Señor mío y Dios mío, al terminar este día te quiero dar gracias por formar parte de mi vida, por hacerte presente en ella, por darme tu Palabra, tu presencia que llena de vida y de plenitud.
Quiero vivir amándote y sabiendo que estás presente en cada una de las experiencias de mi historia diaria.
Hoy te suplico que me des la capacidad para trascender a las situaciones inmediatas, para ir más allá de lo que brilla o pesa, para ser capaz de comprender que lo esencial de la vida no se ve con los ojos, sino con el corazón.
Dame la posibilidad de amarte gratuitamente como Tú me amas, así gratuitamente, sin interés y sin conveniencias.
Hoy te suplico que hagas que mi testimonio sea claro y firme para con él invitar a otros hermanos a conocerte y a amarte; que mi alegría, mi gozo, mis ganas de vivir sean una manifestación de tu presencia en mi vida y así los otros quieran vivir en Ti.
Te alabo y te bendigo y te doy gracias por todas las bendiciones que mañana disfrutaré.
Amén.
*Padre Alberto Linero*
