LA
SEXTA DÉCADA DE LA VIDA DESDE LOS 66 ESPECIALMENTE
Hay dos clases de
personas al llegar a esta edad. Primera: los que saben que hay una meta que alcanzar, un ideal que
conseguir y que disponemos de poco tiempo y que hay que emplear lo de la mejor
manera posible para lograr realizarse, pero que también hay que pasar la vida
de la manera más sanamente alegre que sea posible. Estos individuos buscan
sanos pasatiempos para pasar ratos de descanso. Trabar amistad con otros de su
misma edad y estolas enriquece la vida. La relación con sus nietos les puede
dar una sensación de jovialidad, a la vez que de influencia venerable. Aceptan
la vida como es y al sentir que van declinando, no lo toman como una tragedia,
sino como el madurar necesario de la naturaleza para pasar a la época de la
resurrección final y definitiva, al goce eterno.
La mujer al sentir sus cambios hormonales y que ya su reacción sexual
disminuye tan notoriamente, no reaccionara negativamente, si no que considerara
todo esto como una “espiritualización” de su vida. En esta edad es cuando el
amor entre esposos se vuelve más espiritual, y llega a su verdadera grandeza. Ahora
ya no se amarán tanto por el atractivo físico y sexual, si no por simpatía espiritual.
Y este amor es inmensamente más noble y ennoblecedor que el anterior.
El otro
grupo son los que al pasar los 66 quieren rechazar lo inevitable. Confunden
"edad madura" (que es la que tienen con "vejez" (que será
después de los 75). Viven pensando o diciendo: "Lástima que ya no soy lo
que fui"" (como si El corpulento Roble dijera: "Lástima que ya
no soy el arbolito Que se ladea hacia dónde lo lleva el viento"; o el vino
antiguo y añejo exclamara: "Lástima que no soy ya el agrio vino recién
hecho").
Esta
forma de auto rechazo a la edad que se tiene, lleva fácilmente a la depresión.
Y la depresión lo tornara en un ser indeseable y se ensimismara, adoptando una
actitud quejumbrosa que puede llevarle a la neurosis.
En esta
época de la vida puede suceder que los esposos que llevan más de 30 años de
casados experimenten un periodo de turbulencia y de disgustos, debido a la
neurosis de los dos. Ella que está angustiada al ver que su belleza está
desapareciendo, el al sentirse cada día - vigoroso en su actividad.
Afortunadamente este periodo puede ser pasajero, y una vez que los dos acepten
la realidad de la vida con una actitud positiva, y se den cuenta de que si en
unos Campos han dejado de ser los primeros, en otros en cambio Pueden seguir
siendo útiles, y que todavía tienen ocasión para ganar muchos méritos para esta
vida y para la eterna. Físicamente pueden ya no ser tan robustos y fuertes como
lo eran antes. Pero mentalmente está en una de las mejores edades de su vida.
Para muchas personas
ha sido una verdadera tabla de salvación para este periodo de su vida el
haberse preparado con la debida precaución para él, sin tomarlo como una época de
desastre si no, como es, como la verdadera maduración de la personalidad. Y así
tratan de pasar este tiempo con la mínima cantidad de quejas, y viendo en todo
la Voluntad de Dios Padre de todos, que al permitir que suceda todo esto debe
tener sin duda un plan sapientísimo que nosotros no entendemos, pero que
seguramente será para nuestro bien, y alegrándose que ya no están en la edad de
las vanas ilusiones, si no en la época de la equilibrada madurez.