Entiendo perfectamente que estamos en una época donde la tecnología muestra gran avance, a unos los absorbe y a otros parece que los atropella.
Me molesta que suene un celular en medio de una eucaristía; no entiendo cómo la gente quiere un encuentro con Dios, pero no se dispone para ella.
Cuando de Dios se trata, aún seguimos dispersos. Para hablar con Dios nuestra mayor comunicación con Él la tenemos por medio de la oración; y es allí donde necesitamos intimidad y respetar que cuando estoy frente al Dios que todo me da no puedo dispersarme o estar pendiente de otras cosas.
El encuentro con Dios a través de la oración nos permite una experiencia única y cada vez que la vivamos nos disponemos a que Dios nos sorprenda con sus bendiciones para nosotros.
Es la oración el camino para que nuestra existencia se ponga frente a frente con nuestro Señor, y podamos llorar, reír, reclamar, alabar, bendecir, contemplar, y en últimas hacer silencio para discernir la voluntad de Dios en la vida.
¿Tienes el hábito de la oración diaria?
¿Puedes enumerar las bendiciones que Dios te ha regalado en oración?
¿Qué sabes de la oración?
Todo esto es importante y debemos dedicarle tiempo porque no podemos dejar pasar la vida sin orar y descubrir el maravilloso mundo que Dios nos tiene, pero sólo en la oración podremos descubrirlo si logramos sintonía con Dios, es decir, si logramos escucharlo y si nos escuchamos a nosotros mismos las palabras que decimos.
¡Ánimo! No dejes que los ruidos del mundo dispersen tu atención en Dios.
Padre Alberto Linero