Las 3 primeras armas son:
1. Dinero
2. Orgullo
3. Vida sentimental
Y la 4ª arma es....
2. Orgullo
3. Vida sentimental
Y la 4ª arma es....
Ahora vamos a nuestra historia para que descubras cual es la 4ª arma usada por el diablo para destruir a los que hacen la obra de Dios.
Había un hermano en una iglesia que tenía éxito en todo lo que hacía. Tenía comunión con Dios y andaba en santidad, orando, ayunando y leyendo la Biblia. Adonde él iba, desenvolvía el trabajo. Y más, muchas personas se convertían, pues, ahí había curas, milagros, etc.
El diablo, viendo eso, hizo una reunión en el infierno y envió al primer demonio, ADULTERIO. Y ella habló para el hermano: ¡Yo voy a derribarte!
El hermano pronto amarró lo que el demonio habló, oro, ayuno, leyó la Biblia, fortaleció su matrimonio, y ella se fue.
El diablo convocó una reunión más y resolvió mandar al espíritu de la AVARICIA para llenar los ojos del hermano de ambición material.
Nuevamente, el hermano oro, ayuno, leyó la Biblia, sacrificó todo lo que tenía y el diablo cayó por tierra.
Irritado, el diablo envió al espíritu de ORGULLO para llenar el corazón del hermano de orgullo propio.
Pero el hermano oro, ayuno, leyó la Biblia, y se humilló delante de Dios. Y, una vez más, el diablo cayó por tierra.
El diablo vio que todas sus tentativas habían sido frustradas. Airado, resolvió mandar a aquellos tres demonios a quedarse en la iglesia de aquel hermano para ver dónde él erraba. Y para allá ellos fueron, sólo estudiando y marcando sus pasos.
Un día, los tres demonios, todavía sin conseguir nada que pudiesen usar contra el hermano, vieron a otro demonio pasar por aquella iglesia. Venía allá de lejos, lento, usando una bengala, con una apariencia cansada.
Y los tres demonios comenzaron a burlarse de él, “viejo cansado, ¿qué está haciendo por aquí?”
Y entonces preguntaron el nombre de él. Él miró de lado, abrió una sonrisa lateral sarcástico y dijo: “¿Mi nombre? Yo soy el espíritu del tiempo. ¿Y ustedes, qué hacen por aquí?”
Y los otros demonios le contaron su misión y cómo habían fracasado hasta ahora.
Ahí él dijo a los tres: “Esperen que yo voy a dar orden cuando ustedes deben actuar.”
Y dijo: “No tengan prisa, pues yo sé cómo trabajar”
Y aquel demonio sutilmente comenzó a actuar.
Primero, le quito el tiempo de aquel hermano llenando su agenda de cosas para hacer.
Luego, él no tenía más tiempo para ayunar y orar, y se enfrio espiritualmente.
Después, le quito el tiempo de aquel hermano para no leer más la Biblia, y él no oyó más la voz de Dios. Y sin oír la voz de Dios, su comunión se enfrió.
Fue ahí entonces que aquel demonio dio la orden para que los otros entren en acción. Y, así, aquel hermano que se quebraba, cayó.
El tiempo es la 4ª arma usada por el diablo para enfriar la fe de los que no perseveran.
A veces, él nos hace muy atareados. Otras, él hasta causa un falso sentido de bienestar, hace las luchas cesar durante un tiempo para que nosotros nos acomodemos en la fe. Y es así que él nos derriba.
Acuérdate siempre de donde viniste, de donde saliste, y de lo que Dios hizo en tu vida para siempre mantenerte en la fe.
El vencedor no es el que comienza, pero si el que termina.
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