LA ADICTAS AL DOLOR - EL MISÓGINO

EL MISÓGINO

Los misóginos son otro tipo de codependientes, la mayoría de ellos son personas que han sufrido de privación afectiva por parte de la madre en su infancia o han experimentado una profunda decepción en torno a la imagen que tienen de la figura materna: por ejemplo, un hijo que descubre que su madre le ha sido infiel a su padre o hijos de madres separadas o divorciadas que han tenido varias parejas sexuales.

Todo ello genera un sentimiento de ambivalencia en el varón, puesto que por un lado necesita mucho del afecto y apoyo materno, con un gran temor del abandono de su madre y por el otro guardan un profundo resentimiento por el hecho de que su madre no cumple los requisitos del perfil convencional que se le da a la maternidad en nuestra sociedad: entrega incondicional. amor, ternura, cuidados, mimos, fidelidad y pureza.

Por ello cuando se unen a una pareja de manera inconsciente buscan a una mujer que les proporcione todo lo que necesitan y no obtuvieron de su madre y por otro lado requieren mantener un control férreo sobre su pareja, pues piensan que todas las mujeres son "malas" por naturaleza.

Así cuando perciben que están perdiendo el control, desatan toda su agresividad y toda su fuerza contra ella, impulsados por el motor del resentimiento hacia la figura materna y el temor del abandono, por lo que pretenden recuperar el control y el dominio sobre su pareja.

Características generales del misógino:

-Necesitan tener el control absoluto de la relación.

-Para lograr el control recurren a la seducción, al chantaje, la manipulación, la amenaza, la intimidación, a la humillación o la agresión verbal o física..

-Mantienen permanentemente una actitud de superioridad hacia su pareja a la que nunca le dan la razón.

-Casi nunca pide disculpas sino es como modo de manipulación.

-Son celosos y posesivos.

-Siempre culpa a su pareja de lo que está mal en la relación.

-Se encoleriza si su pareja se queja de algo, ella no tiene derecho a reclamar ni a llorar.

-Cuando siente que está perdiendo el control pasa de la violencia psicológica a la física.

-Reduce el mundo de su pareja, ella no puede tener actividades ni amistades, no puede ser ella misma, el tiene que saber todo lo que hace.

-No tolera la terminación de una relación, se considera dueño de su pareja.