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuándo estás permitiendo que alguien o algo tire de tus cuerdas. 

Generalmente cuando empiezas a sentirte ansioso, temeroso, indignado, rechazado, avergonzado, preocupado, confundido o a padecer auto conmiseración, hay algo en tu medio ambiente que te ha hecho nudos. 
(No afirmo que esté mal experimentar estos sentimientos. Probablemente cualquiera se sentiría así. La diferencia estriba en que estamos aprendiendo a decidir por cuánto tiempo deseamos seguir sintiéndonos así, y qué queremos hacer al respecto.)

Emplear las palabras “ella, o él o eso me hicieron sentir” a menudo indica que estamos reaccionando.

Perder nuestra sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.

Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente

viernes, 24 de noviembre de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. XII - El Temperamento Y La Depresión (Parte 2)

EL TEMPERAMENTO COLÉRICO (O DE ACCIÓN) Y LA DEPRESIÓN

El temperamento colérico es un activista práctico. En su cuerpo lo que predominan son los huesos y los músculos. Posee un físico robusto, Compacto. Tiene gestos vigorosos y decisivos. Es un líder nato, optimista y de Gran fuerza de voluntad. En su mente bullen ideas, proyectos y planes de acción y casi siempre los lleva a cabo. Su principal característica es su disponibilidad para la acción. Busca la aventura física, las empresas arriesgadas. Es un extrovertido, pero no tanto como el regordete sanguíneo. Necesito estar haciendo ejercicio muscular. Su Consigna es "dicho y hecho". Puede sostener un ejercicio muscular sin comer ni dormir durante largo tiempo.

Deseo profundamente hacer un papel importante en el mundo, ejercer su influencia sobre los demás. Tiene la tendencia natural a los puestos de mando, y no puede soportar que otros lo hagan mejor.

Sus debilidades son: es autosuficiente, impetuoso y de carácter rebelde. Tiene tendencias a la dureza y a la crueldad. A veces sus reacciones son demasiado directas, duras y atrevidas. Su conciencia no le atormenta mayor cosa y por eso puede llegar a obrar mal sin escrúpulos de conciencia y sin remordimientos de ninguna clase. En el trato con los demás debe estar atento porque su falta de afectividad puede llegar a ser duro y poco delicado hasta poder decir de él: "sus caricias parecen patadas y sus sonrisas parecen Muecas".

Otro peligro que tiene es el de la "herejía de la acción", o sea el de dedicarse solamente actividades exteriores, sin darle importancia a su santidad interior, y a su relación de amistad con Dios (aprovecharía inmensamente leer el libro titulado: "El pequeño secreto").

Puedo llegar a ser demasiado agudo en la crítica a los demás y sarcástico y humillantemente burlón hacia lo que hacen otros. Este temperamento hace Buenos supervisores, buenos políticos y organizadores. Pero no le da importancia a los detalles.

El temperamento colérico o de acción no tiene tendencia a la depresión, porque está continuamente dedicado a su actividad y a su eterna búsqueda de metas y de ideales por conseguir. Puede estar atento a la vez a 14 metas que desea conseguir, Y si una le falla, su depresión le dura poco tiempo porque se va enseguida en busca de otros planes por realizar. Como siempre está ocupado, y cómo se siente feliz cuando está actuando, por eso le queda muy poco tiempo para sentirse deprimido. Su principal frustración consiste en que no le alcanzan las horas del día para realizar los planes que atrasado.

Un gran peligro que tiene es el de buscar con su actividad su propio engrandecimiento y no la gloria de Dios, y vivir adorando su autoimagen. Porque entonces cuando la gente no le demuestre aprecio por lo que hace, va a caer en depresión, pues buscaba que todos adorarán su autoimagen y le rindieron culto y admiración, y como no lo hacen, se siente deprimido. Es absolutamente necesario que de vez en cuando Sublime sus acciones y actuaciones y se proponga Buscar ante todo el reino de Dios y su santidad, y entonces yo podría estar seguro de que todo lo demás le vendrá por añadidura.

Tiene la ventaja de que cuando se siente deprimido Busca nuevas actividades, pero tiene también la desventaja de que sus estallidos de cólera son fuertes y puede faltar a la Caridad con los demás con palabras humillantes y hasta injustas que le consigan antipatías y enemistades que más tarde le traerán disgustos y depresiones.

Cómo creyente, el colérico debe tener cuidado para no imaginarse que las soluciones de la vida las va a conseguir él sólo por su cuenta, sin una intervención amorosa de Dios. Tiene el peligro de "no darle a Dios lo que es de Dios", y de no dedicar el tiempo suficiente a la oración y A la meditación y hacerse así bastante inútil, estéril e improductivo en la vida espiritual. También tiene el peligro que Jesús reprochaba a los fariseos: el Buscar aparecer bien ante los demás. Esto hace que se quede sin recibir recompensa de Dios por lo que hace, pues ya ha ido consiguiendo de los hombres, cuya alabanza y admiración era lo que buscaba. Es lo que San Pablo llama: proceder según la carne y no Según el espíritu. Tiene el peligro de la disipación: andar buscando sólo lo exterior sin importarle lo interior.

El colérico Necesito recordar que los éxitos vienen de Dios Y no sólo de nuestro propio esfuerzo. Como dice el libro de los proverbios: "lo que consigue éxitos es la bendición de Dios. Nuestro afán no añade nada". 

Entre las personas espirituales el colérico se siente bastante insatisfecho. "Tanto que yo obró, y no me eligen para puestos importantes", afirma. Pero es que sus obras son exterioridades, pero en lo espiritual se necesitan otras clases de actividades y de cualidades para poder ejercer cargos de importancia. Un puro activismo exterior y un dinamismo externo sin fines sobrenaturales, no son condiciones para poder ejercer bien estos cargos. El colérico se deprime cuando no se le elige para puestos de importancia. Por eso entre gente es muy espirituales no se sienten demasiado bien, pues raramente logrará ser elegido para tales cargos, si junto a su activismo exterior no tiene una fuerte de vida interior.

Para el colérico la época de su depresión puede ser cuando le llega su jubilación. Pues como tiene una inclinación tan grande a la actividad, al sentirse improductivo puede deprimirse. Por eso es muy necesario que entonces se busque alguna actividad para estar siempre ocupado. Un hombre de 65 años vivía continuamente de mal genio. El párroco se dio cuenta de que ellos se debía a que desde que había dejado su trabajo y estaba jubilado se sentía sin oficio alguno por hacer. Entonces le pidió que le dirigiera la economía de la parroquia, por un sueldo que era sólo un símbolo: $100.00 al año. Aquel activista se dedicó por completo a organizar la economía parroquial y a la vez que recobro su buen genio al sentirse útil y ocupado, también la economía de la parroquia notó un admirable Progreso.

Un tipo de temperamento colérico de acción es San Pablo. En el logro del Espíritu Santo una serie maravillosa de Triunfos espirituales, haciendo que toda esa incansable actividad se dirigiera, no a conseguir honores para su propia vanagloria, sino a conseguir amigos para Dios y seguidores para Jesucristo. Ojalá podemos leer en los hechos de los apóstoles los datos tan interesantes de este colérico que encauza todas sus Indomables energías extender el reino de Dios y a salvar las almas. Y ojalá lográramos también imitarlo un poco en su modo de dirigir un fogoso temperamento hacia el bien y no hacía el mal.


Nota: lo anterior sirve especialmente para los que tienen un 50%, 60% o 70% de temperamento colérico. Pero no olvidemos que todos somos un revoltijo de temperamentos y que cada uno de nosotros tiene al menos un 10% de temperamento colérico. Por eso conviene que volvamos a leer lo que se acaba de decir acerca de este interesante temperamento. Un libro que transforma a los de temperamento colérico es: "la imitación de Cristo".

jueves, 23 de noviembre de 2017

Poema De La Amistad

No puedo darte soluciones para todos los problemas de
la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes
y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me
lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes
actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para
crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te
parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger
los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti…
En estos días me puse a recordar a mis amistades mas
preciosas.
Soy una persona feliz: tengo mas amigos de lo que
imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la
alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y
cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la
serenidad, en estos días pense en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tu.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el numero uno ni el numero final.
Lo que se es que te destacabas por alguna cualidad que
transmitías y con la cual desde hace tiempo se
ennoblece mi vida.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el
segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos.
Gracias por ser mi amigo.


Jorge Luis Borges

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Aprende A Decir No

Para muchos de nosotros, la palabra más difícil de decir es una de las más cortas y fáciles del vocabulario: 

¡No! Anda, dilo en voz alta: ¡No!.

No, fácil de pronunciar, difícil de decir. Nos da miedo caerle mal a la gente, o nos sentimos culpables.
Podemos creer que un “buen” empleado, hijo, padre, cónyuge o cristiano nunca dice No.
El problema es que si no aprendemos a decir No, dejamos de caernos bien a nosotros mismos y a la gente a la que siempre tratamos de complacer. Quizá incluso lleguemos a castigar a los demás a causa del resentimiento.
¿Cuándo decimos No? Cuando realmente queremos decir No.
Cuando aprendemos a decir No, dejamos de mentir. La gente puede confiar en nosotros, y nosotros podemos confiar en nosotros mismos. Pasan todo tipo de cosas buenas cuando empezamos a decir No.

Si nos asusta decir No, podemos darnos algo de tiempo. Podemos tomarnos un descanso, ensayar la palabra y volver y decir No. No tenemos que brindar largas explicaciones por nuestras decisiones.
Cuando podemos decir No, también podemos decir Si a lo bueno. Nuestros No y nuestros Si empezarán a ser tomados en serio. Ganamos control sobre nosotros mismos. Y es entonces cuando aprendemos un secreto; que no es tan difícil decir No.

“Hoy diré No si eso es lo que quiero”.

martes, 21 de noviembre de 2017

Mentira En La Codependencia

Estoy convencida de que mostramos la mayoría de nuestras conductas codependientes en esta etapa, obsesionándonos, controlando, reprimiendo sentimientos. 

También creo que muchas de nuestras sensaciones de “locura” están vinculadas a esta etapa. 

Nos sentimos enloquecer porque nos estamos mintiendo.

Nos sentimos enloquecer porque creemos en las mentiras de otras personas. 

Nada nos ayudará con más rapidez a sentir que estamos enloqueciendo que caer en la mentira de los demás. 

Creer en mentiras rompe el núcleo de nuestro ser. 

La parte profunda, instintiva de nosotros sabe la verdad, pero hacemos a un lado esa partediciéndole, “Estás mal, Cállate”.

Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente

lunes, 20 de noviembre de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. XII - El Temperamento Y La Depresión (Parte 1)

CAPITULO XII
EL TEMPERAMENTO Y LA DEPRESIÓN

No hay temperamentos tan negativos y rebeldes que, con la oración, el estudio y el esfuerzo no se logran convertir en positivos y amables. San Francisco de Sales


LA INFLUENCIA DEL TEMPERAMENTO EN LA DEPRESIÓN

Los que mejor han estudiado el ser humano están de acuerdo en que uno de los elementos que más influyen en la depresión es el temperamento que hemos heredado. Cada uno de nosotros nacimos con un modo de ser totalmente especial, el cual nos acompaña durante toda nuestra vida, y de él dependerá muchísimo nuestro comportamiento.

Hace 25 años el médico Hipócrates definió los temperamentos que existen:
El sanguíneo: extrovertido, apto para negocios y reuniones sociales.
El colérico: Muy atractivo, de fuerte voluntad, hecho especialmente para mandar.
El melancólico: perfeccionista, muy apto para las labores espirituales y para el arte.

Cada persona tiene un 60 o 70% de un temperamento, y el resto de los otros.

Nota: Sheldon lo llamaba el tipo social, el tipo de acciones y el tipo del deber. Y si deseamos conocer muy interesantes detalles acerca del comportamiento y de los defectos y cualidades de cada uno de estos temperamentos no resultará de Gran provecho la lectura del precioso folleto titulado "Cómo reconocer y sacar provecho del propio temperamento "por Sheldon y Salesman. 

EL SANGUÍNEO (O TIPO SOCIAL) Y LA DEPRESIÓN
La gente que tiene predominio del temperamento sanguíneo es cálida, amigable, espontánea y atrae a los demás como un imán. Excelentes charlistas. Optimistas, sin demasiadas preocupaciones. Son el alma de las fiestas sociales. Generosos, sensibles a lo que les rodea, compasivos con los que sufren, y colaboradores, saben compartir el buen humor de los demás.

Pero el sanguíneo tiene también sus debilidades. La dificultad más grave para que logre progresar es su falta de suficiente energía, Su falta de fuerza de voluntad, él no dedicarse a hacer lo que le cuesta, su falta de constancia, y su oposición a lo que sea sacrificio. Por eso, aunque en su juventud lo califican de "seguro triunfador", casi nunca en la edad madura logra los éxitos que se esperaban de él, pues le faltó carácter, o no les dio importancia a los detalles, por su tendencia a la comodidad y por su exagerado gusto en consentir su propio bienestar personal. Y esta falta de éxitos le puede traer depresión.

Por ser tan bondadoso y tan extrovertido es muy inseguro para guardar secretos, y los secretos que hay en divulgar le pueden traer serias contrariedades. En cuanto a la vida espiritual su peligro es contentarse con sentir amor hacia Dios y hacia las almas, pero hacer nada o casi nada por extender el reino de Dios y conseguir la salvación de las almas. "Fe sin obras", Llama a eso del apóstol Santiago. El sociable o sanguíneo es poco inclinado a las obras que cuestan esfuerzo.

Puede quedarse sin conseguir muchos éxitos que le estaban destinados, y esto por su pereza, por su poco esmero en cumplir bien su deber, por su antipatía a lo que exige sacrificio y esfuerzo, por su poca estabilidad en los propósitos que hace, y por no ser capaz de oponerse a tiempo a lo malo que sucede a su alrededor. Puede conseguir también antipatías y enemistades por su inclinación a la murmuración y andar quejándose de lo que no le agrada. Y estás enemistades la pueden traer también un poco de depresión.

Otra causa que le puede producir depresión es ésta: que bajó un exterior de intrepidez y de valor, esconde en su personalidad bastante inseguridad y no poco temor, y además, inclinación al desánimo y a la mediocridad. Parece a ratos que su lema fuera: "dejar al mundo que siga andando como lo está haciendo. Vivir y dejar vivir". Y la mediocridad en sus aspiraciones le puede traer como consecuencia que se quede en realizaciones muy pequeñas por no haber cultivado ideales atrevidos y elevados.

Pero el temperamento sanguíneo o Social es de los que menos depresión sufren. Y si le llega la depresión, está bien Es cuando estás solo. Por eso necesita en caso de dificultades apoyarse en la amistad de otros, y Buscar la simpatía y la comprensión de los demás. en la depresión necesita la compañía de personas comprensivas. La sociabilidad es para él una auténtica necesidad. Si se siente solo, le puede llegar la depresión.

Al sanguíneo lo que le importa es el presente, pasar bien y tranquilamente el momento actual. El pasado le angustia y le remuerde muy poco. El futuro casi no lo afana ni lo asusta. Pero esto que es beneficioso en gran parte, trae también sus peligros, Pues un pasado que no se recuerda con cierto dolor, puede ser que no produzca enseñanzas para evitar el mal en el presente, y si no pensamos en el futuro con cierta intranquilidad nos podrán dar el nombre que le dieron al muñeco Peter Pan: "el que no quiere crecer". He aquí, pues, una causa que produce depresión: llegar a la edad madura sin haber obtenido verdaderas realizaciones en la vida, porque la falta de disciplina y la debilidad de carácter hicieron del individuo un improductivo, y esto trae desilusión y lo hace a uno sentirse mortificado.

Llegado a la edad de la jubilación puede darse cuenta, aunque ya muy tarde, de Qué hubiera podido conseguir muchísimos triunfos más Si se hubiera sabido sacrificar y si se hubiera exigido un poco más así mismo. Y se cumple en el lo que narra Tagore: "Mirando hacia la vida pasada suspira de tristeza al contemplar el triunfador que él debiera haber sido, pero que por su pereza no lo fue, y en la vejez desearía colocarse a la orilla del camino de la vida y decirle a los jóvenes despreocupados que se pasan la vida sin hacer nada que les cueste sacrificio: "por favor: les pido que me regalen esos minutos que van a perder y no hacer nada, para emplearlos en hacer algo que en verdad valga la pena".; Pero ya es demasiado tarde, y este recuerdo de lo que pudo hacer y no hizo, Y de lo que pudo conseguir y no consiguió, puede traer depresión en los últimos años de vida.

Si el sanguíneo llega a convencerse de que en la vida actuó "como un niño grande", y con la irresponsabilidad de un Marinero borracho, aumenta entonces su inseguridad de la puede llegar la autocompasión. Entonces se pone a la defensiva y se vuelve sumamente sensible a las humillaciones y a las críticas, hasta el punto que puede obsesionarse por la opinión negativa que los demás tienen de él. Y está autoimagen negativa lleva a la depresión.

Cuando el sanguíneo llega a la edad mayor puede ser que se dedique a culpar a otros por su falta de éxitos y de personalidad. Dirá que la culpa la tuvieron sus padres que nunca le exigieron nada en serio y que lo consintieron en demasía. Que la culpa la tienen sus educadores o sus superiores que no la supieron formar la voluntad, etc. Echarles la culpa a otros, hace daño y no trae ningún provecho. Cada uno tiene que juzgarse a sí mismos imponerse a culpar a los demás. En vez de vivir pensando en la culpabilidad de otros tuvieron respecto a nuestros fracasos, lo que sí nos aprovecha mucho es pedirle muchas veces perdón a Dios por nuestros descuidos, explicarle al espíritu santo que nos conceda el don de la fortaleza que es el que nos va a volver fuertes de voluntad. Mientras vivamos en esta tierra Nunca es tarde para pedir perdón al señor y para suplicar al espíritu santo que venga a fortalecer nuestra débil voluntad. No olvidemos la noticia del profeta: "la oración traspasa las nubes y llega hasta el trono de Dios y se vuelve trayendo los regalos del cielo".

El sanguíneo tiene que aprender a no tomar la vida de modo infantil, Ah no enfrentar las situaciones como en broma y a no contentarse con obtener de la existencia humana menos de lo que de ella se puede conseguir. Tiene que alejar de sí mismo la auto conmiseración y no andar echándole a otros la culpa de sus faltas de éxitos. La autocompasión no hace bien sino mucho daño. En cambio, el implorar Al Divino espíritu que llene nuestra alma de valor y de entusiasmo para luchar y conseguir en la vida todos los éxitos que la bondad de Dios nos tiene destinados, Eso sí hace un gran bien. Sí Nacimos para conseguir el 40% o el 60% por uno de lo que hacemos, porque contentarnos con un miserable 10%? Para mayores cosas hemos nacido.

Y no olvidemos que todos los seres humanos tenemos algún tanto por ciento de sanguíneos. Unos tienen el 60 o el 70%. Son los sanguíneos como tales. Otros la proporción de temperamento sanguíneo es del 30 del 20 del 10%. Pero todos tenemos buena parte de este temperamento. Por eso volvemos a leer estos datos anteriores que pueden servirnos mucho para mejorar nuestro comportamiento.


Nota: las características físicas del sanguíneo son: viseras abundantes y muy desarrolladas y extremidades relativamente menos desarrolladas. Por lo general son gordos, pero no siempre. Se mueven lentamente y tienen un aspecto relajado. El individuo desea estar confortablemente a su gusto. Sus respuestas son lentas y sus reacciones emocionales también. Experimenta una gran alegría en comer. Una de sus satisfacciones sociales más intensas es tomar parte de una comida Bien servida y en compañía de amigos de los cuales charlar. Le resulta también muy placentero el poder hacer la digestión cómodamente estirado. Tiene un deseo profundo de estar acompañado y de ser aprobado y animado por los demás. Nada les molesta el sueño. Duerme con la placidez de un niño. Tiene el corazón en la mano y dar rienda suelta a sus afectos de un modo natural y fácil. Siempre encuentro motivos para no imponerse a nadie con el rigor Y ser benigno y tolerante. Su equilibrio emocional le puede conseguir una tranquilidad de espíritu tan grande que le lleve hasta la santidad. Su mayor peligro no consiste en lo poco malo que hace sino en lo mucho y bueno que por su falta de espíritu de sacrificio puede dejar de hacer.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Vulnerabilidad

He aprendido que cuanto más vulnerable me permito ser, en realidad tengo más control de mí mismo (Anónimo).

Muchos de nosotros sentimos que sólo podemos mostrar nuestro lado fuerte, confiado. Creemos que la cara que tenemos que mostrarle al mundo debe ser siempre de educación, perfección, calma, fortaleza y control.

Aunque ciertamente es bueno y a menudo apropiado estar bajo control, calmados y fuertes, todos tenemos otro lado, esa parte de nosotros que se siente necesitada, que se asusta, que tiene dudas y que se enoja. Esa parte nuestra que necesita cuidados, amor y que la tranquilicen de que las cosas van a salir bien. Expresar estas necesidades nos hace vulnerables y menos que perfectos, pero este lado nuestro también necesita de nuestra aceptación.

Permitirnos a nosotros mismos ser vulnerables nos ayudará a formar relaciones duraderas. Compartir nuestra vulnerabilidad nos ayuda a sentirnos cerca de la gente y ayuda a los demás a sentir cercanía con nosotros. Nos ayuda a crecer en amor propio y en autoaceptacion. Nos ayuda a convertirnos en agentes curativos. Nos permite curarnos y ser accesibles a los demás.

“Hoy me permitiré ser vulnerable con los demás cuando sea seguro y apropiado hacerlo”.