Creo que ante la muerte de un familiar o alguien cercano poco tenemos que hacer; son las cosas irremediables de la vida, y también sé que nos causa mucha aflicción.
Comprendo también que muchos ante la pérdida de un ser amado tienen que vivir su propio duelo, vivir la ausencia que ha dejado esa persona y esa incertidumbre.
Es necesario vivir el duelo como un momento propicio para reflexionar nuestra vida y la misión que tenemos en ella.
Ahora, encuentro que mucha gente se queda en el duelo, en el dolor, y no quiere salir de allí.
Siempre he dicho que todo en la vida es un proceso, y así como entramos en la etapa de duelo, en la etapa de dolor, también sé que es necesario salir de allí, si no, la vida se nos vuelve en un sinsentido.
Y este es el mensaje que quiero que reflexionemos en el día de hoy: así como entramos en el proceso del duelo, también tenemos que salir de allí.
Me encuentro con mucha gente muerta en vida porque no ha querido superar la muerte de un ser amado, su mente se resiste a aceptar la ausencia de la persona.
Tenemos que superar nuestro propio duelo, y enfrentar la vida, agradeciéndole al Dueño de nuestra existencia por el tiempo en que esa persona nos demostró su amor.
Hay que dejarla partir, y nosotros tenemos que cambiar de actitud ante la vida, y gozar hasta que Él quiera.
Por eso les digo a esas personas: ánimo hay que seguir viviendo la vida, no se queden en el dolor, supérenlo y vivan la vida.
Padre Alberto Linero
TAREA DEL DÍA
Pregúntate en este día ¿Has superado tu duelo? ¿qué tanto?