jueves, 21 de diciembre de 2017

Reflexiones Sobre La No Violencia - Gandhi (2)

La ley del hombre regenerado
 
 
La no violencia actúa de manera altamente misteriosa. Frecuentemente, en los términos de la no violencia, los actos de un hombre se resisten a todo análisis. También resulta frecuente que sus actos tengan la apariencia de violentos, a pesar de ser él totalmente no violento en el sentido más elevado de la palabra; su postura se verá confirmada tarde o temprano.
 
El primer principio de la acción no violenta consiste en no cooperar con cualquier cosa que sea humillante.
 
La única virtud que procuro reivindicar es la verdad y la no violencia. No pretendo asumir ningún poder sobrehumano. No sabría qué hacer con él. Soy de carne y hueso como el más pequeño de mis semejantes; débil y falible como cualquier hombre. Los servicios que practico están muy lejos de ser perfectos; pero hasta ahora, Dios ha querido bendecirlos, pese a sus deficiencias.
 
Incapacidad para odiar
 
La no violencia, que es una cualidad del corazón, no puede surgir mediante una apelación al cerebro.
 
Me considero incapaz de odiar a nadie. Hace más de cuarenta años que, gracias a la oración y a un prolongado trabajo sobre mí mismo, no he sentido odio hacia nadie. Advierto perfectamente que es una confesión presuntuosa, pero la hago con plena humildad. Al mal sí lo odio con todas mis energías. Siento horror por el régimen que los británicos han establecido en la India. Odio la manera despiadada con que se explota a nuestro país... Pero no siento ningún odio por los ingleses que nos oprimen, ni por los hindúes que no tienen piedad con sus hermanos. Procuro reformarlos con la ayuda de todos los medios que el amor pone a mi disposición.
 
 
 
La independencia de la India
 
Los responsables de nuestra sujeción no son tanto los fusiles británicos como nuestra colaboración voluntaria.
 
 
La independencia de mis sueños significa Ramarajya, o sea, el Reino de Dios en la tierra... La independencia debe ser política, económica y moral. "Político" quiere decir: remoción del control del ejército británico. "Económico" significa libertad entera respecto de los capitalistas británicos y del capital, pero también de sus contrapartes hindúes. "Moral" significa libertad de las fuerzas armadas de defensa.
 
La simple retirada de los ingleses no es sinónimo de independencia. Esta palabra significa la toma de conciencia por parte de cada aldeano, de que es artífice de su propio destino y de que, por medio de su representante, es su propio legislador.
 
 
Proclamo ser un apasionado buscador de la verdad, que no es más que otro nombre para Dios. En el transcurso de esa búsqueda vino hacia mí el descubrimiento de la no violencia. Su expansión es mi misión en la vida. No tengo otro interés en el vivir, salvo la consumación de esa misión.
 
 
Misión en la vida
 
 
Mi alma resistirá todo reposo mientras asista impotente a un solo sufrimiento o a una sola injusticia. Pero débil, frágil y miserable como soy, no sabría remediar todos esos males y no podría en adelante lavarme las manos. El espíritu me tironea desde un lado, y la carne desde el otro. La libertad emana de la acción conjunta de esas dos fuerzas; pero sólo se llega a ella lentamente, tras prolongadas etapas y penosas dificultades. No conseguiré la libertad por medio de una negativa sistemática a actuar, sino por una acción reflexiva y llevada a cabo en medio de un completo desprendimiento. Esta lucha lleva constantemente a una crucifixión de la carne para dar mayor libertad al espíritu.
 
Jesús redentor del mundo
 
 
Jesús habría vivido y muerto en vano si no nos hubiera enseñado a regular la totalidad de la vida mediante la eterna ley del amor.
 
Jesús fue tal vez el más activo resistente que se haya conocido en la historia. La suya fue no violencia por excelencia.
 
Jesús, un hombre que era completamente inocente, se ofreció a sí mismo por el bien de otros, incluidos sus enemigos, y se volvió la redención del mundo. Fue un acto perfecto.
 
 
Quien encuentra la muerte sin dar un solo golpe, cumple con su deber en un ciento por ciento. El resultado está en las manos de Dios.
 
 
No corro tras el martirio. Pero lo habré de merecer si se me presentase como la consecuencia suprema del testimonio que hay que dar a veces para defender la fe.
 
Ningún hombre, si es puro, tiene algo más precioso que ofrendar que su propia vida.
 
No quiero renacer. Si ello debiera suceder, me gustaría encontrarme entre los agobiados intocables hindúes, para compartir sus preocupaciones, sus sufrimientos y las afrentas que les asestan. De ese modo, tal vez se me ofreciese la ocasión de liberarlos y liberarme de esa miserable condición.
 
La no violencia es para todos
 
 
A nadie le pido que me siga. Cada cual debe seguir su propia voz interior.
 
La no violencia es un instrumento al alcance de todos: niños, jóvenes o adultos, con tal que crean efectivamente en el Dios del Amor y extraigan de esa fe un amor igual para con todos. Si se acepta la no violencia como ley de vida, afectará a todo el ser y no apenas a unas cuantas acciones aisladas.
 
Una revolución no violenta no es un programa para la toma del poder. Es un programa para la trasformación de las relaciones, de modo tal que se desemboca en una trasferencia pacífica del poder