Yo estoy convencido de que soy un profesional en soñar.
Me gusta soñar en grande, me gusta plantear proyectos, me gusta pensar que todo puede ser mejor, en fin, soy amante de los sueños. Sin embargo, creo que muchas veces puedo correr el riesgo de soñar con los pies fuera de la tierra, y es ahí donde creo que los soñadores corremos riesgos.
Por supuesto que es bueno soñar, pero también es bueno ser capaces de vivir fuera del sueño, con los pies en la tierra.
Hay muchas personas que sueñan tan alejadas de la realidad, que nunca han podido hacer nada en ella.
Sueñan con tener el carro más lujoso o una casa grande, y nunca han trabajado para pagar la primera cuota.
No soy partícipe de soñar así, creo que hay que saber que la gracia es poder cumplir los sueños y eso se hace, por supuesto, con trabajo.
No creo en la gente que dice ser soñadora y no se esfuerza por salir adelante, ni lucha todos los días por alcanzar sus sueños.
Creo que la ecuación perfecta aquí es “sueño-trabajo”, las dos deben estar agarradas de la mano, de lo contrario, terminaremos frustrados por no poder alcanzar nada en la vida.
En parte, las peores frustraciones vienen, precisamente, porque nos proponemos algo y nunca lo podemos hacer, porque no hay medios o porque nunca nos esforzamos.
Te invito hoy a mirar cómo están tus sueños, qué es lo que has soñado, sobre todo, a ser capaz de trabajar para alcanzar lo que te propones.
PADRE ALBERTO LINERO
TAREA DEL DÍA:
Revisa qué cosas estás haciendo para hacer realidad algún sueño
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