Hay que saber ser agradecidos. Hoy quiero invitarte a reflexionar acerca de la importancia de dar gracias a Dios y a la gente que nos rodea por todo lo que día a día nos brindan.
Hoy probablemente se ha perdido el hábito de agradecer, de decir cada vez que nos hacen algún favor “gracias” reconociendo que realmente el corazón se siente agradecido.
Hay mucha gente que dice que no tiene nada que agradecer, algunas cuentan con la suerte de decirlo porque supuestamente nunca han necesitado nada de nadie, pero otras lo hacen porque no tienen nada y nadie les da nada, Ya ni siquiera dicen ´gracias`por cortesía, como un acto de buena educación.
Seguramente, cuando uno se siente vacío, no encuentra motivos para agradecer, y por el contrario, busca uno y mil motivos para quejarse, renegar y arrancarle el sentido a la vida, sin embargo, creo que siempre hay motivos para agradecer.
Hay momentos de dificultad en la vida que nos hacen olvidar que hay cosas por las cuales agradecer.
Basta con despertar y poder respirar para decirle a Dios “Gracias porque yo puedo vivir hoy, cuando muchos amanecieron sin esa oportunidad” y así, hay muchos motivos para dar gracias, por la familia, por los amigos, por el trabajo, por el estudio y más.
Siempre hay motivos para agradecer, solo se trata de aprender a mirar la vida con los ojos del optimismo, entendiendo que en medio de las dificultades hay muchas cosas buenas en nuestras vidas.
TAREA DEL DÍA: Agradece por todo lo que hoy tienes.
PADRE ALBERTO LINERO
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