lunes, 26 de junio de 2017

Como Alejar la Depresión: Capitulo VI (Parte 10)

EL GRAN INTERROGANTE


¿De veras, hemos tratado alguna vez de aceptar las cuatro verdades que recordamos en el párrafo anterior? ¿De Veras, hemos invitado en serio a Jesucristo que venga a vivir en nuestro espíritu?

Presentamos dos gráficos. ¿Cuál de los dos es el retrato de nuestra vida actual? En el primero aparece Cristo por fuera de nuestra vida, y en nuestra alma reinando el egoísmo, con todas sus desgracias de temor, culpabilidad, frustración, inutilidad, depresión, etcétera. En el segundo ya Jesucristo ha sido invitado venir a nuestro espíritu. Y con Él han llegado el perdón, la paz, el gobierno, la confianza, etc. ¿De veras, ya invitamos a Cristo que estaba fuera? Si nunca existió ese feliz momento o no estamos muy seguros de que haya existido, debemos de inmediato inclinar nuestras cabezas de invitarle a venir a nuestra alma. Él dijo una promesa maravillosa que siempre cumplirá: "si alguno me ama, mi padre lo amará, y vendremos a él, y haremos en Él nuestra morada". Podemos para estar más seguros de su perdón y de su amistad decirle la siguiente oración:

"Jesús, mi señor y Redentor: yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy. Me pesa de todo corazón porque en ellos se ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar. Y Confío en que por tu infinita misericordia me hace conceder el perdón de mis culpas y me hace llevar a la vida eterna. Amén". "Misericordia Señor por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa. Contra ti, contra ti sólo peque, cometí la maldad que aborreces. Oh Dios: crea en mí un corazón puro y no apartes de mí tu santo espíritu".

Sí con toda confianza le vamos a esta oración y otra parecida, Contamos con aquella formidable Promesa de Dios: "Todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo". Esta es una de las noticias más bellas que se han escuchado en el mundo. Invoquemos con fe e nombre del señor y estaremos a salvo también hasta de nuestras tristezas y depresiones, y tendremos garantizada la vida eterna.

No olvidemos nunca le hermosa Promesa de Dios en la sagrada Biblia: "Un corazón arrepentido y humillado, Dios nunca lo desprecia"

Si recordamos aquella hermosa noticia del Profeta Daniel: "Nuestro mejor regalo para Dios será un corazón arrepentido y humillado que le pide perdón de sus maldades".

¿QUÉ VENTAJAS SE OBTIENEN DE UNA VIDA ASÍ? 

La vida puesta está bajo el control de cristo le garantiza al cristiano un dinámico poder espiritual, que se traduce en ganancias que superan todo lo imaginable.
El gráfico anterior muestra las ganancias que obtiene una persona cuando acepta que Cristo Viva en su alma y debemos grabarlo en nuestra memoria, como si fuera en Bronce, para que no se borre, porque son ganancias que vamos a conseguir si perseveramos en tratar de lograrlo.

Las ventajas que consigue todo el que deja que su vida sea dirigida y controlada por Cristo, Son 6, según la Biblia:
1. Perdón. Todos nuestros pecados son perdonados por la misericordia de Dios, Por medio de su hijo Jesucristo: "si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestras culpas y purificarnos de toda maldad". ¿Y puede haber mayor fuente de felicidad Es sentirse uno libre de las maldades que ha cometido en la vida? Con razón decía un descreído a un buen católico: "Nada les envidio yo tanto ustedes como esa inmensa alegría que sienten cuando saben que les han perdonado sus pecados". Al ser perdonados tenemos que es exclamar con el salmista: "mis culpas eran un peso superior a mis fuerzas. Pero confesar mis pecados y tú me perdonaste, por eso aclamare por siempre tu bondad".

Esto lo han dicho tantos después de un buen acto de contrición o de una confesión bien hecha. Y lo podremos decir también cada uno de nosotros.

2. Paz. Desde el momento en que nuestros pecados han sido perdonados, cruzamos de una paz que jamás logrará quién No logré liberarse de la angustia de sus culpas. San Pablo dijo: "Una vez obtenida la justificación por medio de nuestro Señor Jesucristo tenemos Paz don Dios". Aquí se cumple lo que dijo el profeta: "Mucha Paz tienen los que aman la ley del Señor". "Como un río les llegará la paz". No será la paz "escapista" del mundo que consigue en evitar problemas de negarse a enfrentar situaciones o en Buscar salidas en drogas y placeres. Es la paz como "Don de Dios" que ha dicho: "OS doy mi paz". No será una paz simplemente conquista nuestro, no será una paz simplemente "conquista" nuestra, sino regalo del Redentor. Por eso Zacarías hijo de Jesús que perdona nuestras culpas: "Él guía nuestros pasos por el camino de la paz". Todos los que se han sentido perdonado saben que esto es una gran verdad, y pueden decirle a Cristo que les anuncia el perdón las palabras de Nahum: "que dicha tan grande trae el que anuncia la paz. Este sí es un mensaje de buenas noticias". Jesús al perdonarnos nos anuncia y nos concede la paz. ¡Gran regalo!

En muchos hospitales de enfermos de úlcera en el estómago o de enfermedades nerviosas se han conseguido curaciones asombrosas sólo con obtener que la persona enferma se sienta perdonada por Dios. De ese momento la paz que la inunda es tan grande que su úlcera empieza a curarse y sus nervios a pacificarse. Un buen acto de contrición o una confesión bien hecha han logrado lo que no habían conseguido docenas de frascos de medicamentos: la Paz.

3. Poder. Desde el momento en que Cristo empiece a vivir en nuestra alma y le prendemos nuestra sincera amistad, sentiremos un poder maravilloso que guía y controla nuestra vida. Y no nos podrá decir en los momentos de angustia lo que dijo a los apóstoles en la noche de La tempestad: "¿Porque teméis, si yo estoy con vosotros?".

No sucederá lo que decía San Francisco de sales del niño pequeñito que viaja en los hombros de su padre Qué es un fornido campeón: el niño se siente fuerte y no teme a los peligros del camino, porque sabe que su padre que lo va llevando, es más fuerte que los obstáculos Y los enemigos que puedan presentarse en el viaje.
La Biblia insiste muchas veces que Dios tiene en sus manos todo el poder que necesitamos y muchísimo más. "Poderoso es Dios para daros muchísimo más de lo que os atrevéis a pedido desear". El señor Bossa traspasando ese poder a sus amigos. Jesús al despedirse de los Apóstoles les anuncio: "Recibiréis poder" y el discutir con los saduceos se quejaba de esto: "no entendéis el poder que tiene Dios". Ese "poder" que los saduceos no entendían, pero que los discípulos de Jesús si reciben, es uno de los más admirables regalos que posee toda persona que acepta que su vida sea dirigida por las leyes de Cristo en su Evangelio.

Jesús quiso estar admirable promesa: "Él que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aun, porque yo voy al padre". "Es destinado para que produzcáis frutos espirituales y los produzcáis en abundancia".

El placer es una experiencia transitoria y pasajera, qué depende más que todo de circunstancias externas. En cambio, el gozo y la verdadera alegría Son algo duradero y que depende más que todos del espíritu. Y al espíritu lo que más gozo y alegría le proporciona es estar en buenas relaciones de amistad con Dios. San Pablo exclamaba: "desbordó de alegría aún en medio de mis tribulaciones, porque Amo a Cristo". Jesús prometió a sus amigos: "transformar nuestras tristezas en alegrías y nadie os quitará vuestro gozo y alegría". Un salmo recomienda: "servid al Señor con alegría", Y esto no logran quienes concedan a vuestro señor el puesto principal y más importante en su vida. Es algo que los amigos de Dios lo experimentan sin cesar. Nosotros ya lo sabemos muy bien. Ahora Lo importante es que quien lea estas páginas lo sepas y lo experimente también.

5. Propósito de enmienda. Este es uno de los más maravillosos efectos que se consiguen cuando en el alma se le concede el primer puesto a Jesucristo: proponernos cambiar nuestra vida mala, egoísta y pecadora, por una vida llena de Caridad, de buenas obras y de pureza. Dios y el pecado no se entiende nada bien, Y por eso no logran vivir juntos en una misma alma. Sí traemos a Dios a habitar en nuestro espíritu, necesariamente nuestros pecados y malas costumbres tienen que irse alejando como se alejan las alimañas cuando una casa que antes estaba deshabitada llegan a vivir los señores que la han adquirido.


6. Gran confianza. Quién admite a Cristo como amigo y jefe de su vida espiritual, puede repetir con San Pablo: "sé de quién me he confiado, y por eso avanzó tranquilo". Jesús nos dijo: "ánimo!: Yo he vencido al mundo" y el apóstol repite: "pues fiel es Dios, porque no habéis sido llamados a la Comunión con su hijo Jesucristo, nuestro Señor". "Pues hemos tenido sobre nosotros mismos la sentencia de muerte, para que no pongamos nuestra confianza y nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos".