Hemos perdido el sentido de la gratuidad. En la sociedad del "todo se compra, todo se merece" hemos olvidado que la vida es un regalo, que no hicimos nada para tenerla, y que mucho de lo que le da sentido a ella viene gratuitamente.
La sociedad en la que vivimos nos ha enseñado a comprarlo todo, a creer que las cosas caras son las más importantes, y a creer que podemos reclamar con altanería lo que no nos han dado.
No tenemos conciencia de que mucho de lo que hemos vivido, de lo que poseemos o de lo que podemos disfrutar es porque la vida nos lo ha dado gratis; o porque otros nos lo han regalado.
Ninguno de nosotros es merecedor del amor que Dios nos tiene, del que nos tiene muchos, porque hemos fallado mucho, porque no cuidamos ese amor, porque no valoramos lo suficiente eso; sin embargo, siguen dándonos cariño, amor, misericordia, ternura.
Tengamos presente todo lo que la vida nos ha regalado y seamos agradecidos con la vida, con Dios, con los que están a nuestro lado.
Lo mínimo que podríamos hacer es dar las gracias.
Cuánta gente nos ha bendecido grandemente y no hemos sido agradecido con ella?
Por eso hoy mi invitación es a descubrir a tantas personas que te han regalado tantas cosas, y seas agradecido. Muchas de esas personas pueden haber muerto y podrías hacer una acción de agradecimiento a Dios por su vida; otras están vivas y podrías llamarlas y darles gracias por todo lo que han hecho por ti.
No te quedes con el orgullo de creer que todo es obra de tu esfuerzo y capacidad.
Padre Alberto Linero
TAREA DEL DÍA
Da gracias a las personas que han sido importantes en tu vida