viernes, 6 de octubre de 2017

Como Alejar la Depresión: Cap. XI - La Autoimagen Y La Depresión (Parte 2)

La autoimagen puede provenir de nuestro temperamento. Claro está que nuestra autoimagen dependerá en mucho de nuestro temperamento. Si tenemos un temperamento inclinado la tristeza y a la depresión, tendremos también mucho mayor peligro de formarnos una autoimagen depresiva y desanimadora, que sí Nacimos en cambio con un temperamento despreocupado y con gran confianza en sí mismo.

Ojalá leyéramos el formidable librito titulado: "como conocer y sacar provecho del propio temperamento" por Sheldon y Salesianos. Es un folleto que produce verdadera influencia positiva y animadora en quién lo lee. Podemos preguntarnos donde conseguimos este libro que estamos leyendo.

Pero la influencia de temperamento en la autoimagen y en la depresión la vamos a estudiar en el próximo capítulo. Ahora veremos otros elementos muy influyentes también.

La autoimagen depende mucho de la educación recibida.

Sí tuvimos la desdicha de ser educado por personas que nos Vivian engañando a toda hora. Gente demasiado críticas que encontraron más gozó en censurar que un felicitar y que me llame nosotros más capacidades para fracasar que para triunfar, esa influencia perniciosa puede haber hecho que nos hayamos formada una imagen de artista y que hayamos adquirido una inclinación enfermiza a imaginarme que para nosotros se hicieron en mayor proporción los fracasos que los triunfos, lo cual es una equivocación Y una mentira tan garrafal No puede haber sido inventada sino en el infierno, y con el diablo que según la Biblia es el padre de todas las mentiras. Esta horrible mentira año la última gesta de los más optimistas. En cambio Si tuvimos la dicha de ser educados por gente comprensiva y animadora que sabían que en la educación lo que más se necesita es el estímulo, y que un "tú puedes más" es muchísimo más constructivo que un "no sirves para nada", y si nos educaron personas que estaban convencidos de que la educación se forma de sus partes: 50% corrección y el otro 50% de animación y de felicitación estímulos, Y si fuimos aceptados por gente que no fueron tacaños en animales y elogiarlos, Entonces sí, Aunque nuestro temperamento sea más bien enchilada el pesimismo y a la tristeza, la buena educación recibida nos puede llegar a conseguir una autoimagen placentera y animadora que nos empuja hacia el éxito y hacia la constante alegría.

Afortunadamente, la autoimagen puede ir corrigiendo y perfeccionando. Y eso es lo que pretendemos con este capítulo, que cada uno al convencerse de que su autoimagen gobierna su vida y de que "somos lo que creemos ser", se esmera por formarse una autoimagen positiva y alegre y no una mascarada horrenda que asuste y deprima.

Recordemos: si creemos que somos horribles e incapaces, eso es justamente lo que somos. No importa lo que los demás estén pensando, Pues en nuestro modo de gobernarnos, dirigirnos y comportarnos, lo que influye es lo que vivimos pensando de nosotros mismos. Y eso es lo que afecta nuestra productividad y hace que la vida se nos haga alegre o triste, animadora o deprimida.

Un hombre mediocre con una autoimagen excelente. ¿Y otro? ....


Desde hace 30 años coso de la santa amistad de un amigo que no recibió de la naturaleza ninguna cualidad que lo lleve a ser demasiado brillante. Casi tartamudea al hablar, y su presencia no es un modelo de elegancia. De familia Pobre, no hizo estudios especiales ni ha ocupado ningún puesto de renombre y relumbrón. Pero este hombre ha llegado a los 77 años con una garbosidad en su porte y un modo de ser tan alegre y optimista que a ratos le siento una Santa envidia. ¿Y cuál es el secreto de este hombre de 77 años? Qué ha formado una auto imagen de hombre alegre, simpático, triunfador y realizador. Y tal como eso de imagen, Así es su vida y su realidad. Y yo me pongo a compararlo con otro amigo que conozco, el cual apenas tiene 45 años y ya parece un viejo de 80. Agachado más de lo debido a su edad. Lleno de más ganas de las que se ven ordinariamente en un hombre de 50 años. Cara envejecida. Ojos apagados. ¿Y cuál podrá ser la causa de una vejez tan prematura? También su autoimagen. Se ha formado una imagen de sí mismo como de un hombre al cual nadie lo quiere y todos desprecian. Se imagina que sus cualidades no son las suficientes, y que no nació para nada importante, es tal cual es su autoimagen, Así es su propia vida: achiquitada, triste e infeliz.