sábado, 15 de julio de 2017

Gente Directa

Nos sentimos seguros con las personas directas, honestas. Hablan claro y sabemos donde estamos parados con ellas.

En la gente indirecta, en la gente a la que le da miedo decir quien es, que quiere y que esta sintiendo, no se puede confiar. 

De alguna manera actuaran conforme a su verdad aunque no la digan. Y pueden pescar a todo mundo por sorpresa.
Ser directos ahorra tiempo y energía. Nos aparta del papel de víctimas. Nos exime del martirio y de los juegos. Nos ayuda a adueñarnos de nuestro poder. Crea relaciones de respeto.
Se siente uno seguro al tratar con gente directa, honesta. Sé una de ellas.

“Hoy me adueñaré de mi poder para ser directo. No tengo por qué ser pasivo, ni necesito ser agresivo. Me sentiré cómodo con mi propia verdad, para que los que me rodean se sientan cómodos conmigo”.

viernes, 14 de julio de 2017

Como Alejar la Depresión: Remedio Para Alejar Tristezas Y Depresiones

Un día fue a visitar a San Benito Cottolengo otro notable sacerdote San Juan Bosco. "Padre Cottolengo -dijo el joven Bosco- vengo a pedirle un consejo: Qué remedio debo recomendar a las personas que me vienen a contar que están aburridas de la vida, desesperadas, y llenos del mal genio y de depresión por la pobreza, por las enfermedades Y problemas de la vida o por el mal trato que les dan los demás?

Mira Bosco - respondió Cottolengo-, el mal del aburrimiento y de la tristeza y la depresión es el más moderno más común de todos. Para combatirlo, nos ha mandado Dios un gran remedio siempre Antiguo y siempre nuevo: pensar en el cielo que nos espera. No olvides nunca que: "Un pedacito de cielo lo arregla todo".


Se fue el sacerdote Bosco a practicar el consejo recibido de tan popular apóstol, y pronto empezó a notar los maravillosos resultados. Llegaban a su despacho individuos malhumorados y deprimidos que nos saludaban a ninguno de los que estaban en la sala esperando turno para ser atendidos. Personas consumidas por la tristeza y carcomidos por la angustia y la depresión. Y el padre Bosco, recordando que "un pedacito de cielo lo arregla todo", les hablaba del cielo que nos espera, de Las alegrías que gozaremos dentro de un poco de tiempo y para siempre en la eternidad, Y de lo mucho que amaremos sí seremos amarnos Eternamente con tal de aguantar ahora un poco, y aquellas personas cambiaban su ira y depresión por paciencia y esperanza.

jueves, 13 de julio de 2017

Impotencia E Ingobernabilidad

La fuerza de voluntad no es la clave para lograr el modo de vida que estamos buscando. El sometimiento lo es.

“He pasado gran parte de mi vida tratando que la gente sea, haga o sienta algo que no es, que no quiere y que escoge no sentir. En ese proceso la he vuelto loca y me he vuelto loca yo misma”, dijo una mujer en recuperación.
“Me pasé la niñez tratando de hacer que un padre alcohólico que no se amaba a sí mismo fuera una persona normal que me amara. Luego me casé con un alcohólico y me pasé una década tratando de hacerlo dejar de beber.”
“Me he pasado años tratando de hacer presente para mí a gente que no está disponible emocionalmente.”
” Me he pasado mas años aún tratando de hacer felices a miembros de la familia, que están contentos sintiéndose desdichados. Lo que estoy diciendo es esto: me he pasado gran parte de mi vida tratando desesperadamente y en vano de hacer lo imposible y sintiéndome un fracaso al no haberlo podido hacer. Es como haber estado sembrando maíz y tratando de que de las semillas salgan chicharos. ¡No funcionara!
“Al someterme a la impotencia, gano inteligencia suficiente para dejar de seguir desperdiciando mi tiempo y energía tratando de cambiar y de controlar a lo que no puedo cambiar ni controlar. Esto me da permiso para dejar de estar tratando de hacer lo imposible y concentrarme en lo que si es posible: ser como soy, amarme a mi mismo, sentir lo que siento y hacer con mi vida lo que quiera.”
En la recuperación aprendemos a dejar de pelear contra los leones, simplemente porque no podemos ganar. También aprendemos que, entre mas nos concentremos en controlar o en cambiar a los demás, mas ingobernable sera nuestra vida. Entre mas nos concentremos en vivir nuestra propia vida, más tendremos una vida por vivir y más gobernable se volverá nuestra vida.

“Hoy admitiré la impotencia donde no tengo poder para cambiar las cosas, y le permitiré a mi vida volverse gobernable”.

miércoles, 12 de julio de 2017

Amémonos A Nosotros Mismos Incondicionalmente

Ámate a ti mismo para curarte y hacerte una buena vida propia.
Ámate a ti mismo teniendo relaciones que te funcionen a ti y a la otra persona.
Ámate a ti mismo para tener paz, felicidad, alegría, éxito y contento.
Ámate a ti mismo para darte todo lo que siempre quisiste.

Podemos dejar de tratarnos a nosotros mismos en la forma como otros nos trataron, si es que se comportaron de una manera menos que sana, menos que deseable. Si hemos aprendido a vernos a nosotros mismos en forma crítica, condicional, devaluada y punitiva, es tiempo de parar. Otras personas nos trataron de esa manera, pero es aún peor tratarnos así ahora a nosotros mismos.
Amarnos a nosotros mismos nos puede parecer extraño, incluso tonto a veces. La gente puede acusarnos de estar siendo egoístas. No tenemos por qué creerles.

La gente que se ama a sí misma es realmente capaz de amar a los demás y de dejar que los otros amen. La gente que se ama a sí misma y que se tiene en alta estima es la que da más, la que contribuye más, la que más ama.

¿Cómo nos amamos a nosotros mismos? Forzándonos a hacerlo, al principio. Fingiéndolo si es necesario. Actuando “como sí”. Trabajando tan duro por amarnos y gustarnos como hemos trabajado por no gustarnos. Explora lo que significa amarte a ti mismo.

Haz cosas por ti mismo que reflejen un amor propio compasivo, cariñoso.

Ama todo lo tuyo, pasado, presente y futuro. Perdónate tan pronto y tan frecuentemente como sea necesario. Date ánimos. Halágate tú mismo.

Si pensamos y creemos ideas negativas, saquémoslas a la luz pronta y honestamente, para que podamos reemplazar esas creencias por otras mejores.

Date palmaditas en la espalda cuando sea necesario. Disciplinate a ti mismo cuando sea necesario. Pide ayuda, pide tiempo, pide lo que necesites.

A veces, date tus gustos. No te trates a ti mismo como a una mula de carga, siempre tirando mas duro. 

Aprende a ser bueno contigo mismo. Elige conductas que tengan consecuencias preferibles, tratarte bien es una de ellas.

Aprende a detener tu dolor, aunque eso signifique tomar decisiones difíciles. No te prives innecesariamente. A veces, date a ti mismo lo que quieras, simplemente por que quieres.

Deja de estarte explicando y justificando. Cuando cometas errores, déjalos ir. Aprendemos, crecemos y aprendemos algo mas. Y a través de todo ello, nos amamos a nosotros mismos.

Trabajamos en ello y luego trabajamos más en ello. Un día nos despertaremos, nos veremos en el espejo y descubriremos que amarnos a nosotros mismos se ha hecho algo habitual. Ahora estamos viviendo con una persona que da y recibe amor, porque esa persona se ama a sí misma. El amor propio tomará las riendas y se convertirá en una fuerza directriz en nuestra vida.

“Hoy trabajaré en amarme a mí mismo. Trabajaré tan duro por amarme a mí mismo como he trabajado para no gustarme. Ayúdame a dejar ir el odio de mí mismo y las conductas que reflejan que no me gusto a mí mismo. Ayúdame a remplazarlas con conductas que reflejan amor propio. Hoy, Dios mío, ayúdame a tenerme en alta estima. Ayúdame a saber que soy digno de ser amado y capaz de dar y recibir amor”.

martes, 11 de julio de 2017

Los Chismes

La intimidad es el cálido don de sentirnos conectados a otros y de disfrutar nuestra conexión con ellos.

A medida que crecemos dentro de la recuperación, encontramos ese don en muchos lugares, a veces sorprendentes.
Podemos descubrir que hemos desarrollado relaciones de intimidad con gente en el trabajo, con amigos, con gente de nuestros grupos de apoyo, a veces con miembros de la familia. Muchos de nosotros estamos descubriendo la intimidad en una relación amorosa especial.
La intimidad no es sexo, aunque el sexo puede ser íntimo. La intimidad significa tener una relación mutuamente honesta, cálida, solícita, segura –una relación donde la otra persona puede ser como es y nosotros podemos ser como somos- y ambas personas se valoran.
A veces hay conflictos. El conflicto es inevitable. A veces hay sentimientos molestos que superar. A veces cambian los límites o parámetros de una relación. Pero hay un vínculo de amor y confianza.
Hay muchos obstáculos para la intimidad y para las relaciones de intimidad. Las adicciones y el abuso bloquean la intimidad. Los asuntos de la familia de origen no resueltos impiden la intimidad.
El control inhibe la intimidad. Las relaciones desequilibradas,donde hay una discrepancia de poder demasiado grande, previenen la intimidad. El fastidiar, aislarse y quedarse callado puede perjudicar la intimidad. Lo mismo ocurre con una conducta tan simple como el chisme, por ejemplo, chismear acerca de otro para menospreciarlo y así sentirnos superiores o para juzgar a esa persona. Discutir los asuntos de otra persona, sus defectos o sus fallas con alguien más tendrá un predecible impacto negativo sobre la relación.
Nos merecemos disfrutar de la intimidad en la mayoría de nuestras relaciones, siempre que esto sea posible. Nos merecemos relaciones que no hayan sido saboteadas. Eso no significa que debamos caminar con la cabeza en las nubes; significa que debemos luchar porque nuestra motivación sea pura cuando hablamos acerca de otras personas.
Si tenemos un asunto serio con alguien, la mejor manera de resolverlo es hablar de ese asunto con esa persona.
Una conversación directa, limpia, despeja la atmósfera y pavimenta el camino hacia la intimidad, hacia los sentimientos agradables acerca de nosotros mismos y de nuestras relaciones con los demás.
“Hoy, Dios mío ayúdame a dejar ir mi miedo a la intimidad. Ayúdame a luchar para mantener limpia mi comunicación con los demás y libre de chismes maliciosos. Ayúdame a trabajar hacia la intimidad en mis relaciones. Ayúdame a lidiar con mis sentimientos tan directamente como sea posible”.

lunes, 10 de julio de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo VII - LA IRA Y LA DEPRESIÓN (Parte 2)

EL ALTO PRECIO Y EL COSTO EXAGERADO QUE HAY QUE PAGAR POR LA IRA

Es casi imposible lograr calcular el inmenso costo que exige la ira a nuestro organismo y a nuestra vida espiritual. Las pérdidas que ella proporciona son incalculables. Con razón Dice el salmo: "cuando mi corazón se llenaba de amargura y yo estallaba en ira, yo era como un necio y como un ignorante, y aún, como un animal feroz como un animal feroz"

El caso del que no recibió el ascenso

En 1988 un empleado de un banco suspiraba por un ascenso que se imaginaba tener muy merecido. Pero llegó la fecha de los ascensos y fueron ascendidos otros que en su concepto lo merecían mucho menos que él, y a él lo dejaron ahí en su mismo cargo inferior. Desde ese día su esposa no tengo cambio espantable en su personalidad. Ya casi no hablaba. Tu mirada en su cerebro la injusticia que habían cometido en su contra, cultivaba cada día más y más su resentimiento; y su irá iba haciendo crecer su amargura, hasta que un día en la más aguda crisis de depresión llevó al banco y disparó su revolver contra los cinco empleados que según al parecer eran los causantes de que a él no lo hubieran ascendido. Años y años tras las rejas de una cárcel tuvo que llorar el haberse dejado dominar por la ira y el disgusto. Demasiado tarde. Demasiado tarde el costo de su hija fue exagerado y el precio que le costó haberse dejado dominar por la ira fue inmenso. Con razón recomendaba tanto el apóstol san Pablo: "cuando os asalte la ira tened mucho cuidado para que no vayáis a pecar" y el apóstol Santiago advierte que "la ira del hombre no produce justicia según dios". En el hermoso libro de los proverbios, en la sagrada biblia, esta frase que es muy diciente: "el necio se deja de dominar enseguida por la ira, pero el que es prudente sabe de simular las ofensas y no darles tanta importancia" y esto lo hace el prudente porque sabe muy bien los terribilísimos daños qué puede recibir en su salud física y en su equilibrio emocional si se deja llevar por la dañina pasión de la ira.

Efectos físicos de la ira

Quizás no haya cosa que produzca más efectos dañosos en el cuerpo que el dejarse dominar por la ira. Los hospitales están llenos de personas que no supieron aprender a no airarse y a no enfadarse; fueron en su enfado y su irá lo que les llevaron a la sala de los pacientes. La ira produce tensión (llamamos tensión el estado nervioso en el que los nervios están demasiado tensos debido a la acción de fuerzas que los excitan a estar más estirados y tensos de lo que normalmente deberían estar). Los médicos afirman que no hay nada que produzca más tensión nerviosa que la ira (o sea, el disgusto por el pasado amargo que se recuerda, o por el presente que no agrada, por el futuro que asusta o produce rechazo o aversión).

En la juventud del organismo tiene bastantes energías para ser capaz de soportar hasta cierto punto las tensiones nerviosas que produce la ira. Pero apenas van pasando los años, las fuerzas de defensa se debilitan íbamos perdiendo capacidad de aguante y el cuerpo afloja en su resistencia y la ira va produciendo en Él las úlceras estomacales, la tensión demasiado alta, la colitis, los ataques de amibiasis, jaquecas, falta de apetito y de sueño, y hasta artritis, glaucomas a los ojos y cálculos en la vesícula y una procesión interminable de males y enfermedades entre las cuales quiera dios que no esté incluido un derrame cerebral. La era del espíritu se traduce en enfermedades en el cuerpo.

Algo que entristece al Espíritu Santo

Hemos visto algunos de los trágicos resultados que el aire produce en el cuerpo. Pero por tremendos que sean estos resultados físicos no tienen comparación con los espantosos efectos que era produce en el alma. El apóstol San Pablo hace esta advertencia: "no entristezcas al Espíritu Santo. Qué de entre nosotros desaparezca toda ira, amargura, cólera, gritos y las palabras ofensivas. Hay que ser bondadoso y amables, perdonándonos unos a otros, como Cristo nos perdonó a nosotros". Si le preguntamos a la gente De qué manera puede una persona entristecer al Espíritu Santo, seguramente nos dirá que, cometiendo Terribles impurezas, crueles asesinatos o enormes robos, etc. Pues no sólo de esta manera se hace entristecer al divino espíritu. El apóstol nos dice que aquí lo entristecemos si tenemos ira, amargura, cólera, gritos o palabras ofensivas. Y en verdad que sí lo entristecemos.

Y qué miedosas son las consecuencias para quien entristece al Espíritu Santo. Decía Jesús que le sucederá como cuando una rama la separan del árbol: se seca, deja de producir buenos frutos y ya no sirve sino para el fuego y la perdición. ¿Si un creyente vive disgustando al Espíritu Santo por medio de la ira, ¿Qué buenos frutos podrá conseguir para la vida eterna? Poquísimos, Por cierto, porque tiene disgustado al que le iba a conseguir los buenos resultados en la vida espiritual.

Pocos pecados hay que están tan extendidos como la ira. Se le pregunta a un creyente, ¿Cuál es el pecado que más repite en la vida y que más frecuentemente le domina? Y con gran probabilidad responderá qué es la ira, el mal genio.

La ira es el pecado que más derrota a los creyentes (y a los no creyentes mucho peor todavía) y les causa más fracasos espirituales quizá que ningún otro pecado. La ira lleva a niveles casi insignificantes de crecimiento espiritual de muchísimos individuos. Al entristecer al Espíritu Santo lo aleja del alma Y ésta Se queda raquítica y sin crecimiento espiritual, y la que debería crecer como una esbelta Palmera en la vida del espíritu, se queda raquítica y enana como un pigmeo. Alejó al que le iba a hacer crecer, Qué es el Espíritu Santo.

¿La ira será siempre pecado? Claro está que la ira no siempre es pecado, por lo menos no siempre es pecado grave. Ahí estallidos de ira súbita que anteceden al control de la razón y uno se pone colérico antes de darse cuenta. En muchos casos estos estallidos no pasan del pecado venial, y muchas veces ni siquiera llegan a ser pecado, siendo sólo expresiones de una gran debilidad humana. Pero lo que sí no podemos afirmar Es que la ira, aunque sea involuntaria no sea dañoso para el cuerpo y para la personalidad. Cada estallido de ira es un grave daño que estamos sufriendo en nuestro organismo y a nuestra persona.

Santo Tomás dice que el pecado en la ira no está tanto en sentirla (porque muchas veces llega tan automáticamente que uno no tiene ni tiempo para detenerla), sino que el pecado está en el demasiado egoísmo y orgullo o amor propio que tenemos. Porque la causa de que estalle la ira es porque sentimos que nos desprecian, que nos ofenden, que nos dan un tratamiento injusto. Por eso ella se manifiesta cuando nos sentimos injustamente disminuidos o mal tratados. El motivo de la ira es casi siempre el amor propio, al cual se le considera injustamente ofendido.

El sabio Ben Sirac escribió esta frase en la sagrada Biblia: "El vivir dejándose llevar por violentos arrebatos no tiene disculpa. Y la cólera furiosa lleva a la ruina a muchas personas". El libro de los proverbios añade: "el que fácilmente se enoja y se llena de ira, hará locuras, pero la persona prudente se esfuerza por no airarse".


San Vicente exclamaba: "tres veces he obrado con ira, y las tres veces hice todo al revés". Nosotros podemos repetir eso mismo, pero añadiendo varios ceros al 3.

domingo, 9 de julio de 2017

Disfrute

La vida no es para soportarla, es para disfrutarla y abrazarla.

La creencia de que debemos encogernos de hombros y vivir una existencia de escasez y privaciones para tener nuestra “recompensa en el Cielo” es una creencia codependiente.
Y sin embargo, la mayoría de nosotros todavía tenemos temporadas en que la vida es estresante y reta a nuestra habilidad para soportarla. 

Pero en la recuperación estamos aprendiendo a vivir nuestra vida, a disfrutarla y a manejar las situaciones como vienen.
Nuestras habilidades de supervivencia nos han servido bien. 

Nos han acarreado en tiempos difíciles, de niños y de adultos. 

Nuestra capacidad para congelar sentimientos, negar problemas, privarnos a nosotros mismos y lidiar con el estrés nos han ayudado a llegar a donde estamos hoy.

Pero ahora estamos a salvo. 

Estamos aprendiendo a hacer algo más que sobrevivir.

Podemos dejar ir conductas de supervivencia enfermizas. 

Estamos aprendiendo maneras nuevas, mejores, de protegernos y cuidar de nosotros mismos. 

Estamos libres para sentir nuestros sentimientos, identificar problemas y resolverlos, y darnos a nosotros mismos lo mejor. 

Estamos libres para abrirnos y sentirnos vivos.

” Hoy dejare ir mis habilidades para soportar y sobrevivir. Escogeré un nuevo modo de vivir, uno que me permita estar vivo y disfrutar de la aventura”.