viernes, 16 de junio de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo VI (Parte 7)

TODOS SOMOS NATURALMENTE ESPIRITUALES

Viaje a usted Por cualquier sitio del mundo donde hay excavaciones de civilizaciones muy antiguas. En todos encontrará que los principales edificios eran templos para orar a la divinidad.? Es que todo ser humano tiene un instinto natural que lo mueve a orar a Dios. Ese instinto se lo regaló el mismo creador.

Lea usted las estadísticas de Rusia, hechos por el mismo gobierno comunista después de haber durado 70 años tratando de hacer que los hubiera no se olvidarán que existe Dios. ¿Qué decía en 1985? "De cada 10 niños que nacen en Moscú, 7 son bautizados". ¿Por qué? Es que el hombre es "incurablemente religioso". En la escuela, en el colegio, en la universidad, en la televisión, en la radio y prensa decían que Dios no existe, pero en su hogar y en lo profundo de su alma se decía: "si existe Dios, y toda la creación está proclamando su existencia".

Todo ser humano experimenta en su cuerpo hambre y sed. En su espíritu una necesidad especial de que sí exista Dios.

Aún los más estrepitosos ateos sienten en ciertos momentos de su vida que sus protestas que Dios no existe son de labios para afuera más que de su verdadero corazón. El escritor Calibán narraba que, en su primer viaje en barco a Europa a principios de este siglo, uno de los pasajeros declaraba, pavoneándose en el muelle antes de subir al navío, que él era completamente ateo. Pero en pleno viaje, en medio de la más pavorosa tempestad, cuando las olas tenían casi 100 metros de altura y jugaban con el barco como un muñequito, el antes incrédulo se arrodillaba y gritaba: "Dios mío, sálvanos". Se le acercó entonces Calibán y le preguntó: "pero usted lo decía en el puerto que era ateo? -Sí, respondió el otro: - yo soy ateo, pero en Tierra Firme. En alta mar sí creo en Dios". Afortunadamente, aún En estos casos se cumple La promesa del bellísimo salmo 106: "clamaron al Señor en su apuro, y Él los libró de sus angustias".
Cuando el terremoto de San Francisco, un hombre junto a una estación de gasolina exclamaba: "yo soy ateo, Yo no creo en Dios". Pero luego empezó a temblar horrorosamente y el pobre hombre de rodillas gritaba: "¡Dios mío, perdóname!". Se le acercaron y le preguntaron: "No decía usted que es ateo?" Y él respondió: "¡Yo si soy ateo, pero cuando no hay terremoto!...

Para cuando llegan los terremotos espirituales que nos quieren llevar a la depresión, Entonces, sobre todo entonces, es cuando necesitamos demostrar que no somos ateos y que si creemos en Dios y qué esperamos en su valiosa ayuda.

Quién descuida su vida espiritual lo hacen daño propio
Dios te ha dado a cada uno en su naturaleza espiritual para estabilizar, motivar y animar la mente, el corazón y el cuerpo. Los que prefieren ignorar ese vigoroso poder que vive en su interior son como un avión de cuatro motores, de los cuáles funcionan solamente 3. Lo que necesita no es más poder en los tres motores que ya funcionan, sino poner a funcionar el que está apagado. Hacer funcionar su vida espiritual.

La vida espiritual de la persona contiene su voluntad, cualidad que lo distingue de los demás seres del reino animal. Dios le ha dado a cada criatura humana el libre albedrío: la Facultad de elegir libremente. Con la libertad puede aceptar lo que Dios manda o rechazar sus mandatos. Pero hay una verdad de la cual podemos estar totalmente seguros: la eterna felicidad de cada uno dependerá de la elección que sepa ser entre obedecer los mandatos de Dios o rechazarlos.