sábado, 20 de mayo de 2017

La Ira

Como codependientes, podemos estar temerosos de nuestra ira y de la de los demás, Quizá creemos en uno o en más mitos acerca de ella. O tal vez tengamos temor de la ira por otras razones. Alguien puede habemos pegado o abusado de nosotros cuando se encontraba enojado o enojada. Algunos podemos haberle pegado a alguien o haber abusado de él cuando estábamos enojados. En ocasiones simplemente el nivel de energía que acompaña a la ira puede ser atemorizante, especialmente si esa persona está ebria.

Reaccionamos a la ira, tanto a la propia como a la de los demás. Es una emoción provocadora. Puede ser contagiosa. Y muchos de nosotros reaccionamos a ella. Tenemos mucha de la ira que acompaña a la pena, al dolor. Tenemos la ira que proviene de la etapa de persecución, del rescate o del cuidar de los demás. Muchos de nosotros estamos varados en esa esquina del triángulo. Tenemos sentimientos de ira irracionales sin justificación que pueden deberse a un pensamiento de reacción de tipo desastroso: los debería de, los qué horror, los nuncas y los siempres. Tenemos ira justificada, todos los sentimientos locos que cualquiera sentiría si alguien le hubiera hecho eso a él o a ella. Tenemos la ira que manifiesta cómo nos sentimos cuando hemos sido lastimados o tenemos miedo. Los sentimientos de temor y de tristeza se convierten en ira, y muchos de nosotros hemos sido muy lastimados y hemos tenido mucho miedo.
Tenemos la ira que proviene de sentirnos culpables. Los sentimientos de culpa tanto los genuinos como los que no merecemos, fácilmente se convierten en ira. Los codependientes también tienen mucho de ello. Y, créanlo o no, lo mismo es aplicable a los alcohólicos. Sólo que estos son más propensos a convertirlos en ira.
Y también tenemos ira reactiva. Nos enojamos porque la otra persona está enojada. Luego ella se enoja aún más, y nosotros aumentamos el enojo porque ella se enojó más. Pronto todo mundo está enojado, y nadie sabe bien a bien por qué. Pero todos estamos fuera de sí y nos sentimos culpables por ello.
A veces preferimos permanecer enojados. Nos ayuda a sentirnos menos vulnerables y más poderosos. Es como un escudo protector. Si estamos enojados, no nos sentiremos lastimados o temerosos, por lo menos no se nos notará.

Tristemente, muchos de nosotros no tenemos a dónde ir con toda esa ira. Nos la tragamos, nos mordemos la lengua, sacamos el pecho, la lanzamos a nuestro estómago, la dejamos zumbar en nuestra cabeza, escapamos de ella, le damos medicamentos, o le damos una galleta. Nos culpamos a nosotros mismos, convertimos la ira en depresión, nos metemos en cama, tenemos la esperanza de que nos muramos, y nos enfermamos a causa de ello. Finalmente le pedimos a Dios que nos perdone por ser una persona tan horrible o por sentir ira en primer lugar.

Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente

viernes, 19 de mayo de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo V (Parte 4)



7°. LA HIPERACTIVIDAD MENTAL

Las personas de Gran actividad y productividad padecen una rara forma de depresión, especialmente después de los 50 años: se les han acumulado tantos detalles, planes y energías, qué les resulta difícil un descanso mental. Sus pensamientos parecen estar como las nubes en una tormenta: en cortocircuito unos con otros, y empiezan a fallarle sus poderes de concentración. Es una experiencia enervante y desalentadora para quien desea sentirse seguro de sí mismo. Al reaccionar disgustado y frustrado porque no puede concentrarse en asuntos importantes, no se da cuenta de que mientras más aspavientos haga, se le agudiza el problema.

Uno de los síntomas de esta forma depresiva es la súbdita irritabilidad sin causa proporcionada. Por ejemplo: llega un día a casa y al oír la algarabía de los niños, que todos los días había sido la misma, estalla en un ímpetu de cólera y les echó un feroz regañó. Luego se va a su alcoba a pensar: "porque me pasó esto, Si antes no me disgustaba sus bullicios? ¿Porque habré reaccionado tan bruscamente hoy?

Puede ser que su intensa actividad no le ha permitido al cerebro un adecuado descanso, lo cual le lleva a reaccionar de esta manera.

Algunos médicos recetan un tranquilizante suave para contrarrestar el síndrome de actividad (síndrome: señal de alarma. Síndrome de actividad: síntoma o señal de que se está pasando Más allá de los límites que uno debe dedicar a su actividad). Luego sugieren una reducción de la intensidad del trabajo aconsejando enérgicamente una actividad menos febril, Menos afanosa. Lo grabé es que en estos casos de neurastenia el remedio principal es descansar, Y eso es lo que menos le gusta al neurasténico: descansar. Casi todos prefieren una dosis de tranquilizantes para tomar en pastillas en vez del remedio verdaderamente seguro eficaz: descansar.

Para muchos individuos una semana de descanso, un día de paseo le aprovecha más respecto a su buen genio que un frasco de remedios o un mes de buenos propósitos.

8°. EL RECHAZO

Ya hablamos de esto. Pero es necesario insistir en la tremenda necesidad de amor que tienen todos los seres humanos. Cuando ese deseo de ser amados no se logra realizar, llega la depresión. Este tipo de depresión comienza temprano cuando el niño no logra recibir el cariño de sus padres (por eso los asilos son muchas veces fábricas de bandidos y prostitutas: por la depresión que las produjo en la infancia la falta del cariño que deseaban recibir). El adolescente se deprime porque se siente rechazado. El novio se emborracha para tratar de ahogar la depresión que le produjo un rechazo de su amada, y la mujer joven Busca el suicidio a llorar amargamente porque el hombre de sus sueños se ha ido con otra o se muestra displicente.

En las personas mayores esta depresión sobreviene cuando se pierde el afecto del cónyuge, o se pierde el puesto o empleo o se sufre la traición de un amigo en quién se confiaba. Muchas veces la depresión es desproporcionada porque la persona se pone a cavilar mucho sobre la injusticia ese rechazo que ha recibido. (Cavilar: concentrar El pensamiento de un tema sin querer retirarlo de ahí). También se agranda esta depresión si el individuo se encierra en su soledad. Grandes educadores, cuando Ven a un joven en estado depresivo lo primero que buscan es conseguirle compañeros alegres que no saquen de su soledad destructora. Aquí se cumple una vez más la escritura que dice: "Un buen amigo es un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio. El amigo fiel es como un remedio que fortalece la vida".
Comentar los rechazos que hemos recibido es reavivar las heridas que sentimos. Pero Buscar la amistad de personas comprensivas y buenas es adquirir un ungüento que sana las llagas de la incomprensión y del rechazo. El libro Santo ha hecho una maravillosa promesa: "los que tengan fe en Dios conseguirán los buenos amigos que necesitan"

jueves, 18 de mayo de 2017

Ira Contra Miembros De La Familia

Muchos de nosotros sentimos ira contra miembros de nuestra familia. Algunos de nosotros tenemos una gran ira e indignación, una ira que parece continuar año con año.

Para muchos de nosotros, la ira fue la única manera de romper con un vinculo enfermizo entre un miembro de la familia y nosotros. Fue la fuerza que nos impidió seguir siendo cautivos -mental, emocional y a veces espiritualmente- de algunos miembros de la familia.

Es importante que nos permitamos sentir –y aceptar- nuestra ira hacia algunos familiares sin sentirnos culpables o avergonzados. También es importante que examinemos nuestros sentimientos de culpa en relación con algunos miembros de la familia, ya que con frecuencia la ira y la culpa están entretejidas.

Podemos aceptar, agradecer incluso, nuestra ira por habernos protegido. Pero también podemos fijarnos otra meta: asumir nuestra libertad. 

Una vez que lo hagamos, ya no necesitamos nuestra ira. Una vez que lo hagamos, podremos perdonar.

Tengamos pensamientos amorosos, tengamos pensamientos curativos hacia los miembros de la familia. Pero permitámonos sentir toda la ira que es necesario sentir.

En algún momento esforcémonos por acabar con la ira, pero necesitaremos ser gentiles con nosotros mismos si empiezan a aflorar los sentimientos de vez en cuando.

Dale gracias a Dios por los sentimientos. Siéntelos. Libéralos. Pídele a Dios que bendiga a nuestras familias y cuide de ellas. Pídele a Dios que nos ayude a asumir nuestra libertad y a cuidar de nosotros mismos.
Dejemos que la dorada luz de la curación brille sobre todos los que amamos y sobre aquellos hacia quienes sentimos ira. Dejemos que la dorada luz de la curación brille sobre nosotros.
Confiemos en que está teniendo lugar la curación, ahora mismo.

“Ayúdame a aceptar las potentes emociones que pueda sentir hacia miembros de mi familia. 

Ayúdame a sentir gratitud por la lección que ellos me están enseñando. Acepto la luz dorada de la curación que está brillando ahora sobre mi y sobre mi familia. Le doy gracias a Dios porque la curación no siempre viene en un paquete limpio y bonito”.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Deja Ir La Necesidad De Controlar

Las recompensas del desapego son grandes: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas.
Ya no seas codependiente.

Dejar ir nuestra necesidad de controlar puede liberarnos a nosotros y a los demás. Puede liberar a nuestro Poder Superior para que nos envíe lo que es mejor para nosotros.

Si no estuviéramos tratando de controlar algo o a alguien, ¿Qué estaríamos haciendo de otra forma?

¿Qué estaríamos haciendo que no nos estamos dejando hacer ahora?

¿Adónde iríamos? ¿Qué diríamos?

¿Qué decisiones tomaríamos?

¿Qué pediríamos? ¿Cuáles límites fijaríamos? ¿Cuándo diríamos si o no?

Si no estuviéramos tratando de controlar si le caemos bien o no a otra persona y su reacción hacia nosotros, ¿Qué haríamos de manera diferente? Si no estuviéramos tratando de controlar el curso de una relación, ¿Qué haríamos de otra manera? Si no estuviéramos tratando de controlar la conducta de otra persona, ¿Cómo pensaríamos, sentiríamos, hablaríamos y nos comportaríamos de manera diferente a como lo hacemos ahora?
¿Qué es lo que no nos hemos estado dejando hacer mientras albergábamos la esperanza de que nuestra abnegación influyera sobre una situación o persona en particular? ¿Hay algunas cosas que hemos estado haciendo y que dejaríamos de hacer?
¿Cómo nos trataríamos a nosotros mismos de otra manera?
¿Nos permitiríamos disfrutar más de la vida y sentirnos mejor ahora mismo? ¿Dejaríamos de sentirnos tan mal? ¿Nos trataríamos mejor a nosotros mismos?

Si no estuviéramos tratando de controlar, ¿Qué haríamos en forma diferente? Haz una lista y luego síguela.

Hoy me preguntaré a mí mismo qué estaría haciendo de otra manera si no estuviera tratando de controlar. 
Cuando escuche la respuesta, lo haré. 

Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de controlar. 
Ayúdame a liberarme y a liberar a los demás.

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

martes, 16 de mayo de 2017

Obsesión

Es horrible estar obsesionado con otro ser humano o con un problema. 

¿Conoces alguna persona obsesionada con alguien o con algo? 

Esa persona no puede hablar de otra cosa, no puede pensar en otra cosa. 
Aunque parezca oírte cuando le hablar, sabes que no te escucha. Su mente está dando tumbos, va de aquí para allá en un interminable remolino de pensamientos compulsivos. Está preocupada. Relaciona todo lo que le dices (aunque no tenga nada que ver) con el objeto de su obsesión. Dice las mismas cosas, una y otra vez, usando las mismas palabras o cambiándolas ligeramente. Lo que tú digas no sirve de nada. Aunque le digas que pare, no sirve de nada. Probablemente lo haría si pudiera. El problema es que no puede hacerlo (en ese momento). Pues está a punto de estallar con la discordante energía de que está hecha la obsesión. 
Tiene un problema o una preocupación que no sólo lo molesta y lo controla.

Muchas de las personas con quienes he trabajado en terapia familiar han estado así de obsesionadas por la gente importante para ellas. Cuando les preguntaba qué sentían, me decían lo que la otra persona estaba sintiendo. Cuando les preguntaba qué habían hecho, me decían lo que la otra persona había hecho.
Su concentración total estaba en alguien o en algo que no eran ellas mismas. 
Algunas de ellas habían pasado años de su vida haciendo esto: preocupándose por, reaccionando a y tratando de controlar a otros seres humanos. Eran cascarones, a veces casi invisibles, de persona. 
Su energía estaba agotada, dirigida hacia alguien más. No me podían decir lo que sentían y pensaban porque no lo sabían. Su concentración no estaba en ellas mismas.

Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente

lunes, 15 de mayo de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo V (Parte 3)

5°. LA ENFERMEDAD
Todos tenemos nuestros aspectos débiles y nuestros momentos dolorosos. Unas personas pueden soportarme Jorge otras las horas amargas de la vida. Pero la capacidad para resistir a la depresión disminuye siempre con las enfermedades. Toda enfermedad prolongada nos hace vulnerables y fáciles a la depresión. Y muchos medicamentos producen también efectos secundarios que llevan a este malestar.

Quién ha sufrido una hepatitis queda con una debilidad nerviosa y un debilitamiento de fuerzas que lo dejan muy deprimido. Toda enfermedad al cerebro incluye depresión. Hay muchas drogas que, aunque alivian otros males, sin embargo, debilitan el sistema nervioso y producen depresión. Ay tan killis antes que producen alegría y paz en el momento, pero luego dejan a la persona terriblemente deprimida. Las píldoras anticonceptivas dejan a la mujer en fuerte grado depresivo.

Hay personas con carencia notable de vitamina B, B1, B2, B6, B12, y la falta de esta vitamina produce gentes deprimidas, sin ánimo y llenas de tristeza y miedos.
Y cuando la persona está debilitada por la enfermedad sucede un fenómeno especial; es que los hechos que habitualmente no le molestaban, adquieren magnitudes desproporcionadas. "todo lo malo Le parece muchísimo más malo". Es más fácil caer en la auto conmiseración durante una enfermedad que ninguna otra época de la vida.
Estos detalles pueden servir muy bien para tener más comprensión con los caprichos, nerviosismos Y exageraciones de muchos enfermos.

Un día en el que la tensión está bajísima, el paciente puede sentir una depresión muy fuerte. Lo mismo el día en que la jaqueca agobia y no se quiere alejar con ninguna pastilla. No digamos nada de un dolor de muelas. 


El gran San Pío X, se dice que era muy alegre y muy optimista, excepto ciertos días en el que los dolores de muelas que sentía eran tan agudos que la depresión trataba de vencerlo. Por eso tenemos siempre comprensión con los enfermos. No tienen Mala voluntad, si no......... Enfermedades.


6°. DEPRESIÓN POST-PARTO
Aún las mujeres más optimistas y alegres pueden sufrir Una crisis depresiva Poco después de nacer su hijo. Para consuelo de todas ellas tenemos que decir que esto es absolutamente normal.

Aquí tienen influencia las ilusiones y fantasías. La mujer se imaginaba que su hijito iba a hacer un "suave bultico de amor", Y ahora resulta que es "un bulto de carne que llora y huele mal". Hasta amamantarlo le produce dolor.

El mejor remedio que los médicos conocemos a este respecto es el comportamiento amable, comprensivo y bondadoso del padre del bebé. Si es un hombre equilibrado y ama a su esposa como se ama a sí mismo, Tratará con paciencia, delicadeza y afecto a su emocionalmente agotada esposa.

Lo malo en estos casos es que también el pobre esposo se puede encontrar deprimido. Dicen que cuando una criatura nace, la mamá llora en el momento en el que nace el niño, y el papá llora en el momento en el que le pasan la cuenta de la clínica. Ante estos gastos grandecitos, tiene peligro también él de sentir depresión, Y si un deprimido Trata a otro deprimido, los dos se pueden ir al Abismo de una depresión mayor. Por eso una tercera persona (cuñados, suegros, etc.), Pueden traer el ánimo y el consuelo que se necesitan en estas circunstancias.

Puede ser que la esposa se muestre difícil, irritable, irracional y les haga difícil al esposo y demás familiares tenerle paciencia. Ellos deben hacer lo posible para levantarle el ánimo y la confianza en sí misma. Algunos maridos piden licencia en su trabajo por una semana cuando nace su hijo, para poder estar en su casa y brindará su esposa todas las atenciones que su estado especial exige. Esta inversión de tiempo, paciencia y delicada comprensión reproducirán especiales ganancias para el futuro. A muchas mujeres les molestan los cuidados de su esposo en este tiempo, pero pasado el período de su depresión lo aprecian En toda su magnitud. "Lo trate muy mal en estos días -decia una- pero después me di cuenta de que es un hombre maravilloso".