martes, 23 de octubre de 2018

Llegamos A Creer (Cap. 7 - Parte 3)

MILAGRO MATEMATICO
Hace algunos años, oí una historia que he estado recorriendo durante mucho tiempo los círculos dentro de A.A. en el Medio Oeste. No tengo nombres para respaldar esta historia, pero la he oído de muchas fuentes, y las circunstancias parecen verídicas . . .

Un hombre de una pequeña ciudad de Winsconsin había estado dentro del programa por cerca de tres años y había disfrutado de feliz sobriedad durante ese período. Entonces la mala suerte comenzó a golpearlo por todos lados. La firma para la que había trabajado durante quince años, fue vendida; su trabajo específico fue eliminado, y la fábrica se fue para otra ciudad. Durante varios meses, luchó entre trabajos eventuales que le eran extraños, mientras encontraba una compañía que necesitara de su experiencia especializada. Después lo golpeó otra adversidad. Su esposa tuvo que ser internada en un hospital para una operación de consideración, y su seguro de enfermedad había expirado.

En este momento se derrumbó, y decidió embarcarse en un abundante carrusel alcohólico. No quiso hacerlo en la pequeña ciudad, en donde todo mundo conocía su historia de sobriedad. Así es que se fue a Chicago, se registró en un hotel del North Side, y puso en marcha su proyecto. Era la noche de un viernes, y los bares estaban llenos de una vibrante multitud. Pero no estaba de humor para vibrar; solamente quería estar tranquilo y miserablemente borracho.

Finalmente encontró un bar en el sótano de una silenciosa calle lateral, prácticamente desierto. Se sentó en una silla de la barra y ordenó un whiskey doble con hielo. El cantinero dijo, "si señor", y alargó el brazo para tomar la botella.

Entonces se detuvo sobre sus pasos, dirigió una larga y dura mirada al cliente, se inclinó sobre la barra, y dijo en voz baja, "Yo estaba en Milwaukee hace unos cuatro meses, y una noche asistí a una reunión abierta. Usted estaba en la plataforma y dio una de las mejores charlas acerca de A.A. que he oído". El cantinero le volvió la espalda y caminó hasta el otro extremo de la barra.
Durante algunos minutos el cliente permaneció sentado probablemente en un estado de shock. Entonces, con mano temblorosa, tomó el dinero

que había puesto sobre la barra y salió del bar; había abandonado todo deseo por un trago.
Se calcula que hay unas 8.000 cantinas en Chicago, empleando a unos 25.000 cantineros. Este hombre había entrado a la única cantina entre 8.000 en donde podía encontrar al único hombre entre 25.000 que sabía que él era un miembro de A.A., y que ese no era el lugar al que pertenecía.
Chicago, Illinois.


ALGO ANDABA MAL
Permítanme enfatizar claramente que, aunque provengo de una familia con profundas creencias religiosas y asistí a la iglesia en mi juventud, no tenía idea de a qué se refería todo esto y, en verdad tampoco me importaba. Asistí a la iglesia solamente par que mis padres no me molestaran. Cuando era un adolescente, la vida empezó a alejarme de mis padres, yo también me empecé a alejar de la iglesia y no recuerdo haber vuelto a arrodillarme para rezar, hasta que fui llevado a Alcohólicos Anónimos en un hospital mental de Glasgow, después de diez y ocho años de beber anormalmente.
Es ese hospital, imploré a Dios que me ayudara; mi atormentada mente no me dejaba orar para que me concediera esa ayuda. Cada día, pedía a Dios que me sacara de este interminable tormento, sólo para despertar cada mañana con la misma presión y desesperación inacabables. Pero seguí pidiendo ayuda a Dios y lentamente mi cerebro comenzó a aclararse. Me di cuenta de que algo maravilloso me estaba sucediendo. Un individuo como era yo, con poca o sin ninguna fe, no sabía con seguridad si estaba siendo ayudado por el tratamiento del hospital o por las reuniones de A.A. que ahí mismo tenía lugar; o por Dios. Por lo tanto, me aferré con fuerza a los tres.

Conforme fui sintiéndome mejor, comencé a darme cuenta de que un Poder muy Superior a cualquier otra cosa que yo hubiera conocido, me estaba ayudando a restaurar mi cordura. Me puse en las manos de ese gran Poder, el cual ahora, para mí, es Dios.

Poco después de esto, fui dado de alta en el hospital, y me encontraba ya en casa cuando experimenté un muy cercano, atemorizante contacto consciente con el Poder divino. Todo comenzó la tarde de un domingo, cuando estaba sentado leyendo los periódicos. Sin ninguna razón aparente, tuve una muy extraña sensación de que algo andaba mal con respecto a un amigo de A.A. que estaba en el hospital después de una recaída.

Me dirigí inmediatamente al hospital y me encontré a mi amigo llorando como si se le quisiera salir el corazón. Acababa de recibir la noticia de que su hermano había muerto dos horas antes.
Al salir del hospital, después de consolarlo, caminaba calle abajo cuando repentinamente fui invadido por una fuerza muy patética y atemorizante, la cual pareció posesionarse de mí por completo. Me detuve y miré hacia el cielo de la noche. Me sentí como si estuviera sobre una nube y Dios estuviera dentro de mí. Esa noche no pude dormir; mi mente se encontraba en profunda meditación. Al día siguiente, me sentí completamente en paz con el mundo.
Después de un tiempo, aunque conservaba la paz espiritual, comencé a tener una sensación de varío la cual no podía comprender. No fue sino hasta que traté de ser totalmente honrado conmigo mismo y practicar los principios de A.A. en todos mis asuntos, cuando este vacío fue reemplazado por la alegría.

Yo creo que la sensación de soledad me la producía yo mismo. Había estado tan engreído con la maravillosa realidad que tuve en la calle aquella noche, que quería permanecer siempre en la nube con Dios. Pero esto no podía ser así. Mi lugar estaba aquí abajo entre los alcohólicos que sufren, no arriba de una nube. Mientras conserve los pies en el suelo, entre los que sufren, Dios bajará a mi lado y permanecerá siempre conmigo.
No era mi intención el reformar a nadie o pretender que soy un santo. Sólo soy un alma agradecida que espera ayudar a alguien a encontrar la paz y la felicidad y a su vez compartirla con otro.
Glasgow, Escocia

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