viernes, 4 de mayo de 2018

Los Juicios

No entiendo por qué algunos son especialistas en decirles a los otros qué tienen que hacer, pero son muy malos para tomar decisiones y hacer las acciones correctas en su propia vida. 
Algunos tienen el síndrome de los consejeros. Siempre saben qué tiene que hacer el otro, pero pocas veces saben qué les toca hacer a ellos mismos.

Me preocupa que algunos estén más pendientes de la vida de los demás que de la propia. 
No tenemos por qué hacerlo. Tenemos que aprender a respetar su libertad y dejar que sean responsables de lo que ellos deciden y hacen.

Estamos llamados a ser solidarios, a ser amigos, a estar cerca, a dar nuestra opinión, pero no pretendamos decirles a los demás qué tienen que hacer.
Tenemos que ser cuidadosos al hablar; darles órdenes a los demás sobre lo que deben hacer en su existencia no sólo es un error, sino una falta de respeto. 

Sé que a muchos les encanta que otros decidan por ellos para luego poder culparlos y así sentirse libres de toda responsabilidad. Pero eso no es lo que quiere Dios. Dios nos quiere dueños de nuestra propia existencia, sabemos qué hacemos y por qué lo hacemos. 
La vida se vive sin egoísmos pero también sin extra limitaciones en nuestras opiniones y manifestaciones frente a la vida de los demás. 

Lo más doloroso es que normalmente estas intromisiones terminan en juicios destructivos que hieren y ofenden al otro. 
No olvides que es muy fácil hablar de los demás sin saber lo que ellos están viviendo. Sólo el que vive bajo la gotera sabe cuánto moja la lluvia. 

TAREA​ DEL DÍA: Evita hacer juicios sobre la vida de los demás. Sé respetuoso de su individualidad. 

P. Alberto Linero

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