El Paso Diez dice: “Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos, lo admitíamos inmediatamente”. No sugiere que ignoremos lo que es correcto en nuestra vida. Dice que continuemos haciendo un inventario personal y que nos mantengamos concentrados en nosotros mismos.
Al hacer un inventario, queremos ver muchas cosas. Podemos buscar sentimientos que necesitan nuestra atención. Podemos ver si se está deslizando furtivamente la baja autoestima. Podemos buscar viejas maneras de pensar, de sentir y de comportarnos. Podemos buscar errores que necesiten corregirse.
Pero una parte vital de nuestro inventario es también concentrarse en lo que estamos haciendo bien y en todo lo bueno que hay a nuestro alrededor.
Parte de nuestra codependencia consiste en concentrarnos obsesivamente en lo que está mal y en lo que podemos estar haciendo mal, sea real o imaginario. En la recuperación estamos aprendiendo a concentrarnos en lo que está bien.
Mira sin miedo, con ojos amorosos, positivos.
¿Qué hiciste bien hoy?
¿Te comportaste distinto hoy a como lo hubieras hecho hace un año?
¿Buscaste a alguien y te permitiste ser vulnerable? ¿Puedes felicitarte por ello?.
¿Tuviste un mal día pero lidiaste con él en forma eficaz?
¿Practicaste la gratitud o la aceptación?
¿Tomaste un riesgo, te adueñaste de tu poder o fijaste un límite?
¿Te hiciste responsable de ti mismo de una forma que no la hubieras hecho antes?
¿Te diste tiempo para la plegaría y la meditación?
¿Confiaste en Dios?
¿Dejaste que alguien hiciera algo por ti?.
Aún en nuestros peores días:
Podemos encontrar una cosa que hayamos hecho bien.
Podemos encontrar algo que nos haga sentir esperanzados.
Podemos encontrar algo que anticipar.
Podemos concentrarnos realistamente en las visiones de lo que puede ser.
Podemos encontrar algo que nos haga sentir esperanzados.
Podemos encontrar algo que anticipar.
Podemos concentrarnos realistamente en las visiones de lo que puede ser.
“Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de permanecer inmerso en la negatividad. Puedo cambiar en mí mismo y en mi miedo la energía negativa en energía positiva. También me esforzaré por encontrar una cualidad que me guste en alguien más que sea importante para mí, y correré el riesgo de decírselo a él o a ella”.