Es bueno que en ciertos momentos de la vida seamos capaces de hacer un pare, de ponernos en pie, mirar hacia atrás y darnos cuenta de todo lo bueno que Dios ha hecho en nosotros, y de esa manera reconocer que Él permanecerá junto a nosotros.
Cuando descubro en el pasado la acción de Dios en mi vida, cuando me doy cuenta de que Él ha hecho muchas cosas buenas en mí, cuando observo que ha permanecido junto a mí y me ha dado su fuerza en muchas ocasiones, entonces puedo creer firmemente que permanecerá para siempre.
Es necesario aprender a educar nuestra memoria en un agradecimiento sincero. De hecho, en el Antiguo Testamento el Señor se dirigía al pueblo cuando este se inquietaba y le decía: “Acuérdate, Israel…” acto seguido, Yahveh les nombraba las bendiciones que hizo por el pueblo, Hoy, por ejemplo, es una buena oportunidad para que te sientes y pienses lo bueno que Dios ha hecho por ti, para que reconozcas que Él siempre ha estado junto a ti, que siempre te ha bendecido y te ha llenado de su gracia.
Es bueno darse cuenta de que no todo en la vida es tan malo, estoy seguro de que ha habido momentos muy buenos, tal vez ahora estemos atravesando por dificultades, pero ellas no son eternas, pues pasarán y con la fuerza de Dios podremos salir adelante.
Te invito a que creas firmemente eso, a que empieces a ver en Dios a aquel que te ha sostenido, a aquel que te sostiene ahora, y, sobre todo, a aquel que te sostendrá en el futuro cuando haga falta.
Solo haz ahora un ejercicio de memoria espiritual y agradecida, ¿recuerdas aquel momento terrible o angustiante de tu vida, luego clamaste al Señor y te sacó del abismo?
Tarea del día:
Ten memoria agradecida. Acuérdate de las bendiciones del Señor.
Alberto Linero
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