Señor mío y Dios mío, abro mi corazón y te pido que lo llenes de tu presencia.
Quiero sentir tu amor que me da seguridad y paz.
Quiero sentir tu fuerza que abre mares y levanta muertos, para dejarme impulsar y echar hacia adelante, en todas las actividades que tengo planeadas para mañana, para este mes que esta por comenzar.
Quiero sentir tu serenidad tan sencilla y simple como la suave brisa de la noche para poder compartirla con todos aquellos con los que me encuentre.
Quiero sentir que estoy en tus manos y que eres Tú el que me lleva a lo largo de mi vida.
Te amo y estoy seguro de que nada me hace tanto bien como hablar contigo en este momento y recibir todo lo que tienes para mi.
Te suplico que me protejas de aquellos que buscan hacerme daño, de esos que no soportan que me vaya bien y sufren cada éxito mio.
Sé Tú quien los controles y les haga entender que esa no es la manera de vivir.
Aleja de mi a todas aquellas personas que en el pasado me han hecho daño y no los he sabido alejar yo.
Confío en Ti y con tu alegría descanso tranquilo.
Amén.
P. Alberto José Linero