martes, 11 de abril de 2017

¿Cómo Manejar Los Conflictos Interpersonales?

Cualquier molestia, altercado, problema o incomodidad en la relación entre dos o más personas puede considerarse un conflicto.
Muy probablemente le pasemos al otro una pequeña molestia, pero va a depender del manejo que se le haga, que no se convierta en un conflicto de envergadura mayor. Grandes disputas entre personas y grupos han sido el resultado de un pequeño altercado mal manejado. 
Los conflictos son inevitables, aun cuando las personas tengan intereses, necesidades, expectativas e historias similares.
La meta cuando de conflictos se trata es justamente, como se mencionaba anteriormente, saber manejarlos para sacarle el mejor partido a los mismos y convertirlos en una fortaleza más que en una amenaza de las relaciones.
También es sabido que cuando los conflictos se manejan adecuadamente las personas, las relaciones y los grupos salen fortalecidos.
Existen muchas maneras de manejar los conflictos, pero recientemente se viene imponiendo la idea de que una buena solución implica que ambas partes lleguen a un acuerdo que los satisfaga mutuamente. Este objetivo se conoce como el método “gana-gana”, donde las dos partes perciben que sus necesidades particulares fueron atendidas y que si finalmente no se pudieron satisfacer en su totalidad, si se tuvieron en cuenta.
La manera directa de manejar los conflictos interpersonales e intergrupales es la negociación. No todas las personas tenemos las cualidades de un buen negociador y muchos han tenido que reconocer que más que ganado, salieron perdiendo en los acuerdos realizados en la resolución de un conflicto.
Negociar requiere que las personas que están interviniendo en la misma sean excelentes comunicadores, tengan claro un sistema ético y de valores y tengan a su vez bien identificados los horizontes a los cuales se quiere llegar. Además de estas características se requiere que el negociador sea creativo, que tenga iniciativa, y que demuestre poder de persuasión.
Otro elemento necesario en los negociadores de conflictos intergrupales sobretodo es el elemento social de la representatividad. El negociador debe representar por medio de poder escrito o de voz popular, que efectivamente está comprometido con los intereses de algún sector. Que alguien se abogue el derecho de representar en una negociación un grupo que no lo ha nombrado, probablemente sea un conflicto mayor que el que se está intentando resolver.
Otro elemento fundamental para la resolución o manejo de conflictos es escoger el ambiente y el momento oportuno. Buscar un lugar neutro, en un momento en que la disposición personal y de tiempo es exclusiva para la atención del conflicto, abonará el camino para una solución concertada.
Contar con la disposición personal de las partes es un ingrediente indispensable para la resolución o manejo de los conflictos. Cuando una de las partes involucradas en los mismos se “cierra” y no quiere ni siquiera el mínimo contacto con la otra o con las otras partes intervinientes, probablemente el momento de empezar las negociaciones ni siquiera se dará.
Todo conflicto en sí mismo no es necesariamente bueno o malo y potencialmente todos son solucionables. Diríamos más bien que el conflicto es una oportunidad de crecimiento y desarrollo de las personas y los grupos. Sin embargo un mal manejo del mismo o de las negociaciones puede llevar  a que el conflicto se vuelva más profundo y aparentemente insoluble.
Extraido de psicologiafacil.wordpress.com