Dolorosamente, a la hora de conversar, interactuar, juzgar a una persona lo hacemos muy rápido y sin tener en cuenta todo ese complejo proceso. Tenemos que aprender a ser más pausados y analizar mejor todo a la hora de entrar en relación con alguna de las personas que están en nuestro contexto vital. No podemos pretender que los demás piensen igual que uno o que hagan lo que nosotros hacemos. No todo lo que para ti es fundamental, verdadero, válido lo es también para la otra persona.
Dios nos dotó de la capacidad de comunicarnos para construir un puente entre maneras de ver la realidad. Por eso, hay que tener cuidado en escuchar bien, analizar, comprender lo que el otro me está diciendo, además, saber hablar, de tal manera que exponga, lo más literal posible, lo que estoy queriendo comunicar.
Sin comprensión las relaciones interpersonales se vuelven muy complicadas y difíciles. Haz el esfuerzo de comunicarte siempre desde el paradigma de la comprensión.
Esto es estando seguro de que tú comprendes lo que el otro te está diciendo y, viceversa, que el otro comprenda lo que tú le quieres decir. Nadie es tonto o bruto, todos tenemos razones, sentimientos que impulsan nuestras palabras y acciones, es muy importante asegurarnos de que estamos comprendiendo eso, para poder comportarnos de manera clara y cercana.
¿Cuántas peleas son causadas por malentendidos? Seguro que, si se hace el esfuerzo de comprender y comunicarse bien, estos van a ser menos en tu vida.
TAREA DEL DÍA: No respondas nada sin antes tratar de comprender las razones y los sentimientos que mueven a quien te está hablando.
TAREA DEL DÍA: No respondas nada sin antes tratar de comprender las razones y los sentimientos que mueven a quien te está hablando.
Alberto Linero
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