R.P. Pedro Herrasti, S.M.
Folleto EVC)
CONCLUSIÓN
la
frivolidad del mundo moderno y la falta de preparación religiosa previa al matrimonio,
han debilitado desde los cimientos aquello de "casarse por la
iglesia".
si los
novios acuden a su parroquia llevando ya la cabeza la idea de "si me va
bien y si no me divorcio", todo es una farsa, una mentira. "Se
les olvida que los hijos no sólo quieren que sus padres se amen, sino que
también sean fieles y sigan siempre juntos".
Por
desgracia las estadísticas nos dicen que más de la tercera parte de los
matrimonios terminan divorciándose, causando en la prole un trauma fatal.
"La
vida familiar sería mejor si cada día se vivieran las tres sencillas palabras
'permiso', 'gracias' y 'perdón'. cada día experimentamos la fragilidad y
la debilidad, y por eso todos nosotros familias y pastores, necesitamos una
renovada humildad que plasme el deseo de formarnos, de educarnos Y ser
educados, de ayudar y ser ayudados, de acompañar, de discernir e integrar a
todos los hombres de buena voluntad".
SS
Francisco
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