El cuidado de uno mismo es una actitud hacia nosotros y hacia nuestras vidas que dice: soy responsable de mi persona.
Tengo la responsabilidad no sólo de vivir mi vida, sino de conducirla.
Tengo la responsabilidad de atender mi bienestar espiritual, emocional, físico y económico.
Tengo la responsabilidad de identificar mis necesidades y satisfacerlas.
Tengo la responsabilidad de solucionar mis problemas o de aprender a vivir con aquellos que no puedo resolver.
Soy responsable por las elecciones que hago.
Soy responsable de lo que doy y de lo que recibo.
También soy responsable de fijar mis metas y de cumplirlas.
Soy responsable de qué tanto disfruto de la vida, por la cantidad de placer que encuentro en las actividades cotidianas.
Soy responsable por amar a alguien y por la manera en que expreso ese amor.
Soy responsable de lo que hago a los demás y por lo que permito que los otros me hagan.
Soy responsable de mis necesidades y deseos.
Toda mi persona, todo aspecto de mi ser, es importante. Yo cuento. Yo importo. Se puede confiar en mis sentimientos.
Mi manera de pensar es apropiada.
Valoro mis necesidades y deseos.
No merezco ni toleraré el abuso ni el maltrato constante.
Tengo derechos, y es mi responsabilidad reclamar esos derechos.
Las decisiones que tomo y la manera como me conduzco reflejarán mí alta autoestima.
Mis decisiones tomarán en cuenta las responsabilidades que tengo para conmigo mismo.
Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente