Esas personas comienzan a hacerse ideas y a creer que, porque fallaron, porque pecaron, quedaron lejos de ese amor y, aún más, creen que, si les está yendo mal, se debe a algo así como “está pagando una condena”. Hay muchas personas propensas a pensar que hay cosas que lo separan a uno del amor de Dios. No hay tal cosa.
Tarea del día:
Siéntete amado por Dios
Yo estoy seguro de que uno tiene que buscar siempre hacer el bien, esa es la invitación de Jesús, sin embargo, a veces no hacemos el bien que queremos, y en esos momentos debemos aprender a descubrir que el amor de Dios no se limita ni se condiciona a situaciones de nuestras vidas.
No me imagino a Dios diciendo ‘voy a quitarle un poco de amor a Alberto porque hizo esto o aquello mal’, sino que me lo imagino como en el Evangelio de san Lucas en el capítulo 15, es decir, como un padre de misericordia que reconoce la fragilidad de su hijo y se dispone a recibirlo con los brazos abiertos cuando vuelve a casa.
Tristemente, mucha gente se educó en esa lógica del ‘si haces algo malo, Dios te lo cobra’, y por eso cuando fallaron se alejaron de Dios y decidieron no volver a la casa del Padre.
Por supuesto, esta reflexión no es una apología al mal, ni estoy invitando a nadie a que se la pase haciendo las cosas mal, al contrario, quiero hacerles entender que un corazón arrepentido siempre será capaz de encontrar misericordia de parte de Dios, porque su amor es inmenso, ilimitado.
Tarea del día:
Siéntete amado por Dios
Alberto Linero
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