Pensamiento del día de Hazelden:
Armonizar
Alguna vez fuiste a un concierto? Los músicos tocan la misma canción, pero a cada uno le toca una parte diferente en la creación de la música; ya sea que estén creando acordes menores sombríos o acordes alegres, la banda está trabajando juntos en armonía.
Me ha costado trabajo estar en armonía cuando me topé por primera vez con ella, pues pensé que ser dueño de mi poder significaba “estrellarse” como un platillo, dondequiera que fuera y me tomó un tiempo aprender que podía ejercitar mi poder más efectivamente armonizando, que siendo la nota discordante.
La armonía no es sólo un valor para aplicar en nuestras relaciones con los demás, todos pasamos por cambios en nuestras vidas y en algún momento, podemos estar pasando por un tiempo de disciplina, en el que tenemos que “mantener nuestra nariz alineada a la barbilla” y después, puede que llegue la hora de jugar. Luego podremos pasar por un momento en el que tengamos que manejar muchas emociones y estaremos avanzando lentamente; otras veces, estaremos navegando a toda velocidad.
En lugar de esperar que las situaciones cambien, podemos aprender a armonizar con ellas.
Si realmente no somos compatibles con ciertas situaciones, puede ser hora de marcharnos, pero muchas veces podemos hacer música dulce o por lo menos interesante, armonizando o siendo lo suficientemente flexibles como para lograr manejar la situación medianamente.
Armonizar es algo más que una frase musical; es más que vivir y dejar vivir; es vivir juntos; es compatibilidad, compaginar; implica suficiente auto-conciencia para ser nosotros mismos y suficiente adaptabilidad y flexibilidad para adaptarse a ese yo en diferentes situaciones.
Armonizar significa abrirse, escuchar, abandonar la voluntad propia, practicar la no resistencia y extender la tolerancia.
