lunes, 22 de mayo de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo V (Parte 5)



9°. FIJARSE METAS INADECUADAS O NO FIJARSE NINGUNA

Hay un natural aflojamiento cada vez que se logra terminar un proyecto. Pero el problema especial para la depresión es fijarse metas que superan las propias capacidades, o no fijarse metas que atraigan la atención.

Toda persona es un ser en busca de metas. Sin metas o ideales dejamos de luchar; pero cuando permitimos que una meta o ideal se constituyó en nuestro único proyecto, si lo conseguimos nos sentimos ya entonces con un decaimiento general una vez realizado, y si no lo conseguimos nos entregamos a la depresión.

Por eso es necesario tener muchas metas o ideales, de varias clases: grandes y menores. Unas a largo plazo, otras para conseguirlas pronto. Así, en caso de que una falle quedan muchas otras, y cuando conseguimos realizar una meta, en vez de aflojarnos por ese hito ya conseguido, Seguiremos adelante en busca de otros más.

Qué a punto de terminar un proyecto ya tengamos otros tres en marcha, y así no tendremos jamás al vacío mental. Cultivemos el arte de fijarnos nuevas metas e ideales. Esto nos mantendrá jóvenes hasta los 90 años.

Una mujer dedicada a la Auto conmiseración (atenerse lástima de sí misma) daba razón para ello: "es que ya no tengo ninguna metan ideal por conseguir". Esto acaba con la personalidad de cualquiera. Con razón de que haya tanta gente taciturna (callados, silenciosos, tristes, melancólicos, apesadumbrados). Es que hay demasiados individuos sin metas ideales que les animen a vivir en felicidad.

Hay también personas que tienen depresión porque se fijaron metas demasiado altas. Quieren ser sólo es cuando sólo tienen capacidad para ser linternas. Quieren tener el genio amable de San Francisco cuando nacieron con el temperamento de Caín. Creen que lo ideal es ser muy famosos, olvidando que nada puede superar en felicidad a un alma tranquila, en paz con su Dios y con sus prójimos. Y de tanto mirar al sol para querer llegar a ser como él, se quedan a oscuras en las tinieblas la depresión.

LA FÁBULA DEL PICAPIEDRA

Los antiguos narraban la fábula del Picapiedra que se aburría de tanto golpear a la roca inmensa abajo Los Terribles rayos del sol y un día exclamó: "Quien fuera sol!". Y en ese momento se convirtió en Sol y empezó a lanzar sus rayos quemantes a toda la Tierra. Más de pronto una espesa nube se le atravesó Y no dejó pasar sus ardientes rayos. Entonces exclamó: "Quien fuera nube!". Y se convirtió en nube. Y, ayudada por el huracán, inundó Campos, regó tierras y dominó todo en medio del más terrible invierno. Todo menos una altísima roca que no le hizo ningún caso ni se deja dominar por la furiosa nube. Entonces exclamó: "Quien fuera roca!". Y se convirtió en roca. Y desde su altura dominaba todo el Horizonte y nada era más fuerte que ella. Pero un día sintió un cosquilleo y unos golpes: era un Picapiedra que le estaba destrozando A cincel y martillazos, y disgustada exclamó: "Quien fuera Picapiedra!", Y en ese momento volvió a ser lo que antes era: un sencillo Picapiedra; y sacó una lección y sacó una lección: "No hay que aspirar demasiado alto, porque la felicidad no está en ser demasiado, sino en contentarse con Lo bueno que se puede ser en el estado en que uno está".

METAS QUE VALEN LA PENA

Jamás debemos conformarnos con metas egoístas o con ideales inferiores a nuestras capacidades. Nifhtingale fue un personaje dedicado durante toda su vida a motivar a la gente para ser más. Y una de sus insistencias era: "Quien tiene ideales nobles probablemente no se enriquecerá demasiado, porque no busca sus propios intereses sino los de los demás". Por sobre todo debemos fijarnos metas Qué signifiquen: ayudar a otros. Los bienes materiales vendrán también porque la palabra divina ha dicho: Dad y se os dará. Quien generosamente da, generosamente recibirá.
"La medida que uséis para dar a otros, se usará también para daros a vosotros". La gente de más rica personalidad que conozco son los que se han dado el bien de los demás. En cambio, muchas personas que ganaron dinero, pero sino ayudar a los demás, no han podido comprar con todo su dinero la felicidad.

Ayudar a los demás: he aquí una meta formidable. Nunca nos faltará gente a quien poder ayudar. Y se cumplirá aquella famosa frase de Cristo: "Es mejor y produce Más felicidad en dar que el recibir"