Analiza lo que ha sucedido.
Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo.
Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones.
Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior.
Habla acerca de tus sentimientos.
Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo.
Nadie te hizo sentir así.
Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú.
Manéjalo.
Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió!
¿Estaba alguien tratando de molestarte?
(Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.)
¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento?
¿Qué tan serio es el problema o el asunto?
¿Estás tomando la responsabilidad de otro?
¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir?
¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal?
¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad?
¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?
Melody Beattie de su Libro Ya No sea Codependiente