viernes, 21 de abril de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo IV (Parte 3)

LA TERCERA DÉCADA DE LA VIDA

En esta época la depresión ataca más a las mujeres que a los hombres. El varón en la edad de los 20 a los 30 años se dedica fuertemente a su educación y a su especialización vocacional y sus energías varoniles lo mantienen atléticamente activo. De ahí que normalmente no sufran tanto de la depresión Cómo las mujeres en esta tercera época de su vida.
Las recién casadas son Víctimas de la depresión a las pocas semanas del casamiento. Una de las causas en la relajación psicológica que produce la vida rutinaria, comparada con los emocionantes preparativos previos al matrimonio. Otra de las causas que explica esta depresión es que sus sueños y expectativas fueron tan idealizados que la realidad se torna decepcionante. El amor es ciego. Últimamente permite ver las cualidades de la persona amada, pero "pronto pasan los gustos y Sólo quedan los sustos", como dice la gente, y empieza la otra persona aparecer con todos los defectos de la pobre naturaleza humana, los cuales traen decepción. Y más si antes de casarse los novios no han estudiado relaciones humanas que les enseñan los secretos y las técnicas para hacer felices a los demás. Hay hombres que han vivido siempre entre varones, toscos, bruscos y ásperos como son los hombres, y de un momento a otro se van a vivir con una mujer, sin saber un poco de psicología femenina. Ya podemos imaginar la deserción de esta pobre a las pocas semanas de matrimonio. Muchas de estas depresiones amargas Se podrían evitar si hombres y mujeres, novios y casados, dedicarán un poco de tiempo para aprender en lecturas o cursos, un poco más de relaciones humanas. 

Hace poco al atravesar una plaza sentí que un hombre de espesa barba larga Me da un fuerte abrazo. ¿Qué pasa? – le pregunte – “Perdone. Pero es que jure que donde la viera a usted le daría un abrazo de gratitud, porque hace unos pocos meses leí en uno de sus libros que muchos matrimonios se arreglarían con solo que leyeran un poco más de relaciones humanas. Mi hogar era un fracaso. Peleas y discusiones todos los días. Mi esposa y yo nos propusimos leer un libro "secretos para triunfar en la vida", y el cambio ha sido tal que parece mágico. Ah, si hubiéramos leídos desde hace años antes las técnicas para hacer felices a los demás, Cuántos ratos amargos nos hubiéramos evitado". 
Tenía razón aquel hombre: para evitar que por nuestra culpa otros en familia sufren depresión hay que aprender las técnicas que las relaciones humanas enseñan acerca del buen trato hacia los demás. El tiempo que dediquemos a estas lecturas producirán frutos de alegría, paz y comprensión. No le pedimos al que le que nos crea. sólo le pedimos que haga la prueba.
En el libro "preparación para el matrimonio" del P. Gustavo Eliecer, hay un capítulo muy interesante titulado: "detalles para los primeros días del matrimonio". Su lectura ha evitado muchas parejas muy amargas y decepcionantes molestias, y les ha enseñado Cómo, si se aman verdaderamente y son considerados el uno con el otro, los problemas que se presentan al principio del matrimonio celebran solucionar felizmente.

Otra depresión para la mujer recién casada es la que experimenta después del nacimiento de su primer hijo. Los médicos le llaman: "depresión posparto". Sucede mucho más después del nacimiento del primer hijo que en el de los demás. Puede ser ocasionado por el esfuerzo emocional que la madre debe soportar al dar a luz. También puede provenir de que la madre considera al niño como un "intruso" que viene a perturbar la paz del hogar. Esto le puede agravar mucho su depresión. Hay otra causa: que este niño viene a complicar la situación económica de la casa, y por tanto, la depresión que él produce se aumenta hacia el final de quincena o al final de mes cuando el dinero se haya reducido casi a nada.

Para la madre de varios hijos la depresión le puede llegar muy frecuentemente por el tremendo trabajo que supone el cuidado de las criaturas; por sentirse como una presión era o esclava del cuidado de estos pequeños, y por el temor subconsciente de verse nuevamente embarazada, con todos los problemas que esto acarrea. Si en tales circunstancias se empieza a sentir lástima de sí misma, no tardará en planteársele serios problemas de depresión, lo que puede llevar a perder interés en su aspecto exterior con pérdida de su propia imagen y, por tanto, agravamiento de la depresión. Y esto le trae Otro peligro: que su esposo se interese menos por ella, por el mal aspecto que ahora tiene. Los psicólogos repiten: "quién se sienta deprimido vístase mejor". Esto disminuye la depresión. Por eso las madres deben recordar que los hombres se dejan estimular y emocionar por la vista; la mujer más elegante que pueda ver su marido cada día debe de ser la esposa cuando le hablé al atardecer La puerta que da a la calle.

Este vestirse con esmero antes de que él ya llegué a la casa, no solamente le hace bien a él, sino que es también beneficioso para el concepto que ella tiene de su propia vida. San Pedro en una carta decía: "recuerden las mujeres que su mejor adorno no son las joyas ni las modas, sino un Corazón amable y dulce. Esto es muy precioso ante Dios. Así se adornan las mujeres Santas del Antiguo Testamento". Pero también el Apocalipsis al describir a la esposa ideal dice que se le aconseja adornarse y vestirse con vestidos agradables a la vista.


Hay otra de presión para las madres: Cuando los hijos crecen Y ahí empieza a sentir profundamente que ya no es necesitada por ellos. Aquí le puede llegar la depresión de la inutilidad, que es una de las más apabullantes que pueden sobrevivir, y para evitar la es necesario dedicarse a alguna actividad creadora, o en favor de los demás. Siempre podremos ser útiles a alguien; los pobres siempre los tendré mosco nosotros, Y si en un doloroso momento la enfermedad o la vejez nos hacen inútiles exteriormente, sin embargo, con nuestra oración frecuente, y con la resignada paz con la que sepamos llevar nuestros sufrimientos, seremos "pararrayos" de la justicia divina, que evitarán castigos y desastres a las personas que nos rodean. Nada atrae tantas bendiciones sobre un hogar como una persona que sufre con paciencia y por amor de Dios. Nada atrae tantas bendiciones sobre un hogar como una persona que sufre con paciencia y por amor de Dios. Cuando en una aparición le dijo Jesucristo a Santa Catalina: "si quieres tener verdadera caridad No dejes pasar ningún día de tu vida sin hacer un favor a alguien", y la santa pregunto: "Y el día en que no encuentro a ninguno para hacerle un favor, que puedo hacer? El señor le respondió: puede rezar u ofrecer tus sentimientos por los demás, que eso ya es un gran favor que les haces".