jueves, 19 de octubre de 2017

Ira Reprimida

Si la ira se reprime por un cierto tiempo, finalmente hará algo más que derramarse, Los sentimientos displacenteros son como la mala hierba. 

No desaparecen cuando los ignoramos; crecen salvajemente y se apoderan de nosotros. Nuestros sentimientos de ira pueden salir rugiendo un día. Decimos cosas que no queríamos decir.

O, como sucede a menudo, decimos lo que queríamos decir. Perdemos el control y nos embarcamos en un arrebato de pelear, escupir, dar alaridos, jalar de los cabellos a alguien y romper platos.

O podemos hacer algo para causarnos daño.

O la ira puede endurecerse para convertirse en amargura, odio, desprecio, o resentimiento.