"Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre."" Salmo 139:13
¿Usted se gusta a sí mismo?
Si usted lucha por tener buenos pensamientos acerca de si mismo, no está solo. A veces tendemos a centrarnos en las características que nos faltan, comparando lo peor de nosotros con lo mejor de los demás y minimizando nuestros dones. Debido a que estamos muy familiarizados con nuestras deficiencias, puede ser difícil creer que nosotros podemos hacer grandes cosas.
El problema es que a veces asumimos que Dios quiere que pensemos mal de nosotros mismos, creyendo que esto es lo que significa ser humilde. Desafortunadamente, vivir la vida con un pobre sentido de autoestima tiene un efecto negativo, no sólo en nosotros, sino también en las personas que nos rodean. Ser crítico con nosotros mismos nos hace ser más críticos con los demás, lo que daña nuestras relaciones.
La buena noticia es que podemos aprender a desarrollar el amor por nosotros mismos, el tipo de amor sano que Dios quiere que tengamos. Durante los próximos días, vamos a estudiar el amor de Dios por nosotros y aprender a vernos como Dios lo hace, lo que nos permitirá construir grandes relaciones tanto con los demás como con Dios.
Y en la medida en que recibamos el amor de Dios, no sólo podremos amar a los demás en mayor grado, sino que también seremos más capaces de superar el estrés y la preocupación, porque el amor perfecto expulsa todo temor.
Si usted desea desarrollar relaciones más saludables, comience por meditar en lo que Dios piensa de usted: en lo amado, querido, impecablemente creado y ricamente dotado que usted es. Él quiere que usted aprenda a quererse, a apreciarse, a creer en sí mismo, a estar seguro de sí mismo… y sí, ¡incluso a amarse a sí mismo!