buscando refugio me vine a encontrar,
con un paraíso, con una ciudad
inimaginable te voy a contar.
Llegue muy cansado y sin fuerzas en mi,
pensaba que ya no podía resistir,
quería tan solo un tregua tomar
por solo un momento quería descansar.
Coro:
Y me recibió, un hombre incomparable
te estado esperando,
me dijo y me sonrió.
Y me llevo a un rió cristalino,
y en el lavo
las heridas que el camino
me causo.
Y me alimento del árbol de la vida,
y puso en mis espaldas,
un manto de perdón.
Te puedes quedar me dijo si deseas,
es para ti lo que miras
con mi sangre lo compre.
Entonces pude ver
las heridas de sus manos y sus pies.
Que por mi sufrió
(Jesús Adrian Romero, cantautor Cristiano)