sábado, 26 de enero de 2019

El Pequeño Libro Rojo De AA (Parte 3)

SEGUNDO PASO

Llegamos al convencimiento de que solo un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el buen juicio
(Antes de empezar a estudiar el Segundo Paso, véase el Capítulo 3 del Libro Grande).

El Segundo Paso trata la enfermedad mental. Porque, por más inteligentes que hubiéramos podido ser en otros sentidos, donde quiera ha estado implicado el alcohol en nuestra vidas. Hemos sido extraordinariamente dementes. Esto es un lenguaje fuerte pero. ¿No es Cierto?
(Véase la Glosa de los Doce Pasos)

Ningún verdadero alcohólico se comporta cuerdamente mientras esta bebido. El envenenamiento de alcohol, crónico, da por resultado una manera de beber compulsiva y un comportamiento demente.

La fuerza de voluntad no es un factor de la recuperación mientras no se quita la compulsión. Dado que las reservas mentales hacen fracasar cualquier esfuerzo sincero para dejar de beber, encontramos que es necesario reconocer nuestra inestabilidad menta. Evitar la verdad solo da por resultado una manera de pensar deformada y una oposición a la ayuda de un Poder Superior a nosotros mismos.

Aquellos de nosotros que hemos tenido un sincero deseo de recuperarnos de la enfermedad mental que el alcoholismo nos ha impuesto, hemos usado con buen éxito este Poder. Nuestras personalidades
enfermas encuentran una fuente segura de fortaleza y alivio en un Dios, tal como lo concebimos. Dios renueva nuestras mentes y pone en orden nuestra manera de pensar.

El Segundo Paso nos descubre una perspectiva de nueva esperanza cuando nos basamos en buena voluntad y fe. ¿Cómo le llamamos a este Poder? Depende de nuestra preferencia. Llámele como le parezca. Ponerle nombre no tiene importancia. Lo importante es creer en EL; que nos sirva en el restablecimiento de nuestra salud mental y de nuestra aptitud para vivir sin alcohol.

La FE en un Poder Superior es una ley básica de la recuperación. Siempre se evidencia en la vida de los miembros que han tenido éxito. Lo que ellos han hecho, nosotros también podemos hacerlo. Con la práctica de los Doce Pasos ganaremos un contacto consciente con este Poder Superior a nosotros mismos, suficiente para vivir cuerdamente en una sobriedad satisfactoria.

Los impedimentos mentales o reservas se levantan de entre nosotros. Nuestra falta de auto-critica hacer fracasar cualquier evaluación honrada de nuestro alcoholismo. El empleo del término “buen juicio” ofende nuestro falso orgullo. Admitimos nuestra enfermedad pero nos rebelamos contra la cuestión del buen juicio. Esta aceptación parcial es un peligro para nuestra sobriedad. Como mas nos beneficiamos es aceptando sin reserva alguna el Segundo Paso.

El principiante evitara confusiones en la interpretación de este Paso si lo aborda deseando sinceramente el significado aceptado por A.A. Tenga usted presente que está haciendo del Programa de A.A. su manera de vivir porque ello es esencial para que se recupere del alcoholismo.

De esto depende su bienestar mental y físico, su felicidad, su vida misma y la seguridad de su hogar. Muy bien puede ser que esté en desacuerdo con cualquiera de sus partes. Así es que decídase a ser receptivo y aceptar los Doce Pasos en su totalidad. Algunos miembros han llegado con el tiempo al verdadero significado del Segundo Paso poniéndolo en estas palabras: “llegamos al convencimiento de que un Poder Superior a nosotros mismo podía hacer que nuestro proceder volviese a ser cuerdo”.

La verdad del asunto es que la mayoría de nuestros miembros solamente han actuado al nivel de la demencia durante los periodos de embriaguez. Esta es una práctica común entre todos los bebedores que se emborrachan pero para el alcohólico que acorta los intervalos entres sus periodos de embriaguez y finalmente los une en una prolongada borrachera, se vuelve una grave cuestión. El comportamiento demente debido a una noche de estar bebiendo, generalmente es disculpado, pero cuando se prolonga semanas y meses que convierten en años, se vuelve una actitud permanente condicionada por el cerebro.

No podemos pasar por alto el efecto dañino del uso prolongado del alcohol en el cerebro ni que produce en este una condición malsana que resulta en hacer caso omiso, completamente, del pensamiento juicioso o del proceder normal. El alcohólico no puede controlar sus impulsos; le falta coordinación mental. El uso continuo del alcohol daña el cerebro y en algunos casos produce demencia.

Parece que existen señales de lesiones en todos los alcohólicos que van en proporción a su resistencia física, al envenenamiento del alcohol y a la duración del tiempo que han bebido anormalmente. El alcohólico que quiere aferrarse a la ilusión de que aplica su buen juicio a su manera de beber queda invitado a comprobar su caso de acuerdo con la definición aceptada de demencia.

Una definición sencilla de la demencia es la que es un desarreglo del comportamiento que ocurre cuando los impulsos del organismo ya no encuentra el cerebro un centro coordinador para el acondicionamiento del comportamiento cuando se presenta esta condición, el comportamiento del individuo es impredecible. Legalmente está loco. El comportamiento del bebedor descontrolado es igualmente imprevisto. Los amigos y parientes se alarman a medida que el alcoholismo vicia su capacidad de razonar, embota su talento, limita su instinto de propia conservación, haciéndolo irresponsable y un peligro para la sociedad.

¿Cómo puede explicar el alcohólico ese impuso insano que lo incita a tomar esa primera
compa que lo empuja otra borrachera? ¿Es ese un acto cuerdo? ¿Está obsesionado? ¿Se trata de un anhelo vehemente promovido por una manera irracional de pensar? ¿Implica pensamiento? ¿Implica el buen juicio en un alcohólico su capacidad para aceptar o rechazar es primera copa?

A nosotros nos parece que sí, porque creemos que no puede ayudarse a sí mismo. Creemos y sabemos por experiencia que un Poder Superior a el mismo puede quitarle la obsesión de beber, enderezar, su manera de pensar y restaurarlo a una manera cuerda de pensar y de proceder.

Los que desaprueban el empleo de la expresión “sano juicio” en el Segundo Paso, son generalmente alcohólicos que han lo suficientemente afortunados para escapar de los aspectos más graves del alcoholismo. Arguyen que fueron perfectamente normales entre una y otra borrachera.
(Véase el Capítulo 3 del Libro “Alcohólicos Anónimos”)

El alcohólico que no se dañe seriamente durante su carrera de bebedor debe encontrar alivio en ese hecho. Sin embargo debe adoptar un punto de vista amplio sobre la insania del alcoholismo, ya que la mayoría de nosotros ciertamente estuvimos enajenados mentalmente durante periodos más o menos largos.

También debemos recordar que en el desarrollo progresivo del alcoholismo se deteriora lentamente la facultad de razonar. Esto fomenta el engaño acerca de nuestra salud y aptitud mental reales y engendra un sentimiento superior de falta seguridad.

En los siguientes síntomas de peligro que se observan comúnmente en alcohólicos se encuentra la prueba que sostiene este hecho:

1. Tomar esa primera copa con la idea de que “Esta vez controlare las copas”.

2. El uso continuo del alcohol y la dependencia d este para la energía física y mental necesarias para afrontar nuestras diarias responsabilidades.

3. La necesidad de la copa a la “mañana siguiente…”

4. Nuestra incapacidad para la auto-critica sobre la cordura de nuestro proceder a través de largos años de beber. Nuestra renuncia a considerar el daño que hemos hecho a otros y nosotros mismos.

5. La fe que teníamos en pretextos infantiles para beber como lo hacíamos y las estúpidas coartadas que creíamos nos hacían salirnos con la nuestra.

6. El temerario desenfado que desplegábamos manejando automóvil estando borrachos alegando que conducíamos automóvil estando borrachos alegando que conducíamos mejor estado alcoholizados que estando sobrios y nuestro resentimiento contra los que diferían con nuestra opinión.

7. La critica condición física a que llegamos y el sufrimiento continuo que soportamos debido a nuestra manera de beber sin control.

8. Los riesgos económicos a que se expone uno; la vergüenza, tristeza y frecuente miseria que infligimos a nuestras familias.

9. Los resentimientos que obstruían nuestras mentes; la perdida de nuestra responsabilidad; emborracharnos para mortificar o lastimar a otros; la errónea suposición de que podíamos “beber o dejar de beber”: nuestra manera de despilfarrar dinero sin ton ni son.

10. Las “Lagunas Mentales”.

11. Proyectos o intentos de suicidio.

Estos son unos cuantos síntomas, comunes a los alcohólicos que indican la existencia de
enfermedad mental. Justificando nuestra deducción de que el alcohol, en dosis grandes o pequeñas se ha vuelto un veneno que induce a una manera de proceder anormal y que restringe nuestra coordinación mental.

No tiene objeto engañarnos a nosotros mismo respecto al destino del alcohólico si sigue haciendo uso del alcohol. Solo tiene dos salidas; una es la demencia y la otra, la muerte, por alcoholismo. El propósito del Programa de A.A. como “Modo de Vivir”, es evitar llegar a esas alternativas arrestando la enfermedad del alcoholismo.

Como alcohólicos, no podemos deshacer lo que hemos hecho en el pasado: podemos, sin embargo, utilizar nuestro conocimiento de que hemos escapado de la demencia y de una muerte por alcoholismo, como incentivos para acércanos a Dios para pedirle que nos ayude a evitar la bebida.

Ahora tenemos la prerrogativa de contar con la ayuda de un Poder Superior a Nosotros
Mismos para frenar nuestro alcoholismo. Los antecedentes alcohólicos de nuestra vidapasada no constituyen una base sobre la cual será juzgado nuestro futuro. Ante nosotros tenemos una página en blanco; estamos invitados a anotar en ella nuestro propio futuro.

La sobriedad, la cordura, la confianza y la tranquilidad mental están a nuestro alcance. El futuro con el programa de A.A. como “Nuestro Nuevo Modo de Vivir” nos deparara una vida cuerda, útil y feliz. Hemos aprendido nuestra lección; es decir, que el alcohol es un veneno para nosotros que nos  enferma mentalmente y que hace que nuestro proceder sea de dementes.

Sabiendo esto, es indudable que nunca podremos pretender estar en nuestro sano juicio
si volvemos a tomar esa primera copa.

EMBRIAGUEZ MENTAL:- A pesar de saber todo esto algunos de los nuestros siguen voluntariamente en su egocentrismo. Pasamos por alto nuestra enfermedad mental. Una manera de pensar como la del alcohólico desplaza a la humildad y regresando la borrachera física como resultado de la falta de desarrollo espiritual y comprensión.

Revisando las razones de nuestro fracaso descubrimos que durante cierto tiempo estuvimos fomentando en nosotros mismos el resentimiento y la auto-conmiseración, un agotamiento físico o mental, y la creencia de que nuestra fe en un Poder Superior a nosotros mismos era inadecuada.

Nunca debemos olvidar que nuestras borracheras físicas siempre son precedidas por otras que son mentales y que terminan en “Lagunas Espirituales”. Nos dejan ciegos e imposibilitados, aislándonos de ese “Poder Superior” del cual dependen nuestro juicio y nuestra sobriedad. Podemos descubrirlas si observamos las señales de peligro que son tan manifiestas durante el periodo de formación de la embriaguez mental.

RESUMEN:- La enfermedad mental resulta comprensible cuando admitimos primero nuestra enfermedad física. Un cuerpo enfermo no puede alojar una mente sana. Como alcohólicos, no podemos pensar ni obrar cuerdamente cuando estamos bebiendo o cuando empezamos a recobrar la sobriedad. Cuando se quita envenenamiento alcohólico, vuelve el libre albedrio. Sin embargo, no se puede confiar en este y por lo tanto acudimos a Dios para que nos ayude. Estos son los principios fundamentales para la recuperación que contiene el Segundo Paso.

SINTOMAS DE ENFERMEDAD MENTAL:- Beber continuamente, Lagunas Mentales, Embriaguez mental, Eludir la autocritica, Inestabilidad emocional, Una manera torcida de pensar, Resentimiento profundos, Accesos de Cólera, Planes o intentos de suicidio, Ideas erróneas, Delirium Tremens.

TRATAMIENTO:- Un avaluó honrado de nuestra personalidad enferma y la insuficiencia de la voluntad humana para remediarla. Estar consciente de la necesidad de un tratamiento. Buena voluntad de recuperarnos de nuestra enfermedad. Creer en un Poder Superior a nosotros mismos puede devolvernos el buen juicio y obrar con este. Depende de un Poder Superior para recuperarnos de nuestra enfermedad mental.

RECUPERACION:- Adquirir fortaleza espiritual, comprensión, humildad, estabilidad emocional, tranquilidad mental y una sobriedad satisfactoria

viernes, 25 de enero de 2019

44 Preguntas Acerca de "Alcohólicos Anónimos" (Parte 4)

¿Qué es Alcohólicos Anónimos?

Hay dos maneras prácticas de describir A.A. La primera es la descripción conocida de su meta y de sus propósitos, que aparece en una de las páginas anteriores:
"Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de A.A., es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones. A.A. no está afiliada a ninguna secta religiosa, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.‟‟

El "problema común" es el alcoholismo. Los hombres y mujeres que se consideran miembros de A.A. son, y seguirán siendo siempre, alcohólicos. Llegaron finalmente a la conclusión de que ya no les era posible controlar de ningún modo el alcohol; ahora se abstienen de él por completo. Lo importante es que no tratan de luchar contra el problema por sí solos. Discuten su problema abiertamente con los otros alcohólicos. El hecho de compartir su "experiencia, fortaleza y esperanza" parece ser el elemento básico que les permite vivir sin el alcohol, y en la mayoría de los casos, sin siquiera sentir deseos de beber.

La segunda manera de describir a Alcohólicos Anónimos es esbozar la estructura de la Sociedad. Numéricamente, A.A. consta de más de 2,000,000 de hombres y mujeres en 150 países. Estos hombres y mujeres se reúnen en grupos locales que varían en tamaño desde un puñado de ex bebedores en algunas localidades hasta varios centenares en los centros populosos.

En las áreas metropolitanas puede haber veintenas de grupos vecinos, que se reúnen para tener sus reuniones independientemente de otros. Muchas de esas reuniones de A.A. son públicas; algunos grupos tienen también sus "reuniones cerradas" en las que se incita a los miembros a que discurran sobre problemas que tal vez no serían apreciados en su totalidad por los no alcohólicos.

El grupo local, con sus reuniones locales que permite que los alcohólicos y sus familias se reúnan en un ambiente de amistad y mutua ayuda, es el núcleo de la sociedad de A.A. Actualmente hay diseminados en todo el mundo más de 105,000 grupos incluyendo algunos en hospitales, prisiones y otras instituciones.


¿Cómo comenzó A.A.?

Alcohólicos Anónimos tuvo su comienzo en Akron, en 1935, cuando un hombre de negocios de Nueva York, que había logrado permanecer sobrio por primera vez en varios años buscó a otro alcohólico. Durante los pocos meses de su recientemente adquirida sobriedad, el neoyorquino había observado que sus deseos de beber disminuían cuando trataba de ayudar a otros "borrachos" a intentar permanecer sobrios. En Akron, le dieron la dirección de un médico de la localidad, que tenía problemas con la bebida. Trabajando juntos, el hombre de negocios y el médico descubrieron que su capacidad de permanecer sobrios parecía estar muy relacionada con la cantidad de ayuda y estímulo que pudieran darles a los demás alcohólicos.

Durante los primeros cuatro años, la nueva asociación se desarrolló lentamente, carecía de nombre, de organización y de material impreso que la describiera. Se establecieron grupos en Akron, Nueva York, Cleveland y algunos otros lugares.

En 1939, con la publicación del libro Alcohólicos Anónimos, del cual la asociación derivó su nombre, y con la ayuda de amigos no alcohólicos, la Sociedad comenzó a llamar la atención tanto en este país como en el extranjero.

Con el tiempo, se abrió en Nueva York una oficina de servicio que se encargó de atender a los millares de cartas que llegan cada año solicitando información y literatura.


¿Existen reglamentos en A.A.?

La ausencia de reglamentos y disposiciones de carácter obligatorio es una de las cualidades más singulares de A.A. como grupo local y como asociación de alcance mundial. No hay estatutos que digan que un miembro tiene que asistir a determinado número de reuniones durante cierto período de tiempo.

Como es de suponer, la mayoría de los grupos tienen la tradición, no escrita, de que cualquiera que siga bebiendo y que por su comportamiento interrumpa una reunión de A.A. tendrá que ausentarse de ella; la misma persona, sin embargo, será bienvenida en cualquier momento en que sus acciones no causen molestias. En realidad, los demás miembros del grupo harán cuanto puedan por ayudarle si es que sinceramente desea dejar de beber.


¿Cuánto cuesta ser miembro de A.A.?

Para ser miembro de A.A. no es necesario hacer gastos de ninguna clase. El programa de recuperación de los alcohólicos está a la disposición de cualquiera que desee dejar de beber, bien sea que carezca en absoluto de dinero o que posea millones.

La mayoría de los grupos locales "pasa el sombrero" en las reuniones para sufragar los gastos de arriendo y pagar los artículos que se consuman durante las reuniones tales como café, emparedados, pasteles o cualquier otra cosa que se sirva. En la gran mayoría de los grupos, parte del dinero que se obtiene por contribuciones voluntarias pasa a la Oficina de Servicios Generales de A.A. y se destina a ayudar al sostenimiento de los servicios nacionales e internacionales de la sociedad. Ese dinero se emplea exclusivamente para los servicios destinados a la ayuda de los grupos nuevos o ya establecidos y para difundir el programa de recuperación entre "los millones de alcohólicos que aún no lo conocen".

Lo importante es que el ser miembro de A.A. no depende en ninguna manera de que se contribuya a su sostenimiento. Muchos de los grupos, en realidad, han puesto un límite definitivo a la cantidad con que puede contribuir cualquiera de sus miembros. La sociedad de A.A. se sostiene por sí misma y no acepta contribuciones de fuentes extrañas.


¿Quién dirige a A . A.?

A.A. no tiene gerentes ni personal directivo con poderes o autoridad sobre los demás miembros de la Comunidad. En A.A. no hay "gobierno". Claro está, sin embargo, que incluso en una organización sin etiqueta hay que hacer cierta clase de trabajos. En los grupos locales, por ejemplo, alguien tiene que encargarse de conseguir un lugar apropiado para las reuniones; es necesario planear las reuniones y sus programas; se requiere proveer café y refrescos, que tanto contribuyen a hacer más agradable el ambiente durante las reuniones; muchos grupos también consideran conveniente asignarle a alguno la responsabilidad de mantener el contacto con el desarrollo nacional e internacional de A.A.

Cuando un grupo local está recién organizado, algunos de sus miembros asumen voluntariamente la responsabilidad de actuar informalmente como servidores del mismo. Tan pronto como se puede, sin embargo, esas responsabilidades van pasando, por elección, a otros miembros del grupo y por períodos de tiempo limitado. Un grupo típico de A.A. puede tener un secretario, un comité de programas, un comité de alimentos, un tesorero y un representante de servicios generales que representa al grupo en las reuniones regionales. Los nuevos miembros que hayan pasado un tiempo razonable de sobriedad son instados a que asuman parte de las responsabilidades del grupo.

Tanto en lo nacional como en lo internacional, hay también ciertas tareas específicas que llevar a cabo. Es necesario escribir circulares, imprimirlas y distribuirlas a los grupos o individuos que las soliciten. Es necesario contestar las preguntas que se reciban de los grupos nuevos o ya establecidos. Es necesario atender a las solicitudes de información sobre A.A. y su programa de recuperación del alcoholismo. Es necesario informar a los médicos, miembros del clero, hombres de negocios y directores de instituciones. También es forzoso mantener relaciones con la prensa, la radio, el cine y otros medios de comunicación e información.

Para asegurar el sano desarrollo de A.A. los primeros miembros de la sociedad, junto con algunos amigos no alcohólicos, establecieron un consejo custodial, la Fundación Alcohólica, que se conoce ahora como la Junta de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos. Esta sirve de guardiana de las Tradiciones de A.A. y de sus servicios generales, y además asume la responsabilidad por las normas de servicios y la integridad de la Oficina de Servicios Generales de A.A. en Nueva York.

El lazo de unión entre los grupos de A.A. (de los Estados Unidos y el Canadá) y la Junta de Servicios es la Conferencia de Servicios Generales de A.A. La Conferencia, compuesta por aproximadamente 92 delegados regionales, se reúne durante varios días cada año con los Custodios de la Junta de Servicios y con los dirigentes de la Oficina principal de Nueva York. La Conferencia es exclusivamente una agencia de consultas y servicios, y no tiene autoridad para reglamentar o gobernar a los miembros de A.A.

Así, la respuesta a la pregunta de "¿quién dirige a A.A.?" Es que la sociedad es una organización democrática que no tiene gobierno general y cuya organización formal se mantiene al mínimo.

jueves, 24 de enero de 2019

Llegamos a Creer (Cap 10 - Parte 2)

LA SOLEDAD DE ESTAR SOLO A SENTIRSE SOLO

"¡Estoy solo! ¡Estoy solo!" es el grito de todo alcohólico que está bebiendo sobre la faz de la tierra en un solitario cuarto, - en un bar repleto de gente, en el centro de una reunión familiar, en una calle en medio de una multitud. Entonces, en contradicción, la gente actuaba sobre nuestros nervios y nos alejábamos para "huir de todo eso". Por esto tampoco funcionaba; no podíamos sobrellevar por mucho tiempo la carga de nuestros pensamientos sombríos.
Difícilmente tratábamos fuertemente de eliminar nuestra soledad con la botella, y por poco tiempo lo lográbamos, pero no mucho. Cuando golpeábamos contra el fondo y nos dimos cuenta de que no podíamos seguir tal como íbamos, por La Gracia de Dios nos encontramos metidos dentro de una insoportable soledad, separados de todo y de todos. Aislados así, fuimos capaces de mirar a nuestras vidas, a nuestros problemas y a lo desesperado de nuestra situación. Únicamente así podríamos hacer preguntas y dar respuestas y hacer decisiones. Ahora sí podíamos hacer una decisión de hacer algo acerca de nuestra bebida y los problemas con la vida.
Hay dos maneras en las que el hombre está solo. En nuestro lenguaje, "estar solo" expresa el dolor de sentirse solo. "Estar a solas" expresa la gloria de sentirse a solas.
¿Qué nos sucedió dentro de A.A. que nos hizo posible, no solamente sobrellevar, sino disfrutar momentos de soledad ? ¿Qué cambió nuestro sentirnos solos a sentirnos a solas?
El amor y la comprensión que encontramos dentro de A.A. son una cortina protectora entre nosotros mismos y la dolorosa soledad de nuestros días de bebedores. Las primeras semanas, algunos de nosotros empleamos la mayor parte de nuestro tiempo en un club de A.A. en las Oficinas de A.A. hablando con otros. Luego se hace evidente que tenemos que ir a trabajar y de alguna manera afrontar las demandas y responsabilidades de nuestro diario vivir; tenemos miedo. ¿Nos golpeará otra vez la vieja soledad cuando estemos lejos de la presencia física de otros miembros de A.A.?
Más tarde o más temprano, practicando los principios de los Doce Pasos, encontramos dentro de A.A. nosotros mismos una cosa muy valiosa, algo interior, y es que podemos estar tranquilos ya sea que
estemos en casa sin nadie más, o en cualquier lugar al que la vida nos lleve.
Los miembros de A.A. no somos inválidos emocionales que necesitamos que alguien nos coja de la mano a cada momento del día o de la noche para evitarnos una caída. Crecemos con la ayuda de Dios, tal como lo entendemos, con la ayuda de la fraternidad, del Grupo y aplicando los Doce Pasos en nuestras vidas.
Conforme transcurren las semanas de sobriedad, podemos disfrutar y atesorar los pocos momentos de soledad que somos capaces de encontrar entre la agitación y presiones de la vida de hoy en día. Cuando dejamos de tenerle miedo a la soledad y comenzamos a apreciarla y usarla como beneficio, hemos avanzado un gran trecho. Nos damos cuenta de que un poco de tiempo para estar a solas es necesario para pensar en intentar trabajar alguno de los Pasos. En la soledad hacemos nuestros inventarios. En la soledad, admitimos ante nosotros mismo la naturaleza exacta de nuestras fallas. En la soledad, nuestros espíritus buscan esa Fuerza Superior que la nuestra; en la soledad, buscamos por medio de la oración y la meditación estar conscientes de la voluntad de Dios para nosotros.
La soledad puede ser vista y sentida en muchas maneras: en el silencio de la naturaleza, leyendo poesías, escuchando música, mirando pinturas, y en la meditación. Estamos solos, pero no nos sentimos solos. Sin embargo, estas experiencias no pueden contestar todas las preguntas de nuestras mentes. Así es que regresamos al mundo del hombre.
Algunos de nosotros ansiamos volvernos creativos en alguna esfera de la vida, pero no podemos llegar a serlo o permanecer creativos sin la soledad. Una hora de soledad consciente enriquecerá nuestra creatividad mucho más que horas de intentar aprender el proceso de la creación.
Estar a solas no es fácil; algunas veces lo logramos sin más que permanecer en silencio, dejando que nuestras almas suspiren con alivio, sin palabras, hacia Dios. Esto lo podemos hacer aún en un día lleno de trabajo y en un cuarto lleno de gente y aún bajo las más difíciles circunstancias externas. Nadie puede quitarnos estos momentos. El centro de nuestro ser, la parte más interna del yo que es el asiento de nuestra soledad, es elevado hasta el centro Divino e integrado en El. Únicamente en un movimiento que nos levante primero hacia Dios y luego regresemos de El a otra persona, podemos encontrar comunión con los demás.
Aún el amor renace en la soledad, porque solamente en la soledad pueden aquellos que están solos llegar hasta aquellos de los que están separados. Una hora de soledad puede llevarnos más cerca de aquellos que amamos que muchas horas de comunicación. Podemos llevarlos con nosotros a las "colinas de la eternidad".
Houston, Texas.

FELICIDAD

Para llegar a una definición funcional de felicidad, en mis intentos de aplicar el programa de A.A. para reconstruir una vida hecha añicos, traté primero de recordar la felicidad que perseguí en los viejos tiempos. Sospecho que para la mayoría de nosotros felicidad quería decir dicha.
En la borrachera buscábamos alegría, liberación aún de la más ligera amenaza de responsabilidad. Queríamos el aislamiento contra los apremiantes toques de atención del mundo a nuestro alrededor, una tierna hamaca sobre una lánguida nube. Y por fugaces momentos, justo antes de que se bajara el telón de la inconsciencia, nos sumergíamos dentro de ese mundo de ilusiones.
Entonces ellos dijeron, "Ven dentro de A.A. te ayudaremos a la sobriedad y conocerás la verdadera felicidad".
La sobriedad era verdadera, pero repentinamente también lo fue el mundo: un lugar inclemente y desalmado que nunca habíamos encarado antes en su totalidad. ¿En dónde estaba ese tan elogiado ingrediente llamado felicidad?
Un filósofo moderno ha dicho que la felicidad no es algo que sentimos; es algo que recordamos. Aún así, a riesgo de parecer anticuado, yo digo "soy muy feliz". Déjenme cuanto antes añadir que nada ¿de lo que ahora poseo llegó fácilmente. Para mí, ha sido y es duro de roer. Renunciar a las prerrogativas de un crónico ingobernable, nunca se logra fácilmente. Pero al principio del juego necesité definiciones.
"Serenidad", una palabra que hemos usado desde el momento en que nos abrimos paso dentro de nuestra primera reunión de A.A., me fue confusa desde el principio. Parecía significar cualquier cosa desde inmunizado, a prueba de obstáculos, hasta una bendición completamente garantizada de mantenerse sin asustarse o desanimarse cuando las cosas no están saliendo como queremos. He oído la Oración de la Serenidad como un canto ritual, como un conjuro para manejar un hechizo contra la tentación, una varita mágica para hacer desaparecer todas las cosas desagradables. Por lo que vale, mi propia definición de serenidad consistía en algo como esto:
Me parecía que la mayoría de las angustias y disturbios en las vidas de las gentes - ya fueran alcohólicos o no lo fueran - vienen de una persistencia demasiado terca en tratar de resolver problemas
insolubles. Es por eso que la filosofía contenida en la Oración de la Serenidad es una de las más importantes guías de acción que me he encontrado dentro de A.A.
Aceptar las cosas que no puedo cambiar. Tan sencillo. Si el problema no puede ser resuelto hoy bien, sencillamente ignorarlo. Te garantizo que esto no es fácil siempre; requiere auto-disciplina, una facultad que es poco frecuente encontrar en los alcohólicos recientemente sobrios.
Por el otro lado, los problemas que pueden ser resueltos proporcionan la excitación verdadera de la vida. El reto diario de enfrentar los conflictos que uno se encuentra desde el amanecer hasta el obscurecer, y manejar los mismos, es estimulante.
Pero el ultimo renglón de la Oración de la Serenidad contiene el repique mayor: la sabiduría para conocer la diferencia entre situaciones solucionables e insolubles. Como uno que está muy desconfiado de su sabiduría (desde que empezó a estar sobrio, cuando menos), yo encontré que sustituir la palabra "honradez" por "sabiduría" a menudo constituye la pista hacia la respuesta que estoy buscando.
La segunda petición de la Oración de la Serenidad es con demasiada frecuencia pasado por alto. Constantemente estoy asombrado ante el número de los llamados obstáculos que he tenido que superar después de considerarlos por segunda vez, haciendo acopio de los débiles recursos que tengo, y cogiendo entonces el arado con la mano.
La Serenidad para mí, por lo tanto, es la ausencia del conflicto o insoluble. Y queda a mi decisión determinar primero cuándo, es después de una honrada mirada a mí mismo, puedo enfrentarme con un problema, luego decidir si debo tratar de resolverlo o dejarlo para otro día, o desacatarlo para siempre.
Podemos establecer metas con horizontes verdaderos, si mantenemos un reconocimiento rigurosamente honrado de nuestras limitaciones. Ganar las diarias escaramuzas incluidas en alcanzar estas metas es excitante. Estas son las verdaderas emociones.
La casa de los Locos de Adams que estoy intentando reconstruir nunca será el Taj Mahal, pero será de mi propia creación, con todos los caprichos del hágalo-usted-mismo y las manchas de las salpicaduras de sangre y los estallidos de entusiasmo que no son característicos de cualquier verdadero talento en este departamento.
Nunca cultivaré tomates del tamaño de los de mi vecino, pero mis pequeños productos miniatura tienen mejor sabor en mi mesa del que tendrían sus bellezas.
Por primera vez en mi vida, le estoy dando a mi patrón un apretón de manos honrado, y sé del calor y la satisfacción que proporciona trabajar en equipo, de contribuir con mi pequeña parte al éxito de un todo.
La única galería que mis pinturas llegarán a adornar, va desde nuestra sala hasta la puerta de entrada, pero especular en un nuevo terreno es divertido y las cosas están mejorando, aunque sea el único que puedo ver el cambio.
El presupuesto que hicimos para la escuela fue rechazado, pero al menos tuve la satisfacción de saber que presentamos una buena batalla. (¡Imagínense estar interesado hasta en una cosa así en los viejos tiempos!) Espérense para el próximo año.
Muy poco sé de la familia que perdí en la borrachera. Mi esposa y niños actuales, dividendos directos de la sobriedad, me dan la mayor de las alegrías. Nunca en mi vida, antes de A.A., había hecho realmente algo por alguien. Hasta ahora no puedo ponerme completamente en paz, porque inclusive recibo más de lo que puedo dar.
Sólo hay una cosa más hermosa que la cara de un niño de cuatro años a la hora en que está contando cuentos, y esa es la cara de su hermanita.
Así es que la felicidad para mí es plenitud, la satisfacción obtenida de saber que usted hace lo mejor que sus limitaciones honradamente valuadas, pudieron permitirle en todos los momentos de su vida.
Felicidad es la gratitud por el milagro que nos regló una vuelta más en el carrusel de una vida que una vez abandonamos.
Felicidad es crecer. Es aprender a reconocer todas las cosas que usted tiene verdaderamente. La felicidad es para experimentarla, al igual que para recordarla.
New Hartofrd, New York.

miércoles, 23 de enero de 2019

Estrellas En El Cielo

Me llegó esta historia del Internet y la comparto con ustedes: 

“Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores. 
Un día, inquietas, se acercaron a Dios y le dijeron: 
-Señor Dios, nos gustaría vivir en la tierra entre los hombres. 
-Así será hecho- respondió el Señor.- Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas, para que puedan bajar para la tierra. 

Aquella noche hubo una linda lluvia de estrellas. La tierra quedó maravillosamente iluminada. Tiempo después, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres. 
-¿Por qué volvieron?- preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo. 
-Señor, no nos fue posible permanecer en la tierra. Allá existe mucha miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia. 
Y el Señor les dijo: -¡Claro! La tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto. El cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece. 
Cuando regresaron las estrellas, Dios habló de nuevo: -Nos está faltando una estrella.
Un ángel que estaba cerca dijo: -No, Señor, una estrella resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor. Es la esperanza, Señor. La estrella verde. 
Y cuando miraron para la tierra, ésta estaba nuevamente iluminada porque había una estrella verde en el corazón de cada persona. Porque el único sentimiento que el hombre tiene y Dios no necesita tener es la esperanza. 

Dios ya conoce el futuro y la esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe cómo será el futuro”. 

Didácticamente, este cuento es una invitación a vivir un tiempo de esperanza.

TAREA DEL DÍA: 
Te invito a compartir con alguien un mensaje de esperanza, alguien está necesitando el amor de Dios.

martes, 22 de enero de 2019

Comprendiendo El Anonimato (parte 4)

Algunos hechos sobre el anonimato en A.A.

Mantener nuestras Tradiciones no es responsabilidad de los medios de comunicación; es nuestra propia responsabilidad individual.

• En general, a los miembros de A.A. les parece mejor no romper el anonimato de un miembro aún después de su fallecimiento; pero en cada caso la decisión queda con la familia.

• Los miembros de A.A. pueden revelar su identidad y hablar como alcohólicos recuperados en entrevistas de radio, TV e Internet, sin violar las Tradiciones mientras que no revelen su pertenencia a A.A.

• Los miembros de A.A. pueden hablar como miembros de A.A. siempre y cuando no den a conocer sus apellidos o se vean sus caras. No hablan por A.A., sino como miembros particulares.
La Experiencia sugiere que los miembros:

• Respeten el derecho de los demás miembros a mantener su propio anonimato hasta el grado que
deseen.

• En general, al hablar como miembros de A.A. en reuniones no A.A. no utilicen sus apellidos.

• Mantengan el anonimato personal en artículos y autobiografías.

• Eviten el uso de títulos tales como “consejero de A.A.” cuando trabajan como profesionales en el campo del alcoholismo (“consejero de alcoholismo” es preferible).

• Utilicen los apellidos dentro de la Comunidad, especialmente en las elecciones de los oficiales del grupo y otros trabajos de servicio.

lunes, 21 de enero de 2019

Dar Testimonio


Muchas veces me pregunto por qué la gente no cree en Jesús, y muchas veces me respondo que nosotros sus discípulos tenemos algo de “culpa”, y ojo que te incluyo a ti que estás bautizado también. 
Somos responsables de esa falta de fe porque no damos testimonio, porque no mostramos con acciones de plenitud en nuestra vida que vale la pena seguirlo, amarlo y tenerlo como Señor. 
Por eso, hoy quiero decirte que aceptar a Jesús en nuestras vidas debe traer cambios importantes. No se trata sólo de “saber” unas cuantas verdades respecto a Él, sino de cambiar nuestro estilo de vida. 
De hacer algo nuevo que no cabe en las estructuras viejas. Significa vivir con alegría interior. 
Jesús (Lucas 5,33-39) se compara a sí mismo con el Novio y a nosotros, con los “amigos del Novio”. Estamos de fiesta. ¿Se nos nota? ¿Será que vivimos tristes, como si no hubiera venido todavía el Salvador? Significa también novedad radical. La fe en Cristo no nos pide hacer algunos pequeños cambios de fachada, hacer remiendos al traje viejo o aprovechar los odres viejos en que guardábamos el vino anterior. 
La fe en Cristo pide traje nuevo y odres nuevos. Jesús rompe moldes. Lo que Pablo llama “revestirse de Cristo Jesús” no consiste en unos parches y unos cambios superficiales. 
Los apóstoles, por ejemplo, tenían una formación religiosa propia del Antiguo Testamento, por eso les costó ir madurando en la nueva mentalidad de Jesús. Nosotros estamos rodeados de una ideología y una sensibilidad capitalista y antigua. 
También tenemos que ir madurando: el vino nuevo de Jesús nos obliga a cambiar los odres. El vino nuevo implica actitudes nuevas, maneras de pensar propias de Jesús, que no coinciden con las de este mundo ni con ideas religiosas concebidas fanáticamente.

TAREA DEL DÍA: 
¿Cómo están tus relaciones con los demás? ¿Ellos sienten la diferencia de tratar con un creyente cuando se relacionan contigo?

domingo, 20 de enero de 2019

Como Recibir Cumplidos


Muchas personas no pueden aceptar un cumplido, sin lograr que el que lo hace lamenté profundamente haberlo expresado.

Una amiga tenía este problema hasta que su abuelita le dio esta lección: "cuando tú te rehúsas a aceptar mi regalo, me robas el placer de dar".

Los cumplidos merecen el mismo tratamiento que otros regalos: olvide su modestia y acéptelos.
Es importante admitir un cumplido cuando usted sabe que es sincero, porque cuando usted se resiste a aceptarlo, coloca a la otra persona en una situación embarazosa. 

Pero cuando usted lo agradecer, la otra persona queda edificada.

Entonces, ¿qué hay que decir cuando alguien le hace a un a un cumplido? Diga: "Muchísimas gracias", luego sonríe y disfruta el momento.