El mundo de hoy nos ofrece un concepto de libertad un poco extraño, nos dice que la libertad es hacer lo que se nos ocurra sin esperar consecuencias.
Para el mundo hablar de libertad significa desórdenes, alcohol, drogas, lujos, excesos, modas, consumo y muchas otras cosas que nos hacen daño.
Yo no creo que eso sea precisamente la libertad, no creo que consista en depender de una cosa; creo que algo no está bien en ese concepto de libertad.
Yo creo que el ser libre consiste realmente en vivir de forma autónoma, libre de cualquier apego dañino, de cualquier falsa dependencia.
Desgraciadamente, hoy nos creamos muchas dependencias, buscamos depender de personas y dejamos que ellas determinen muchas cosas en nosotros, como estados de ánimo, sentimientos y hasta nuestro actuar.
Buscamos depender de cosas materiales que al final son pasajeras y terminan haciéndonos daño cuando se van.
Solo cuando somos capaces de dejar a un lado nuestros apegos, somos realmente libres.
No podemos permitir que la libertad que Jesús nos ha dado se malgaste de esa manera.
La libertad que Jesús nos brinda es la de vivir haciendo las cosas bien, sin tener que esperar muchas cosas de los demás.
El Señor nos dijo que no son las pertenencias las que dan vida, Lucas 12,13-21. Matemos nuestros apegos y démonos a la tarea de vivir a la manera de Jesús, sin depender de nada que no sea Él. Jesús nos ha liberado para que seamos realmente libres.
Padre Alberto Linero
TAREA DEL DÍA
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Piensa en aquellas personas que en realidad sabes que te están dañando.