LA TERCERA DÉCADA DE LA VIDA
En esta
época la depresión ataca más a las mujeres que a los hombres. El varón en la
edad de los 20 a los 30 años se dedica fuertemente a su educación y a su
especialización vocacional y sus energías varoniles lo mantienen atléticamente
activo. De ahí que normalmente no sufran tanto de la depresión Cómo las mujeres
en esta tercera época de su vida.
Las
recién casadas son Víctimas de la depresión a las pocas semanas del casamiento.
Una de las causas en la relajación psicológica que produce la vida rutinaria,
comparada con los emocionantes preparativos previos al matrimonio. Otra de las
causas que explica esta depresión es que sus sueños y expectativas fueron tan
idealizados que la realidad se torna decepcionante. El amor es ciego.
Últimamente permite ver las cualidades de la persona amada, pero "pronto
pasan los gustos y Sólo quedan los sustos", como dice la gente, y empieza
la otra persona aparecer con todos los defectos de la pobre naturaleza humana,
los cuales traen decepción. Y más si antes de casarse los novios no han
estudiado relaciones humanas que les enseñan los secretos y las técnicas para
hacer felices a los demás. Hay hombres que han vivido siempre entre varones,
toscos, bruscos y ásperos como son los hombres, y de un momento a otro se van a
vivir con una mujer, sin saber un poco de psicología femenina. Ya podemos
imaginar la deserción de esta pobre a las pocas semanas de matrimonio. Muchas
de estas depresiones amargas Se podrían evitar si hombres y mujeres, novios y
casados, dedicarán un poco de tiempo para aprender en lecturas o cursos, un
poco más de relaciones humanas.
Hace poco al atravesar una plaza sentí que un hombre de espesa barba
larga Me da un fuerte abrazo. ¿Qué pasa? – le pregunte – “Perdone. Pero es
que jure que donde la viera a usted le daría un abrazo de gratitud, porque hace
unos pocos meses leí en uno de sus libros que muchos matrimonios se arreglarían
con solo que leyeran un poco más de relaciones humanas. Mi hogar era un
fracaso. Peleas y discusiones todos los días. Mi esposa y yo nos propusimos
leer un libro "secretos para triunfar en la vida", y el cambio ha
sido tal que parece mágico. Ah, si hubiéramos leídos desde hace años antes las
técnicas para hacer felices a los demás, Cuántos ratos amargos nos hubiéramos
evitado".
Tenía
razón aquel hombre: para evitar que por nuestra culpa otros en familia sufren
depresión hay que aprender las técnicas que las relaciones humanas enseñan
acerca del buen trato hacia los demás. El tiempo que dediquemos a estas
lecturas producirán frutos de alegría, paz y comprensión. No le pedimos al que
le que nos crea. sólo le pedimos que haga la prueba.
En el
libro "preparación para el matrimonio" del P. Gustavo Eliecer, hay un
capítulo muy interesante titulado: "detalles para los primeros días del
matrimonio". Su lectura ha evitado muchas parejas muy amargas y decepcionantes
molestias, y les ha enseñado Cómo, si se aman verdaderamente y son considerados
el uno con el otro, los problemas que se presentan al principio del matrimonio
celebran solucionar felizmente.
Otra
depresión para la mujer recién casada es la que experimenta después del
nacimiento de su primer hijo. Los médicos le llaman: "depresión
posparto". Sucede mucho más después del nacimiento del primer hijo que en
el de los demás. Puede ser ocasionado por el esfuerzo emocional que la madre
debe soportar al dar a luz. También puede provenir de que la madre considera al
niño como un "intruso" que viene a perturbar la paz del hogar. Esto
le puede agravar mucho su depresión. Hay otra causa: que este niño viene a
complicar la situación económica de la casa, y por tanto, la depresión que él
produce se aumenta hacia el final de quincena o al final de mes cuando el
dinero se haya reducido casi a nada.
Para la
madre de varios hijos la depresión le puede llegar muy frecuentemente por el
tremendo trabajo que supone el cuidado de las criaturas; por sentirse como una
presión era o esclava del cuidado de estos pequeños, y por el temor
subconsciente de verse nuevamente embarazada, con todos los problemas que esto
acarrea. Si en tales circunstancias se empieza a sentir lástima de sí misma, no
tardará en planteársele serios problemas de depresión, lo que puede llevar a
perder interés en su aspecto exterior con pérdida de su propia imagen y, por
tanto, agravamiento de la depresión. Y esto le trae Otro peligro: que su esposo
se interese menos por ella, por el mal aspecto que ahora tiene. Los psicólogos
repiten: "quién se sienta deprimido vístase mejor". Esto disminuye la
depresión. Por eso las madres deben recordar que los hombres se dejan estimular
y emocionar por la vista; la mujer más elegante que pueda ver su marido cada
día debe de ser la esposa cuando le hablé al atardecer La puerta que da a la
calle.
Este
vestirse con esmero antes de que él ya llegué a la casa, no solamente le hace
bien a él, sino que es también beneficioso para el concepto que ella tiene de
su propia vida. San Pedro en una carta decía: "recuerden las mujeres que
su mejor adorno no son las joyas ni las modas, sino un Corazón amable y dulce.
Esto es muy precioso ante Dios. Así se adornan las mujeres Santas del Antiguo
Testamento". Pero también el Apocalipsis al describir a la esposa ideal
dice que se le aconseja adornarse y vestirse con vestidos agradables a la
vista.
Hay otra
de presión para las madres: Cuando los hijos crecen Y ahí empieza a sentir
profundamente que ya no es necesitada por ellos. Aquí le puede llegar la
depresión de la inutilidad, que es una de las más apabullantes que pueden
sobrevivir, y para evitar la es necesario dedicarse a alguna actividad
creadora, o en favor de los demás. Siempre podremos ser útiles a alguien; los
pobres siempre los tendré mosco nosotros, Y si en un doloroso momento la
enfermedad o la vejez nos hacen inútiles exteriormente, sin embargo, con
nuestra oración frecuente, y con la resignada paz con la que sepamos llevar nuestros
sufrimientos, seremos "pararrayos" de la justicia divina, que
evitarán castigos y desastres a las personas que nos rodean. Nada atrae tantas
bendiciones sobre un hogar como una persona que sufre con paciencia y por amor
de Dios. Nada atrae tantas bendiciones sobre un hogar como una persona que
sufre con paciencia y por amor de Dios. Cuando en una aparición le dijo
Jesucristo a Santa Catalina: "si quieres tener verdadera caridad No dejes
pasar ningún día de tu vida sin hacer un favor a alguien", y la santa
pregunto: "Y el día en que no encuentro a ninguno para hacerle un favor,
que puedo hacer? El señor le respondió: puede rezar u ofrecer tus sentimientos
por los demás, que eso ya es un gran favor que les haces".