1. En los tiempos del famoso y estimado sabio Sócrates, había un médico muy célebre también, el cual con sólo observar la forma de la cabeza y la expresión de la cara de un individuo, descubría que inclinaciones tenía. Lo llevaron entonces hay que examinar a Sócrates (a quien lo conocía), y después de observarlo detenidamente dijo: : " este hombre tiene una gran inclinación a la borrachera". Los discípulos del Gran filósofo se indignaron grandemente diciendo que eso era una calumnia, pero Sócrates respondió, "El médico tiene razón, Yo tengo mucha inclinación a la embriaguez, pero no tomo bebidas embriagantes". era todo un carácter.
2. A un grafólogo moderno, el cual con pasmosa precisión adivina el temperamento de una persona con sólo observar su letra, le llevaron una carta de una mujer sin Firma para que dijera Qué temperamento tenía dicha mujer. y el sabio, después de detenido examen dijo: "esa mujer tiene un temperamento vengativo, vanidoso, sensual y muy parecido al de una de las más grandes criminales que he conocido". Después preguntó por el nombre de la que había escrito la carta y le contestaron: " esa es una carta escrita por Santa Teresa de Jesús, la más grande Santa de los últimos siglos". Y en verdad estudiando bien la vida de esta famosa mujer se ha venido a comprobar que su temperamento era muy rebelde y defectuoso, pero a base de dominarse llegó a ser un portento de mujer amable admirada por millones de personas aún hoy en día.