El Peso De Las Decisiones

Hay situaciones del día a día que nos llevan, muchas veces, a querer cambiar aspectos esenciales de nuestra vida, pero, cuando uno los mira muy bien, se da cuenta de que no son situaciones que deban llevarnos a tanto. 

El centro de la reflexión de hoy es el hecho de que no podemos tomar decisiones trascendentales en la vida por causa de cuestiones circunstanciales. 

Esto es, hay que sopesar, medir los efectos de nuestras decisiones, sobre todo, si dichas decisiones nos afectarán para lo trascendental, es decir, para lo que nos hace felices. 

Mucha gente decide cosas solo porque está viviendo una situación concreta, luego, cuando eso que está viviendo pasa, se da cuenta de que no era tan necesario tomar la decisión que transformaría la vida. 

Esto lo digo por personas que decidieron dejar de estudiar porque se encontraron con profesores que les hicieron la vida imposible, o prefirieron abandonar el trabajo soñado porque atendían a un jefe que no les trataba bien, pero, luego entendieron que esas cosas eran pasajeras, que se dejaron llevar por un momento de rabia, desespero o soberbia, pero ahora están arrepentidas, pues no salió lo que habían planeado para sus vidas. 

Es bueno descubrir hasta qué punto las cosas que nos llevan a tomar decisiones son circunstanciales y hasta qué punto son verdaderamente esenciales en el proyecto de vida. 

Una cosa es dejar de estudiar porque un profesor la monta, y otra muy distinta es dejar de hacerlo porque lo que se estudia ya no lleva a la plenitud. 

Cuando las decisiones trascendentales estén guiadas por cuestiones circunstanciales, pisa el freno, relájate un poco, y repiensa la decisión que estás a punto de tomar, no vaya a ser que te juegue una mala pasada y acabes arrepintiéndote el resto de tu vida.

Tarea del día:
Evalúa el peso de las decisiones

Alberto Linero